España
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La degeneración de España
Enviado por el día 5 de Agosto de 2004 a las 18:11
De FE Digital (www.fedigital.org)
LA DEGENERACIÓN DE ESPAÑA
Por Juan Ignacio Hernáiz,
Profesor de Historia de la Universidad Complutense de Madrid.
La recuperación económica de España, llevándonos a la octava potencia de la Tierra, no va pareja a la degeneración moral, es inconcebible que, la raza que colonizó América o Nuevo mundo, durante tres siglos, huya de Irak, en el año 2.004. Si Hernán Cortés levantara la cabeza de su tumba, se volvía a ella avergonzado, él que conquistó, con quinientos cuatro hombres y dieciséis caballos, el imperio del Anahuac o de México de Nueva España, el año 1.521. Si Francisco Pizarro reviviera, se moriría de vergüenza, él que colonizó con ciento dos hombres el imperio del Tawantisuyo o del Perú o de Nueva Castilla, el año 1.532. Si Alvar Núñez Cabeza de Vaca igual, él que anduvo por tierras de lo que hoy es Estados Unidos y por las de la Argentina. Si Vasco Núñez de Balboa lo mismo, él que descubrió el océano Pacífico, el año 1.513.
Que la etnia que asustó a Europa o Viejo mundo, con los tercios de Flandes y de Italia, en la centuria XVI, no tenga soldados voluntarios. Si el duque de Alba levantara la cabeza de su tumba, se volvía a ella avergonzado, si Alejandro Farnesio igual, si Ambrosio de Spinola lo mismo, si Gonzalo Fernández de Córdoba el Gran Capitán igual. Si Juan de Urbieta, el capitán vasco que hace preso al rey de Francia Francisco I, encerrándosele en la torre de los Lujanes de Madrid, por orden del emperador Carlos I de España y V de Alemania, el año 1.525, reviviera se moriría de vergüenza. Olvidándonos de Viriato, Sagunto y Numancia en las guerras Púnicas, de Rodrigo Díaz de Vivar el Cid Campeador y los héroes de la reconquista de la península Ibérica, del Empecinado, del cura Merino y demás guerrilleros contra los franceses en la guerra de la Independencia, de José Antonio Primo de Rivera y de Buenaventura Durruti en los dos bandos de la guerra Civil española. Sólo citaremos el siglo imperial hispánico.
Que la nación que venció a los turcos en Lepanto, el 7 de Octubre de 1.571, con Juan de Austria hermanastro del rey Felipe II el Prudente, como almirante y Luis Fajardo de Requesens Zúñiga, marqués de Vélez, de ayudante, en la vanguardia, con sesenta y tres naves; Alvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz, en la retaguardia, con treinta y cinco naos; en el ala derecha el veneciano S.Veniero, ayudado por J.A.Doria, con sesenta barcos; en el ala izquierda el romano M.A.Colonna, con la colaboración de A.Barbarigo, con sesenta y tres galeras. J.A.Doria ya había estado a las órdenes de le emperador Carlos I de España y V de Alemania, en el intento de la conquista de Tunez. El pendón de la nave de Juan de Austria está en el museo de Santa Cruz de Toledo. Los turcos estaban mandados por A.Pacha, en el centro con noventa y seis barcos, en el ala izquierda M.Siroco, con cincuenta y cinco naves, en el ala derecha A.Ali o Luchali el Tiñoso, con setenta y tres galeras, la retaguardia con Pertev, tenía cincuenta y tres naos, superando en ochenta y seis y cuarenta mil soldados a los cristianos, los cuales eran cincuenta mil. Miguel de Cervantes Saavedra Cortinas fué uno de los heridos, quedándose manco, hubo además ocho mil muertos y quince barcos hundidos, a los musulmanes se les hundieron noventa y cuatro, se les capturaron ciento treinta, murieron veinticinco mil, el más famoso A.Barbarigo, con una flecha en un ojo, sujetándoselo con la mano, para dar órdenes hasta el último suspiro; tenga hoy tantos jóvenes masculinos afeminados y tantas mujeres que no quieren ser madres y odian a los hombres, celebrando el día del orgullo gay, provocando a los ciudadanos, en el tercer milenio, si Juan de Austria levantara la cabeza de su tumba se volvería a ella avergonzado.
LA DEGENERACIÓN DE ESPAÑA
Por Juan Ignacio Hernáiz,
Profesor de Historia de la Universidad Complutense de Madrid.
