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NO ES LO MISMO...
Enviado por el día 21 de Septiembre de 2003 a las 15:04
NO ES LO MISMO...





RADICALIDAD NO ES LO MISMO



QUE RADICALISMO



INSTITUCIONALIDAD QUE INSTITUCIONALISMO

RELATIVIDAD QUE RELATIVISMO

REALIDAD QUE REALISMO

PROGRESO QUE PROGRESISMO

PAZ QUE PACIFISMO

UNIDAD –PLURAL- QUE UNIFORMISMO
COMUNIALIDAD QUE COMUNISMO

SECULARIDAD QUE SECULARISMO
SENTIMENTALIDAD QUE SENTIMENTALISMO

RACIONALIDAD QUE RACIONALISMO

ACTIVIDAD QUE ACTIVISMO

INDIVIDUALIDAD QUE INDIVIDUALISMO



GLOBALIDAD (MUNDIALIDAD)



QUE GLOBALIZACIÓN (MUNDIALIZACIÓN)



ESPIRITUALIDAD (ENCARNADA Y SOCIAL)



QUE ESPIRITUALISMO -ESPIRITUALISTA-





El radicalismo, el rigorismo son de esos "ismos" corrupcionistas y viciosos.

En nuestras lenguas romances, el sufijo "ismo" sirve para denotar la corrupción de algo que en sí puede ser puro e íntegro.

Así, por ejemplo: el liberalismo endiosa la libertad individual, el nacionalismo niega la existencia de otras naciones...



Nuestro Maestro Jesús nos dice sin ambigüedades: Os digo que si no sois mejores que los maestros de la ley y los fariseos, no entraréis en el reino de los cielos (...) Vosotros sed buenos, como vuestro Padre celestial es bueno(Mt.5:20, 48).

Y Pablo nos dice: El seguidor y la seguidora radicales son aquellos que están arraigados y fundamentados en el amor (Ef.3:17), enraizados y cimentados en Cristo (Col.2:7).



-La radicalidad es una invitación del Espíritu (EN LIBERTAD EDIFICADORA),
el rigorismo (el radicalismo) es una imposición volitiva sostenida con frecuencia por la ley dogmática y dogmatizadora.



-La radicalidad aspira a resultados de largo plazo,

el rigorismo pretende resultados inmediatos.



-La radicalidad confía en la fuerza del Evangelio,

el rigorismo confía en el poder humano.



-La radicalidad se abre a la novedad, el rigorismo teme lo nuevo.



-La radicalidad es pluriforme, el rigorismo es monoforme.



-La radicalidad da espacio a la libertad, el rigorismo ahoga la libertad.



La radicalidad del Evangelio se caracteriza por esa sencillez que es fruto de acentuar los fundamentos, esto da lugar a sólidas convicciones fundantes.

Muy diferente, por cierto, es la simpleza del fundamentalismo fruto de un rechazo indiscreto y temeroso de la realidad, más que convicciones se buscan seguridades.

La radicalidad se orienta hacia las raíces, el radicalismo fundamentalista se enraíza en sí mismo. Por eso, el primero es original y el segundo es repetitivo. El primero da lugar a vida abundante, el segundo es causa de dogmatismo, perfeccionismo y fanatismo.



El fanático fundamentalista juzga que todo pluralismo es relativismo

mientras que la persona radical sabe hacer las debidas diferencias.



¿Quién ignora, por lo demás, la carencia de originalidad total y el ritmo repetitivo del discurso y comportamiento fundamentalista?

Todo lo contrario de la originalidad frontal y radical de la Buena Noticia.

La historia de la espiritualidad en general nos enseña que existe la posibilidad de pervertir y desvirtuar la radicalidad evangélica. Aquí, sí, se cumple a la perfección el refrán: nada peor que la corrupción de lo óptimo.



La radicalidad como la espiritualidad tiene sus medidas, sus proporciones. La parábola de Jesús que compara al Reino de Dios con una receta:



¼ de levadura para ¾ de harina (de masa) Mt 13-33



Pero, cuando te pasas de medida o de fermentación: El pan deja de ser pan. El vino deja de ser vino por vinagre.

Jesús les dijo: «Abrid los ojos y guardaos de la levadura (espiritualista) de los fariseos, saduceos y de herodes, que es hipocresía.

Mt 16, 5-6



Tratemos de discernir algunos posibles engaños. La genuina radicalidad puede ser suplantada por otros fenómenos que suelen engañar a quien no esté despierto y vigilante. El radicalismo "radicalista"-extremista-, el rigorismo, el fundamentalismo y el ideologismo tienen cierto brillo pero no son el oro de la radicalidad.



En efecto, la radicalidad evangélica es muy diferente del rigorismo dogmático, sea que éste se apoye en la ley o en el voluntarismo. Veamos, en forma esquemática, el contraste entre ellos:

Una ideología es una concepción global, absoluta y obligatoria de la vida, desde el ángulo de un grupo determinado. Su principal atractivo reside en la evidencia y motivación que ofrece a aquellos que la abrazan. Pero el abrazo no es sin consecuencias, la ideología termina instrumentalizando a las personas y a las instituciones al servicio de sus propios fines.

Digamos, finalmente, que la radicalidad no es igual al radicalismo, no es equivalente con el ideologismo. No obstante, es fácil el paso del uno al otro.



Para que nuestra radicalidad no se convierta en ideología hemos de evitar suplantar la realidad por las ideas y, sobre todo, jamás congelar a las personas en esquemas pre-establecidos.

El rigorismo, el fundamentalismo, el ideologismo, el espiritualismo espiritualista son enemigos sutiles y camuflados de la radicalidad, de la espiritualidad. Existe también un enemigo que no utiliza ningún disfraz y lo ataca sin estratagemas:

¡EL SUPERFICIALISMO CÓMODO Y PASIVO!



El Señor Jesús se refiere al superficialismo cuando dice:

¡Ojalá fueras frío o caliente! Por eso, porque eres tibio, te vomitaré de mi boca. Apo.3:16.



Si nosotros somos la sal de la tierra, y si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no servimos para nada, sino para ser tirados y pisados por los hombres. MT.5:13

Juan Carlos Vázquez Castro (Yanka)