España

¿Por qué se es tan lila a los 20 años?

Se dice “que el hombre inteligente no es el que aprende por sus errores, es el que aprende por los errores de los demás”.

Está máxima son muy poquito los humanos que sacan provecho de ella, por un motivo muy claro: porque la mayoría de los humanos nos creemos a los 20 años que somos los más guapos y los más listos, y los que se confunden son ellos, no nosotros.

Cuando empiezas a llamarte a ti mismo gilipoll*as, ya empiezas a comprender de que va esto de vivir, y empiezas a rectificar alguna de tus conductas.

La prueba más evidente de la ignorancia del joven es la del que se cree que hay que cambiar el mundo, y lo único que consigue es que le cambien a él la cara a hostias. El pobre en su ignorancia y comida del coco no sabe que el mundo se cambia con el estudio, el trabajo y la voluntad, no corriendo delante de los guardias ni poniendo bombas que matan a ancianitas.

El sistema que nos ha tocado vivir y el que algunos en su más completo analfabetismo quieren cambiar, es el que ha impuesto la mayoría de la sociedad; al que nos debemos y el que tenemos que defender. Lo demás es una lucha contra uno mismo, una lucha absurda y estúpida que no conduce nada más que al cabreo permanente.

Los activistas son la clase más ignorante que existe en una sociedad, son tan bobalicones que se creen que están sirviendo a una causa justa, y lo que están sirviendo es a una secta que se aprovecha de ellos para sus fines; que una vez logrados se desprende de ellos como de las mondas.

Las ideas políticas, esas que tenemos la inmensa mayoría de los humano, por ejemplo las mías, por no poner las de otro, no sirven absolutamente para nada. ¡Bueno! para discutir en los foros si que valen, pero si os dais cuenta, para lo que de verdad sirven es para enriquecer a los servidores de Internet. Nos utilizan como a los agitadores. Para sus beneficios.

Esto se suele ver cuando has rodado por la vida mucho años, y te dices a ti mismo: ¡Pero que lila he sido! Ves que se te ha pasado el arroz y sigues de monaguillo, no has llegado a ser el obispo que querías llegar a ser.

¿Y sabéis por qué pasa esto? Pues muy sencillo. Porque el hombre inculto sólo sirve para ser manejado. Si no quieres que te maneje nadie sólo existe una fórmula, y os aseguro que no se trata de ir dando cacerolazos ni rompiendo farolas por la calle. Se trata de prepararse muy a fondo (cada vez se exige más) profesional e intelectualmente para llegar a ocupar los puestos de los que manejan el mundo.

Si has entendido algo de este post, pareces un chico listillo, si no has sacado ninguna conclusión, sigue con tu ignorancia, que alguien sacará provecho de ella.