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El estadista y el terrorismo
Enviado por el día 12 de Septiembre de 2006 a las 11:00
Un conocido estadista occidental mantiene que: "el terrorismo es infamia y barbarie, no política o ideología".
Exactamente es eso: Los terroristas son criminales. No se puede reconocer que el asesino mate por una idea, cuando está claro que el asesino mata porque es un asesino.
Se llama loco a quien dice que no merece distinción respecto a un preso común, pues al terrorista hay que echarle en las celdas de los presos peligrosos cuyas madres y padres van al mercado y votan gobiernos, convirtiéndose en objetivos por votar gobiernos opresores y darle liquidez a las empresas de los podridos capitalistas que avasallan el mundo.
Parece que la diferencia entre el terrorismo y la delincuencia común es el motivo político, pero el terrorismo puede ser cualquier cosa menos política como bien dice este estadista. Los terroristas se caracterizan por asesinar con un objetivo que puede ser perfectamente compatible con la existencia del individuo a quien están matando, porque la muerte del individuo es un mensaje: No se mata a un juez, se transmite a los demás jueces que tengan cuidado con lo que hacen. No se mata a un periodista: Se informa al resto del camino que lleva al panteón.
El premio más grande que se le puede dar a un terrorista es decirle que su objetivo es político... pero es lógico que una organización mafiosa como lo es cualquier gobierno cometa ese desliz, el de confundir y mezclar la política y el terrorismo, contemplando la posibilidad de sentarse con organizaciones terroristas. Al fin y al cabo al hurto y al robo les diferencia la actitud del que obra pero en definitiva el resultado puede perfectamente ser el mismo. Confundir a la mafia que mueve al terrorismo con la que mueve la política puede llegar a ocurrir, como de hecho ocurre.
El terrorismo es el ángel caído del Estado democrático, no en vano todos los terrorismos pretenden desarrollar democracias en lugares donde ya existen gobiernos establecidos; en lugares que no pertenecen en exclusiva a quiénes los terroristas pretenden que pertenezcan, es decir a ellos.
Se podría llegar a pensar que la culpa de que existan terroristas la tienen los gobiernos, aunque sea una falacia. De no existir gobiernos, serían los terroristas quiénes gobernarían con fuerzas de seguridad pagadas con el dinero de todos para hacerles los deberes a ellos, y tal vez serían tiranos, pero ya no terroristas. La política y el terrorismo están unidos en cierto modo, porque los filoterroristas se sirven de la política para poner de su lado a la ciudadanía.
El objetivo de los grupos terroristas suele ser el poder, y el de los políticos también, lo que mueva a cada individuo terrorista a matar no tiene la menor importancia: Lo importante es que no respeta la vida del prójimo, porque lo que pretenda o deje de pretender no debería expresarlo a tiros.
Exactamente es eso: Los terroristas son criminales. No se puede reconocer que el asesino mate por una idea, cuando está claro que el asesino mata porque es un asesino.
Se llama loco a quien dice que no merece distinción respecto a un preso común, pues al terrorista hay que echarle en las celdas de los presos peligrosos cuyas madres y padres van al mercado y votan gobiernos, convirtiéndose en objetivos por votar gobiernos opresores y darle liquidez a las empresas de los podridos capitalistas que avasallan el mundo.
Parece que la diferencia entre el terrorismo y la delincuencia común es el motivo político, pero el terrorismo puede ser cualquier cosa menos política como bien dice este estadista. Los terroristas se caracterizan por asesinar con un objetivo que puede ser perfectamente compatible con la existencia del individuo a quien están matando, porque la muerte del individuo es un mensaje: No se mata a un juez, se transmite a los demás jueces que tengan cuidado con lo que hacen. No se mata a un periodista: Se informa al resto del camino que lleva al panteón.
El premio más grande que se le puede dar a un terrorista es decirle que su objetivo es político... pero es lógico que una organización mafiosa como lo es cualquier gobierno cometa ese desliz, el de confundir y mezclar la política y el terrorismo, contemplando la posibilidad de sentarse con organizaciones terroristas. Al fin y al cabo al hurto y al robo les diferencia la actitud del que obra pero en definitiva el resultado puede perfectamente ser el mismo. Confundir a la mafia que mueve al terrorismo con la que mueve la política puede llegar a ocurrir, como de hecho ocurre.
El terrorismo es el ángel caído del Estado democrático, no en vano todos los terrorismos pretenden desarrollar democracias en lugares donde ya existen gobiernos establecidos; en lugares que no pertenecen en exclusiva a quiénes los terroristas pretenden que pertenezcan, es decir a ellos.
Se podría llegar a pensar que la culpa de que existan terroristas la tienen los gobiernos, aunque sea una falacia. De no existir gobiernos, serían los terroristas quiénes gobernarían con fuerzas de seguridad pagadas con el dinero de todos para hacerles los deberes a ellos, y tal vez serían tiranos, pero ya no terroristas. La política y el terrorismo están unidos en cierto modo, porque los filoterroristas se sirven de la política para poner de su lado a la ciudadanía.
El objetivo de los grupos terroristas suele ser el poder, y el de los políticos también, lo que mueva a cada individuo terrorista a matar no tiene la menor importancia: Lo importante es que no respeta la vida del prójimo, porque lo que pretenda o deje de pretender no debería expresarlo a tiros.
Re: El estadista y el terrorismo
Enviado por el día 12 de Septiembre de 2006 a las 11:01
Rara ha sido la guerra donde no se han disputado territorios y no me consta que en ninguna se hayan disputado los bandos otra cosa que no sea poder, y aunque el terrorismo sea la guerra moderna la pelea sigue siendo la misma.
