España
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Re: Éste no es un artículo estulto.
Enviado por el día 19 de Noviembre de 2005 a las 23:09
Me pregunto si será coherente estar más o menos de acuerdo con el contenido del artículo y a la vez ser partidario del centralismo administrativo.
Re: Re: Éste no es un artículo estulto.
Enviado por el día 21 de Noviembre de 2005 a las 12:38
Tampoco hacían falta tantas alforjas para tan poco viaje: la conclusión de que en españa hay un “déficit liberal” roza casi la evidencia (para los liberales) y a los que no sean liberales no creo que les importe mucho tal “déficit” (al revés, será un motivo de orgullo).
De hecho, ya es todo un síntoma que sea el pp el que ondee la bandera del liberalismo en españa…
Las razones ofrecidas para demostrar que, desde un punto de vista liberal, un buen gobierno en vitoria es preferible a un mal gobierno en madrid (o al contrario, un buen gobierno en madrid es preferible a un mal gobierno de vitoria) caen en saco roto precisamente porque el discurso político en españa hace ya muchos años (por no decir que desde siempre) se mueve únicamente en el terreno de las esencias patrias monotonoteístas: al delirio nacionalista de carod (que, como sanPedro, niega tres veces a españa cada día) sólo se le opone la exclusividad nacionalista españolera (“sólo existe la nación española, única e indivisible”, haciéndose eco del impertaivo veterotestamentario “yo seré tu único dios”).
La comparación bíblica es oportuna: el nacionalismo es una creencia del mismo tipo que la homousía de jesúscristo con diospadre. Se cree, o no, según la fe de cada uno (y la fe es, como se sabe, un don proveniente directamente de dios).
Claro que la Nación (y lo que es más importante, su Voluntad) tiene y se expresa sólo a través de sus voceros autorizados (los poseedores e intérpretes de la Palabra), exactamente lo mismo que la curia vaticana y su jefe, el siervo de los siervos de dios. Así, la dignidad del individuo sólo se mide por su grado de participación en la Idea Nacional, en una nueva versión del “platonismo para el pueblo” (que se queda casi en “platonismo para el lumpenproletariat”).
De hecho, ya es todo un síntoma que sea el pp el que ondee la bandera del liberalismo en españa…
Las razones ofrecidas para demostrar que, desde un punto de vista liberal, un buen gobierno en vitoria es preferible a un mal gobierno en madrid (o al contrario, un buen gobierno en madrid es preferible a un mal gobierno de vitoria) caen en saco roto precisamente porque el discurso político en españa hace ya muchos años (por no decir que desde siempre) se mueve únicamente en el terreno de las esencias patrias monotonoteístas: al delirio nacionalista de carod (que, como sanPedro, niega tres veces a españa cada día) sólo se le opone la exclusividad nacionalista españolera (“sólo existe la nación española, única e indivisible”, haciéndose eco del impertaivo veterotestamentario “yo seré tu único dios”).
La comparación bíblica es oportuna: el nacionalismo es una creencia del mismo tipo que la homousía de jesúscristo con diospadre. Se cree, o no, según la fe de cada uno (y la fe es, como se sabe, un don proveniente directamente de dios).
Claro que la Nación (y lo que es más importante, su Voluntad) tiene y se expresa sólo a través de sus voceros autorizados (los poseedores e intérpretes de la Palabra), exactamente lo mismo que la curia vaticana y su jefe, el siervo de los siervos de dios. Así, la dignidad del individuo sólo se mide por su grado de participación en la Idea Nacional, en una nueva versión del “platonismo para el pueblo” (que se queda casi en “platonismo para el lumpenproletariat”).
