España

Quiero que el 100% de los impuestos que pago se inviertan en mí.

Soy autónomo, jóven, y pago 300 € mensuales de Seguridad Social. ¿Para qué, si nunca me pongo enfermo, y además, aún no sé cuanto cobraré el día que me jubile?

Pago 600 € trimestrales de IVA, a pesar de desgravar hasta con el café mañanero ¿A dónde va ese dinero?
¿A quién estoy manteniendo, qué clase de costra improductiva cobra de mis impuestos?

¿Pq tengo que pagar la gasolina gravada, hasta el punto de que el litro cuesta prácticamente un euro?

Está claro, si el 100% de mis impuestos tienen que ser para mí, lo lógico sería no pagar ni un duro, quedarme mis ingresos íntegros.

Eso sería lo lógico y lo sensato, para saciar mi egoísmo, considero que sólo yo he de disfrutar del dinero que gano, que soy un ser aislado en el mundo y que no me beneficia en nada pagar el sueldo de funcionarios, políticos (como toda la panda improductiva de ERC) y policías.

Que los militares no sirven, pq la guerra es mala.

Que los nuevos hospitales sólo sirven para que vagos y jubilados vayan a pasar las horas muertas quejándose de enfermedades imaginarias para mitigar su aburrimiento.

Está claro que nadie excepto yo mismo me puede apoyar en mi postura, está claro que nadie va a respetar mi voluntad democrática y legítima, y que mis aspiraciones de verme exento de pagar van a ser ignoradas por un estado fascista y opresor y por la masa de vagos subvencionados que viven como Dios de lo que yo pago.


Sin embargo, si mis impuestos fueran sólo a mantener a los vagos de mi Autonomía y no a la de los demás... seguiría pagando igual, pero ese dinero se emplearía sólo en subvencionar a la gente que yo considero que son mis compatriotas.

Entonces ya no sería egoísmo, sino simplemente Nacionalismo.

Nacionalismo puro y duro, de libro.

Pq si de justicia hablamos sólo existen dos posturas.

1-considero que lo justo es que no haya reparto alguno, y que no deben existir los impuestos.

2-considero que lo justo es que se reparta de los ricos a los pobres, y acepto que la redistribución prime a los más desfavorecidos, con infraestructuras para las zonas más deprimidas y ayudas a los que menos tienen para que puedan empezar a desarrollarse.

la otra postura, la de Bargalló, Carod, Maragall y compañía se llama Nacionalismo.

Sin más.