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Antonio Burgos sobre la sanidad pública
Enviado por el día 18 de Septiembre de 2005 a las 12:01
Sacado de http://abc.es/opinion/index.asp?ff=20050918&idn=61..."/>aquí.
EN el arte del sablazo no había quien le ganara. Al distinguido y veterano vividor, hace ya muchos años, cuando todavía la guerra civil la habían ganado los nacionales, le preguntaron:
-Don Ramiro, ¿usted dónde hizo la guerra?
-¡En la Costa Azul! -respondió sin inmutarse, tras su chaqueta blazier y su pañuelo caro de seda al cuello.
Currador de copas y de almuerzos como pocos, vivía de su elegancia, de su cara. De sus amigos. Si era por vestir, como un figurín iba, a la última, sin que las más serias investigaciones pudieran demostrar que pagara nunca factura de sastre alguna. En el fútbol, el mejor sitio de la tribuna. En los toros, la mejor barrera. En el verano, Marbella. Y por todo lo alto. De barcos, ni te cuento. Con las hembras más hermosas. Y luego a la noche, en La Meridiana, arrasaba cuando llegaba en su cochazo. Prestado, claro. Y un día que estaban hablando de suerte y de azar, de naipes y ruletas, alguien le preguntó al gorrón de cinco estrellas, al sablista olímpico:
-Si te tocara el gordo de la lotería, ¿tú que harías?
Respondió, sin inmutarse:
-Pues vivir exactamente igual que vivo... pero pudiendo.
Tenemos una Sanidad pública como el vividor de Marbella. No remendamos de viejo... con dinero ajeno. La Sanidad del haiga: lo mejor que haiga. ¿La Clínica Mayo? La Clínica Mayo es la enfermería de una plaza de toros de pueblo al lado del despilfarro de cualquier centro comarcal de salud. ¿La Sanidad suiza? Nada, cuatro tiritas y un frasco de mercromina, al lado de cómo se tira el dinero aquí. Los que tiraban con pólvora del Rey eran unos tacaños al lado de los que tiran de receta del seguro, de presupuestos de la Consejería de Salud, de protocolo. Como en los cuarteles pone lo de «Todo por la Patria» (perdón), a la puerta de los hospitales debería decir: «Todo por el protocolo». El protocolo regula determinadas prácticas médicas, cuyos mandamientos se encierran en uno: gastar, gastar y gastar. Cuanto más se gaste, mejor sanidad se hace. Si se tira el dinero, mejor. ¿Por qué los hospitales españoles están siempre de obras? ¿Por qué siempre están reformándolo todo? Ah, para cumplir con el protocolo: para gastar.
Y los asegurados, encantados. Se creen que están mejor atendidos cuanto más ven dilapidar los dineros públicos:
-Mira, en el ambulatorio le han mandado a mi Juani unas pastillas que cada caja vale cuatro mil duros...
(sigue)
EN el arte del sablazo no había quien le ganara. Al distinguido y veterano vividor, hace ya muchos años, cuando todavía la guerra civil la habían ganado los nacionales, le preguntaron:
-Don Ramiro, ¿usted dónde hizo la guerra?
-¡En la Costa Azul! -respondió sin inmutarse, tras su chaqueta blazier y su pañuelo caro de seda al cuello.
Currador de copas y de almuerzos como pocos, vivía de su elegancia, de su cara. De sus amigos. Si era por vestir, como un figurín iba, a la última, sin que las más serias investigaciones pudieran demostrar que pagara nunca factura de sastre alguna. En el fútbol, el mejor sitio de la tribuna. En los toros, la mejor barrera. En el verano, Marbella. Y por todo lo alto. De barcos, ni te cuento. Con las hembras más hermosas. Y luego a la noche, en La Meridiana, arrasaba cuando llegaba en su cochazo. Prestado, claro. Y un día que estaban hablando de suerte y de azar, de naipes y ruletas, alguien le preguntó al gorrón de cinco estrellas, al sablista olímpico:
-Si te tocara el gordo de la lotería, ¿tú que harías?
Respondió, sin inmutarse:
-Pues vivir exactamente igual que vivo... pero pudiendo.
