España
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Declaración de principios de un intelectual español
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 04:43
por Santiago Alba Rico
Soy un demócrata.
No condeno al rey Fahd, honrado por el rey de España, que tala cabezas, poda manos y arranca ojos, que humilla a las mujeres y amordaza a los opositores, que se enseñorea sin periódicos, parlamento ni partidos políticos, que viola filipinas y tortura indios y egipcios, que gasta la tercera parte del presupuesto de Arabia Saudí en los 15.000 miembros de su familia y financia los movimientos más reaccionarios y violentos del planeta.
No condeno al general Dustum, aliado de los EEUU en Afganistán, que ha ahogado en un contenedor a mil prisioneros talibán a los que había prometido la libertad y que murieron chupando las paredes de hierro de su prisión.
No condeno a Turquía, miembro de la OTAN y candidato a la UE, que en la década de los noventa borró de la faz de la tierra 3.200 aldeas kurdas, ha dejado morir de hambre a 87 presos políticos y encarcela al que se atreve a transcribir en kurdo el nombre de sus ciudades.
No condeno al siniestro Kissinger, el más ambicioso asesino después de Hitler, responsable de millones de muertos en Indochina, en Timor, en Chile y en todos aquellos países cuyo nombre salió alguna vez de sus labios.
No condeno a Sharon, hombre de paz, que dinamita casas, deporta civiles, arranca olivos, roba agua, tirotea a niños, pulveriza mujeres, tortura rehenes, quema archivos, vuela ambulancias, arrasa campos de refugiados y coquetea con la idea de "amputar el cáncer" de tres millones de palestinos para hacer más holgada la pureza de su Estado "judío".
No condeno al rey Gienendra de Nepal, educado en los EEUU, que desde el pasado mes de enero ha ejecutado sin juicio a 1.500 comunistas.
No condeno a Jordania ni a Egipto, que apalea y encarcela a los que se manifiestan contra la ocupación israelí de Palestina.
No condeno la Patriot Act ni el programa TIPS ni la "desaparición" de detenidos por el FBI ni la violación de la Convención de Ginebra en Guantánamo ni los tribunales militares ni la "licencia para matar" otorgada a la CIA ni el registro policial de todos los turistas que entran en EEUU procedentes de un país musulmán.
No condeno el golpe de Estado en Venezuela ni al gobierno español que lo apoyó ni a los periódicos que, aquí y allí, financiaron, legitimaron y aplaudieron la disolución de todas las instituciones y la persecución armada de los partisanos de la Constitución.
No condeno a la compañía estadounidense Union Carbide, que el 2 de diciembre de 1984 asesinó a treinta mil personas en la ciudad india de Bophal.
No condeno a la empresa petrolífera estadounidense Exxon- Mobil, acusada de secuestrar, violar, torturar y asesinar a decenas de personas que vivían en un edificio propiedad de la compañía en la provincia de Aceh (Indonesia).
Soy un demócrata.
No condeno al rey Fahd, honrado por el rey de España, que tala cabezas, poda manos y arranca ojos, que humilla a las mujeres y amordaza a los opositores, que se enseñorea sin periódicos, parlamento ni partidos políticos, que viola filipinas y tortura indios y egipcios, que gasta la tercera parte del presupuesto de Arabia Saudí en los 15.000 miembros de su familia y financia los movimientos más reaccionarios y violentos del planeta.
No condeno al general Dustum, aliado de los EEUU en Afganistán, que ha ahogado en un contenedor a mil prisioneros talibán a los que había prometido la libertad y que murieron chupando las paredes de hierro de su prisión.
No condeno a Turquía, miembro de la OTAN y candidato a la UE, que en la década de los noventa borró de la faz de la tierra 3.200 aldeas kurdas, ha dejado morir de hambre a 87 presos políticos y encarcela al que se atreve a transcribir en kurdo el nombre de sus ciudades.
No condeno al siniestro Kissinger, el más ambicioso asesino después de Hitler, responsable de millones de muertos en Indochina, en Timor, en Chile y en todos aquellos países cuyo nombre salió alguna vez de sus labios.
No condeno a Sharon, hombre de paz, que dinamita casas, deporta civiles, arranca olivos, roba agua, tirotea a niños, pulveriza mujeres, tortura rehenes, quema archivos, vuela ambulancias, arrasa campos de refugiados y coquetea con la idea de "amputar el cáncer" de tres millones de palestinos para hacer más holgada la pureza de su Estado "judío".
No condeno al rey Gienendra de Nepal, educado en los EEUU, que desde el pasado mes de enero ha ejecutado sin juicio a 1.500 comunistas.
No condeno a Jordania ni a Egipto, que apalea y encarcela a los que se manifiestan contra la ocupación israelí de Palestina.
