España
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Que Dios les ayude...
Enviado por el día 26 de Enero de 2006 a las 16:20
Esta noticia apareció en el diario La Prensa de ciudad de Panamá, hoy...
Panamá, jueves 26 de enero de 2006
AÚN NO HAN PEDIDO RESCATE. los españoles trabajaban en un proyecto ecoturístico.
El secuestro de los Colastra
Los secuestradores enviaron un mensaje claro: ‘pronto sabrán de nosotros, mientras tanto nadie hable’.
El sitio donde se dio el hecho está deshabitado, sin presencia policial panameña, solo hay guerrilleros.
La Prensa/Víctor Arosemena.
ENSENADA EL GUAYABO. Camastros donde dormía el grupo que acompañaba a los españoles secuestrados por la guerrilla colombiana625628
José Otero
jotero@prensa.com
Eran las 7:30 p.m., del pasado viernes 20 de enero, cuando luego de un fatigoso día de trabajo, José Vicente Colastra se bañaba tranquilamente en una quebrada cercana al sitio donde construía un centro investigativo en un sector selvático conocido como la ensenada de El Guayabo, a 25 minutos en lancha de la comunidad de Jaqué, provincia de Darién.
Al mismo tiempo, un grupo de 18 personas, en su mayoría indígenas de la etnia wounnan y desplazados colombianos que trabajaban para el médico naturista español en su proyecto, jugaban un partido de dominó, tomaban café y otros estaban a punto de acostarse en sus rudimentarias camas hechas de madera a la intemperie. De pronto la tranquilidad del lugar se vio estremecida por agudos gritos y disparos al aire. Un grupo de hombres armados, varios de ellos con pasamontañas y con acento colombiano, preguntó ¡quién es el jefe aquí!
Los colocan boca abajo
A punta de armas, los indígenas y los desplazados fueron colocados boca abajo en la arena, hasta que una voz en la oscuridad dijo: \"el jefe es el doctor Colastra y se está bañando en la quebrada\". ¡Pues búsquelo de una vez!, le ordenó uno de los encapuchados armados. El médico español, que se bañaba desnudo en el riachuelo, fue conducido a la fuerza junto a sus compañeros por dos de los irregulares armados, luego éstos alumbraron con una linterna al resto del grupo que estaba acostado en la arena, logrando identificar de esta manera a Sergio, de 30 años de edad, cineasta de profesión y además uno de los nueve hijos del doctor Colastra.
Panamá, jueves 26 de enero de 2006
AÚN NO HAN PEDIDO RESCATE. los españoles trabajaban en un proyecto ecoturístico.
El secuestro de los Colastra
Los secuestradores enviaron un mensaje claro: ‘pronto sabrán de nosotros, mientras tanto nadie hable’.
El sitio donde se dio el hecho está deshabitado, sin presencia policial panameña, solo hay guerrilleros.
La Prensa/Víctor Arosemena.
ENSENADA EL GUAYABO. Camastros donde dormía el grupo que acompañaba a los españoles secuestrados por la guerrilla colombiana625628
José Otero
jotero@prensa.com
Eran las 7:30 p.m., del pasado viernes 20 de enero, cuando luego de un fatigoso día de trabajo, José Vicente Colastra se bañaba tranquilamente en una quebrada cercana al sitio donde construía un centro investigativo en un sector selvático conocido como la ensenada de El Guayabo, a 25 minutos en lancha de la comunidad de Jaqué, provincia de Darién.
Al mismo tiempo, un grupo de 18 personas, en su mayoría indígenas de la etnia wounnan y desplazados colombianos que trabajaban para el médico naturista español en su proyecto, jugaban un partido de dominó, tomaban café y otros estaban a punto de acostarse en sus rudimentarias camas hechas de madera a la intemperie. De pronto la tranquilidad del lugar se vio estremecida por agudos gritos y disparos al aire. Un grupo de hombres armados, varios de ellos con pasamontañas y con acento colombiano, preguntó ¡quién es el jefe aquí!
