España

—— RESOLUCIÓN NÚM. 11/2005 ——
DEL PLENO DE LA ASAMBLEA, SOBRE PROPOSICIÓN NO DE LEY 28/2005 RGEP.2241

El Pleno de la Asamblea de Madrid, en su sesión ordinaria celebrada el día 5 de mayo de 2005, previo debate de la Proposición No de Ley 28/2004

RGEP.2241, presentada por el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida, aprobó la siguiente RESOLUCIÓN
La Asamblea de Madrid insta al Gobierno de la Comunidad de Madrid para que inste al Gobierno de la Nación a proceder de manera inmediata a la rehabilitación ciudadana y democrática de la figura de Julián Grimau, incluyendo la indemnización que corresponda, como hombre que padeció la represión del régimen franquista por defender la libertad y por profesar convicciones democráticas.

Sede de la Asamblea, 5 de mayo de 2005.
La Presidenta de la Asamblea
CONCEPCIÓN DANCAUSA TREVIÑO

Diario de sesiones de la Asamblea de Madrid/Nº 424/5 de mayo de 2005 12315

Lo de atribuírme mi parte alícuota de la cochambre y la miseria se debe a que voté al PSOE varias veces en los años ochenta y luego al PP para sacar a Felipe González de la Moncloa (¡mea culpa!).

La Sra. PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Marín, en representación del Grupo Parlamentario Izquierda Unida, para la defensa de la proposición no de ley por tiempo máximo de quince minutos.

El Sr. MARÝN CALVO: España, 9 de noviembre de 1962, año vigésimo tercero de la paz de Franco, la prensa madrileña informa de que el comunista Julián Grimau se ha caído desde una ventana de la Dirección General de Seguridad franquista, por la que se ha tirado cuando estaba siendo interrogado. Los jueces franquistas le acusan, además, de un delito de tentativa de suicido. Así relata el Foro por la Memoria Histórica en su página web lo ocurrido ese día. Señorías, alguien puede preguntarse por qué una vez más Izquierda Unida presenta una iniciativa sobre hechos terribles acaecidos en el franquismo. Para mí y para mucha gente la respuesta es clara: después de 27 años de democracia en este país aún persisten símbolos, calles, placas, estatuas, y, lo que es peor, fosas comunes, vidas de personas que no han sido todavía rehabilitadas después de sufrir innumerables horrores en esa larga y tenebrosa noche que fue el franquismo. Mientras en Alemania o Italia, países que también tuvieron regímenes fascistas, ha desaparecido toda su simbología, se ha condenado el fascismo y se han rehabilitado los nombres de todos aquellos, mujeres y hombres, que fueron asesinados, encarcelados y torturados por esos regímenes, en España tímidamente se han dado pasos con mucho esfuerzo, también en este Parlamento, para ir paliando tanto sufrimiento, tanta injusticia, tanto horror y tanto olvido histórico. Es necesario que, de una vez por todas, se rehabilite la memoria de las víctimas del franquismo, parece ser que va a ser así, se hará una rehabilitación moral, simbólica y solemne; está bien, muy bien, pero a nosotros nos parece insuficiente. Hay que incluir también la revisión de las sentencias de los consejos de guerra y de los procesos incoados en la etapa franquista, y así lo van a proponer cuando se debata este tema en el Congreso de los Diputados por los compañeros allí presentes, porque, si no, la memoria de las personas como Julián Grimau seguirán sufriendo la ignominia de un juicio, de una sentencia espantosa en lo jurídico y en lo político.

Ésta, Señorías, no es la primera iniciativa que se hace para hacer justicia a Julián Grimau, pero sí espero que sea la última. Julián Grimau fue detenido por la policía franquista, la Brigada Político-Social, el 7 de noviembre de 1962; su delito: ser comunista, ser un luchador antifranquista y luchar por la libertad, por la democracia arrebatada por las armas en contra del Gobierno legítimo de la República. Grimau fue torturado brutalmente en la Dirección General de Seguridad, hoy casa del Gobierno de la CAM, y al no conseguir que hablara fue arrojado desde una ventana del edificio al patio interno, simulando un suicidio; como no murió, fue curado. Mayor prueba de crueldad no puede existir. Fue llevado a juicio el 18 de abril de 1963, sin pruebas ni testimonios directos y condenado a la pena de muerte. Este juicio, como todos los del franquismo, fue una burla a la verdad y a la democracia, pero éste en particular vulneró hasta las propias leyes ilegales franquistas, hubo una quiebra absoluta del régimen de garantías, no había imparcialidad en los jueces militares y existía una indefensión total del acusado. Grimau fue juzgado por un tribunal militar, de acuerdo con la Ley de Responsabilidades Políticas de 1939, la llamada Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo, y se le aplicaron preceptos del código de Justicia Militar de 1880. Los juicios militares en aquellos años, Señorías, no exigían que los miembros del tribunal fueran letrados, sólo militares; lo que sí se exigía para cumplir con los derechos de los procesados era que el vocal ponente debía ser obligatoriamente abogado, y ésta es la primera irregularidad dentro de las ya irregulares leyes franquistas: el vocal ponente encargado de asesorar al tribunal militar en temas legales no era abogado; se hacía pasar por letrado, y años después fue condenado a una pequeña pena, pero no por este juicio, sino por delitos comunes. Si los juicios del régimen franquista fueron todos ilegales, pues era un régimen ilegal, el de Julián Grimau roza el trágico esperpento.

