España

ETA acaba de dejar de nuevo en ridículo al Gobierno de zETAp, al afirmar en una entrevista en Gara, que continúa extorsionando a los empresarios vascos y navarros como parte de su labor de financiación y aprovisionamiento.
Con lo que hay que concluir que ETA sigue a lo suyo, pero ahora con la seguridad de que, haga lo que haga, el PSOE dará un versión de los hechos que le favorece. El penúltimo ejemplo lo vimos hace unos días, cuando Pepiño Blanco se transmutó en exégeta de Otegui, para anunciarnos que el portavoz batasuno pedía perdón por los crímenes etarras y su nula compasión con sus víctimas. Ni veinticuatro horas tardó en ser desmentido por tan locuaz personaje
¿Qué sabe ETA de ti, Presidente? ¿Es verdad que te tiene cogido por los vagones?

Me he tomado el trabajo de leer, subrayando, la entrevista que ETA se hace a sí misma en su diario insignia.

Ya sé que, como es natural, a una parte de los participantes en el foro les estorba lo negro. Basta haber tenido 10 años en 1975 para que, formados bajo una avalancha de mentiras y de propaganda en instituciones dominadas por marxistas (muchos de ellos ni lo saben que su visión del mundo es marxista, el profesor de religión católica de mi hija y párroco era más marxista que yo, que ya lo era, y mucho, en aquel tiempo) para que los menores de 46 años hayan tenido que atravesar dificultades sin cuento para tener una idea de lo que pasó en España en el siglo XX. No vamos a pedir que se lea la tal entrevista: la mayoría se atendrá a las televisiones, radios y diarios polanquistas y satélites.

Naturalmente, una vez leída la tal entrevista salen cuatro idea claras, que los asesinos repiten machaconamente:

Que el Gobierno “español” (ellos dicen español, es curioso) está enterado de todo. No dicen nada de las conversaciones habidas. Simplemente, machaconamente, reiteradamente, dicen que el gobierno sabe a qué atenerse.

Que no hay nada que hacer sin una “solución democrática” (esto en el contexto de su discurseo significa de forma absolutamente precisa “independencia”) y una “solución que tenga en cuenta la territorialidad” (esto en el contexto de su discurseo significa de forma absolutamente precisa “entrega de Navarra atada de pies y manos”) y que el gobierno de Madrid está perfectamente informado.

Que no hay ni que soñar que ellos vayan a “integrarse en el marco actual ni nada que se le parezca”. Cuando se les advierte que algunos hablan del “último tren” recuerdan que “llevan muchísimos años en el mismo tren” y que están dispuestos a seguir en él lo que haga falta, y que el gobierno de Madrid está perfectamente informado.

Que no hay ni que soñar que su “alto el fuego permanente” sea un “alto el fuego definitivo” ni un “alto el fuego universal”. Repiten que la lucha continúa, que el “alto el fuego no es definitivo”, sino que se mantendrá mientras sirva a su estrategia y que “alto el fuego no es universal”, es decir, que las necesidades económicas de la lucha por la liberación de Euskal Herria siguen siendo las mismas y seguirán extorsionando, chantajeando, amenazando y cobrando el “impuesto revolucionario” igual que siempre, así como que el gobierno de Madrid está perfectamente informado, e igualmente que los últimos atentados no son ataques, son actos de legítima defensa y que hay que prever que seguirán produciéndose mientras no se reconozcan los “derechos” del “pueblo vasco” (es decir, independencia y entrega de Navarra), y de nuevo que el gobierno de Madrid está perfectamente informado.

¿Qué tiene de extraño que, ya perfectamente neutralizado el Partido Popular y convertido en un quejumbroso “partido Kasandra” absolutamente inerme y entregado a la propaganda de los que quieren resucitar, con la “memoria histórica” hemipléjica y arrojadiza, a Juan Negrín y al general Alexander Orlov, el único enemigo a abatir sea para el PSOE el conjunto de asociaciones que mantienen en alguna medida la idea del respeto a los Derechos Humanos? Y, claro, en primerísimo lugar, la AVT. Le han lanzado ya varios torpedos y les van a lanzar otros más gordos.

Cuando digo Derechos Humanos no me refiero, claro está, a los redactados bajo la inspiración de Eleanor Roosevelt y los sicarios de Stalin Alexandre Bogomolov y Alexei Pavlov.