No condeno la Patriot Act ni el programa TIPS ni la "desaparición" de detenidos por el FBI ni la violación de la Convención de Ginebra en Guantánamo ni los tribunales militares ni la "licencia para matar" otorgada a la CIA ni el registro policial de todos los turistas que entran en EEUU procedentes de un país musulmán.
No condeno el golpe de Estado en Venezuela ni al gobierno español que lo apoyó ni a los periódicos que, aquí y allí, financiaron, legitimaron y aplaudieron la disolución de todas las instituciones y la persecución armada de los partisanos de la Constitución.
No condeno a la compañía estadounidense Union Carbide, que el 2 de diciembre de 1984 asesinó a treinta mil personas en la ciudad india de Bophal.
No condeno a la empresa petrolífera estadounidense Exxon- Mobil, acusada de secuestrar, violar, torturar y asesinar a decenas de personas que vivían en un edificio propiedad de la compañía en la provincia de Aceh (Indonesia).
Re: Declaración de principios de un intelectual español
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 04:44
No condeno a la empresa Vivendi, que ha dejado sin agua a todos los barrios pobres de La Paz, ni a Monsanto, que deja sin semillas a los campesinos de la India y de Canadá, ni a Enron, que después de dejar sin luz a media docena de países, dejó también sin ahorros a 20.000 personas.
No condeno a las empresas españolas (BBV, BSCH, Endesa, Telefónica, Repsol) que han vacíado las arcas de la Argentina, obligando así a los argentinos a vender su pelo a los fabricantes de pelucas y disputarse una vaca muerta para poder comer.
No condeno a la casa Coca-Cola, que penetró en Europa a la sombra de los tanques nazis y que despide, amenaza y asesina hoy a sindicalistas en Guatemala y Colombia.
No condeno a las grandes corporaciones farmacéuticas, que han acordado matar a veinte millones de africanos enfermos de SIDA.
No condeno el ALCA, que viola y despedaza a las obreras de las maquiladoras de Ciudad de Juárez y hace nacer niños sin cerebro en la frontera de Méjico con EEUU.
No condeno al FMI ni a la OMC, providencia de la hambruna, la peste, la guerra, la corrupción y de toda la caballería del Apocalipsis.
No condeno a la UE ni al gobierno de los EEUU, que ponen los acuerdos comerciales por encima de las medidas para la protección del medio ambiente y que han decidido, sin plebiscito ni elecciones, la extinción de una cuarta parte de los mamíferos de la tierra.
No condeno las torturas a Unai Romano, joven vasco que, hace ahora un año, fue convertido en un globo tumefacto en una comisaría española, quedando hasta tal punto desfigurado que sus padres sólo lo reconocieron porque en la cara seguía teniendo el mismo lunar.
No condeno a las empresas españolas (BBV, BSCH, Endesa, Telefónica, Repsol) que han vacíado las arcas de la Argentina, obligando así a los argentinos a vender su pelo a los fabricantes de pelucas y disputarse una vaca muerta para poder comer.
No condeno a la casa Coca-Cola, que penetró en Europa a la sombra de los tanques nazis y que despide, amenaza y asesina hoy a sindicalistas en Guatemala y Colombia.
No condeno a las grandes corporaciones farmacéuticas, que han acordado matar a veinte millones de africanos enfermos de SIDA.
No condeno el ALCA, que viola y despedaza a las obreras de las maquiladoras de Ciudad de Juárez y hace nacer niños sin cerebro en la frontera de Méjico con EEUU.
No condeno al FMI ni a la OMC, providencia de la hambruna, la peste, la guerra, la corrupción y de toda la caballería del Apocalipsis.
No condeno a la UE ni al gobierno de los EEUU, que ponen los acuerdos comerciales por encima de las medidas para la protección del medio ambiente y que han decidido, sin plebiscito ni elecciones, la extinción de una cuarta parte de los mamíferos de la tierra.
No condeno las torturas a Unai Romano, joven vasco que, hace ahora un año, fue convertido en un globo tumefacto en una comisaría española, quedando hasta tal punto desfigurado que sus padres sólo lo reconocieron porque en la cara seguía teniendo el mismo lunar.
Re: Re: Declaración de principios de un intelectual español
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 04:47
No condeno al gobierno español, que el pasado mes de abril estableció el estado de excepción sin consultarlo al Parlamento y suspendió durante tres días derechos básicos recogidos en nuestra Constitución (la libertad de movimiento y de expresión), con el agravante de segregación racista, al impedir que los vascos viajaran a Barcelona con ocasión de la última cumbre de la UE.
No condeno la Ley de Extranjería, que expulsa a hombres débiles y hambrientos, los encierra en campos de detención o los priva del derecho universal a asistencia sanitaria y educación.