Para justificar su asesinato se le juzgó por dos delitos de adhesión a la rebelión militar y otro de rebelión militar; curiosa acusación de los que habían sido precisamente los rebeldes. De cualquier manera, de haber cometido estos delitos, según el Régimen, habría sido durante la Guerra Civil, 25 años antes de ser juzgado. Si a Grimau se le hubiesen aplicado las leyes vigentes en el momento de ser juzgado, no habría podido ser condenado, porque esas leyes ya estaban prescritas. Como decía antes, un trágico esperpento de juicio, con la única finalidad de que fuera asesinado legalmente. Julián Grimau fue ejecutado por el pelotón de fusilamiento para dar ejemplo y atemorizar al nuevo movimiento obrero, a las luchas estudiantiles y a cualquier conato de oposición al régimen. Señorías, ni queremos abrir la triste historia del franquismo ni queremos ninguna revancha; queremos que esta historia se cierre de una vez y sea eso: historia; no un presente donde las víctimas del franquismo, como Julián Grimau, en este caso, sigan indefensas en la memoria soportando unas acusaciones falsas y falaces para justificar un periodo, una época de dictadura fascista terrible. No hay que olvidar que fuimos los comunistas los primeros en proponer la reconciliación nacional, 1956; se nos fusiló, torturó y encarceló. Pero seguimos apostando y defiendo nuestro papel en la transición con todos los aciertos y con todos los errores que cometiéramos. Y hoy, desde Izquierda Unida, desde nuestra pluralidad de pensamiento en la izquierda, seguimos y seguiremos pidiendo justicia para quien no la tuvo y éste es el caso de Julián Grimau. Voy a terminar, SS.SS., con un soneto y una consideración, el soneto escrito por Antón Salamanca -ése era su nombre clandestino-, del gran escritor Alfonso Sastre, que de manera sarcástica escribió a la muerte de Julián Grimau: “Que haya un cadáver más, qué importa al mundo?”; pero el mundo se agita y se remueve. En el 1939 se fusilaba más sin tanto inmundo protestar de masones, liberales , comunistas, socialistas, democristianos, escritores borrachos, italianos, gentes de mal vivir, y radicales. Pero, además, ¿qué pasa? ¿Qué presentas, mundo, como protesta, inoportuno? ¿Te parece tan grave, pues, la cosa? ¿Tanta importancia tiene a fin de cuentas que sea un millón o un millón y uno los muertos de una guerra tan gloriosa? Sí, nos importa y nos debe importar a todos un muerto más, terrible, de esa época. Señorías, he sido, creo, exquisito en mi exposición. No ha salido de mi boca ni un solo nombre y hay bibliografía extensa. Sólo los hechos, tal como fueron, son ahora ustedes los que tienen que juzgar. Voten a favor porque haciéndolo están contribuyendo a cerrar una de las heridas más vivas y candentes de éste terrible periodo histórico. Muchas gracias. (Aplausos en los bancos de los Grupos Parlamentarios de Izquierda Unida y Socialista.)

no sin dejar de recomendar encarecidamente la lectura de este otro de su misma condición:

http://www.ebbemunk.dk/stalin/krushchev1.html

Se puede elegir idioma en

http://www.ebbemunk.dk/index.html

Naturalmente las "víctimas" a las que se refiere se lo merecieron y bien está lo que sufrieron en la Butyrka, la Lubianka, Lefortovo o Sujanovka. Pero hubo otros millones de los que ese infame no habla. Eso son los míos. Por ellos, en parte escribo.

El huérfano de Lenin: “después de 27 años de democracia en este país aún persisten símbolos, calles, placas, estatuas”.

Glosa: ¿pero qué clase de partido es el PP para votar la propuesta de un comunista que habla así, en lugar de pedir perdón por lo que “octubre aportó” al siglo XX?, ¿pero qué clase de gente de gente ocupa los puestos en las listas que ese partido pone a disposición de los electores para que dejaran pasar un discurso como ese sin darle la respuesta mínimamente decente que pedía a gritos?; lleva razón el huérfano de Lenin, por aquí veo monumentos, calles, plazas y avenidas a generales de Largo Caballero y Juan Negrín, a los mismos Largo Caballero y Juan Negrín y a tantos otros enemigos del género humano, prebostes de la seudo-república, del infame engendro nacido de la entrega de armas a las turbas totalitarias de la UGT y la CNT, émulos españoles de la GPU y de la NKVD, por el desquiciado masón José Giral Pereira (“Giral fue el responsable de la distribución indiscriminada y sin control de armas entre milicianos del Frente Popular en julio de 1936, que llevó a una situación de violencia que no pudo ni quiso contener. También disolvió muchas unidades militares en su Zona, cosa que les perjudicó notablemente. Por ambas decisiones perdió el control del orden público en Madrid, quedando como ciudad sin ley. Según el comunista Tagüeña la única condición para la entrega de un arma era la documentación de un partido de izquierdas, Manuel Tagüeña Lacorte, Testimonio de dos guerras, Méjico, 1974, pag. 104”)

El huérfano de Lenin: “y, lo que es peor, fosas comunes, vidas de personas que no han sido todavía rehabilitadas”.