Tenemos una Sanidad pública como el vividor de Marbella. No remendamos de viejo... con dinero ajeno. La Sanidad del haiga: lo mejor que haiga. ¿La Clínica Mayo? La Clínica Mayo es la enfermería de una plaza de toros de pueblo al lado del despilfarro de cualquier centro comarcal de salud. ¿La Sanidad suiza? Nada, cuatro tiritas y un frasco de mercromina, al lado de cómo se tira el dinero aquí. Los que tiraban con pólvora del Rey eran unos tacaños al lado de los que tiran de receta del seguro, de presupuestos de la Consejería de Salud, de protocolo. Como en los cuarteles pone lo de «Todo por la Patria» (perdón), a la puerta de los hospitales debería decir: «Todo por el protocolo». El protocolo regula determinadas prácticas médicas, cuyos mandamientos se encierran en uno: gastar, gastar y gastar. Cuanto más se gaste, mejor sanidad se hace. Si se tira el dinero, mejor. ¿Por qué los hospitales españoles están siempre de obras? ¿Por qué siempre están reformándolo todo? Ah, para cumplir con el protocolo: para gastar.
Y los asegurados, encantados. Se creen que están mejor atendidos cuanto más ven dilapidar los dineros públicos:
-Mira, en el ambulatorio le han mandado a mi Juani unas pastillas que cada caja vale cuatro mil duros...
(sigue)
Re: Antonio Burgos sobre la sanidad pública
Enviado por el día 18 de Septiembre de 2005 a las 12:03
Caja de treinta pastillas. Juani tiene que seguir un tratamiento de tres días, una cada ocho horas. Son nueve pastillas las que usará. La caja carísima quedará abandonada en el tesoro del cajón de medicinas inservibles de cada hogar español. Las reservas de oro de los sótanos del Banco de España son cuatro perras gordas comparadas con los miles de millones tirados a la basura por la Sanidad pública en los cajones de medicinas de cada casa. En cualquier país civilizado, a la Juani le hubieran recetado nueve pastillas, nueve, que el boticario le hubiera dado con cuentagotas. Aquí no. Como somos más ricos que nadie, ¡hala!, la caja entera, para que Juani y su madre, sabiendo que las convidan a medicinas de ricos, cuatro mil duros la cajita, voten a Chaves per secula seculorum.
Y de lo que la madre de Juani, ya jubilada, gasta con sus recetas de pensionista, ni te cuento. Tropecientos mil millones han dado para enjugar el déficit sanitario. De momento. Se los volverán a gastar, en derroche de medicinas, en protocolos y en obras, vamos, muchas obras en los hospitales. ¡Venga lujo, que cada losa de mármol son diez votos! Hasta que no se acabe con el despilfarro sanitario, el déficit volverá a crecer. Sólo acabando con el despilfarro, como el sablista de Marbella con el gordo, podríamos seguir en este plan. Pero pudiendo.
Repito -mardito el html- : sacado de aquí.
Y de lo que la madre de Juani, ya jubilada, gasta con sus recetas de pensionista, ni te cuento. Tropecientos mil millones han dado para enjugar el déficit sanitario. De momento. Se los volverán a gastar, en derroche de medicinas, en protocolos y en obras, vamos, muchas obras en los hospitales. ¡Venga lujo, que cada losa de mármol son diez votos! Hasta que no se acabe con el despilfarro sanitario, el déficit volverá a crecer. Sólo acabando con el despilfarro, como el sablista de Marbella con el gordo, podríamos seguir en este plan. Pero pudiendo.
Repito -mardito el html- : sacado de aquí.
Re: Re: Antonio Burgos sobre la sanidad pública
Enviado por el día 18 de Septiembre de 2005 a las 12:23
Si hubiera forma de requisar las toneladas de medicamentos que se acumulan en los "botiquines" de toda España,habría suficientes analgésicos para acabar con los dolores de cabeza de toda Africa.
Amén del despilfarro en comida,que esa es otra.
Amén del despilfarro en comida,que esa es otra.
Re: Re: Re: Antonio Burgos sobre la sanidad pública
Enviado por el día 18 de Septiembre de 2005 a las 12:42
Se descubrió a un señor de noventa y pico años que sacaab por el seguro anticonceptivos femeninos.
Yo no sé si aquel señor está para esas juergas, pero la verdad es que ya está bien de cachondeo con los medicamentos y la sanidad. Y a veces recetan a una persona medicamentos incompatibles entre sí y ni se dan cuenta.
Aquí vienen abueletes europeos a hacer turismo médico: operaciones y medicamentos gratis. Y nosotros a pagar y a pagar.
Saludos.
Yo no sé si aquel señor está para esas juergas, pero la verdad es que ya está bien de cachondeo con los medicamentos y la sanidad. Y a veces recetan a una persona medicamentos incompatibles entre sí y ni se dan cuenta.
Aquí vienen abueletes europeos a hacer turismo médico: operaciones y medicamentos gratis. Y nosotros a pagar y a pagar.
Saludos.
