España

Hoy he escuchado Industrial revolution I de Jean Michel Jarre e inevitablemente he recordado a Antonio Herrero. Era mi opción radiofónica para informarme. Una mañana me desperté y la noticia resultó especialmente desagradable: el poseedor de casi 2 tercios de las emisoras privadas de radio había decidido silenciarla porque criticaba al gobierno de ese partido que es de facto una más de las empresas del citado mafioso. Algo propio de dictaduras que ciertos liberticidas quieren confundir con una mera operación empresarial, algo que, sin ánimo de exagerar, se puede asimilar al fascismo por lo que tiene de impositivo y prohibitivo, algo que solo se explica en un gobierno que era conocido como el rodillo socialista.
Descanse en paz.