Glosa: ¿pero qué clase de partido es el PP para votar la propuesta de un comunista que habla así, en lugar de pedir perdón por lo que “octubre aportó” al siglo XX?, ¿pero qué clase de gente ocupa los puestos el las listas que ese partido pone a disposición de los electores para que dejaran pasar un discurso como ese sin darle la respuesta mínimamente decente que pedía a gritos?; es cierto lo que dice el huérfano de Lenin, la mayoría de los muchos miles de cadáveres de españoles asesinados por el Frente Popular y enterrados en varios puntos de las inmediaciones de Madrid no han sido identificados. Urge su identificación y la creación de un museo que recuerde el holocausto rojo, no sólo en España, sino en el mundo. Para ello propongo precisamente la basílica de Cualgamuros, perteneciente al Patrimonio Nacional. Allí deben recordarse y honrarse las decenas de millones de chinos, rusos, coreanos y desdichados pertenecientes a tantos y tantos pueblos del mundo (también los españoles) exterminados en el más grande genocidio que vieron los siglos, allí deben estar las fotos, los vestigios que se puedan recuperar de Kolimá, de Vorkutá, de Kotlas, los instrumentos de tortura de la Lubianka, la Butyrka, Lefortovo y Sujanovska, los testimonios de los genocidios por hambrunas provocadas en Ucrania, en Corea o en Etiopía, los retratos y biografías de los españoles desaparecidos en el GULAG, incluidos los comunistas, socialistas y anarquistas que acabaron en Karaganda o pasaron por Sujanovska, los pocos que sobrevivieron, como el general comunista Valentín González, los retratos y biografías de los verdugos, algunos vivos y ocupando gobiernos en Cuba y Corea del Norte, en China y Vietnam, los uniformes, las porras para arrear el “ganado”, los vagones en que acarreaban a sus víctimas a la muerte en la tundra, todo ellos con el aplauso del Partido Comunista de España, de sus Pasionarias y Pasionanrios.

http://llaveinglesa.com/alra/more.php?id=A307_0_1_...

http://www.guerracivil.org/Diaris/980614vang.html

http://www.iisg.nl/archives/en/files/f/10824116ful...

Etc., etc., etc.

Algunos de estos horrores incluso en vida mía, incluso cuando ya había dejado de ser marxista.

Para que no se olvide el recuerdo de la bestia:

Genrikh Grigorevich Yagoda
http://www.yaroslavl.fsb.ru/book/pics_gl4/yagoda.j...

Nikolai Ivánovich Yezhov
http://cccpcamera.myhome.cx/Hi-Ho/MINI/KGB/YEZHOFP...

Lavrenty Pavlovich Beria
http://members.fortunecity.com/stalinmao/Soviet/Be...

Meslier ha dedicado este hilo al entusiasmo y cariño extremos mostrados por el PP, el PSOE y el PCE cuando se trata de exaltar a la Cheka de Dzerjinski, a la OGPU, a la GPU, a la NKVD y a la KGB, todas personificadas en Grimau.

El asunto de Puerto Rico, Cuba y las "excelencias" económicas del socialismo no es la cuestión, a menos la de Meslier en este lugar.

Por lo que se refiere a la obsesión, la única que hay es la del Gobierno de Rodríguez Zapatero, las Cortes y los parlamentos y gobiernos de las taifas por hacer pasar por demócratas y defensores de la libertad, setenta años después, al Frente Popular totalitario des que descienden.

Es tema suscitado por ellos y yo lo único que hago es responder y no callarme, que es lo previsto en el guión.

¿Que no les gusta que se les recuerde la verdad? Como le dijo Stalin a Daladier: ¡mátenme! (Stalin dijo al desdichado Daladier que se le quejaba amargamente mientras esperaba la ofensiva de la Wehrmacht: "¡mátelos!", refiriéndose a los comunistas franceses que hacían propaganda a favor de Hitler, por orden suya, en el contexto del pacto germano-soviético)

Galicia no está en el culo de España sino en la parte baja de la espalda. Por lo que se refiere a Fraga sólo le deseo que se vaya con los hermanos Castro, a disfrutar de la olla arrocera.

"La norma en sus escritos" (de Meslier) es la actualidad de los órganos de poder (Gobierno de Zapatero, Cortes, gobiernillos y parlamentillos taifeños).

Y "creo que están obsesionados" los miembros del gobierno de Zapatero, de las Cortes, de los gobiernillos y de los parlamentillos.

Cuando se curen y paguen el daño que están haciendo le podré posts sobre el diseño de las alas de los Licaenidae.

Ellos, los que han puesto de actualidad a sus generales Pozas, Llano de la Encomienda, Hidalgo de Cisneros, Nuñez de Prado o Batet, son los paranoicos.

Sus turiferarios en este foro y en todos los demás, pretenden acallar cualquier voz discrepante. Como todavía no se ha aprobado la ley para encarcelarnos que premedita el Frente Popular le sugiero que se ponga en contacto con Beria mediante una tabla ouija y le consulte. O con Julián Grimau, que también sabía como enfrentarse a los "enemigos del pueblo" (lea el informe del archicriminal Nikita Kruschev, que da detalles y era "progresista", como usted).

¿Que Grimau es un referente de la izquierda? Sí, claro, pero ese no es mi tema.

Grimau es un referente de doña Esperanza Aguirre y Gil de Biedma y de todos sus parlamentarios. Ese e mi asunto.

A Grimau, con su pan se lo coman los rojos.

Paso primero: poner sobre la mesa las hazañas del socialismo de verdad en el siglo XX y lo que va del XXI.

Paso segundo: poner sobre la mesa las hazañas del socialismo de verdad en el siglo XX y lo que va del XXI.

Paso tercero: poner sobre la mesa las hazañas del socialismo de verdad en el siglo XX y lo que va del XXI.

Paso cuarto: "da capo al signo sine die".

¿Que eso no estaba en el guion? ¿Que lo que estaba es Rajoy, Esperanza Aguirre o Acebes? Se lo cuentan a su Rajoy, a su Esperanza Aguirre y a su Acebes.

El huérfano de Lenin: “esta, Señorías, no es la primera iniciativa que se hace para hacer justicia a Julián Grimau”.

Glosa: el propio diputado nos dice que se tomó una iniciativa en ese sentido el 18 de abril de 1963 y que, efectivamente, debieron tomarse en consideración sus méritos policiales en las checas de Barcelona, porque se le condenó como a Ernst Kaltenbrunner o a Victor Abakumov; parece pues que, el diputado dispone de información fidedigna y la ofrece al público. Nos podría también ilustrar, ya puesto, sobre lo que les hacía a los comunistas no estalinistas.

http://www.bdebarna.net/v1/mapa.php?historia=609&m...

