España

Año de la Memoria Hemipléjica (versión constructivista para alumnos de la ESO):
http://www.congreso.es/

Contribución a la edición íntegra de la Memoria Histórica (de la mía también, ¡qué c...!):

Don Narciso Esténaga Echevarría, obispo de Ciudad Real.

Don Narciso Esténaga Echevarría, que fuera obispo de ciudad Real, nació en Logroño el 29 de octubre de 1882. Tras quince años de ejercer el sacerdocio fue nombrado para el obispado de Ciudad Real en diciembre de 1922, cuando contaba con cuarenta años de edad. El 18 de julio de 1936 “ciudadanos” que “defendían la libertad y profesaban convicciones democráticas” se hicieron con el poder en la ciudad. El gobernador civil, Germán Vidal Barreiro, seguidor de Casares Quiroga, y “ciudadano” que “defendían la libertad y profesaban convicciones democráticas” permitió una situación equívoca, alternando las masacres más sanguinarias con intervalos de calma. Hasta primeros de agosto, en que permaneció la Guardia Civil en la capital, la vida del obispo no pareció peligrar. Pero luego la guardia civil fue trasladada a Madrid. El 13 de agosto fue obligado a abandonar su morada, juntamente con su capellán, Julio Melgar, por “ciudadanos” que “defendían la libertad y profesaban convicciones democráticas”, instalándose en casa de Saturnino Sánchez Izquierdo, quien pagaría con la vida tal hospitalidad. En la mañana del 22 de agosto se detuvieron frente a la casa de don Saturnino dos automóviles, de los que bajaron unos “ciudadanos” que “defendían la libertad y profesaban convicciones democráticas”, que reclamaron al obispo entre golpes e insultos a los habitantes de la vivienda. No se hicieron esperar monseñor Esténaga y su capellán, subiendo ambos al coche. Aquella misma tarde fueron encontrados sus cadáveres acribillados en las cercanías de Peralvillo del Monte, a orillas del Guadiana y a ocho kilómetros de Ciudad Real. Cabe atribuir el hecho a un fenómeno meteorológico inusitado, dado que en la zona “republicana” se respetaba estrictamente la legalidad republicana (no así en el espacio dominado por las hordas fascistas), los derechos humanos (no así en el espacio dominado por las hordas fascistas), y ninguna categoría de ciudadanos se había convertido en especie cinegética (no así en el espacio dominado por las hordas fascistas).