España

Saqué a relucir este tema ayer a propósito de la intención del PP de abogar por la inconstitucionalidad del matrimonio homosexual. Insisto en que este rechazo parece sacado del contexto estadounidense. Me sorprende que en este país se esté haciendo tanto hincapié en la vertiente moral de un asunto que ya ha sido legitimado (o legalizado) por el Congreso de los diputados. Esta reacción parece importada de EEUU, porque supone una participación de los preceptos religiosos en la esfera pública.

Respecto a las diferentes maneras de vivir la religiosidad entre EEUU y España (o la Europa occidental), resulta un tanto sorprendente para el que no pertenece a esa sociedad que, por ejemplo, en algunos libros de auto-ayuda escritos por estadounidenses se hagan referencias a Dios, ya que no casan muy bien la religión y el carácter más o menos científico que por definición han de tener este tipo de libros. Por otra parte, una nota a favor suyo es la insistencia que hacen en el amor al prójimo (por ejemplo, en uno de ellos hablaban de cortarle la hierba del jardín al vecino, aunque éste no nos lo haya pedido; detalle que en España resulta totalmente extraño, por lo del jardín y por lo de ayudar al prójimo).

¿A qué obedecen estas diferencias? En el caso de Norte-América, al tratarse de un país pluriconfesional, ¿ser creyente activo y militante de una determinada religión constituye un elemento identitario y cohesionador del grupo? Es una pregunta.

Lo que viene a representar el rechazo a la ley del matrimonio homosexual (insisto en no llamarle "unión", al menos mientras nadie decida negar la palabra "matrimonio" a las bodas civiles entre heterosexuales), ¿no es una toma de posiciones ante un anti-Cristo inventado y ficticio (ateos y laicistas (votantes socialistas y otros energúmenos) frente al grupo de creyentes declarados)?