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El Opus Dei: camino a ninguna parte, o el Infierno en la tierra...
Enviado por el día 21 de Febrero de 2006 a las 01:39
Son cerrados como piedras –no mis padres, pobres, en el fondo ellos no tienen la culpa; la culpa es de los del O.D., que son quienes dan las consignas sobre lo que se debe hacer, decir, pensar- y eso provoca muchos problemas familiares. Las que arman como alguno no se case, o algún nieto no haga la comunión... nos tienen a todos fingiendo y todos los años toca algún bautizo o comunión. Y ya verás cuando algún nieto, que ya los hay bastante creciditos, se ponga a vivir con su novia o algo así. Son capaces de dejar de hablar conmigo o con alguno de mis hermanos si no nos casamos por la iglesia y todas esas cosas, y no se acaba nunca, ahora los que tienen que ir por el buen camino, son los nietos. Es prácticamente imposible llevarse bien con ellos por culpa de su fanatismo con la forma de vivir según el Opus way of life. Y mira que les quiero, y ellos a nosotros, pero es como un muro, una barrera que pone el O.D. entre ellos y nosotros, sus hijos.
Son los daños colaterales.
En mi caso, ya veis el resultado: somos ocho, y todos a tratamiento psiquiátrico
Eso si, cara al exterior somos una familia modelo, nos llevamos muy bien, y nos tenemos ese tipo de relación que se crea en las cárceles entre compañeros de celda.
Hace poco, al cumplir las bodas de oro, hasta fuimos a Roma todos juntos a ver al Papa y al Padre actual, D. Javier Echevarría. Hacia 25 años, habíamos hecho lo mismo -estaba Alvaro del Portillo- ¡Menudo palacete tienen!
Son los daños colaterales.
En mi caso, ya veis el resultado: somos ocho, y todos a tratamiento psiquiátrico
Eso si, cara al exterior somos una familia modelo, nos llevamos muy bien, y nos tenemos ese tipo de relación que se crea en las cárceles entre compañeros de celda.
Hace poco, al cumplir las bodas de oro, hasta fuimos a Roma todos juntos a ver al Papa y al Padre actual, D. Javier Echevarría. Hacia 25 años, habíamos hecho lo mismo -estaba Alvaro del Portillo- ¡Menudo palacete tienen!
Re: El Opus Dei: camino a ninguna parte, o el Infierno en la tierra...
Enviado por el día 21 de Febrero de 2006 a las 01:40
Al del Portillo no lo recuerdo muy bien, solo la impresión que me causó ver cómo mi padre se abalanzaba y arrodillaba para besarle el anillo. Nos regaló unos rosarios –serán tacañetes, con la de kilos que les lleva dados mi padre, y de regalo un rosario de los baratos...- y caramelos a los dos pequeños.
Tengo mucho más fresco el recuerdo de la audiencia con el Excelentisimo Alteza Real Don Javier Echevarría. Me recordó el pompo y bombo que se daban en las novelas de la época de los Borgia, con tanto preámbulo, que si la secretaria, el ayudante, ... como si estuviésemos a punto de ver no al Papa, al mismo Dios.
Primero, una hora esperando en una sala de esas tan típicas con la mesilla, las sillas tipo “confidencias” y montones de revistas y folletos desperdigados por todas partes. Luego llega una señora, y nos dice desde cómo tenemos que saludar, que no hablemos -sólo si nos pregunta-, que no nos sentemos ninguno en el super sillón, que ése era su sitio, y no sé cuántas instrucciones más nos dio la moza esa.
Y luego de esperar en otro sitio distinto mas tiempo, apareció ¡oh la la! con aires de gran faraón el Padre en persona, ofreciendo su anillo para que lo besáramos -cosa que yo, por cierto, no hice; tuve miedo de caerme al suelo si andaba haciendo malabarismos-. Le debimos de caer algo mal. Bueno, y no me extraña, ya que mis dos hermanos con problemas de alcohol estaban algo chispas, y yo me había colocado con una planta de efectos alucinógenos –de ahí el miedo a perder el equilibrio-, por lo que se encontró con caras que no eran de éxtasis por verle a él precisamente.
