España

Causas, efectos y tratamientos para una enfermedad llamada separatismo.

La solución pasa, por dejar de odiar a su propia gente y que se acepte la historia de una puñetera vez, de Cataluña y de España, tal como han sido, en lo agradable como en lo desagradable y no ver ofensas ni agresiones por opinar lo contrario de lo que dicen sus gurús, ser más democráticos, más tolerantes y menos engreídos, no hay motivos para sentirse tan orgullosos, por abrazar una causa tan innoble como la separatista,(sobre todo ahora que gozamos de libertades) y no creerse tantas mentiras de ese aparato mediático-político-separatista. Al estar este grupo muy arraigado en la mayoría de colegios, envenenan a estos críos con una mitología falsa, inflándolos de sentimientos frustrados, convirtiendo a los chavales con menos personalidad en unos amargados, como si estuvieran en una secta, hasta tienen fecha de la llegada de la independencia, como el Apocalipsis, como la llegada del Mesías, vamos como para echarse a llorar. Pero lo malo, es que todos dicen lo mismo, a mi me recuerdan mucho a los testigos de Jehová,(los tuve por vecinos), son idénticos en su comportamiento, todos dicen lo mismo y de forma machacona, si le contradices, ya tienen las respuestas memorizadas y te la sueltan a renglón seguido, lo malo para ellos y para esa causas tan bastardas, es que tu pienses, que ellos no son robots y quieras profundizar, se ven enseguida perdidos, los que les motiva un asunto religioso, se callan, pensado para sus adentros que irás al infierno, pero a continuación se despiden, pero muy educadamente, deseándote lo mejor y se dan la media vuelta, para buscar a uno menos incrédulo. Los separatistas radicales y muchos que no lo parecen, actúan igual, excepto cuando profundizas, las buenas palabras se vuelven tensas, para pasar a ser despectivas e insultantes, rebuznos ensordecedores, para pasar a amenazarte de muerte y de echarte de Cataluña para los restos, esto, en el mejor de los casos, ya que se puede escapar una coz, una pedrada, una pintada, cristales rotos, un puñetazo o una paliza. Necesitamos urgentemente construir varios hospitales psiquiátricos para tratar a esta gente, el país no puede escatimar esfuerzos, para ayudar a tantos compatriotas que han caído en las garras de un ideario farsante.

Emildo

www.elcastellanoencatalunya.com

Mandingo, primero dejar los insultos personales, los insultos a los pueblos, y segundo, intentar convencer y razonar, discutir, pero no con la arrogancia de creerse por encima del bien o del mal o de tener la verdad absoluta, sino con la intención de entender al otro, e intentar explicarle en donde cree uno que falla sus razonamientos. Insultar es facil, convencer exige una capacidad de razonamiento y empatía considerables.

Un saludo.