España

Estoy completamente a favor del permitir el matrimonio entre católicos. Me parece una injusticia y un error tratar de impedírselo.
El catolicismo no es una enfermedad. Los católicos, pese a que a muchos no les gusten o les parezcan extraños, son personas normales y deben poseer los mismos derechos que los demás, como si fueran, por ejemplo, informáticos u homosexuales.
Soy consciente de que muchos comportamientos y rasgos de carácter de las
personas católicas, como su actitud casi enfermiza hacia el sexo, pueden parecernos extraños a los demás. Sé que incluso, a veces, podrían esgrimirse argumentos de salubridad pública, como su peligroso y deliberado rechazo a los preservativos. Sé también que muchas de sus costumbres, como la exhibición pública de imágenes varias de tortura, pueden incomodar a algunos.
Pero esto, además de ser más una cuestión mediática que una realidad, no es razón para impedirles el ejercicio del matrimonio.
Algunos podrían argumentar que un matrimonio entre católicos no es un matrimonio real, porque para ellos es un ritual y un precepto religioso ante su dios, más que una unión real entre dos personas. También, dado que los hijos fuera del matrimonio están gravemente condenados por la iglesia, algunos podrían considerar que permitir que los católicos se casen incrementará el número de matrimonios por "el qué dirán" o por la
simple búsqueda de sexo (prohibido por su religión fuera del matrimonio), incrementando con ello violencia en el hogar y familias desestructuradas.
Pero hay que recordar que esto no es algo que ocurra sólo en las familias católicas y que, dado que no podemos meternos en la cabeza de los demás, no debemos juzgar sus motivaciones.
Por otro lado, el decir que eso no es matrimonio y que debería ser llamado de otra forma, no es más que una forma un tanto ruin de desviar el debate a cuestiones semánticas que no vienen al caso: aunque sea entre católicos, un matrimonio es un matrimonio, y una familia es una familia.
Y con esta alusión a la familia paso a otro tema candente del que mi opinión, espero, no resulte demasiado radical: también estoy a favor de permitir que los católicos adopten hijos.
Algunos se escandalizarán ante una afirmación de este tipo. Es probable que alguno responda con exclamaciones del tipo de "¿Católicos adoptando hijos? ¡Esos niños podrían acabar siendo católicos!".

Veo ese tipo de críticas y respondo: si bien es cierto que los hijos de católicos tienen mucha mayor probabilidad de convertirse a su vez en católicos (al contrario que, por ejemplo, ocurre en la informática o la homosexualidad), ya he argumentado antes que los católicos son personas como los demás.
Pese a los indicios y a las opiniones de algunos, no hay pruebas evidentes de que unos padres católicos estén peor preparados para educar a un hijo, ni de que el ambiente religiosamente sesgado de un hogar católico sea una influencia negativa para el niño. Además, los tribunales de adopción juzgan cada caso individualmente, y precisamente su labor consiste en determinar la idoneidad de los padres.
En definitiva, y pese a las opiniones de algunos sectores, creo que debería permitírseles a los católicos tanto el matrimonio como la adopción. Exactamente igual que a los informáticos y a los homosexuales.
Eso sí, hay gente que piensa que los matrimonios católicos no deberían existir por el serio problema que corren los niños de ser adoctrinados desde muy pequeños, violando con ello su libertad de conciencia.
También comentan algunos que ni en broma deberían poder adoptar niñ*s, ya que el derecho del niño/niña a tener una infancia no traumática es imposible si lo educan en una religión basada en las torturas y las imágenes de santos a cada cual más "gore"... La especial sensibilidad infantil (que ellos mismos defienden con reiteradas campañas para que los niños no vean según qué programas televisivos o según qué páginas de Internet) no debería verse expuesta a semejante dosis de violencia.
Recordemos aquí su iconografía de hombres crucificados, sombreros de espinas, vinagre en heridas, ojos extirpados, santas cuyos senos se sirven sobre una bandeja, hombres quemados, mutilaciones varias...
Y eso sin entrar en esos dogmas anticientíficos que les hacen aceptar, dañando con ello la capacidad de aprendizaje del pequeño (niño/niña)...
Ha de haber opiniones para todo, y yo me inclino por la permisividad.
Un informático.

El tipo que lo escribió se cree la leche de ingenioso, y mucha gente que lo lee, también.

Está muy bien, comparar un comportamiento sexual (el homosexual) NO con su contrapartida (heterosexual), sino con una creencia (el catolicismo). Muy divertido.