España
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¡Enhorabuena, señor Zapatero!
Enviado por el día 27 de Diciembre de 2005 a las 18:02
¡Enhorabuena señor Zapatero!
El gobierno actual, al frente del mismo el señor Zapatero, están legislando de tal manera que hay que reconocer, está llevando a la nación a unos estados de tranquilidad y bienestar que sin duda cuando culmine su obra habrá solucionado todos los problemas que España lleva soportando desde hace más de cinco siglos.
La unión en matrimonio de los homosexuales ya no es aquel desgarrador drama que hacía llevar por vericuetos infernales a un colectivo que clamaba al cielo sus desesperanzas. Gracias al “Príncipe de las Libertades” hoy son felices y comen perdices todos los gays y lesbianas de España. ¡Enhorabuena señor Zapatero!
También gracias a este “libertador”, una minoría de personas cuya identidad de alma es indefinida, y de ubicación en la configuración de las Españas que no corresponde a sus ansias, van a conseguir ¡por fin! su sueño eterno: SER UNA NACION. Ya no serán españoles. Definición que les ha costado lágrimas y heridas en el corazón. ¡Por fin serán sólo catalanes! ¡Enhorabuena señor Zapatero!
Por las enormes cualidades negociadoras de este “sostén” de los afligidos y desconsolados, ha conseguido España el éxito más redondo en la consecución de los fondos de cohesión comunitarios. La pérdida del 95% de los mismos es una acto de solidaridad que toda Europa ha aplaudido como la aportación más solidaria y generosa que un país ha hecho en la comunidad. ¡Enhorabuena señor Zapatero!
¡La obra más inmensa que va a realizar el “Príncipe de las emancipaciones” va a ser la erradicación del cáncer de pulmón! Ya veo la efigie de Zapatero en las plazas y calles de todas las naciones de la Península Ibérica con la siguiente inscripción: “Gracias a Él, la gente ya no tose”. ¡Enhorabuena señor Zapatero!
¡Sólo le queda una obra por culminar a este semidiós de los estólidos para llevar al paraíso jamás concebido por sus acólitos! Callar la voces de DIEZ millones de personas que osan contraponerse a sus inmensas bondades. Voces perversas, inicuas, malignas e ignominiosas que desde unas posiciones arcaicas y arcanas pretenden derribar la ingente obra de este “prócer de las manumisiones”. ¡Indignos! Pronto acallaré vuestras fauces con una ley que derribará vuestros siniestros designios. ¡Enhorabuena señor Zapatero!
El gobierno actual, al frente del mismo el señor Zapatero, están legislando de tal manera que hay que reconocer, está llevando a la nación a unos estados de tranquilidad y bienestar que sin duda cuando culmine su obra habrá solucionado todos los problemas que España lleva soportando desde hace más de cinco siglos.
La unión en matrimonio de los homosexuales ya no es aquel desgarrador drama que hacía llevar por vericuetos infernales a un colectivo que clamaba al cielo sus desesperanzas. Gracias al “Príncipe de las Libertades” hoy son felices y comen perdices todos los gays y lesbianas de España. ¡Enhorabuena señor Zapatero!
También gracias a este “libertador”, una minoría de personas cuya identidad de alma es indefinida, y de ubicación en la configuración de las Españas que no corresponde a sus ansias, van a conseguir ¡por fin! su sueño eterno: SER UNA NACION. Ya no serán españoles. Definición que les ha costado lágrimas y heridas en el corazón. ¡Por fin serán sólo catalanes! ¡Enhorabuena señor Zapatero!
Por las enormes cualidades negociadoras de este “sostén” de los afligidos y desconsolados, ha conseguido España el éxito más redondo en la consecución de los fondos de cohesión comunitarios. La pérdida del 95% de los mismos es una acto de solidaridad que toda Europa ha aplaudido como la aportación más solidaria y generosa que un país ha hecho en la comunidad. ¡Enhorabuena señor Zapatero!
¡La obra más inmensa que va a realizar el “Príncipe de las emancipaciones” va a ser la erradicación del cáncer de pulmón! Ya veo la efigie de Zapatero en las plazas y calles de todas las naciones de la Península Ibérica con la siguiente inscripción: “Gracias a Él, la gente ya no tose”. ¡Enhorabuena señor Zapatero!
¡Sólo le queda una obra por culminar a este semidiós de los estólidos para llevar al paraíso jamás concebido por sus acólitos! Callar la voces de DIEZ millones de personas que osan contraponerse a sus inmensas bondades. Voces perversas, inicuas, malignas e ignominiosas que desde unas posiciones arcaicas y arcanas pretenden derribar la ingente obra de este “prócer de las manumisiones”. ¡Indignos! Pronto acallaré vuestras fauces con una ley que derribará vuestros siniestros designios. ¡Enhorabuena señor Zapatero!