España

Resulta increíble que, después de las salvajes revoluciones bolcheviques de 1905/17, el brutal experimento comunista, genocida y camboyano de Pol Pot, la barbarie socialista de Hitler, -que exterminó a seis millones de judíos-, las deportaciones, purgas, traslados forzosos y exterminio de disidentes de Stalin, con los gobiernos continuistas y, en menor grado, genocidas, de Kruschev y Breznev, las terribles hambrunas que azotaron China a manos del demagogo Mao y su insidiosa revolución cultural... la gente siga votando a la izquierda.

No hay que culparles. Nadie escapa a los aparatos de propaganda de la izquierda. Desde los titiriteros, ávidos de subvenciones, -¿dónde estaban en el incendio de Guadalajara?-, hasta la franquicia del Pravda en España, (PRISA), controlada por Jesús de Polanco, ex-falangista reconvertido a pseudoprogresista, -igual que Cebrián y el guerracivilista Haro Tecglen- y que detenta la mayor red fáctica de manipulación del país. Por otro lado, están los lobbies y colectivos conformados como grupos de presión, como el COGAM y la Asociación de Víctimas del 11-M. Cabe destacar, también, los perfiles de votantes izquiedistas: incultos, ignorantes, demagogos, tarados, vagos, subvencionados...

Los aparatos de propaganda ensalzan al desgobierno de zETAp. Un gobierno débil, hipotecado por los comunistas e independentistas, que tratan de culminar hoy lo que no consiguieron en el 34: liquidación del estado español y establecimiento de un régimen totalitario. No están solos en sus maquiavélicos planes: Chávez y Castro, llegados al poder tras sendos golpes de estado (prueba de que el golpe de estado del 11-M no es casualidad), realizan ya sus aberrantes experimentos totalitarios. Del mismo modo, Mohammed VI, paradigma del líder de un gobierno democrático, y tras participar en el golpe de estado de Madrid, espera ya pingües beneficios con la entrega de ZETAp de sendas ciudades forales españolas, a las que, para asegurarse de que el desgobierno español cumple su parte del trato, ya ha empezado a enviar globos sonda en forma de avalanchas de inmigrantes. La pasividad de zETAp ante esta situación demuestra que el negocio está cerrado.

Os compadezco, izquierdistas. Ahora, en lugar de rebatir mis sólidos argumentos, empezaréis a descalificarme e insultarme como hombres presos y colaboracionistas del totalitarismo que sois. Los hombres libres luchan con argumentos.