¿Munis, Jaime Fernández Rodríguez y Luis Zanon eran personas o eran españoles? La asamblea de Madrid debería indicar su criterio al respecto. Ya sé que yo no soy persona a juicio de la Asamblea de Madrid, pero Munis, Jaime Fernández Rodríguez y Luis Zanon eran marxistas leninistas. A lo mejor eso cambia las cosas.

El diez de febrero de 1938, en Barcelona, hacia las diez de la noche, un joven de unos veinte años vestido con el uniforme de capitán del Ejército había encendido un cigarrillo. Tenía una cita. Era un frío día de invierno. El lugar era solitario y desapacible, las casas más cercanas se encontraban a unos quinientos metros de distancia. Estaba esperando en la calle Legalidad, a la altura de Alegre de Dalt, en una zona despoblada, sin urbanizar, cercana a la casa conocida como Can Compte. Era una calle flanqueada por dos cunetas, que apenas la diferenciaban de las huertas circundantes. Se aproximaron los dos hombres con los que había concertado la cita. En respuesta a su saludo el más cercano, a su izquierda, le disparó, a medio metro de distancia. La bala penetró por el mentón hacia la izquierda de la boca, siguiendo una trayectoria de abajo arriba y de izquierda a derecha que destrozó dos piezas dentarias, parte del paladar y se incrustó en el cráneo, sin provocar orificio de salida. El segundo hombre se aseguró la muerte del capitán disparando dos veces en la cabeza del cuerpo ya tendido en el suelo, decúbito supino. Del cráneo destrozado por las tres balas, se desparramaban los sesos. El cadáver formó un gran charco de sangre que silueteaba su cuerpo. En el suelo se encontraba, a poca distancia, un cigarrillo, una gorra militar y dos casquillos de bala del calibre 9 milímetros, corto. Hacia las once de la noche Jaime Planella, sereno de la zona, encontró el cadáver de un hombre uniformado, perpendicular a la dirección de la calle. Avisó por teléfono a comisaría. Presentados la policía y el juez de guardia en el lugar del asesinato se registró el cadáver, y por la documentación encontrada se le identificó como León Narwick, o quizás Narwicz o bien Narwich, ya que la última letra del apellido era dudosa y totalmente ajena a la grafía española. Era capitán de las Brigadas Internacionales, primera compañía, cuarto batallón, 13 Brigada, 45 división del Ejército del este. El 14 de febrero el cadáver de León Narwicz fue sepultado en la fosa común del cementerio del Sud-oeste de Barcelona.

El 26 de marzo de 1938 el delegado de las Brigadas Internacionales, capitán Jesús Prados Arrarte se presentó en el juzgado, a requerimiento del juez, para responder a sus preguntas. Declaró altaneramente que el capitán León Narwicz era de nacionalidad polaca, que había sido voluntario en las Brigadas Internacionales y que en la actualidad trabajaba en el Servicio Militar de Investigación (SIM) de las Brigadas Internacionales. Identificó a Narwicz por las fotografías que le enseñaron. El capitán Prados exigió que se permitiera a Kurt Laube, jefe del SIM y de la delegación de las Brigadas Internacionales en Barcelona, que retirara la documentación y los efectos personales del fallecido, que finalmente le fueron entregados el 12 de abril. El recibo firmado por el jefe del SIM en Barcelona detallaba los objetos pertenecientes al difunto: varias fotografías, algo más de doscientas pesetas, una pluma estilográfica de color negro, un reloj pulsera de color blanco, un encendedor, un peine, una carterita con billetes de metro, un pañuelo sin iniciales y, aunque no se detalla en el recibo, cinco hojas numeradas de inscripción del Socorro Rojo del POUM, amén de su documentación personal y una libreta con direcciones. En la libreta de direcciones aparecía el domicilio de Munis, dirigente de la Sección Bolchevique-Leninista de España (SBLE). El comisario general dictó orden para que se montara un servicio de vigilancia en el piso cuarto de la casa número trescientos ocho de la calle Valencia, con el objetivo de detener a Munis y a sus posibles cómplices o colaboradores. El comisario general seguía las instrucciones que le daba Julián Grimau García. Grimau estaba al tanto de la operación del SIM, preparada por dos de sus agentes, el asesinado capitán Narwicz y otro, conocido como Marx o Joan, que estaban trabajando en el intento de la policía política soviética de infiltrarse en las filas de los bolchevique-leninistas.

A las trece horas del día 13 de febrero de 1938, los policías Antonio Martínez, José del Olmo, Francisco Llobet y Manuel Dayán, al mando de un numeroso despliegue policial se presentaron en el domicilio de Munis para detenerlo. Antes de entrar en dicho domicilio ya habían detenido a Jaime Fernández Rodríguez y Luis Zanon cuando se disponían a visitar a Munis. Al intentar detener a Munis, éste se abalanzó sobre el agente Francisco Llobet, al que arrebató la pistola. Se creó una situación confusa y peligrosa que se resolvió cuando Munis, ante el requerimiento y aviso de Jaime de que la casa estaba rodeada por un enorme despliegue policial, desistió en su resistencia devolviendo la pistola. Munis, Jaime Fernández y Zanon junto con otros militantes de la SBLE apresados en días posteriores: el italiano Adolfo Carlini, el danés Aage Kielso (que consiguió fugarse de la prisión), el checo Víctor Ondik y Teodoro Sanz, estuvieron detenidos durante un mes en la checa del SIM sita en el número 24 de la Puerta del Ýngel, sometidos a toda clase de torturas por un equipo de agentes del SIM, dirigido por Julián Grimau: palizas, simulacros de fusilamiento, cabellos arrancados de cuajo mediante tenazas, varios días sin alimento ni agua, hasta el punto de verse obligados a beber los propios orines, etcétera. Zanon, que había sido separado del resto del grupo, en los locales de la Brigada Criminal, se derrumbó sicológicamente, absolutamente aterrorizado. Grimau consiguió que Zanon firmara una \"confesión\" que acusaba a sus camaradas del asesinato de Narwicz, de la que se retractó en cuanto ingresó en la Modelo. León Narwicz, antes de las Jornadas de Mayo, se había presentado como simpatizante de la oposición rusa, consiguiendo la confianza de Nin, Gorkin, Landau y Andrade.

