España

Homenaje es, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, aquel acto o serie de actos que se celebran en honor a una persona. La palabra Honor (del latín honor -oris) significa, según el mismo diccionario, cualidad moral que nos lleva al cumplimiento de nuestros deberes respecto del prójimo y de nosotros mismos, y también, gloria o buena reputación que sigue a la virtud, al mérito o a las acciones heroicas, la cual trasciende a las familias, personas y acciones mismas del que se la granjea, o también, obsequio, aplauso o agasajo que se tributa a una persona.
Bien, dicho esto no sé a cuento de que la pasada noche se le hace un homenaje al señor Carrillo, que es de lo peorcito que ha dado el comunismo en España, aunque no hemos de extrañarnos ya que del homenaje ha hecho este gobierno una bandera, y si no que se lo pregunten a los homenajeados gobernantes marroquíes, todos ellos demócratas, a su manera claro. Ni respetó al prójimo, ni gloria, ni virtud tuvo Carrillo. Un individuo a cuyas espaldas está "la acción heroica" de las muertes de los miles de españoles caídos en Paracuellos del Jarama. Se homenajea a un estalinista convencido, que ha sido duramente criticado por exmilitantes del PCE en tiempos de Franco. Carrillo se encontraba muy bien arropado por el señor Zapatero y distintos miembros del gobierno así como personas de la misma altura moral que José Barrionuevo o José Luis Corcuera, y hasta por el señor Peces Barba que, en esta ocasión sí, encontró un hueco en su agenda para poder asistir al célebre acto. Por supuesto, no podía ser de otra manera, el homenaje fue organizado por periodistas de la talla de Iñaki Gabilondo y María Antonia Iglesias. Y todos ellos junto a los de los de siempre, Víctor Manuel, Sabina, Saramago, Juan Diego y José Sacristán entre otros.
Y ya que estamos todos en familia demostremos nuestro talante. Y es por ello que al terminar el acto muchos se dirigieron a festejar la retirada de la Estatua de Franco de Nuevos Ministerios. Y mientras que alegres, contentos, sonrientes y eufóricos celebran la caída del "dictador" ninguno de ellos, hipócritas, se atreven a condenar la dictadura de Castro.