España

Uno de los tópicos que la izquierda repite continuamente como supuesta prueba de su superioridad moral es denominar al nazismo "extrema derecha", intentando trazar una especie de arco de continuidad entre los partidos conervadores de Europa y EEUU y una monstruoesa dictadura totalitaria. El mejor exponente de esto es la moda de llamar fascista a George Bush.

Esto no resiste el más mínimo análisis. El liberalismo y la democracia son la antítesis de los regímenes totalitarios desde su misma esencia, por definición. Los republicanos de EEUU no son totalitarios por la sencilla razón de que reconocen los derechos de los individuos, personales y políticos, y los protegen por la ley, frente a la consideración de la persona como mero engranaje de la maquinaria totalitaria

A qué se parecen, pues, los regímenes de Mussolini o Hitler. Un breve vistazo nos muestra una masiva intervención del Estado en la economía, ausencia de derechos individuales, control policial de la sociedad, exterminio de la disidencia, creación de un dogma de creencias indiscutible para reforzar la ambición expansionista, desaparición de la sociedad civil, concepción del ciudadano a partir del concepto global de "clase" etc. Todo esto es lo que tienen en común el comunismo y el fascismo. Que unos tuvieran como emblema una esvástica y otros la hoz y el martillo cambia bien poco.