Con su cámara de fotos había recorrido los distintos locales del POUM. El grupo de acción del POUM que mató al capitán Narwicz estaba formado por Albert Masó March y Lluís Puig. Ninguno de ellos fue detenido. Con la muerte de este agente polaco del SIM, el POUM quiso vengar el asesinato de Nin y la represión desencadenada contra el partido desde el 16 de junio de 1937. Las fotos de Narwicz habían jugado un papel insustituible en la identificación y detención de los dirigentes y militantes poumistas por la policía. Puig murió de tuberculosis en la prisión de La Santé en París, en 1939. Masó fue un destacado militante de \"Socialisme ou Barbarie\" y durante la Transición trabajó en el fracasado intento de reconstrucción del POUM. Munis, autor de destacados libros de teoría marxista, fundó en 1958, con el poeta surrealista Benjamín Péret, un grupo revolucionario (Fomento Obrero Revolucionario), en el que militó también Jaime Fernández. El torturador Julián Grimau, militante del PCE, fue detenido, interrogado, torturado, juzgado, condenado y fusilado en Madrid en 1963. El régimen fascista lo convirtió en un mártir antifranquista. Todos ellos habían tenido un punto común de referencia: el asesinato de León Narwicz, agente de la policía política soviética y del SIM, en la calle Legalidad, el diez de febrero de 1938.

Agustín Guillamón.

¿Núñez de Prado hombre cabal y liberal? ¿Al servicio del frente Popular puesto en marcha por la Cominter por orden de Stalin en una reunión de la que se conservan las actas?

Pues mire, hasta estoy dispuesto a creerle eso de "cabal y liberal", pero convendrá usted conmigo en que en tales circunstancias, para ser cabal y liberal, había que ser, a la vez, imbécil.

Creo que tengo cierta autoridad para decirlo puesto que yo he sido un imbécil de ese tipo, es decir, un imbécil que no sabía lo que hacía porque no quería enterarse.

Ese tipo de imbéciles no puden alegar ignorancia. ¿Que ignoraba al servicio de quién se había puesto? Tenía instrumentos para saberlo. Desde los primeros años veinte había testimonios de mencheviques, eseristas y kadetes sobre la deriva genocida de los que inspiraron los Frentes Populares. ¿Qué no se había enterado? Bien, en ese caso su culpable ignorancia lo condujo a una muerte miserable, como a tantos otros, como a los españoles de Karaganda, ¿se percata de que Indalecio Prieto aupó a Negrín traicionando a Largo Caballero, pero que ni Negrín, ni Prieto, ni Largo se "refugiaron" en Rusia? No todos eran igualmente inbéciles.

Es tema que a mí, naturalmente, me ha interesado mucho. Esta tarde, cuando "dé de mano", le contesto.

Un saludo.

Pues señor Jarabo, es un fenómeno muy extendido, como es natural, como convendrá usted a poco que mire alrededor (aquí, en España, sin necesidad de pararme a pensar unos segundos: Federico Jiménez Losantos, ex-marxista, Pío Moa, ex-marxista, Gabriel Albiac, ex-marxista, Cristina Losada, ex-marxista..., esto, ya le digo, sin pararme a pensar) y todos hemos pasado por algo parecido. Por su parte Arthur Koestler lo cuenta también en su célebre autobiografía. Cuando se entra en una secta tan oscurantista y cerrada llega un día en que se encuentra uno que no habla en confianza más que con gente que lee El País, con gente que lee a Saramago, a García Márquez y a Eduardo Galeano..., con gente que comenta la parida cotidiana de Haro Tecglen, con gente que considera que todo cuanto procede de EEUU es malo, desde el Bourben a los dibujos de Walt Disney, que cualquier enemigo de los EEUU es un amigo (como comento a veces hasta los talibanes -personalmente puedo aportar el testimonio de haberme acostado con una ultra-feminista que admiraba a los talibanes afganos, lo que, realmente, me dejó, como decimos en francés, “époustouflé”).

Estando en esa situación y viviendo en un país en el que es accesible la información (en mi caso, como diré luego, en una situación especialmente favorable) quizá a alguno le llega en día en le surge una duda. Bueno, se rechaza la duda mediante el recurso del “mar de injusticia”. Así, poco a poco, se va convirtiendo en “legítima defensa” desde la guerra del Vietnam (“legítima defensa” eran los ataques de Vietnam del Norte contra Vietnam del Sur) hasta, pasito a pasito, una bomba en una estación de ferrocarril que mataba a cincuenta personas que pasaban por allí. El mecanismo era: a) “mar de injusticias” y b) “legítima defensa”. Que un grupo de fanáticos del Ejército Rojo japonés ametralla a las personas que esperaban a su avión en el aeropuerto de Tel Avív, pues “legítima defensa” a causa del “mar de injusticias”; que un comando de integristas musulmanes enloquecidos ametralla a unos turistas que visitan las pirámides de Gizeh, pues “legítima defensa” a causa del “mar de injusticias”. Siempre estaba como recurso el tú más: como el general indonesio Suharto (con la ayuda de otros, claro, como el actual aliado de “eso”, Alí Alata) organizó el asesinato de cientos de miles de comunistas indonesios, todos los asesinatos de cualquier magnitud que llevados a cabo los progresistas (entendiendo por progresistas, “progresismo objetivo”, jerga marxista, a cualquier enemigo de los USA, así fuera el Gran Muftí de Jerusalem) quedaban “justificados”; como la acción del grupo de intervención especial GSG-9 de la policía alemana de fronteras dio lugar a la muerte de los dos alemanes y dos árabes que habían secuestrado un avión de Lufthansa para exigir, a cambio de las vidas de los pasajeros, la liberación de los terroristas de la Rote Armee Fraktion, pues todos los asesinatos llevados a cabo los progresistas quedaban “justificados”. Las contradicciones se van integrando: ¿que los talibanes lapidan a las mujeres acusadas de adulterio?, pues no importa, son enemigos de los USA y eso los “justifica”; ¿que en los asesinatos masivos de comunistas en indonesia estaban mezclados los servicios secretos de EEUU?, pues tampoco importa, mientras Alí Alata se preste a una maniobra anti-norteamericana.

