España

El mejor instrumento del que haya podido valerse Israel desde su fundación no es un avión, un tanque o un misil, sino una palabra: la palabra antisemita. Las armas se usan contra el enemigo árabe. Hay otro enemigo, temible verdaderamente, al que no se le amenaza con armas. Es el occidental. Contra el occidental hay que argumentar, hay que usar la dialéctica. ¡Y es que el occidental tiene esa pose tan repugnantemente ecuánime...!

La palabra antisemita despierta conciencias, precipita una cadena de asociaciones que lleva indefectiblemente a los pogromos, las persecuciones, el nazismo, el Holocausto. Hay que recordar, hay que hacerle recordar a Occidente su responsabilidad, siempre. Antisemita no es un insulto, es más que eso, es lo peor que se puede ser en este mundo. Si te llaman antisemita públicamente, estás marcado.

Los israelíes lo saben y usan esa palabra en dosis adecuadas, letales. Y en los EE UU conocen sus efectos todos los que hayan alguna vez osado mencionar otra poderosa palabra, tabú entre los tabúes del mundo político estadounidense: AIPAC (Comité de Asuntos Públicos Israel-Estados Unidos).

No te interpongas en los asuntos de Israel si no quieres que te llamen... (¡chitón!).

Es verdad, Meslier, no necesitan argumentos. Tan sólo bombas.

Todo de lo mismo. No veo gran diferencia.

Crees que es posible denunciar a ambos o ¿crees realmente que tengo que tomar partido entre esas dos opciones?

Israel lo tiene bien montado, cualquier critica a su politica en tanto Estado es una muestra de "antisemitismo".

Evidentemente he tomado partido. Pero no creo que sea el partido a qué Vd. se refiere. No me gusta que se me identifique con terroristas de un bando u de otro.

Yo he simplemente tomado partido por la Paz, por la tolerancia, la diversidad, y la libertad, y un modelo de Justicia Internacional, que salvaguarde los derechos y las libertades de todos los humanos. No tan sólo los de unos cuantos.