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Un lerdo muerto de envidia ataca a César Vidal
Enviado por el día 1 de Octubre de 2005 a las 19:17
Caballero Bonald tacha de "ideológicamente detestable" a César Vidal
Sábado, 1 de octubre 2005
Es de escándalo. César Vidal, director de La Linterna de la COPE y prolífico escritor, se alza con el premio de novela Ciudad de Torrevieja y el presidente del jurado, José Caballero Bonald, sube al estrado, se cubre la espalda diciendo que la obra tiene calidad literaria y aprovecha para descalificarla como de "ideológicamente detestable".
Vidal, que se embolsará los 360.000 euros con que ha dotado a "Los hijos de la luz" la editorial Plaza & Janés, le replicó a bote pronto que usará la frase de Bonald como "reclamo publicitario", poniéndola en una faja alrededor del libro.
La obra ganadora, Los hijos de la luz, relata la investigación que llevan a cabo el detective Wilhelm Koch y su ayudante, Steiner, en la Baviera anterior a la Revolución Francesa, en torno al asesinato de un hombre y la implicación en él de diversos estamentos relacionados con las logias masónicas.
Para ello se apoyará en los conocimientos de un erudito grafólogo, Lebendig, con el fin de que analice los extraños escritos que tienen del principal sospechoso, Espartaco, el creador de los Illuminati. Años después, en 1793, es degollado un reo en la guillotina de una plaza de Paris, con un testigo de excepción.
Durante la rueda de prensa posterior a la entrega del premio, el presidente del jurado, el escritor José Manuel Caballero Bonald, elogió la capacidad de adjetivación del ganador, y su "pericia técnica". Sin embargo, introdujo un discurso más político al asegurar que la trama de esta novela era "ideológicamente detestable" y que le recordaba a una "pedagogía del franquismo".
"Prejuicios estéticos"
Bonald aseguró que la trama de Los hijos de la luz era "muy oscura" y "sospechosa de algo". "Con la novela ganadora, el lector puede pensar que la Revolución Francesa fue una historia de maleantes y atribuir a la masonería una conspiración universal para crear una orden nueva, me parece una simplificación reduccionista". "Pienso que la novela es ideológicamente detestable". "Me recuerda a libros que publicaban los herederos de Franco sobre la masonería, y queda al trasmano de mis gustos ideológicos", fueron algunas de las frases que despachó el presidente del jurado.
Sábado, 1 de octubre 2005
Es de escándalo. César Vidal, director de La Linterna de la COPE y prolífico escritor, se alza con el premio de novela Ciudad de Torrevieja y el presidente del jurado, José Caballero Bonald, sube al estrado, se cubre la espalda diciendo que la obra tiene calidad literaria y aprovecha para descalificarla como de "ideológicamente detestable".
Vidal, que se embolsará los 360.000 euros con que ha dotado a "Los hijos de la luz" la editorial Plaza & Janés, le replicó a bote pronto que usará la frase de Bonald como "reclamo publicitario", poniéndola en una faja alrededor del libro.
La obra ganadora, Los hijos de la luz, relata la investigación que llevan a cabo el detective Wilhelm Koch y su ayudante, Steiner, en la Baviera anterior a la Revolución Francesa, en torno al asesinato de un hombre y la implicación en él de diversos estamentos relacionados con las logias masónicas.
Para ello se apoyará en los conocimientos de un erudito grafólogo, Lebendig, con el fin de que analice los extraños escritos que tienen del principal sospechoso, Espartaco, el creador de los Illuminati. Años después, en 1793, es degollado un reo en la guillotina de una plaza de Paris, con un testigo de excepción.
Durante la rueda de prensa posterior a la entrega del premio, el presidente del jurado, el escritor José Manuel Caballero Bonald, elogió la capacidad de adjetivación del ganador, y su "pericia técnica". Sin embargo, introdujo un discurso más político al asegurar que la trama de esta novela era "ideológicamente detestable" y que le recordaba a una "pedagogía del franquismo".
"Prejuicios estéticos"
Bonald aseguró que la trama de Los hijos de la luz era "muy oscura" y "sospechosa de algo". "Con la novela ganadora, el lector puede pensar que la Revolución Francesa fue una historia de maleantes y atribuir a la masonería una conspiración universal para crear una orden nueva, me parece una simplificación reduccionista". "Pienso que la novela es ideológicamente detestable". "Me recuerda a libros que publicaban los herederos de Franco sobre la masonería, y queda al trasmano de mis gustos ideológicos", fueron algunas de las frases que despachó el presidente del jurado.
Un lerdo muerto de envidia ataca a César Vidal (II)
Enviado por el día 1 de Octubre de 2005 a las 19:20
En su réplica, César Vidal agradeció los elogios literarios de Bonald y se mostró orgulloso de ser "políticamente incorrecto" al escribir una novela que el presidente de un jurado ha calificado como "políticamente detestable". "Yo nunca he considerado una obra literaria por su carga ideológica, por eso no podría leer La Gitanilla de Cervantes, que es un libro evidentemente racista, si pensamos en la carga ideológica, yo no tengo esos prejuicios estéticos", aclaró Cesar Vidal, quien prometió regalar a Caballero Bonald un ejemplar de Los masones, uno de sus últimos bestsellers "para que compruebe si las afirmaciones del libro, prescindiendo de las logias que haya visitado y que pueden ser igual que casinos de pueblos, se corresponde o no con la realidad".
"Estoy pensando pedir a la editorial Plaza & Janes que ponga una faja en el libro que diga ideológicamente detestable: Caballero Bonald para vender mucho mejor", añadió César Vidal.
"Estoy pensando pedir a la editorial Plaza & Janes que ponga una faja en el libro que diga ideológicamente detestable: Caballero Bonald para vender mucho mejor", añadió César Vidal.
Re: Un lerdo muerto de envidia ataca a César Vidal
Enviado por el día 1 de Octubre de 2005 a las 19:21
¿Acaso a algún escritos de izquierda alguien de derecha le ha dicho alguna vez algo semejante al entregarle un premio?
¿A que no?
Pues eso es una muestra de la dictadura encubierta en la que vivimos en España: no se puede ser de derecha; es «ideológicamente detestable».
¿A que no?
Pues eso es una muestra de la dictadura encubierta en la que vivimos en España: no se puede ser de derecha; es «ideológicamente detestable».