España

Hace mucho tiempo un comerciante de Bagdad estaba despachando en el mercado cuando vió que desde la otra punta del mercado, entre varios puestos, la Muerte le miraba. No había duda, era la Muerte. Y no había duda, le estaba mirando fijamente a él a los ojos.

El comerciante, presa del pánico, huyó esa misma tarde a una casa que tenía en una ciudad vecina para alejarse de la Muerte.

Esa noche, cuando ya se creía a salvo, alguién llamó a la puerta. Era la Muerte, venía a llevarle con ella.

El comerciante aceptó su destino, pero antes pidió una gracia: quería saber por qué esa mañana la Muerte le había mirado tan fijamente en el mercado. La Muerte respondió:
-Me extrañó mucho verte esta mañana en otra ciudad, sabiendo que esta noche teníamos una cita aquí.


En mi opinión, existen 2 tipos de personas a las que diferencio según la moraleja que extraen de esta historia. Esperop vuestras opiniones.

La solución, después.