España
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El burro, símbolo perfecto.
Enviado por el día 7 de Agosto de 2005 a las 17:50
Las huestes separatistas catalanas que en este principio del siglo XXI quieren emular a sus bisabuelos golpistas y nacistoides, han encontrado en el burro el perfecto símbolo para su movimiento.
Entre porro y porro, los subproductos de la ESO pujoliana, se dedican a una guerra cibernética de propaganda para crear al fin la Gran Cathalonia Germánica, oasis ario de pureza en una tierra mediterránea y latina, llena de moscas y salmonela.
Los eternos vasallos ahora quieren ser señores, y para ello se inventan una nación, unos símbolos tomados de la medieval y difunta corona aragonesa, y sobre todo un animal que les distinga y les represente, como respuesta a la fuerza simbólica que tiene el toro como símbolo ibérico y español.
El animal elegido es el burro, animal de carga que se extendió por todo el Mediterráneo, tanto el latino como el musulmán, hasta la motorización y mecanización del campo en el siglo pasado.
El animal, pintoresco y en desuso como la rancia ideología catalanista, es el paradigma de las grandes virtudes que atesoran estos escamots virtuales, que aún andan secándose los granos.
Es el burro ejemplo de inteligencia, y hace años, se distinguía a los más aventajados alumnos de la clase con unas orejas de asno, atributo que colmaba de orgullo a estos preclaros infantes.
Es el adjetivo de burro o asno algo que se lleva con honor, pues ensalza al así calificado, que puede ir con la cabeza muy alta.
Tanta es la sutileza del animal, que siempre se le reservaron los trabajos más complejos, y los tratos más dignos.
Siempre acompañando a la aristocracia, la cría y adiestramiento del burro se convirtió en un arte, y apenas la cetrería puede igualársele en distinción y elegancia, en marca de clase y nobleza.
Tanta mitología se ha creado entorno a la figura del asno, que grandes artistas han dedicado series enteras de su obra pictórica al pollino.
hemos de recordar que el gran Cervantes, en su obra universal quijotesca, hace girar toda la historia alrededor del rucio de Sancho Panza, animal que logra atemperar tanto la locura del caballero como la simplicidad del labrador.
La Gran Cathalonia, camino de convertirse en la nueva Dinamarca del sur, ha elegido con acierto el símbolo, que podrá ondear en sus victoriosos estandartes.
Los palacios del Raval y la Barceloneta podrán lucir orgullosos tapices y colgaduras que representen al nuevo animal nacionalista, incluso los taxis barceloneses podrán ser sustituidos por burro-taxis de diseño, como anuncio de un venturoso y prometedor futuro para la Gran Cathalonia Germánica.
Entre porro y porro, los subproductos de la ESO pujoliana, se dedican a una guerra cibernética de propaganda para crear al fin la Gran Cathalonia Germánica, oasis ario de pureza en una tierra mediterránea y latina, llena de moscas y salmonela.
Los eternos vasallos ahora quieren ser señores, y para ello se inventan una nación, unos símbolos tomados de la medieval y difunta corona aragonesa, y sobre todo un animal que les distinga y les represente, como respuesta a la fuerza simbólica que tiene el toro como símbolo ibérico y español.
El animal elegido es el burro, animal de carga que se extendió por todo el Mediterráneo, tanto el latino como el musulmán, hasta la motorización y mecanización del campo en el siglo pasado.
El animal, pintoresco y en desuso como la rancia ideología catalanista, es el paradigma de las grandes virtudes que atesoran estos escamots virtuales, que aún andan secándose los granos.
Es el burro ejemplo de inteligencia, y hace años, se distinguía a los más aventajados alumnos de la clase con unas orejas de asno, atributo que colmaba de orgullo a estos preclaros infantes.
Es el adjetivo de burro o asno algo que se lleva con honor, pues ensalza al así calificado, que puede ir con la cabeza muy alta.
Tanta es la sutileza del animal, que siempre se le reservaron los trabajos más complejos, y los tratos más dignos.
Siempre acompañando a la aristocracia, la cría y adiestramiento del burro se convirtió en un arte, y apenas la cetrería puede igualársele en distinción y elegancia, en marca de clase y nobleza.
Tanta mitología se ha creado entorno a la figura del asno, que grandes artistas han dedicado series enteras de su obra pictórica al pollino.
hemos de recordar que el gran Cervantes, en su obra universal quijotesca, hace girar toda la historia alrededor del rucio de Sancho Panza, animal que logra atemperar tanto la locura del caballero como la simplicidad del labrador.
La Gran Cathalonia, camino de convertirse en la nueva Dinamarca del sur, ha elegido con acierto el símbolo, que podrá ondear en sus victoriosos estandartes.
Los palacios del Raval y la Barceloneta podrán lucir orgullosos tapices y colgaduras que representen al nuevo animal nacionalista, incluso los taxis barceloneses podrán ser sustituidos por burro-taxis de diseño, como anuncio de un venturoso y prometedor futuro para la Gran Cathalonia Germánica.
Re: Re: Re: El burro, símbolo perfecto.
Enviado por el día 7 de Agosto de 2005 a las 18:39
Esta chusma del Martinenc va a tener problemas:
http://racocatala.com/forum/llegir.php?idf=1&fil=4...
http://racocatala.com/forum/llegir.php?idf=1&fil=4...
Re: El burro, símbolo perfecto.
Enviado por el día 7 de Agosto de 2005 a las 19:58
marcial te felicito por el mensaje ,esta lleno de precisiones y has hecho enfadar al nazi del foro