Los colocan boca abajo
A punta de armas, los indígenas y los desplazados fueron colocados boca abajo en la arena, hasta que una voz en la oscuridad dijo: \"el jefe es el doctor Colastra y se está bañando en la quebrada\". ¡Pues búsquelo de una vez!, le ordenó uno de los encapuchados armados. El médico español, que se bañaba desnudo en el riachuelo, fue conducido a la fuerza junto a sus compañeros por dos de los irregulares armados, luego éstos alumbraron con una linterna al resto del grupo que estaba acostado en la arena, logrando identificar de esta manera a Sergio, de 30 años de edad, cineasta de profesión y además uno de los nueve hijos del doctor Colastra.
Re: Que Dios les ayude...
Enviado por el día 26 de Enero de 2006 a las 16:22
Lo que a la Policía Nacional le ha costado cinco días confirmar, lo sabían los vecinos de Jaqué (Darién) desde las 6:00 a.m. del pasado sábado.
El relato de las 18 personas que acompañaban a los españoles José Vicente Colastra, de unos 52 años, y su hijo Sergio, de 30, era claro. Insurgentes colombianos, armados y vestidos de civil, llegaron a las 7:45 p.m. a la ensenada de El Guayabo, a unos 30 minutos al este de Jaqué, preguntaron quién era "el jefe del grupo", y una vez que identificaron a José Vicente, capturaron también a su hijo, robaron gasolina y huyeron de la zona dando instrucciones al asustado grupo de que no regresaran a Jaqué hasta entrada la mañana.
Las personas que conformaban el equipo, que construía un centro de turismo medicinal y protección ambiental, responden con negativas rotundas a las preguntas de los periodistas, y los vecinos los justifican: "Hay mucho miedo, los armados les dijeron que cuidado hablaban porque hay informantes en el pueblo". Otros, daban razones de largo plazo: "ustedes se van, pero nosotros nos quedamos y esta presencia policial desaparece en unos días, cuando se acabe el show".
José Vicente Colastra vivía en Panamá desde hace años y fue en 2004 cuando se enamoró de la ensenada de El Guayabo, un paradisíaco y remoto lugar donde este médico naturista encontró lo que soñaba: plantas medicinales, arena con propiedades terapéuticas y amigos dispuestos a ceder la tierra para un proyecto de desarrollo impulsado por la organización no gubernamental que Colastra había creado en Panamá, Tierra Viva.
Ayer, cuando los agentes de policía trataban de impedir el movimiento de lanchas hacia El Guayabo, aún se podía ver el bote nuevo que José, como le llaman en Jaqué, había mandado a fabricar, pintar de verde y blanco y bautizar como Tierra Viva 1.
A la vista de los visitantes, no se podía observar ningún movimiento operativo de la Policía fuera de lo normal.
El relato de las 18 personas que acompañaban a los españoles José Vicente Colastra, de unos 52 años, y su hijo Sergio, de 30, era claro. Insurgentes colombianos, armados y vestidos de civil, llegaron a las 7:45 p.m. a la ensenada de El Guayabo, a unos 30 minutos al este de Jaqué, preguntaron quién era "el jefe del grupo", y una vez que identificaron a José Vicente, capturaron también a su hijo, robaron gasolina y huyeron de la zona dando instrucciones al asustado grupo de que no regresaran a Jaqué hasta entrada la mañana.
Las personas que conformaban el equipo, que construía un centro de turismo medicinal y protección ambiental, responden con negativas rotundas a las preguntas de los periodistas, y los vecinos los justifican: "Hay mucho miedo, los armados les dijeron que cuidado hablaban porque hay informantes en el pueblo". Otros, daban razones de largo plazo: "ustedes se van, pero nosotros nos quedamos y esta presencia policial desaparece en unos días, cuando se acabe el show".
José Vicente Colastra vivía en Panamá desde hace años y fue en 2004 cuando se enamoró de la ensenada de El Guayabo, un paradisíaco y remoto lugar donde este médico naturista encontró lo que soñaba: plantas medicinales, arena con propiedades terapéuticas y amigos dispuestos a ceder la tierra para un proyecto de desarrollo impulsado por la organización no gubernamental que Colastra había creado en Panamá, Tierra Viva.
Ayer, cuando los agentes de policía trataban de impedir el movimiento de lanchas hacia El Guayabo, aún se podía ver el bote nuevo que José, como le llaman en Jaqué, había mandado a fabricar, pintar de verde y blanco y bautizar como Tierra Viva 1.
A la vista de los visitantes, no se podía observar ningún movimiento operativo de la Policía fuera de lo normal.