No condeno el "decretazo", que precariza aún más el empleo, elimina los subsidios y deja a los trabajadores, como hojarasca, a merced del cardo de los vientos de los empresarios.
No condeno, naturalmente, a Dios cuando llueve, relampaguea o truena ni cuando la tierra tiembla ni cuando el volcán vomita su fuego sobre los hombres.
Soy un demócrata: me importa un carajo la muerte de niños que no son españoles; me importa un carajo la persecución, silenciamiento y asesinato de periodistas y abogados que no piensan como yo; me importa un carajo la esclavitud de dos mil millones de personas que nunca podrán comprar mis libros; me importa un carajo el recorte de libertades mientres sujete yo libremente las tijeras; y me importa un carajo incluso la desaparición de un planeta en el que ya me he divertido tanto.
Soy un demócrata: condeno a ETA, a los que lo apoyan y a los que guardan silencio, aunque sean mudos de nacimiento; y exijo, por tanto, que se prive de sus derechos ciudadanos a 150.000 vascos, que se les impida votar, manifestarse y reunirse, que se cierren sus tabernas, sus editoriales, sus periódicos, incluso sus guarderías; que se los meta luego en la cárcel, a ellos y a todos sus compinches (desde el joven militante anti-globalización al escritorzuelo resentido) y que, si todo esto no es suficiente para proteger la democracia, se pida la intervención humanitaria de nuestras gloriosas Fuerzas Armadas, fajadas ya en la heroica reconquista de la isla Perejil.
Soy un demócrata: he condenado a ETA.
Soy un demócrata: sólo he condenado a ETA y formo parte, por tanto, de todas las otras bandas armadas, de las más sangrientas, las más crueles, las más destructivas organizaciones terroristas del planeta.
Soy un demócrata.
Soy un cabrón.
No condeno la Ley de Extranjería, que expulsa a hombres débiles y hambrientos, los encierra en campos de detención o los priva del derecho universal a asistencia sanitaria y educación.
No condeno el "decretazo", que precariza aún más el empleo, elimina los subsidios y deja a los trabajadores, como hojarasca, a merced del cardo de los vientos de los empresarios.
No condeno, naturalmente, a Dios cuando llueve, relampaguea o truena ni cuando la tierra tiembla ni cuando el volcán vomita su fuego sobre los hombres.
Soy un demócrata: me importa un carajo la muerte de niños que no son españoles; me importa un carajo la persecución, silenciamiento y asesinato de periodistas y abogados que no piensan como yo; me importa un carajo la esclavitud de dos mil millones de personas que nunca podrán comprar mis libros; me importa un carajo el recorte de libertades mientres sujete yo libremente las tijeras; y me importa un carajo incluso la desaparición de un planeta en el que ya me he divertido tanto.
Soy un demócrata: condeno a ETA, a los que lo apoyan y a los que guardan silencio, aunque sean mudos de nacimiento; y exijo, por tanto, que se prive de sus derechos ciudadanos a 150.000 vascos, que se les impida votar, manifestarse y reunirse, que se cierren sus tabernas, sus editoriales, sus periódicos, incluso sus guarderías; que se los meta luego en la cárcel, a ellos y a todos sus compinches (desde el joven militante anti-globalización al escritorzuelo resentido) y que, si todo esto no es suficiente para proteger la democracia, se pida la intervención humanitaria de nuestras gloriosas Fuerzas Armadas, fajadas ya en la heroica reconquista de la isla Perejil.
Soy un demócrata: he condenado a ETA.
Soy un demócrata: sólo he condenado a ETA y formo parte, por tanto, de todas las otras bandas armadas, de las más sangrientas, las más crueles, las más destructivas organizaciones terroristas del planeta.
Soy un demócrata.
Soy un cabrón.
Re: Re: Re: Declaración de principios de un intelectual español
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 14:28
Re: Re: Re: Declaración de principios de un intelectual español
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 14:44
En efecto, eres un cabrón, un deficiente mental y un hijo de p..a
desde luego hacen falta huevos...
desde luego hacen falta huevos...
Re: Re: Re: Declaración de principios de un intelectual español
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 14:56
Si con las tres palabras de la última frase ya lo dice todo.... ¿Para qué suelta todo ese rollo el Alba este?
Re: Re: Re: Re: Declaración de principios de un intelectual español
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 17:42
No existe ni un sólo ejemplo de éxito de gobierno, de mejora del nivel de vida, de incremento de la libertad, por parte de su ideología en ninguna parte del mundo.
Esa es la causa de sentirse como se expresa en la última linea.
Quizás, en lo que le queda de vida, si abjura de su credo canalla y mutilador, deje de sentirse como macho cabrío.
Sólo hambre, represión y muerte.
Esa es la causa de sentirse como se expresa en la última linea.
