España

a productos catalanes es la indigencia intelectual de los que lo propugnan.

En primer lugar, en aras de la coherencia, debería extenderse a productos vascos ( son malísimos sulfurosos ) y ahora también gallegos.
Dando por supuesto que algún energúmeno consecuente hubiera extendido el boicot a los periféricos aldeanizados ( perla marcialina ) quedaría el pequeño detalle de que, si tuviera éxito el boicot, afectaría al Estado en su conjunto, porque, dilectos, esto no es una partida de suma cero. Si Cataluña, el País Vasco, o Galicia, o cualquier otra comunidad, paisito, región o engendro generan menos pib por efecto de la menor demanda, la oferta se reducirá y producirá un empobrecimiento general en el país que no será compensado por la mayor demanda en otras regiones " leales " y españolísimas, por la sencilla razón de la internacionalización de la economía española.
Por tanto, si un necio extremeño, o cualquier otro ciudadano de una comunidad receptora de rentas, decide boicotear los productos de una CCAA como la catalana que transfiere el 8% de su pib a otras regiones españolas, sencillamente se estará dando patadas en su propio culo.
No hay que descartar que encuentre(n) cierta satisfacción en ello