El caso es que se va produciendo un enclaustramiento intelectual. Cuando las dudas no se pueden reprimir se acude a autores que se permiten cierta independencia intelectual, pero claro, desde la izquierda: Savater, Isaac Deutscher... No se escucha tal estación de radio porque es “fascista”, no se compra tal periódico porque es “fascista”, no se vota a tal partido porque es “fascista”, no se leen libros de fulano porque es “fascista” (uno conocí que no entraba al Corte Inglés porque era de “fascistas”; yop no llegue a tanto), etc., etc.

Además existe otro elemento de presión. Como el entorno que uno se ha creado es el que es, si se muestran “fisuras” se pierden oportunidades de fol.lar, se pierden oportunidades de que te inviten a comer en casa de este o de aquel, se pierden oportunidades de viajar con “los amigos”, se pierden oportunidades de que le publiquen a uno este o aquel ladrillo en la consejería de esto o aquello, se pierden las viejas relaciones, se jo.de el invento, vamos (todo esto me ha pasado a mí).

Algunos se quedarán ahí para siempre, dentro de la jaula o colgados de un clavo ardiendo.

Otros “hacemos crack” un día y rompemos por lo sano. No se imagina la satisfacción que se obtiene cuando se va a la librería de mengano, viejo conocido, y se pide un libro de Ricardo de la Cierva. El tipo se queda asombrado y pregunta: “¿para quién compras eso?”. Uno contesta: “es para mí, tío; me lo compro, más que otra cosa porque me sale de los coj.ones”. Se acabó. Ya estás solo en el mundo. Has renacido. Todo está por rehacer. Tienes que buscar otra amante, otros amigos, otros todo.

Le decía que mi situación intelectual era especialmente favorable. Efectivamente. Mi padre era socialista. Lo hicieron prisionero al terminar la guerra, lo condenaron a muerte, le conmutaron la pena, como a prácticamente todos sus amigos y conocidos, y lo soltaron a los cinco años. No hablaba de política conmigo, pero tenía una cierta obsesión por acopiar material sobre su desastre vital (pues aquello lo marcó para siempre), de manera que tenía una gran biblioteca de testimonios de los vencidos. Somos de familia de libreros y lo cierto es que todos los libros “prohibidos” circulaban sin problemas, con conocimiento de las autoridades, en las trastiendas, según para quienes. En aquellos testimonios todos se contradecían e injuriaban unos a otros. Cuando mi conciencia fue lo suficientemente libre para leer aquellas cosas como lo que realmente expresaban se me apareció la tal república como la más inverosímil “merienda de negros”, “jaula de grillos”, “patio de monipodio” y cueva de “Alí Baba” que pudiera uno soñar. Aquellas docenas de libros atronaban desde las estanterías y yo había permanecido sordo.

No creo que quede vivo ningún amigo de mi padre ni que lea estos foros, caso de estarlo. De ser así me reconocería. Mi padre debió de escuchar también aquel estruendo, aunque nunca me lo dijo. En los últimos años de Franco le escuché decir varias veces: “me condenó a muerte y me tuvo en la cárcel, pero lo último que quiero es que se muera”. Yo pensaba: “chochea, el pobre”.

El que chocheaba era yo.

Le debo otra explicación en relación a su estímulo para que publique lo que llevo escrito, pero la dejo para otro momento.

No es describible por usted, pequeño gaznápiro. No fue leyendo a don Ricardo de la Cierva, a Vizcaíno Casas (a este lo leía mi padre y disfrutaba mucho, yo nunca lo leí), a César Vidal (tampoco lo he leído nunca) ni a Pío Moa (a este lo he leído muy recientemente a fuerza de atribuirme ustedes sus opiniones). Fue leyendo a gente de la calaña de Indalecio Prieto Tuero, Julián Zugazagoitia, Julio Ýlvarez del Vallo, Ignacio Hidalgo de Cisneros Niceto Alcalá Zamora, Diego Abad de Santillan, Manuel Azaña Díaz, Francisco Largo Caballero, Julián Gorkin, Juan Andrade, Valentín González, Enrique Líster, Manuel Tagüeña Lacorteo Alexander Orlov y otros muchos. Hace unos meses empecé a deshacerme de esos libros. Me quedan algunos, están a mis espaldas. Acabarán en la biblioteca de mi hija o en el contenedor de la esquina, ya veré.

Gente como usted no puede describir “ese gusto literario y ensayístico” porque, formada en el post-franquismo, está sumida en el analfabetismo y la ignorancia histórica más profundos. Es por eso que son gaznápiros. Sus preferencias estilísticas se inclinan hacia “saber caca”, “yo bueno”, “yo progre”..., etc., etc. Más de diez renglones los desasosiegan. Lo suyo es eso: el “doctor bacterio”.

