España

Unas lecciones de lógica. (A algunos les vendrán bien)

Me sorprende que a muchas personas les sorprenda lo que es insorprendente (Disculpen el juego de palabras).

El que anda como un pato, bebe y come como un pato y nada como un pato... ¿Qué es? (No me atrevo a asegurar que el cien por cien diga lo que es) = UN PATO.

Viene a cuento este “cuento” porque observo que muchas personas se asombran o sorprenden de que sus acciones provoque reacciones no esperadas por ellos, y que las consideren ilógicas. ¡Aviso a lectores! ¡Señores, que no se trata de analizar lo que es justo e injusto! Se trata de tener muy claras las consecuencias de nuestros actos.

Dice uno, que a su padre le “hostiaron” la policía en una manifestación Franquista. ¡Coño! Pues lo normal. ¡Qué es lo que esperabas! ¿Qué le sacaran a hombros?. Si en ese mismo instante hubiera estado comulgando en la parroquia de la Virgen de los Desamparados, le hubieran dado otra clase de “hostia”. Lo que quiero decir, es que por muy injusta que sea la bofetada que te den en una manifestación autorizada o no, lo más probable es que te la encuentres. ¡La hostia! No otra cosa. (Aunque algunos se hayan encontrado un jamón).

¿Qué es lo que se puede encontrar hoy un cubano, o no cubano, gritando en el malecón de La Habana y con una pancarta de que diga: Fidel Castro asesino? Seguro estoy que alguno que me lea, creerá que igual la policía Castrista le da explicaciones de buen grado y le invitan de buenas maneras que desista en su actitud y pliegue la pancarta.

Por eso me hacen gracia aquellos que se sorprenden que pasen las cosas derivadas de acciones que atentan contra la voluntad de otros. ¡Y vuelvo a repetir! Nada tiene que ver la justicia, injusticia o razón de las cosas. Las cosas suceden como consecuencias de los actos.

Cuando se legalizó el partido comunista en España, muchos jóvenes henchidos de un halo casi divino ante el advenimiento de que para ellos era la razón de la vida, pensaron o creyeron los muy cretinos, que con una pegatina en el pecho de la hoz y el martillo, se les iban a abrir todas las puertas de los negocios y de las empresas. Y doy fe, porque lo viví, que a algunos lo que se les cerraron fueron las puertas de sus empresas. ¡NECIOS!

Los “héroes”, cuando triunfan los suyos, y son merecedores de “la gloria”, como el Carrillo, el Felipe y el Guerra, el Peces Barbas, el Sabina y la Belén y la panda. Los de las pegatinas, a seguir pegando carteles y a seguir “lampando” a fin de mes.

¡Pero mira que son gilis!