España
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Las elecciones del 14 de marzo
Enviado por el día 7 de Febrero de 2004 a las 12:41
Que nadie piense que, pese a los sondeos demoscópicos, a la coalición rojo-separatista le faltarán votos el 14 de marzo. Legiones son sus votantes en esta España enferma, doliente y muy pronto mestiza, tal es la prodigalidad con que los conejos hispanos persiguen a esos mandriles procedentes del Africa subsahariana.
A lo que íba. Para toda la chusma hispana constituye todo un imperativo amoral votar por aquellas formaciones que subviertan lo español, lo cristiano, lo civilizado, hasta su total evanescencia. Son muchos, legiones. A muchos los vemos a diario. A ellos y ellas, los genuinamente representantes de lo políticamente correcto, lo estéticamente admisible, lo moralmente moderno. Ahí están. Son ellos y ellas: gays, lesbianas, chaperos, cuentistas, macarras, menesterosos, ociosos, fulanistas, maromos, gandules, faranduleros, sudacas, actores, actrices, badulaques, escoria, pacifistas, abortistas, zapatistas, libertinos, libertadores, separatistas, machorras, ateos, nihilistas, feministas, patanes, parásitos, yonquis, bujarrones, tironeros, pacifistas, cantonalistas, amigos del bable, del panocho, del baturro, gitanos, gitanistas, agitanados, desocupados, asexuados, travestis, sarasas, tortilleras, calamares, chulos, patanes, meretrices, negros, mestizos, mulatos, zambos, trigueños, okupas, bolivaristas, zapatistas, proetarras, tarotistas, fregonas, islamistas, indigenistas, objetores...¿Quién dijo que la izquierda española estaba en las últimas? La fecundidad del número de sus votantes es proporcional a la realidad social española. Todos los arriba mencionados irán a votar el 14 de marzo, no lo dudéis. Y lo harán por la gran coalición rojo-separatista. Y ya no es el momento de las componendas ni del pasteleo. Frente al peligro real al que se enfrenta España, frente a esas mesnadas de indeseables, es la hora de otras formaciones políticas extramuros de las tradicionales. Podría afirmarse, sin temor a incurrir en la hipérbole, que sobre ésas formaciones políticas podría asentarse la estabilidad y tranquilidad futuras de la gran clase media española. Una protección civilizada de nuestra sociedad y de nuestras familias, como la que proponen algunas de esas formaciones, reduciría hasta la extinción todos esos quebrantos, provocados por los arriba mencionados, que tanto preocupa a esa mayoría silente y tan sañudamente amenazada.
Si la sociedad española está tan enferma es, en buena medida, porque el sistema ha hecho una apuesta por lo más contrario de nuestro ordenamiento social, moral y cultural. Hoy un elevadísimo porcentaje de españoles ha crecido en familias invertebradas, adelgazadas hasta la inanición, que no han sabido ni podido inculcarles las nociones básicas que deben regir la vida en una sociedad sana y segura. Porque la proliferación de desarreglos psíquicos entre la población actual, ¿no tendrá mucho que ver con la anulación de ese tibio cobijo que el cristianismo nos ha proporcionado siempre, frente a las intemperies de la vida? ¿Por qué ningún político se atrreve a formular con claridad el vínculo que existe entre muchas de las actuales patologías sociales -la inmigración, la proliferación del crimen, el separatismo, la soledad urbana, la telebasura, el consumismo bulímico y descontrolado, las plurales ansiedades que desnortan nuestra brújula vital- con la sistemática demolición de nuestras raíces españolas, cristianas y occidentales?
Ya sé que los que pretenden un mundo mestizo, asexuado, corrompido y sin valores cristianos tildarán nuestra creación política de fascista, represiva, tiránica, intemperante y castradora. No nos importe; tanto encono sólo puede dertivarse del rencor, de ese sórdido resentimiento que la fealdad moral profesa a las cosas hermosas. Ellos, nuestros enemigos, pretenden una España rota, donde nuestras ciudades, nuestras casas, sean jaulas irrespirables en las que borboteen las pasiones más mezquinas, donde un moro, un negro o un indiano tengan el derecho de pernada sobre nuestras mujeres. El problema de esa gentuza procede de sus rencores atávicos contra todo lo bello. Y ese rencor privado quieren instalarlo en nuestra sociedad, como las limañas rabiosas que no encuentran alivio hasta que no consiguen contagiar su veneno mediante el mordisco. Pero quienes hemos probado el amor maternal, el respeto a la patria, la fraternidad cristiana y fecunda, las enseñanzas invictas de nuestra historia común, estanos inmunizados contra ese mordisco.
Y para seguir reproduciendo ese mismo ámbito de hermosa y cristiana creación humana, de generación en generación, es inevitable que nuestras sociedades europeas cuenten y confíen en formaciones distintas a las actualmente representadas en el Parlamento y en los telediarios.
Pd.-A la lista de potenciales votantes de la coalición rojo-izquierdista se me olvidó añadir las profesionales del sexo, quienes por cierto, gozan de cierta fama y envidia entre sus colegas europeas. Al parecer, éstas no soportan que los hijos de sus colegas españolas hayan llegado tan lejos.
