España

Millonario y de izquierdas ¡Y una mierda!

Siempre tuve la creencia de que la auténtica y verdadera diferencia entre el pensamiento del hombre de izquierdas o de derechas, se hallaba en los conceptos económicos; puesto que si el hombre de izquierdas no tiene creencias de tipo espiritual, se declaran agnósticos o ateos, parece evidente, que, como dije antes, las diferencias de pensamiento se deben dar en el reparto de los bienes terrenales.

Tenía la certeza que el hombre de izquierdas luchaba por la igualdad del hombre, porque los derechos sociales se equipararan entre si, y que no existieran las enormes diferencias que en tiempos pasados se daban en las sociedades capitalistas. ¡Pero hoy! aquí en España, ¿como podemos distinguir a un hombre de izquierda de otro de izquierdas?

Si hace tan sólo cincuenta años, le dijeran a uno: Un hombre que se gasta millones de pesetas en acondicionar un palacio de verano, y se lleva 200 personas para su servicio doméstico y de seguridad para sus vacaciones de verano. ¿Quién puede ser ese señor? Las respuestas son fáciles de prever: ¿Un jeque árabe? ¿Un sultán? ¿Un multimillonario? ¿Un magnate americano? ¿Onasis? ¿Juan March? ¡Pues no! te equivocas, es un hombre de izquierdas, un “rojo” según su misma definición. Eso no se lo hubiera creído ni Bartolo, pensaría que le estaba vacilando.

Lo que está muy claro, a juzgar por el comportamiento de los hombres de izquierdas de la democracia del 78, el aspecto económico, no es un dato que pueda diferenciarles.

¿Entonces cual, o cuales son las diferencias de pensamiento del hombre de izquierdas al de derechas, hoy?

Descartado el aspecto económico, ya que ha quedado demostrado que el jamón de pata negra, Loewe, Armani y el lujo, les gusta tanto o más que a un sibarita de derechas, las diferencias se tienen que encontrar necesariamente en las formas de cómo gastar los millones del erario público. Y aquí si que me descubro ante los de izquierdas. Saben gastar “las pelas” mucho mejor de los de derechas ¡donde va a parar! ¡Qué se lo digan a Zapatero!

Los que estén pasando estos días de Agosto en Marbella, Benidorm o en cualquier otra localidad veraniega, les propongo un juego muy divertido: en la playa, en el restaurante o simplemente por la calle, intenten descubrir la identidad política de aquellos desconocidos que se les cruzan por la calle o tienen enfrente del local en que se encuentran. ¿Qué signos nos podrían dar una pista para reconocerlos?

¿Por la indumentaria? NO. Hoy cualquiera viste de marca.

¿Por el paquete de tabaco? Tampoco, hoy todos fuman Marlboro

¿Por lo que piden de comer? Tampoco, hoy a los “rojos” les gusta el caviar y el salmón.

¿Por el coche? Tampoco. Cualquiera puede tener un BMW

Pasa por la calle uno desarrapado, dando tumbos y con una cara de hambre que se le clarean los huesos... ¡Ese.. ese... es de izquierdas!

¡Qué coño va a ser ese de izquierdas! Ese lo que es, es un PRINGAO.