España

Los dos conceptos que mueven hoy el mundo

Existen dos conceptos, dos formas de entender el arte de vivir. Uno desde la intransigencia de los que quieren imponer al mundo sus dogmas religiosos por la fuerza de las armas, y que tienen a sus pueblos oprimidos; y otro desde la libertad de pensamiento, pero que se ve también abocada a defender esa libertad con armas, pues de lo contrario seria totalmente aniquilada por los intransigentes.

Los intransigentes, que se componen de media humanidad, tienen la gran ventaja sobre los liberales, de que por su propia naturaleza de oprimir a su comunidad, no admiten en sus adeptos otras formas de pensamientos. Es la aceptación total de las normas del dogma, o la muerte.

Los libre pensadores tienen la desventaja sobre los indiscutibles, que al admitir todas las tendencias de las ideas, estas, pueden y afectan de hecho a sus mismas estructuras, pudiendo llegar a la destrucción de sus sistemas; cosa que espera los irrefutables para asestar el golpe definitivo al mundo libre e imponer en la tierra sus terribles verdades.

Los derribos de muros y barreras que separaban en disquisiciones bizantinas a los filósofos del mundo libre, supuso un gran avance para liberar a occidente de rancias y vetustas ideas sin futuro, por ello. en los últimos 40 años, este mundo de manumisiones, ha alcanzado tal avance y progreso, que han supuesto alcanzar cotas de progreso asombrosas.

¡Pero mire usted por dónde! Que entre los emancipados, los que teóricamente deberían seguir unidos codo con codo hacia delante, unos cuantos, dicen que no, que no están de acuerdo con los conceptos de libertad por los que transcurren sus caminos. Y se ponen a defender las causas de los que quieren fulminar el mundo libre. ¡Qué cruel paradoja! ¿verdad? Pero lo realmente asombroso, es que tienen que ser aceptadas sus objeciones. Lo impone el sistema.

Y hoy, en los albores del siglo XXI , el mundo libre, el concepto de libertad es discutido por su misma esencia. Parece absurdo, pero así es, la libertad es capaz de discutir a la misma libertad. Lo que es indiscutible es el absolutismo.

Y los fundamentalistas islámicos frotándose las manos de placer observando como los emancipados se pierden otra vez en dilucidar si son galgos o podencos, esperando como lobos la ocasión de llevarnos a todos al reino de Ala.