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¿Quién es ZP para manipular la historia?
Enviado por el día 3 de Mayo de 2006 a las 17:43
¿Quién es ZP para manipular la historia?
”Sólo desde el más acérrimo resentimiento y desde la más profunda estulticia se pueden entender las acciones de un indigente intelectual”.
Qué el señor Zapatero utilice el poder que le han dado las urnas bajo la terrible sospecha de ser elegido por unos acontecimientos que sin ninguna duda cambiaron el rumbo de aquellas elecciones, para manipular a su antojo la Historia de España, y acometer acciones a todas luces inconstitucionales, como pretender la indisolubilidad de un estado con más de 500 años de antigüedad, sólo es posible como dije al principio, de un chiflado lleno de odios y rencores hacia aquello que según su sacro criterio es dañino para la sociedad.
¿Es que un presidente de gobierno tiene plena potestad para gobernar según sus caprichos?
Por lo visto si. Al señor Zapatero no le sirven los modelos de estado en donde primen las razones del mercado internacional y las vías del progreso; a este ignorante de la política occidental, le sirven las pautas de sistemas rancios y añejos basados en falacias y falsas esperanzas para los que nunca llegarán a lograr sus reivindicaciones por las vías de las utopías que este visionario quiere crear.
Sin embargo es muñeco de fácil manejo para los que se sirven de sus ineptitudes, y vana y falsa esperanza para los que de buena fe siguen creyendo en el maná prometido por este pensador mendicante.
Como todos los iluminados cree que su luz es el único haz que dará el resplandor que alumbrará el mundo, y que sus irradiaciones cegarán a los que se opongan a sus devaneos. ¡Esta especie de dios quiere cambiar la historia por el simple motivo que no le gusta como se escribió! Y con la colaboración de su cohorte celestial nos impondrá un Nuevo Testamento. ¡Aleluya!
Lo triste, lo que este mendigo de la política no puede entender, que su historia si que no la podrá cambiar, porque la está escribiendo con tantos borrones que pasará desapercibida para las generaciones venideras, o a lo sumo servirá para que los estudiantes de ciencias políticas sepan lo que no se debe hacer.
”Sólo desde el más acérrimo resentimiento y desde la más profunda estulticia se pueden entender las acciones de un indigente intelectual”.
Qué el señor Zapatero utilice el poder que le han dado las urnas bajo la terrible sospecha de ser elegido por unos acontecimientos que sin ninguna duda cambiaron el rumbo de aquellas elecciones, para manipular a su antojo la Historia de España, y acometer acciones a todas luces inconstitucionales, como pretender la indisolubilidad de un estado con más de 500 años de antigüedad, sólo es posible como dije al principio, de un chiflado lleno de odios y rencores hacia aquello que según su sacro criterio es dañino para la sociedad.
¿Es que un presidente de gobierno tiene plena potestad para gobernar según sus caprichos?
Por lo visto si. Al señor Zapatero no le sirven los modelos de estado en donde primen las razones del mercado internacional y las vías del progreso; a este ignorante de la política occidental, le sirven las pautas de sistemas rancios y añejos basados en falacias y falsas esperanzas para los que nunca llegarán a lograr sus reivindicaciones por las vías de las utopías que este visionario quiere crear.
Sin embargo es muñeco de fácil manejo para los que se sirven de sus ineptitudes, y vana y falsa esperanza para los que de buena fe siguen creyendo en el maná prometido por este pensador mendicante.
Como todos los iluminados cree que su luz es el único haz que dará el resplandor que alumbrará el mundo, y que sus irradiaciones cegarán a los que se opongan a sus devaneos. ¡Esta especie de dios quiere cambiar la historia por el simple motivo que no le gusta como se escribió! Y con la colaboración de su cohorte celestial nos impondrá un Nuevo Testamento. ¡Aleluya!
Lo triste, lo que este mendigo de la política no puede entender, que su historia si que no la podrá cambiar, porque la está escribiendo con tantos borrones que pasará desapercibida para las generaciones venideras, o a lo sumo servirá para que los estudiantes de ciencias políticas sepan lo que no se debe hacer.