A lo que íba. Para toda la chusma hispana constituye todo un imperativo amoral votar por aquellas formaciones que subviertan lo español, lo cristiano, lo civilizado, hasta su total evanescencia. Son muchos, legiones. A muchos los vemos a diario. A ellos y ellas, los genuinamente representantes de lo políticamente correcto, lo estéticamente admisible, lo moralmente moderno. Ahí están. Son ellos y ellas: gays, lesbianas, chaperos, cuentistas, macarras, menesterosos, ociosos, fulanistas, maromos, gandules, faranduleros, sudacas, actores, actrices, badulaques, escoria, pacifistas, abortistas, zapatistas, libertinos, libertadores, separatistas, machorras, ateos, nihilistas, feministas, patanes, parásitos, yonquis, bujarrones, tironeros, pacifistas, cantonalistas, amigos del bable, del panocho, del baturro, gitanos, gitanistas, agitanados, desocupados, asexuados, travestis, sarasas, tortilleras, calamares, chulos, patanes, meretrices, negros, mestizos, mulatos, zambos, trigueños, okupas, bolivaristas, zapatistas, proetarras, tarotistas, fregonas, islamistas, indigenistas, objetores...¿Quién dijo que la izquierda española estaba en las últimas? La fecundidad del número de sus votantes es proporcional a la realidad social española. Todos los arriba mencionados irán a votar el 14 de marzo, no lo dudéis. Y lo harán por la gran coalición rojo-separatista. Y ya no es el momento de las componendas ni del pasteleo. Frente al peligro real al que se enfrenta España, frente a esas mesnadas de indeseables, es la hora de otras formaciones políticas extramuros de las tradicionales. Podría afirmarse, sin temor a incurrir en la hipérbole, que sobre ésas formaciones políticas podría asentarse la estabilidad y tranquilidad futuras de la gran clase media española. Una protección civilizada de nuestra sociedad y de nuestras familias, como la que proponen algunas de esas formaciones, reduciría hasta la extinción todos esos quebrantos, provocados por los arriba mencionados, que tanto preocupa a esa mayoría silente y tan sañudamente amenazada.
Si la sociedad española está tan enferma es, en buena medida, porque el sistema ha hecho una apuesta por lo más contrario de nuestro ordenamiento social, moral y cultural. Hoy un elevadísimo porcentaje de españoles ha crecido en familias invertebradas, adelgazadas hasta la inanición, que no han sabido ni podido inculcarles las nociones básicas que deben regir la vida en una sociedad sana y segura. Porque la proliferación de desarreglos psíquicos entre la población actual, ¿no tendrá mucho que ver con la anulación de ese tibio cobijo que el cristianismo nos ha proporcionado siempre, frente a las intemperies de la vida? ¿Por qué ningún político se atrreve a formular con claridad el vínculo que existe entre muchas de las actuales patologías sociales -la inmigración, la proliferación del crimen, el separatismo, la soledad urbana, la telebasura, el consumismo bulímico y descontrolado, las plurales ansiedades que desnortan nuestra brújula vital- con la sistemática demolición de nuestras raíces españolas, cristianas y occidentales?
Ya sé que los que pretenden un mundo mestizo, asexuado, corrompido y sin valores cristianos tildarán nuestra creación política de fascista, represiva, tiránica, intemperante y castradora. No nos importe; tanto encono sólo puede dertivarse del rencor, de ese sórdido resentimiento que la fealdad moral profesa a las cosas hermosas. Ellos, nuestros enemigos, pretenden una España rota, donde nuestras ciudades, nuestras casas, sean jaulas irrespirables en las que borboteen las pasiones más mezquinas, donde un moro, un negro o un indiano tengan el derecho de pernada sobre nuestras mujeres. El problema de esa gentuza procede de sus rencores atávicos contra todo lo bello. Y ese rencor privado quieren instalarlo en nuestra sociedad, como las limañas rabiosas que no encuentran alivio hasta que no consiguen contagiar su veneno mediante el mordisco. Pero quienes hemos probado el amor maternal, el respeto a la patria, la fraternidad cristiana y fecunda, las enseñanzas invictas de nuestra historia común, estanos inmunizados contra ese mordisco.
Y para seguir reproduciendo ese mismo ámbito de hermosa y cristiana creación humana, de generación en generación, es inevitable que nuestras sociedades europeas cuenten y confíen en formaciones distintas a las actualmente representadas en el Parlamento y en los telediarios.
Pd.-A la lista de potenciales votantes de la coalición rojo-izquierdista se me olvidó añadir las profesionales del sexo, quienes por cierto, gozan de cierta fama y envidia entre sus colegas europeas. Al parecer, éstas no soportan que los hijos de sus colegas españolas hayan llegado tan lejos.
Re: Las elecciones del 14 de marzo
Enviado por el día 7 de Febrero de 2004 a las 13:22
Perdona la pregunta, Zoombado: ¿esto lo has escrito en pleno uso de tus facultades mentales (si las hubiere)?
Re: Las elecciones del 14 de marzo
Enviado por el día 8 de Febrero de 2004 a las 20:10
Dais pena, la democracia no está hecha para vosotros. Quien sabe si dentro de doscientos años habreis evolucionado.
Re: Las elecciones del 14 de marzo
Enviado por el día 9 de Febrero de 2004 a las 09:30
¿Me podrías decir a que partido piensas votar?. Es para no votar al mismo que tú.
Re: Las elecciones del 14 de marzo
Enviado por el día 9 de Febrero de 2004 a las 12:26
Supongo que tampoco votarás al PP, ya que hasta ahora no ha ordenado el fusilamiento de rojos, inmigrantes, separatistas, drogadictos y homosexuales.
Re: Las elecciones del 14 de marzo
Enviado por el día 9 de Febrero de 2004 a las 16:59
Huum..., este tio lo que tiene es afán de protagonismo. De ahí esa insistencia en esas ideas. Hitler por ejemplo, era un acomplejado que necesitaba ser el centro de atención. Por desgracia, gracias a Aznar el liberalismo creo, que pasa por horas bajas. Yo, aunque no estoy muy de acuerdo con muchas ideas de este tipo, estoy seguro que la mayoria de la gente que defiende esta ideologia merece todo el respeto y no tener que aguantar a payasos de este calibre.
