España

El por qué de la Iglesia Católica.

La persona que tenga el poder de comprender todos los aspectos del por qué el mundo es como es, y no como le gustaría como fuera, está preparado para entender aunque no los comparta, los secretos de la vida y vivirla en paz y en concordia con aquellos que tengan este poder de entendimiento.

Ni se me ocurre defender como única y verdadera ninguna idea; y digo idea, porque las religiones son ideas convertidas en dogmas, condición indispensable para tengan formas y se desarrollen y crezcan en el tiempo.

El ser humano necesita creer, es una demanda natural e intrínseca que a través del tiempo ha tenido esa inquietud. Nadie sabe quienes somos y de donde venimos; por ese motivo había que crear imágenes y símbolos con un gran poder de convencer; por eso a través de los tiempos ha ido adecuando esas imágenes e insignias a la conveniencia de los mismos. De ahí los concilios de la Iglesia Católica: adecuar las ideas y creencias a los tiempos. Hoy absolutamente nadie puede pensar que la Iglesia imponga sus dogmas como hace unos siglos, pero lo que nunca puede perder es su razón de ser.

La Iglesia Católica es una necesidad para millones de creyentes de buena fe, como el Islam lo es para otros tantos millones. Esto es incuestionable por muchos que otros lo quieran cuestionar. Me remito a los dos mil años de vida de persecuciones y degradaciones en donde ha sido imposible derribarla.

Jesucristo es la referencia de la iglesia moderna, y sobre Él se articuló, y lo que no cabe duda es fue la leyenda moral de un mundo degradado en donde se daba culto a cientos de dioses que contemplados desde la perspectiva de hoy, son monigotes sin ninguna entidad para basar sobre ellos creencias y fe.

La persona que sepa comprender las motivaciones de las ideas religiosas, y sepa penetrar en sus enseñanzas, al margen de los falsos profetas que desnaturalizan las religiones, llegará a encontrar la verdadera paz en su interior y un motivo de vivir esta vida.

La iglesia Católica no preconiza en su doctrina el odio, en si es amor. Pero sus formas han sido a través de los siglos destructora ante sus hijos; por eso el odio que ha generado ha provenido más de las mismas que de sus escrituras.

En el siglo XXI sólo existe una idea religiosa que se pueda considerar como la salvaguarda de unos valores que el ser humano nunca debe perder, como el amor al prójimo, la solidaridad, la ayuda moral y la fe.

Un servidor, desde mi condición de agnóstico, veo a la Iglesia Católica como la que preconiza las formas de convivencia basadas en el amor, la solidaridad y sacrificio entre los hombres.

Por eso yo, desde mi ignorancia y mi falta de fe, no es que crea en la Iglesia Católica como la vida después de la muerte. No. Creo algo más importante; en la necesidad de su existencia en la vida para sobrellevar la idea de la muerte.