25 de Agosto de 2008
« Más sobre la economía mainstream y la crisis económica | Principal | ¿Dinamarca crece gracias a su política monetaria contractiva? »
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián
La crisis económica sigue empeorando
La última subida del Ýndice de Precios Industriales (IPRI) ha sido brutal: el 10,2%, la más elevada desde noviembre de 1984.
Sin embargo, más preocupante que el dato aislado son sus repercusiones en el resto de la economía. En mayo ya apunté que los márgenes del comercio minorista se estaban hundiendo. Y es que, en principio, buena parte del comercio minorista compra bienes industriales para revenderlos al consumidor. Dicho de otra manera, el alza del IPRI es un buen indicador del alza en sus costes, mientras que el incremento del IPC es un buen indicador del aumento de sus ingresos.
La evolución no puede ser más preocupante. Mientras que los costes crecen al 10,2%, los ingresos lo hacen al 5,3. Se trata del mayor retroceso en su margen de beneficios desde que hay datos.

La imagen es clara. Los períodos donde el IPRI supera al IPC son períodos de erosión del margen de beneficios; los períodos en los que el IPC supera el IPRI lo son de mejora del margen.
Un menor margen no signifca, sin embargo, que las empresas estén ganando menos, ni en términos absolutos ni en cuanto al retorno sobre el capital. Si la rotación de las mercancías se incrementa, se puede ganar menos por unidad, pero más en el conjunto (modelo de negocios de Wal Mart).
El problema es lo qué nos puede estar indicando que el margen de beneficios sufra una erosión tan acelerada: que los minoristas no son capaces de repercutir la subida de sus costes a sus clientes porque el consumo se está hundiendo. Y esto es precisamente lo que indican las estadísticas:

En otras palabras, los comerciantes venden menos y con un menor margen. Normal que el sector esté en crisis.
Pero tampoco creamos que la industria está mucho mejor. De los datos del IPRI de hoy también podemos tratar de aproximar cuánto se está degradando el margen de beneficios de la industria. Si suponemos que la industria vende bienes de consumo finales y tomamos la energía y lo comparamos con la evolución de los precios de la energía, tenemos que el encarecimiento de los precios de los bienes de consumo industriales no compensa (en términos relativos) ni de lejos el encarecimiento de la energía:

No en vano, el Ýndice de Producción Industrial está registrando una preocupante tendencia que a largo plazo sólo amenaza con seguir:

Las causas de todo esto podéis encontrarlas resumidas aquí. Básicamente, España necesita una fuerte reestructuración de su estructura productiva para repagar el enorme volumen de deuda internacional que ha contraído durante los últimos años y para seguir financiando su déficit exterior.
Suele haber un cierto debate sobre la crisis económica española es endógena (habría sucedido aunque no hubiese habido subprime) o exógena (la causó la crisis subprime). Lo primero favorece al PP (Zapatero tiene la culpa), lo segundo no perjudica al PSOE e incluso lo favorece (la culpa la tiene Bush quien contó con el apoyo de Aznar).
Me parece un debate artificial. La causa de la crisis española y de la crisis subprime es la misma: el sistema financiero internacional basado en una moneda incovertible de curso legal y los bajísimos tipos de interés que propiciaron los bancos centrales. La crisis española habría ocurrido aunque no hubiese estallado la crisis subprime (¿alguien cree que pueden mantenerse a largo plazo déficits corrientes que crecen al 10% y precios de la vivienda con un PER superior a 30?), pero se ha visto agravada y acelerada por la llamada crisis subprime (cuyo alcance en realidad es mucho mayor que las simples hipotecas subprime).
¿Zapatero tiene la culpa? Bueno, su actuación ha agravado la crisis pero no la ha causado. Si hubiese liberalizado el suelo y el mercado de alquileres, la burbuja inmobiliaria hubiese sido mucho menor; si no hubiese apostado tanto por las energías renovables y hubiese permitido otras formas de energía alternativas sustitutivas al petróleo, el déficit corriente sería menor; si no hubiese incrementado tanto el gasto público consolidado, hoy el déficit público sería inferior. De todas formas, en buena medida todas estas distorsiones (salvo la del gasto público) hubiesen subsistido con un Gobierno del PP.
¿Tiene Bush la culpa? Desde luego si no hubiese incrementado descomunalmente el gasto público para financiar la guerra de Irak y sus programas sociales, EEUU no tendría hoy déficit público, de modo que el dólar sería una moneda de reserva de mayor calidad y la burbuja de las commodities habría sido menor. Además, la Fed habría tenido una menor presión para expandir el crédito de no haber tenido que financiar cantidades tan grandes de deuda pública.
No hemos tenido, desde luego, los mejores gobernantes para afrontar la presente crisis. Pero la causa originaria de todo el problema está en el sistema monetario internacional y en la expansión crediticia propiciada por los bancos centrales. Conviene no olvidarlo.
Sin embargo, más preocupante que el dato aislado son sus repercusiones en el resto de la economía. En mayo ya apunté que los márgenes del comercio minorista se estaban hundiendo. Y es que, en principio, buena parte del comercio minorista compra bienes industriales para revenderlos al consumidor. Dicho de otra manera, el alza del IPRI es un buen indicador del alza en sus costes, mientras que el incremento del IPC es un buen indicador del aumento de sus ingresos.
La evolución no puede ser más preocupante. Mientras que los costes crecen al 10,2%, los ingresos lo hacen al 5,3. Se trata del mayor retroceso en su margen de beneficios desde que hay datos.