Tengo mucho más fresco el recuerdo de la audiencia con el Excelentisimo Alteza Real Don Javier Echevarría. Me recordó el pompo y bombo que se daban en las novelas de la época de los Borgia, con tanto preámbulo, que si la secretaria, el ayudante, ... como si estuviésemos a punto de ver no al Papa, al mismo Dios.
Primero, una hora esperando en una sala de esas tan típicas con la mesilla, las sillas tipo “confidencias” y montones de revistas y folletos desperdigados por todas partes. Luego llega una señora, y nos dice desde cómo tenemos que saludar, que no hablemos -sólo si nos pregunta-, que no nos sentemos ninguno en el super sillón, que ése era su sitio, y no sé cuántas instrucciones más nos dio la moza esa.
Y luego de esperar en otro sitio distinto mas tiempo, apareció ¡oh la la! con aires de gran faraón el Padre en persona, ofreciendo su anillo para que lo besáramos -cosa que yo, por cierto, no hice; tuve miedo de caerme al suelo si andaba haciendo malabarismos-. Le debimos de caer algo mal. Bueno, y no me extraña, ya que mis dos hermanos con problemas de alcohol estaban algo chispas, y yo me había colocado con una planta de efectos alucinógenos –de ahí el miedo a perder el equilibrio-, por lo que se encontró con caras que no eran de éxtasis por verle a él precisamente.
Re: Re: El Opus Dei: camino a ninguna parte, o el Infierno en la tierra...
Enviado por el día 21 de Febrero de 2006 a las 01:42
Y como tonto no es, nos caló a la primera, y se le notaba incómodo. Tuvo un detalle muy feo: mi madre, le solicitó, al despedirnos, que pidiera por sus intenciones esa noche al rezar, pero él dijo que nones, que ya rezaba todos los días por todos sus hijos. ¡Pobre mi madre! ¡Con lo fácil que hubiera sido decirle “si, hija mía, cuenta con mis oraciones de hoy” o algo así, va y le pega un corte bien pegado, como venganza –me pareció a mí- a las risitas y miraditas que los tres hermanos “colocados” estábamos haciendo de forma tan irrespetuosa . Nos regaló los rosarios y en 5 minutos nos despachó que seguro que tenía que hacer cosas importantísimas como ir a pegarse una buena cena o yo que sé.
Recuerdo que mi hermano -el del alcohol-, cuando una auxiliar nos devolvió los abrigos después de la audiencia con el "Padre" va y me dice a voces: "Oye, mira bien los bolsillos que igual te falta algo je je", mientras él contaba las liras por si le habían metido mano en la cartera juas juas.
Pero esas pequeñas risas, no compensan una vida marcada por esa rigidez, ese despotismo, eso que todos conoceis mucho mejor que yo...
En fin, si mis padres no hubieran conocido nunca al Opus, a lo mejor no estábamos los 8 pagando psiquiatras para intentar "arreglarnos".
Y nada mas. Gracias por vuestro esfuerzo manteniendo este foco de verdades, y aqui queda el testimonio de un afectado por daños colaterales.
C. de C.
Recuerdo que mi hermano -el del alcohol-, cuando una auxiliar nos devolvió los abrigos después de la audiencia con el "Padre" va y me dice a voces: "Oye, mira bien los bolsillos que igual te falta algo je je", mientras él contaba las liras por si le habían metido mano en la cartera juas juas.
Pero esas pequeñas risas, no compensan una vida marcada por esa rigidez, ese despotismo, eso que todos conoceis mucho mejor que yo...
En fin, si mis padres no hubieran conocido nunca al Opus, a lo mejor no estábamos los 8 pagando psiquiatras para intentar "arreglarnos".
Y nada mas. Gracias por vuestro esfuerzo manteniendo este foco de verdades, y aqui queda el testimonio de un afectado por daños colaterales.
C. de C.