España

Entonces el asunto ya se me escapa, es intolerable.

Pues no os perdáis la excusa que profieren para justificar su delito de asalto y amenazas: el que ellos a su vez han sido desalojados de allí donde habitaban por unos mafiosos rumanos.

FERNANDO ONEGA

EL EPISODIO más chusco de los últimos tiempos es el de Jun, Granada: la ocupación de viviendas por gitanos. Es chusco que los asaltantes hayan echado a la calle a sus inquilinos, en un suceso que llena de inquietud a cualquier persona que duerme tranquilamente en su casa. Es grotesco que las fuerzas del orden, la subdelegación del Gobierno y la autoridad judicial hayan tardado semanas en intervenir, como si Jun fuese la nueva ciudad sin ley. Es cómica la explicación de los okupas: como se ha publicado que serán expropiadas las viviendas vacías, se ahorra trabajo administrativo con la ocupación directa. Y es digno de estudio sociológico que hasta el momento de escribir esta crónica nadie se haya atrevido a presentar denuncia.

Esto parece una novela, no un suceso de la vida real de un estado de derecho. Y en esa novela apareció un inquilino de aquellas casas, cuya vivienda no fue asaltada: un legionario. Él mismo lo contó: serían las dos de la madrugada cuando llegaron los gitanos sin techo. Llamaban a las puertas y, cuando les abrían, echaban al inquilino a la puñetera calle. Llamaron a todas las puertas, menos a la suya. «Es que saben perfectamente quién vive en cada piso», explicó el legionario. Y, como lo sabían, quizá sospechaban que el militar tuviera un arma. O algo peor: que fuera un armario de hombre, especialista en defensa personal, porque trabaja también de portero de discoteca, que los sueldos militares obligan a ese pluriempleo.

Dice el refrán que el miedo guarda la viña; pero, en tiempos de inseguridad, guarda también otros bienes. Para empezar, la casa. Aquí no funciona ni la garantía constitucional de la propiedad, ni el derecho a la intimidad, ni nada. «Donde hay un criminal, se puede cometer un crimen», y donde existe un okupa organizado, se puede expropiar una vivienda. Y además, en bloque; mejor, si son 24 pisos de una tacada. «Si debes un millón al banco, tienes un problema; si debes mil millones, el banco lo tiene contigo». Si se ocupa una sola casa, el ocupante tendrá un problema con los guardias. Si las casas son 24, los guardias tienen un problema contigo.

Para dormir tranquilos, despreocupados de insolentes visitas nocturnas, ya tenemos la solución: hacernos legionarios. Y además, conseguir que la vecindad lo sepa, paseando el uniforme calle arriba y calle abajo. Es la única forma de hacerse respetar. Como esperes que las leyes, los jueces o los policías te defiendan la casa, lo llevas claro: algún día te la devolverán, después de penosos papeleos, pero nadie te indemnizará de las noches al relente. Así que, si algún día veis que falta esta columna en el periódico, nos os molestéis en llamarme: estaré en la Academia Militar.

Cachondo el gallego,buen artículo.

¡Ýla,a tomar por el sacoo!
Quien quiera casa,que la compre,la alquile,o la herede.

http://www.elmundo.es/elmundo/2005/11/02/sociedad/...

Mejor ejemplo que este para apoyar la libre tenencia de armas, pocos.
Al legionario ni le tocaron en la puerta.

http://www.elmundo.es/elmundo/2005/11/02/sociedad/...
Me cagon todo lo que se menea..P.J.dimisión

"fue ocupado sin su autorización por los ocupantes, uno de los cuales al menos manifestó su voluntad de no abandonarlo".

Esto es el colmo. Esta Juez desconoce el delito de allanamiento de morada.

No entiendo de leyes,pero supongo que querrá contentar a unos y otros,empleando un lenguage políticamente correcto.
Si has leído el artículo de Onega explica bastante bien el caso.
Si ocupas ilegalmente una casa,tienes un problema con la guardia civil,si se ocupan cuerenta...el problema es de la guardia civil y de los jueces.

Saludos.

Nada nada. En el legionario está la clave. Al ser potencialmente peligroso, la ocupación pierde los tintes "éticos". Sólo jo_demos a los que no nos pueden hacer frente...