España

Tras la caída del muro de Berlín en 1989 y la posterior descomposición de la URSS, el “socialismo real” estuvo diez años sin levantar cabeza, sin saber bien como reaccionar, que rumbo seguir.

En el socialismo real, incluyo también a muchos intelectuales de izquierda de los países occidentales que, en teoría, aceptan las democracias liberales en las que viven y de cuyas libertades se aprovechan pero que, en realidad siguen siendo los grandes propagandistas (Noam Chomski por ejemplo) de esa forma de dirigir el mundo que provocó la mayor tragedia del S. XX con más de cien millones de muertos y que hoy en día todavía no ha sido erradicada (Cuba, China, Corea del Norte, etc.)

Pero estos países, a pesar de lo que se diga, no son los preocupantes para las democracias liberales occidentales. Lo que de verdad es preocupante son los movimientos internos de esas democracias, que las llevan a convertirse en muchos casos en estados totalitarios, véase actualmente Venezuela. Estos movimientos internos están organizados globalmente como bien nos hace ver Jean Francois Revel en su libro “La gran mascarada”. Representan a ese “socialismo real” titubeante de la década posterior al desmembramiento de la URSS que surge de nuevo con fuerza bajo diferentes disfraces. Son disfraces utilizados para parecer atractivos a la sociedad actual, tales como el movimiento ecologista, el movimiento anti-globalización, el movimiento pacifista y antimilitarista, el antiamericanismo, el tercermundismo, el Foro Social Mundial, etc.

Actualmente podemos ver lo peligroso que son este tipo de movimientos que utilizando el populismo, el victimismo y la demagogia se están extendiendo ya por muchos países, sobre todo de Hispanoamérica, y que siempre terminan con la ruina de los ciudadanos y con el final del estado de derecho tal y como lo conocemos. Tenemos el ejemplo claro de Bolivia y de su nuevo gobierno que siguiendo los pasos de Venezuela y con toda seguridad apoyado económicamente por Hugo Chávez, las primeras medidas que toma son la expropiación de los medios de producción, siguiendo el credo socialista y empezando así su progresivo abandono de la democracia (por otra parte esto no debería extrañarle a nadie puesto que el nombre del partido del gobierno es MAS, movimiento al socialismo).

¡Qué pena me da ver la situación de nuestros hermanos hispanoamericanos!

Bueno... pues en esta situación global nos encontramos, mientras vemos que nuestro presidente del gobierno es enemigo de los USA, pacifista, ecologista, feminista, rojo, utópico, populista, demagogo y además, como hoy ha dicho Evo Morales, amigo estratégico de Bolivia, de Venezuela y de Cuba. ¡Viva la república!



Nota aclaratoria: Utilizo la expresión ¡viva la república! en el sentido que todavía se sigue utilizando en muchas zonas de España y que viene a decir que esto es un caos y un cachondeo.