Quizás, en lo que le queda de vida, si abjura de su credo canalla y mutilador, deje de sentirse como macho cabrío.
Sólo hambre, represión y muerte.
Re: Re: Re: Re: Re: Declaración de principios de un intelectual español
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 17:52
aparte de insultos y comentarios a su nick, alguna crítica constructiva con respecto a su post?
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Declaración de principios de un intelectual español
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 17:57
Los dichos insultos y comentarios, van dirigidos a Santiago Alba Rico, el autor del opúsculo, y no al "posteador". Por lo menos en mi caso.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Declaración de principios de un intelectual español
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 17:57
El post es una basura de arriba a abajo.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Declaración de principios de un intelectual español
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 18:02
Es que además nos lo pone muy fácil.
Le ha faltado escribir "No condeno al dictador Fidel Castro...".
Pues ya está. El cínico que denuncia el cinismo. La persona menos indicada para hacerlo.
Le ha faltado escribir "No condeno al dictador Fidel Castro...".
Pues ya está. El cínico que denuncia el cinismo. La persona menos indicada para hacerlo.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Declaración de principios de un intelectual español
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 18:06
También le ha faltado:
No condeno a China, tampoco a Corea del Norte. No condeno a Chávez, ni a Fidel Castro. Ni tan siquiera condeno a la antigua URSS por sumir a más de 300 millones de personas en la más absoluta disciplina del miedo...
Saludos cordiales
Imperio
No condeno a China, tampoco a Corea del Norte. No condeno a Chávez, ni a Fidel Castro. Ni tan siquiera condeno a la antigua URSS por sumir a más de 300 millones de personas en la más absoluta disciplina del miedo...
Saludos cordiales
Imperio
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Declaración de principios de un intelectual español
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 18:11
Soy un demócrata: condeno a ETA, a los que lo apoyan y a los que guardan silencio, aunque sean mudos de nacimiento; y exijo, por tanto, que se prive de sus derechos ciudadanos a 150.000 vascos,
Vamos a ver, Rafer, ¿ es que los que condenamos a ETA estamos privando de algún derecho a esos 150.000 vascos que la apoyan ?
El texto no hay por donde cogerlo. Está lleno de falsedades. Nadie en su sano juicio se lo puede tomar en serio.
Vamos a ver, Rafer, ¿ es que los que condenamos a ETA estamos privando de algún derecho a esos 150.000 vascos que la apoyan ?
El texto no hay por donde cogerlo. Está lleno de falsedades. Nadie en su sano juicio se lo puede tomar en serio.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Declaración de principios de un intelectual español
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 18:11
Bueno, a China raramente la condenan los norteamericanos u otros países occidentales. Claro, como es una potencia económica, mejor llevarse bien con el asesino Hu Jintao, presidente de ese Estado totalitario de Oriente.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Declaración de principios de un intelectual español
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 18:13
nairu, por qué te diriges a mí exactamente?
saludos
saludos
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Declaración de principios de un intelectual españo
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 18:15
Porque me dio la imprensión que tomabas el texto en serio. Si no es así, disculpa.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Declaración de principios de un intelectual es
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 18:17
bueno, considero que determinadas cosas son ciertas. desde luego, el tono del texto en general me parece deplorable. lo de que te dirigieras a mí simplemente me extrañaba, cuando mi intervención en este hilo se había limitado a criticar que no hubiera crítica... disculpas sobran.
saludos
saludos
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Declaración de principios de un intelectua
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 18:21
Este texto ya nos lo pegaron antes en el foro. Clásico panfleto demagógico.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Declaración de principios de un intele
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 23:16
Muy buena puntualización la de patriota; china es un rñegimen despreciable, una dictadura férrea y cruel donde siguen siendo asesinados( que no "ejecutados" ) cada año cientos, o miles, de inocentes, por el simple hecho de discrepar de las bondades de tan beatífico régimen.
pero claro, como es el nuevo gigante emergente, un mercado bien atractivo donde invertir y lograr una astronómica rentabilidad, pues occidente y usa a callar y hacer la vista gorda, no sea que tengan dificultades para echar als redes y organizar rentabilísimos negocios....
pero claro, como es el nuevo gigante emergente, un mercado bien atractivo donde invertir y lograr una astronómica rentabilidad, pues occidente y usa a callar y hacer la vista gorda, no sea que tengan dificultades para echar als redes y organizar rentabilísimos negocios....
Re: Ese texto es una provocación
Enviado por el día 6 de Junio de 2005 a las 23:22
Ese texto es una provocación. Una provocación para pensar. Desde luego que es más fácil descalificar que argumentar, porque para argumentar hay primero que pensar. Y más de uno teme a sus propios pensamientos, porque puede comenzar a dudar... Y se está enseñando que el que duda es "débil" y "poco competitivo", "pierde el tiempo", etc, etc.
