Hispanoamérica

Los pobres de Panamá buscan a un Lula
14/03/2003
12 / Aug / 2004
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Domingo 14/3/2004
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Los buitres vuelan en círculos sobre una montaña de basura en las afueras de la Ciudad de Panamá, mientras un grupo de personas semidesnudas buscan entre los desperdicios podridos cualquier cosa que puedan comer, beber, usar o vender.

En medio del peor momento económico para Panamá en más de una década y con un desempleo de casi 18%, más y más indigentes se suman cada día a los centenares que ya viven y trabajan en el basurero. "Es humillante, pero es una forma de sobrevivir", dijo uno de ellos, quien se identificó como Euclides.

Después de tres años y medio en el poder, la presidenta de corte populista Mireya Moscoso, quien fue elegida por sus planes para combatir la pobreza, es vista como otro de los líderes de Latinoamérica que se van sin cumplir sus promesas. Muchos panameños están desilusionados con la incapacidad de los últimos gobiernos para reducir la brecha entre ricos y pobres, una de las más amplias en Latinoamérica.

Cuando faltan 15 meses de las elecciones presidenciales y ya empezaron las campañas políticas, los electores de Panamá parecen estarse inclinando hacia la izquierda. Esta tendencia está influenciada por las victorias recientes de Luiz Inacio Lula da Silva en Brasil, del recién electo Lucio Gutiérrez en Ecuador y del mandatario de centro-izquierda en Chile, Ricardo Lagos.

"La gente quiere cambio, así que las elecciones han empezado más temprano esta vez. Hay un verdadero desencanto con los partidos políticos que han gobernado a Panamá desde hace 50 años", dijo Raúl Leis, analista político de CEASPA.

LA CONTIENDA
Guillermo Endara, un abogado y ex presidente del país, está ganando amplio apoyo entre los electores de clase trabajadora en su campaña. Como alternativa a los tradicionales partidos Arnulfista y el Revolucionario Democrático (PRD), Endara está prometiendo una mezcla de socialismo y redistribución de la riqueza, a la vez que seguiría manteniendo contentos a los mercados financieros.

"No tengo nada en contra de un manejo responsable de la economía, pero es tiempo que hagamos algo para los pobres en Panamá", dijo Endara en su apartamento con vista al mar en la capital del país.

Muchos electores dicen que las políticas de libre mercado de los gobiernos en manos del PRD, que se reflejaron en la privatización de varias paraestatales en la década de 1990, presionó al alza el costo de vida en Panamá y falló en mejorar la vida de los pobres.

En tanto, el populista y gobernante Partido Arnulfista, que fue formado en la década de 1940 por el ex presidente Arnulfo Arias, ahora es visto como carente de una ideología transparente y sus críticos lo acusan de diseñar políticas exclusivas para la oligarquía. Este es uno de los blancos de ataque del candidato Endara. "El papel del Estado es proteger a los débiles ¿Por qué en Panamá se protege siempre a los más fuertes?", dijo a Reuters el candidato de 68 años.

VACÝO DE RIQUEZA
Más de un millón de panameños --el 40 por ciento de la población-- vive en la pobreza, mientras que 25 de ellos padecen en extremo al intentar sobrevivir con 50 dólares al mes. Esta proporción es casi la misma a la que había en 1970, pese a los esfuerzos por hacer de Panamá un centro internacional de transporte y negocios que permitieron un crecimiento del nueve por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en la década de 1990.

Aunque Panamá es considerado como un país de ingreso medio, el 20 por ciento de la población concentra el 60 por ciento del ingreso anual nacional, mientras que un quinto de los más pobres gana apenas un 2 por ciento, según estudios de la ONU y del Banco Mundial.

Académicos de la Universidad de Panamá calculan que un grupo de unas 80 personas, la mayoría con vínculos de negocios o familiares, controlan casi la mitad del PIB anual del país, es decir, unos 5,500 millones de dólares.

"Esto significa que los poderes económicos siempre estarán en el poder, sin importar quién esté gobernando", comentan los académicos Iván Quintero y William Hughes en su libro "¿Quién es el dueño de Panamá?". Endara, cuyos seguidores han aumentado a casi 30 por ciento desde que anunció su candidatura en enero según las encuestas, dijo que intentará acabar con la oligarquía de Panamá.

Su intención es canalizar recursos hacia la educación, dar vivienda a los pobres y apoyar al sector agrícola, que emplea a una cuarta parte de la población trabajadora del país. Al igual que Lula, es escéptico sobre los beneficios que pueda traer una apertura comercial en la región, programada para el 2005. "Debemos proteger a nuestros industrias y aquellos que trabajan en ellas", dijo Endara.

UNA REVOLUCIÓN
El retador más cercano de Endara es Martín Torrijos, del PRD e hijo del ex mandatario Omar Torrijos (1968-1981), según las encuestas. Se espera que tres aspirantes arnulfistas, incluyendo al ex canciller José Miguel Alemán, se enfrenten en unos comicios primarios por la candidatura del partido.

Endara es visto como un político con credibilidad porque cuando fue presidente de 1989 a 1994 reconstruyó la oxidada economía del país, dejando atrás los estragos de la dictadura del general Manuel Noriega en la década de 1980.

Endara ganó la elección de mayo de 1989, pero Noriega le impidió asumir la Presidencia al anular los resultados de los comicios. No obstante, Endara fue instalado en el poder en diciembre de ese año por Estados Unidos, que invadió Panamá para derrocar a Noriega. De resultar electo, Endara buscará revitalizar a la economía una vez más. Bajo Moscoso, la economía ha registrado un crecimiento anual promedio de 1.6 % desde 1999, contra 5% durante la década de 1990, según cifras oficiales.

Pero muchos están escépticos. "Yo no votaría por ningún político porque son unos corruptos y no hacen nada por el pueblo", dijo Gabriel, de 33 años, en la montaña de basura, mientras llenaba bolsas con detergente usado que más tarde esperaba vender.




El Panama America