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Lo que nos depara el futuro
Enviado por el día 1 de Octubre de 2005 a las 22:04
Con una sola célula se podrá alimentar a toda la población mundial a base de carne artificial comestible. Esto es lo que vaticina la sociedad norteamericana de investigación New Harvest, para la que los alimentos probeta son la solución al futuro de la humanidad. Y para que esto llegue pronto, científicos holandeses dirigidos por el dermatólogo Wiete Westerhof, de la Universidad de Ýmsterdam, están ensayando la obtención de carne artificial comestible a partir de técnicas para crear piel en los pacientes con quemaduras graves. Por el momento, según se ha dicho esta semana, investigan con células musculares de ganado bovino, porcino y aviar, sin descartar las de otras razas cuando la oportunidad sea propicia. La técnica consiste en hacer crecer las células sobre una membrana y superponer varios cultivos de un milímetro de espesor obtenidos en un biorreactor en el que los ingredientes son agitados por aparatos mecánicos o magnéticos que estimulan el crecimiento y la división celular que los animales obtienen por el simple movimiento natural. De esta manera se consigue una sustancia carnosa a partir de la cual se podrá elaborar carne en tabletas o salchichas que estimularán nuestras papilas gustativas con la misma fuerza que los piensos compuestos en los perros domésticos. Será como en Soylent Green , esa película futurista de 1973 del director Richard Fleischer y el actor Charlton Heston, que en España se tituló Cuando el destino nos alcance , en la que se alimentaba a una población mundial hambrienta, parada y sin espacio vital con pastillas obtenidas a partir de cadáveres de humanos que previamente habían aceptado la eutanasia activa como el mejor remedio a su existencia.
El ensayo holandés y el pronóstico de la socióloga María Ýngeles Durán, premio Nacional de Investigación, de que viviremos más años como viejos que como jóvenes, tendremos hijos sin participación de padre y madre; que esos hijos podrán ser genéticamente de grupos, y que el semen del abuelo y los óvulos de la abuela podrán servir para varias generaciones siguientes, dibujan un panorama para nuestros nietos que me atrevo a calificar, cuanto menos, de excitante. Para quien le guste, el mundo feliz de Huxley está a las puertas, y merced a la tecnología biomédica no queda lejos el final de muchos males pero también de muchísimas cosas buenas, como un buen filete con patatas. El adiós a la ternera, al lomo alto de vaca y al chuletón de buey, sin hacer ascos a un buen rodaballo salvaje a la gallega, está más cerca de lo que creemos.
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El ensayo holandés y el pronóstico de la socióloga María Ýngeles Durán, premio Nacional de Investigación, de que viviremos más años como viejos que como jóvenes, tendremos hijos sin participación de padre y madre; que esos hijos podrán ser genéticamente de grupos, y que el semen del abuelo y los óvulos de la abuela podrán servir para varias generaciones siguientes, dibujan un panorama para nuestros nietos que me atrevo a calificar, cuanto menos, de excitante. Para quien le guste, el mundo feliz de Huxley está a las puertas, y merced a la tecnología biomédica no queda lejos el final de muchos males pero también de muchísimas cosas buenas, como un buen filete con patatas. El adiós a la ternera, al lomo alto de vaca y al chuletón de buey, sin hacer ascos a un buen rodaballo salvaje a la gallega, está más cerca de lo que creemos.
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