Por cierto, don Ricardo de la Cierva es un grandísimo erudito. No me importa que sea católico militante. También Menéndez y Pelayo lo fue, y Góngora el más grande poeta que vieron los tiempos (no sus Lorcas ni Albertis), por muy católico que fuera; y a Velásquez no le llega el Picasso pintamonas de ustedes a las suelas de los zapatos. Toda esa mier.da que a ustedes los alimenta, a mí me estragó ya.

Tranquilo, señor gaznápiro. Parece usted un profesor universitario de última hornada, de los que han ganado "su" plaza por oposición. No se desprecie a sí mismo hasta ese punto. Finja ser más bien un miserable encerrado en un Instituto de la ESO (si no es usted un alumno, que casi es lo mismo).

El huérfano de Lenin: “en Alemania o Italia, países que también tuvieron regímenes fascistas, ha desaparecido toda su simbología, se ha condenado el fascismo y se han rehabilitado los nombres de todos aquellos, mujeres y hombres, que fueron asesinados, encarcelados y torturados por esos regímenes”.

Glosa:

Esta es la gran maniobra. La que ellos, los huérfanos de Lenin y Juan Negrín, los herederos de la GPU y del SIM, juzgan su obra maestra, su jugada definitiva. Hacer pasar al régimen de Franco por idéntico al de Hitler y luego aplicar el código penal a todos los que no comulgamos con sus ruedas de molino. Bien. A esto hay que contestar.

Hay que contestar, en primer lugar, que el régimen de Franco fue el producto de una guerra pergeñada básicamente por el PSOE (porque la CNT no tenía capacidad organizativa para tales hazañas, como demostró repetidamente en sus alzamientos contra la República; el PCE era minúsculo hasta que Largo Caballero no lo puso en la rampa de lanzamiento, para su desdicha y Azaña y sus mastuerzos no tenían votos) mediante una sistemática siembra del odio (como ahora mismo hace Rodríguez Zapatero por medios menos burdos y más insidiosos que Largo).

Que el comportamiento del PSOE durante esa guerra fue perfectamente equivalente al de su aliado privilegiado, Stalin. Que copió los métodos de Stalin. Que se puso al servicio de Stalin. Que entregó la mayor parte de la riqueza nacional a Stalin (lo que no le dieron a Stalin se lo llevaron en el yate Vita para compartirlo con el corruptísimo dictador mejicano Lázaro Cárdenas -no más corrupto este dictador del PRI que todos los demás, pues todo en el PRI era corrupción).

Que nada tuvo que envidiar el régimen del PSOE de Largo Caballero y, sobre todo, el del PSOE de Negrín, al de Stalin, su modelo, y que si sus crímenes no igualaron a los del georgiano fue porque no duraron. El georgiano no amnistiaba así que los mismos crímenes que Largo y Negrín planificaron en la zona que controlaban, forzosamente eran el destino de la zona que deseaban controlar. ¿Qué se podía esperar en Segovia? Kolimá, ¿y en Palencia? Kolimá, ¿y en Orense? Kolimá. ¿Son suposiciones? No. La GPU campaba por sus respeto en la España de Negrín (a Largo no le gustaba que lo mangonearan, como a Mao o a Tito), entrenaba, secuestraba, asesinaba, disponía, quitaba y ponía. La GPU, ya fuera soviética, ya en versión española (SIM) es lo que acechaba bajo la capa del siniestro Médico afectado de bulimia y satiriasis.

Que después de las atrocidades del PSOE de Negrín ya no podía esperar España sino una larguísima dictadura (aunque ya no negrinista, es decir, estalinista). El PSOE de Negrín hizo imposible la convivencia ni a corto ni a medio plazo, pues la magnitud de sus crímenes no admitía reconciliación alguna.

Que no hubo ningún Kolimá en España bajo el franquismo (ni Kolimá, ni Dachau, ni Kotlas, ni Treblinka, ni Karaganda, ni Auschwitz). Que la equivalencia con Hitler estaba en la zona controlada por Negrín y su PSOE, porque Stalin y su GPU sí que son equivalentes de Hitler y su GESTAPO y Negrín y su PSOE fueron los fieles servidores de la bestia de Gori. Que el equivalente de Katyn fue Paracuellos y que su Badajoz fue un invento más que desvelado.

Que el invento franquista de la responsabilidad del PCE es un cuento chino. El PCE no existía como elemento decisorio en ningún grado. Los testimonios de los enviados de Stalin y de los ex-comunistas que ocupaban puestos “de máxima relevancia” son concluyentes. Para el PCE las instrucciones venían de Moscú. Los responsables de la Cominter zanjaban toda discusión: “camaradas, de esto ya se ha hablado bastante; lo que se va a hacer es esto; punto”. Se ha intentado cargar el muerto de Paracuellos a un niñato, como lo era entonces Carrillo. El Jefe del Gobierno era Largo y la voz de “Dios” era Mijail Koltsov. Todos los Paracuellos son asunto de “Dios” y de su “hijo unigénito” en España, primero Largo, luego Negrín.

Concluyendo (aunque se podrían escribir páginas): “en Rusia o España, países que tuvieron regímenes totalitarios estalinistas, no ha desaparecido la simbología de los genocidas, no se ha condenado el estalinismo y ni se han rehabilitado los nombres de todos aquellos, mujeres y hombres, que fueron asesinados, encarcelados y torturados por esos regímenes. Muy al contrario. Los descendientes de las víctimas, avergonzados de sus ancestros, procuran pasar desapercibidos y los asesinados, encarcelados y torturados han sido llevados a la conciencia social como «»enemigos del pueblo» (expresión de Stalin) que no tuvieron sino lo que se merecieron”.