La imagen es clara. Los períodos donde el IPRI supera al IPC son períodos de erosión del margen de beneficios; los períodos en los que el IPC supera el IPRI lo son de mejora del margen.
Un menor margen no signifca, sin embargo, que las empresas estén ganando menos, ni en términos absolutos ni en cuanto al retorno sobre el capital. Si la rotación de las mercancías se incrementa, se puede ganar menos por unidad, pero más en el conjunto (modelo de negocios de Wal Mart).
El problema es lo qué nos puede estar indicando que el margen de beneficios sufra una erosión tan acelerada: que los minoristas no son capaces de repercutir la subida de sus costes a sus clientes porque el consumo se está hundiendo. Y esto es precisamente lo que indican las estadísticas:

En otras palabras, los comerciantes venden menos y con un menor margen. Normal que el sector esté en crisis.
Pero tampoco creamos que la industria está mucho mejor. De los datos del IPRI de hoy también podemos tratar de aproximar cuánto se está degradando el margen de beneficios de la industria. Si suponemos que la industria vende bienes de consumo finales y tomamos la energía y lo comparamos con la evolución de los precios de la energía, tenemos que el encarecimiento de los precios de los bienes de consumo industriales no compensa (en términos relativos) ni de lejos el encarecimiento de la energía:

No en vano, el Ýndice de Producción Industrial está registrando una preocupante tendencia que a largo plazo sólo amenaza con seguir:

Las causas de todo esto podéis encontrarlas resumidas aquí. Básicamente, España necesita una fuerte reestructuración de su estructura productiva para repagar el enorme volumen de deuda internacional que ha contraído durante los últimos años y para seguir financiando su déficit exterior.
Suele haber un cierto debate sobre la crisis económica española es endógena (habría sucedido aunque no hubiese habido subprime) o exógena (la causó la crisis subprime). Lo primero favorece al PP (Zapatero tiene la culpa), lo segundo no perjudica al PSOE e incluso lo favorece (la culpa la tiene Bush quien contó con el apoyo de Aznar).
Me parece un debate artificial. La causa de la crisis española y de la crisis subprime es la misma: el sistema financiero internacional basado en una moneda incovertible de curso legal y los bajísimos tipos de interés que propiciaron los bancos centrales. La crisis española habría ocurrido aunque no hubiese estallado la crisis subprime (¿alguien cree que pueden mantenerse a largo plazo déficits corrientes que crecen al 10% y precios de la vivienda con un PER superior a 30?), pero se ha visto agravada y acelerada por la llamada crisis subprime (cuyo alcance en realidad es mucho mayor que las simples hipotecas subprime).
¿Zapatero tiene la culpa? Bueno, su actuación ha agravado la crisis pero no la ha causado. Si hubiese liberalizado el suelo y el mercado de alquileres, la burbuja inmobiliaria hubiese sido mucho menor; si no hubiese apostado tanto por las energías renovables y hubiese permitido otras formas de energía alternativas sustitutivas al petróleo, el déficit corriente sería menor; si no hubiese incrementado tanto el gasto público consolidado, hoy el déficit público sería inferior. De todas formas, en buena medida todas estas distorsiones (salvo la del gasto público) hubiesen subsistido con un Gobierno del PP.
¿Tiene Bush la culpa? Desde luego si no hubiese incrementado descomunalmente el gasto público para financiar la guerra de Irak y sus programas sociales, EEUU no tendría hoy déficit público, de modo que el dólar sería una moneda de reserva de mayor calidad y la burbuja de las commodities habría sido menor. Además, la Fed habría tenido una menor presión para expandir el crédito de no haber tenido que financiar cantidades tan grandes de deuda pública.
No hemos tenido, desde luego, los mejores gobernantes para afrontar la presente crisis. Pero la causa originaria de todo el problema está en el sistema monetario internacional y en la expansión crediticia propiciada por los bancos centrales. Conviene no olvidarlo.
Comentarios
Claro, hay distorsiones tan grandes y viejas que no se puede culpar al politico de turno por completo. Pero de que Zapatero es mas de lo mismo, pues si lo es y por lo tanto es uno de los culpables. Ay, que nombres de partidosque hay! Partido Popular, Partido Socialista-Obrero...seguro que son culpables! Inocentes imposible.
No se admiten ya más comentarios.