España

En realidad todos los nacionalistas periféricos tienen complejo de no ser castellanos, y es el resentimiento nacido de la envidia lo que consume sus neuronas y envenena su pensamiento.

¡Oh envidia de no tener la limpia y clara lengua castellana, que alcanza cumbres de belleza y poesía desde ambos lados del Atlántico!

Envidia de no contar con héroes como el Cid castellano, primero en reconquistar Valencia a los moros, con un puñado de fieles guerreros, 150 años antes de que toda la corona aragonesa se movilizara para ocupar el reino.

El Cid y sus mesnadas, glorioso anticipo de los héroes que conquistaron imperios en ultramar, un puñado de guerreros inasequibles al desaliento.

Envidia de no tener guerreros poetas como Jorge Manrique, que después de escribir los versos más bellos dedicados a la muerte, dió su vida en el campo de batalla ante el castillo de Garcimuñoz, o como Martín Vázaquez de Arce, el Doncel de Sigüenza, caballero de Santiago muerto en combate contra los moros en la vega de Granada, y que quiso para su sepulcro que le representaran lánguido y melancólico leyendo un libro.

Como Sta Teresa de Jesús, única mujer reconocida como doctora de la Iglesia, y que recorrió España a pie fundando conventos y escribiendo maravillas de espiritualidad y misticismo.

Envidia no tener a héroes como los comuneros,que lucharon en la primera revolución moderna y supieron morir con honor, y envidia de no tener mujeres como María Pacheco, que una vez ajusticiado su marido, Padilla, siguió acaudillando el estandarte de la libertad desde Toledo.

Y qué decir de las ciudades, hermosas ciudades de Castilla, patrimonio de la humanidad, con sus universidades, catedrales, murallas y acueductos.


Envidia de no tener en su historia más reciente ejemplos como el de la heroica resistencia del pueblo de Madrid en el 36, sitiado y bombardeado (fue Madrid la primera ciudad del mundo en ser bombardeada desde aviones, y no Guernica como los nacionalistas vascos pretenden), ciudad que resistió hasta la extenuación mientras otras ciudades más "marítimas" caían sin apenas lucha y en completa desbandada.

Pues sí, ya habrá que decir las cosas claras, señores nacionalistas periféricos, menos lloriqueos, menos "forums", menos "udalbiltzas" y menos levantar piedras y comer butifarras.