Y como sé como babean de rabia ante el nombre de don Ricardo de la Cierva me reiteraré aquí en que es un grandísimo erudito, cosa de la que el pequeño gaznápiro no podría dar cuenta, ya que tendría que leer unas miles de páginas, como mínimo. Y que el miserable Javier Tusell (de ellos) está ya en la décima fosa del octavo círculo del Infierno, con todos los de su condición.

No lo encontrarán en librería pero recomiendo encarecidamente la lectura de “La URSS y la perestroika desde España” (en la Sala de Préstamo de la Biblioteca Pública de Albacete hay un ejemplar que perpetúa la ignominia del menguado democristiano barcelonés), obra modélica de lo que se entiende por “escrito digno de un profesor universitario” en la España de hoy.

Claro, son esos profesores que “han conseguido”, después de mil intrigas, que “su” plaza salga a “oposición”.

“Por fin ha salido mi plaza a oposición”; “no consigo que salga mi plaza a oposición”; me parece que voy a lograr que salga mi plaza a oposición”. ¿Nunca escucharon eso? Yo sí.

Señor iacobus-, yo estoy aquí glosando las sandeces perversas de tres diputados de la Asamblea de Madrid. Soy muy consciente de eso y no me van a desviar. Si el pequeño gaznápiro es un camarada póstumo de mi pobre abuelo, en el pecado lleva la penitencia.

Aunque, como excurso, me bata con bellacos no perderé el Norte. Son el PCE, el PSOE y el PP la categoría; el gaznápiro, si jelkide, la anécdota.

Sigo con mis compras. Un saludo.

http://www.fundanin.org/gorkin5.htm

“España, primer ensayo de democracia popular”, Julián Gorkin (comunista no estalinista).

Según Krivitsky, el propio general Berzin envió, en marzo de 1937, un informe secreto a Vorochilov, Comisario de Guerra entonces, diciéndole que por todas partes había quejas sobre los abusos terroristas de la GPU en España. Este informe cayó en manos del terrible Yejov, sucesor de Yagoda en la Lubianka. Krivitsky concluye: “Yejov, como gran mariscal de la inmensa depuración que en aquel entonces se llevaba a cabo en Rusia, miraba a España como si fuera una simple provincia rusa”. Directamente o por personas interpuestas, la GPU lo controlaba todo en España. Prieto dice que la creación del SIM (Servicio de Investigación Militar) se debió a la iniciativa de “determinados técnicos rusos” (GPU). Él resistió al comienzo, pero cedió al fin creyendo poder controlar los nombramientos y su funcionamiento. Pero no fue así: el SIM cayó fatalmente en manos de la GPU. Prieto dice textualmente: “Caí en desgracia desde que, destituyendo al comandante Durán, quise impedir que el Servicio de Investigación Militar cayera en manos de los rusos, como cayó la Dirección General de Seguridad cuando estuvo al frente de ella el teniente coronel Ortega”.

El huérfano de Lenin: “hay que incluir también la revisión de las sentencias de los consejos de guerra y de los procesos incoados en la etapa franquista”.

Glosa: efectivamente, demos la razón al epígono del monstruo de Simbirsk. Por supuesto que la “sentencia” contra el general Godet, pongamos por caso, se anuló en su día. Pero estamos ante una maniobra política. Aquí nos encontramos con que se quiere anular la sentencia contra Luis Companys y ocultar la de Godet a una población que ya no sabe nada de Godet y a la que se intenta mantener en la ignorancia de cuanto ocurrió en España en los años de la siniestra República. Bien. Si el Gobierno bajo el cual se condenó y fusiló a Godet hubiera sido legítimo entonces Godet habría sido ejecutado con arreglo a derecho. Pero supongamos que yo comparto las opiniones de don Niceto Alcalá Zamora, Presidente de la República. Dejado al margen el concepto que tengo de don Niceto me atendré a su criterio (no necesito el de Franco, ni el de Mola, ni el del republicano Cabanellas, ni el del republicano Queipo, ni el del lucero del alba; me quedo con don Niceto). Bueno. Pues resulta que a don Niceto le habían dado un golpe de estado el PSOE y sus satélites (porque, repito, Azaña y sus mastuerzos no tenían votos, el PCE era un grupúsculo hasta que Stalin no tuvo el oro en Odesa y la CNT no era capaz más que de organizar algaradas, que no por sangrientas dejaban de serlo). De manera que a Godet lo asesinaron los golpistas que iban en la estela de la bestia de Simbirsk. Eso digo yo, que soy español y tengo todavía pasaporte y DNI, mal que le pese a doña Esperanza Aguirre y los que votaron con sus huestes. Así que no veo más opción que anular la sentencia de Companys y recordar la anulación de la de Godet y, si la anulación de la sentencia de Companys se razona, habrá que razonar igualmente la de Godet.

Bueno, no soy tan niño que no sepa la respuesta: “nosotros hemos ganado ahora la guerra y tú la has perdido; da gracias de que no te demos un paseo”. De acuerdo. Tomo nota. Ya veremos...

Estas cosas se saben como empiezan, pero nunca cómo acaban. Godet debía tener una idea muy distinta de lo que iba a pasar cuando cogió el avión para Barcelona, pero igualmente Núñez de Prado no creería que recibiría el premio que recibió.

Cuando la clase política española ha decidido lanzarse en bloque a la apología de Yezhov y la GPU, Julián Grimau mediante, lo debe hacer con una esperanza (nunca mejor dicho); horrible esperanza sin duda, que ella sabrá cual es, pero no pude estar segura de que se hará realidad. Los no estalinistas españoles sí sabemos una cosa: la clase política española, en pleno, se declara nuestro enemigo, en términos absolutos, sin provocación alguna. Sus perversos designios, ella los sabrá.