La recuperación económica de España, llevándonos a la octava potencia de la Tierra, no va pareja a la degeneración moral, es inconcebible que, la raza que colonizó América o Nuevo mundo, durante tres siglos, huya de Irak, en el año 2.004. Si Hernán Cortés levantara la cabeza de su tumba, se volvía a ella avergonzado, él que conquistó, con quinientos cuatro hombres y dieciséis caballos, el imperio del Anahuac o de México de Nueva España, el año 1.521. Si Francisco Pizarro reviviera, se moriría de vergüenza, él que colonizó con ciento dos hombres el imperio del Tawantisuyo o del Perú o de Nueva Castilla, el año 1.532. Si Alvar Núñez Cabeza de Vaca igual, él que anduvo por tierras de lo que hoy es Estados Unidos y por las de la Argentina. Si Vasco Núñez de Balboa lo mismo, él que descubrió el océano Pacífico, el año 1.513.
Que la etnia que asustó a Europa o Viejo mundo, con los tercios de Flandes y de Italia, en la centuria XVI, no tenga soldados voluntarios. Si el duque de Alba levantara la cabeza de su tumba, se volvía a ella avergonzado, si Alejandro Farnesio igual, si Ambrosio de Spinola lo mismo, si Gonzalo Fernández de Córdoba el Gran Capitán igual. Si Juan de Urbieta, el capitán vasco que hace preso al rey de Francia Francisco I, encerrándosele en la torre de los Lujanes de Madrid, por orden del emperador Carlos I de España y V de Alemania, el año 1.525, reviviera se moriría de vergüenza. Olvidándonos de Viriato, Sagunto y Numancia en las guerras Púnicas, de Rodrigo Díaz de Vivar el Cid Campeador y los héroes de la reconquista de la península Ibérica, del Empecinado, del cura Merino y demás guerrilleros contra los franceses en la guerra de la Independencia, de José Antonio Primo de Rivera y de Buenaventura Durruti en los dos bandos de la guerra Civil española. Sólo citaremos el siglo imperial hispánico.
Que la nación que venció a los turcos en Lepanto, el 7 de Octubre de 1.571, con Juan de Austria hermanastro del rey Felipe II el Prudente, como almirante y Luis Fajardo de Requesens Zúñiga, marqués de Vélez, de ayudante, en la vanguardia, con sesenta y tres naves; Alvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz, en la retaguardia, con treinta y cinco naos; en el ala derecha el veneciano S.Veniero, ayudado por J.A.Doria, con sesenta barcos; en el ala izquierda el romano M.A.Colonna, con la colaboración de A.Barbarigo, con sesenta y tres galeras. J.A.Doria ya había estado a las órdenes de le emperador Carlos I de España y V de Alemania, en el intento de la conquista de Tunez. El pendón de la nave de Juan de Austria está en el museo de Santa Cruz de Toledo. Los turcos estaban mandados por A.Pacha, en el centro con noventa y seis barcos, en el ala izquierda M.Siroco, con cincuenta y cinco naves, en el ala derecha A.Ali o Luchali el Tiñoso, con setenta y tres galeras, la retaguardia con Pertev, tenía cincuenta y tres naos, superando en ochenta y seis y cuarenta mil soldados a los cristianos, los cuales eran cincuenta mil. Miguel de Cervantes Saavedra Cortinas fué uno de los heridos, quedándose manco, hubo además ocho mil muertos y quince barcos hundidos, a los musulmanes se les hundieron noventa y cuatro, se les capturaron ciento treinta, murieron veinticinco mil, el más famoso A.Barbarigo, con una flecha en un ojo, sujetándoselo con la mano, para dar órdenes hasta el último suspiro; tenga hoy tantos jóvenes masculinos afeminados y tantas mujeres que no quieren ser madres y odian a los hombres, celebrando el día del orgullo gay, provocando a los ciudadanos, en el tercer milenio, si Juan de Austria levantara la cabeza de su tumba se volvería a ella avergonzado.
Re: La degeneración de España
Enviado por el día 5 de Agosto de 2004 a las 18:42
No entiendo porqué no expulsastéis definitavemente a Luis Rosales de Falange, por ayudar a un maricón.
Re: Re: La degeneración de España
Enviado por el día 5 de Agosto de 2004 a las 23:01
Esto se pone divertido, Mamífero, antes comunistas recalcitrantes y ahora éstos: parece un zoo.
Re: La degeneración de España
Enviado por el día 5 de Agosto de 2004 a las 20:20
España no se retiró de Irak por razones militares sino políticas. En cuanto a lo de celebrar el dia orgullo gay... los homosexuales han existido siempre, la diferencia esta en admitir esa realidad o no. Adriano fue abiertamente homosexual y se le considera uno de los más grandes emperadores romanos y sirvió valerosamente como soldado en las campañas de Trajano del que se rumoreaba que también le gustaban los jovencitos aunque no sabemos si esto era cierto. En aquella época la homosexualidad se consideraba una práctica lujuriosa, pero no desviada o aberrante. Es una cuestión de la cultura en cada momento de la historia. La nuestra, afortunadamente creo yo, esta cambiando.