España
Estos foros están cerrados. Podéis debatir en Red Liberal.
Francia: siembra vientos y...
Enviado por el día 7 de Noviembre de 2005 a las 21:17
Cuando uno se va haciendo viejo va perdiendo los complejos y es respeto por la estupidez y la maldad, valores de tanto predicamento en Europa en esta época (como en casi todas, por lo demás).
Así que a la vista de los que está pasando en Francia se me vienen a la cabeza el pavoroso sitio de Leningrado, el bombardeo de Dresde del 13 de Febrero de 1945, el bombardeo de Coventry de 1940, las masacres de Paracuellos... Cada pueblo tiene lo que se merece. Los rusos sostuvieron a Stalin, los alemanes votaron a Hitler, los ingleses aplaudieron a Arthur Neville Chamberlain cuando regresó de Munich, la derecha española dejó impune el golpe de estado de octubre de 1934. Los españoles nos ganamos a pulso los atentados de Madrid con las manifestaciones contra la intervención en Irak, los ingleses se ganaron los suyos con su tolerancia con el fundamentalismo islámico que se predica en las mezquitas de Gran Bretaña y con el aluvión de musulmanes que han tolerado durante muchos años, los americanos alimentaron al monstruo en Arabia Saudita y en la guerra de Afganistán. El culpable es siempre el agresor, qué duda cabe, pero si yo me voy a dar un paseo por el Bronx a las cinco de la madrugada estoy comprando demasiadas papeletas para que me toque el premio gordo.
En español ya se ha dicho casi todo, y lo que no se ha dicho lo dijo un griego o un romano. El que siembra vientos, recoge tempestades. ¿Qué pagan justos por pecadores? Pues claro, eso está en el guión. Sería mejor no hacer el imbécil, pero visto que los humanos no podemos evitarlo hay que atenerse a las consecuencias. Creo que a los franceses ya les iba tocando; es más, pienso que les corresponde mucho más. Francia es un país que se internó hace ya muchos años en la senda de la locura (los pueblos se vuelven “locos”, a su manera, como colectivos: los alemanes se volvieron locos a principios de los años treinta y lo pagaron bien, los rusos se volvieron locos en 1917 y lo pagaron más todavía, también nos pasó a los españoles y nos está volviendo a pasar...). Hay una cierta justicia histórica en este vendaval que asola la tierra de los gabachos. La verdad es que después de todo el daño que han hecho a la civilización en estos años (más incluso que Zapatero) no se les puede compadecer.
Así que a la vista de los que está pasando en Francia se me vienen a la cabeza el pavoroso sitio de Leningrado, el bombardeo de Dresde del 13 de Febrero de 1945, el bombardeo de Coventry de 1940, las masacres de Paracuellos... Cada pueblo tiene lo que se merece. Los rusos sostuvieron a Stalin, los alemanes votaron a Hitler, los ingleses aplaudieron a Arthur Neville Chamberlain cuando regresó de Munich, la derecha española dejó impune el golpe de estado de octubre de 1934. Los españoles nos ganamos a pulso los atentados de Madrid con las manifestaciones contra la intervención en Irak, los ingleses se ganaron los suyos con su tolerancia con el fundamentalismo islámico que se predica en las mezquitas de Gran Bretaña y con el aluvión de musulmanes que han tolerado durante muchos años, los americanos alimentaron al monstruo en Arabia Saudita y en la guerra de Afganistán. El culpable es siempre el agresor, qué duda cabe, pero si yo me voy a dar un paseo por el Bronx a las cinco de la madrugada estoy comprando demasiadas papeletas para que me toque el premio gordo.
En español ya se ha dicho casi todo, y lo que no se ha dicho lo dijo un griego o un romano. El que siembra vientos, recoge tempestades. ¿Qué pagan justos por pecadores? Pues claro, eso está en el guión. Sería mejor no hacer el imbécil, pero visto que los humanos no podemos evitarlo hay que atenerse a las consecuencias. Creo que a los franceses ya les iba tocando; es más, pienso que les corresponde mucho más. Francia es un país que se internó hace ya muchos años en la senda de la locura (los pueblos se vuelven “locos”, a su manera, como colectivos: los alemanes se volvieron locos a principios de los años treinta y lo pagaron bien, los rusos se volvieron locos en 1917 y lo pagaron más todavía, también nos pasó a los españoles y nos está volviendo a pasar...). Hay una cierta justicia histórica en este vendaval que asola la tierra de los gabachos. La verdad es que después de todo el daño que han hecho a la civilización en estos años (más incluso que Zapatero) no se les puede compadecer.