España

Es sobre todo, afrancesado. La irracionalidad pro-gabacha le corre por las venas.

Se corre con todo lo que huela a la Revolución francesa: liberté, egalité y fraternité, aux armes citoyens, los jacobinos y su sensibilidad social, el poder p'al pueblo y demás estupideces aldeanas.
Naturalmente, el episodio de la Vendeé, la dictadura de Robespierre y la traca final con el corso convertido en tirano son pequeñas incomodidades que se cuidan mucho de mencionar.

Es anticlerical, exaltado y de garrafón. Suele escandalizarse por ridiculeces tales como que un crucifijo esté presente en la ceremonia de toma de posesión del presidente del gobierno.

Es republicano, por supuesto. Se desgañitan como marujas lamentándose del triste destino que la guerra civil deparó a España, incluida la posterior transición y actual democracia.
Si hubiera ganado la República, estaríamos mucho pero mucho mejor. No importa que hoy día España esté pasando por la mejor etapa en toda su historia, la II República la habría mejorao. Estaba escrito.

Los más chiflados de la secta llevan el "argumento" al extremo y hacen un cocktail soltando que por supuesto si Napoleón hubiera conquistado España, este sería un país mejor ya que "se habrían acabado los absolutistas y los clericales" (y de paso los liberales, aunque esto no lo dicen).

Adoran, idolatran y se arrastran como lombrices que son, ante la simbología de la republicana española: la tricolor no se la toques, que te llamará fascista (en su analfabetismo, ignoran por completo la historia de la rojigualda). Ni se te ocurra calificar el himno de Riego como lo que es: una charanga cutre y casposa para borrachuzos que te llevarás otro tanto. A pesar de su afinidad por los símbolos, los fascistas son los otros, claro.

Ideológicamente, se sitúa en la socialdemocracia aunque no se cortan al alabar los logros sociales de la dictadura castrista ni en decir memeces como "el comunismo y el neoliberalismo en realidad son dos extremos". Por eso es burro como él solo. No entiende nada de nada y se guia solo por ideales palurdos y rousseaunianos sobre "el pueblo", la democracia, los derechos sociales etc.. Memeces políticamente correctas, basurilla hueca como la discriminación positiva, la excepción cultural, el desarrollo sostenible, el "neoliberalismo" simplemente porque le mola la pose y así juega a ser miembro del populacho en los pocos ratos libres de que disfruta por culpa de su agotadora profesión de funcionario.

En su forma de expresarse suele ser bastante ramploncete, analfabeto y faltón. Se deja llevar demasiado por los sentimientos. En realidad, dentro de ellos no hay nada presidido por la razón.

Adolece además de cierta debilidad por la exaltación cateta y cavernaria de la cultureta de su terruño. Como un nacionalista light estilo Celtíbera.

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