Territorios + Poder en los territorios = Gestión del patrimonio de los territorios
Las causas de los conflictos suelen ser disputas de territorios para ejercer en ellos el poder.
Me quedo con lo que dice el estadista: “ el terrorismo es infamia y barbarie, no política o ideología”.
Este estadista sigue diciendo: "No hay causa alguna que justifique el terrorismo. Ninguna idea, por legítima que sea, puede servir de coartada para el asesinato indiscriminado".
Hmmmm, desvaría ligeramente el estadista, digo, porque el asesino asesina como persona que es; la idea sólo es su excusa, pero en ningún caso su coartada. Nunca podría ser así, ya que la idea no tiene al individuo, es el individuo quien tiene a la idea… entiendo que el estadista piensa que el individuo puede ser víctima de su idea, y por ello le llama coartada en lugar de llamarla excusa, es lo más normal porque coartada es un término más rebuscado que excusa, y si lo buscó fue por algo, y debió ser porque la coartada exculpa y la excusa no, si bien deja claro que no hay disculpa posible y entonces ¿a quién le importa la coartada? Es hablar por hablar. El estadista empieza a vender humo.
Tampoco se entiende que matice entre idea legítima e ilegítima ¿Es legítimo matar a alguien que le quiere matar a uno? En un principio sí pero si además ese alguien se abalanza sobre uno con un cuchillo y uno guarda una pistola en el cinto, disparar es lo más normal del mundo ¿La autodefensa es una idea? Pues algo así será, desde luego la autodefensa se le ocurre al agredido, y la ocurrencia es idea. Si es legítima o no lo decidirá un juez, que es quien legitima o deslegitima en su tribunal. O sea que la idea del que mata es cosa aparte, desde luego que no importa lo más mínimo, aquí los importantes son los que mueren por culpa del terrorismo; que es algo que trata de usurpar un poder por la fuerza.
Efectivamente, como dice el estadista, poco importaría si un juez hubiera dicho: “Se puede matar por Euskalherria” o “se puede matar por Al-Andalus”, legitimando la idea; pero denota esa verborrea un escaso interés en afrontar el problema a cara de perro, yéndose con las legitimaciones un poco más allá de los cerros de Úbeda.
Territorios + Poder en los territorios = Gestión del patrimonio de los territorios
Las causas de los conflictos suelen ser disputas de territorios para ejercer en ellos el poder.
Me quedo con lo que dice el estadista: “ el terrorismo es infamia y barbarie, no política o ideología”.
Este estadista sigue diciendo: "No hay causa alguna que justifique el terrorismo. Ninguna idea, por legítima que sea, puede servir de coartada para el asesinato indiscriminado".
Hmmmm, desvaría ligeramente el estadista, digo, porque el asesino asesina como persona que es; la idea sólo es su excusa, pero en ningún caso su coartada. Nunca podría ser así, ya que la idea no tiene al individuo, es el individuo quien tiene a la idea… entiendo que el estadista piensa que el individuo puede ser víctima de su idea, y por ello le llama coartada en lugar de llamarla excusa, es lo más normal porque coartada es un término más rebuscado que excusa, y si lo buscó fue por algo, y debió ser porque la coartada exculpa y la excusa no, si bien deja claro que no hay disculpa posible y entonces ¿a quién le importa la coartada? Es hablar por hablar. El estadista empieza a vender humo.
Tampoco se entiende que matice entre idea legítima e ilegítima ¿Es legítimo matar a alguien que le quiere matar a uno? En un principio sí pero si además ese alguien se abalanza sobre uno con un cuchillo y uno guarda una pistola en el cinto, disparar es lo más normal del mundo ¿La autodefensa es una idea? Pues algo así será, desde luego la autodefensa se le ocurre al agredido, y la ocurrencia es idea. Si es legítima o no lo decidirá un juez, que es quien legitima o deslegitima en su tribunal. O sea que la idea del que mata es cosa aparte, desde luego que no importa lo más mínimo, aquí los importantes son los que mueren por culpa del terrorismo; que es algo que trata de usurpar un poder por la fuerza.
Efectivamente, como dice el estadista, poco importaría si un juez hubiera dicho: “Se puede matar por Euskalherria” o “se puede matar por Al-Andalus”, legitimando la idea; pero denota esa verborrea un escaso interés en afrontar el problema a cara de perro, yéndose con las legitimaciones un poco más allá de los cerros de Úbeda.
Re: El estadista y el terrorismo
Enviado por el día 12 de Septiembre de 2006 a las 11:02
Pero el desvarío se confirma (una lástima, por lo bien que empezó) cuando de pronto este estadista se arranca con esto: "El terror sólo agrava los conflictos, retrasando y dificultando las soluciones".
Un tanto ambiguo, entendiendo que las soluciones resuelven los problemas, parece que supone que existe un problema previo al terror. Debe ser el conflicto que cita. Es decir que primero está el conflicto, luego el terror y luego la solución. Y en medio está la gente, envuelta en un problema que pone sus vidas en peligro porque los terroristas sobredimensionan las cosas.
Es decir que según este estadista el terror es hijo del conflicto, que a huevo debe ser culpa de la gente: Porque sólo faltaría que el estadista dijera que la culpa del conflicto la tienen los territorios, por cosas así como que el Sol no alumbra igual a todos.
También dice el estadista: "sólo la acción política puede resolver los conflictos". Se entiende que la gente que se convierte en terrorista es la que no politiza el conflicto, a pesar de que es raro encontrar un grupo terrorista que no comulgue con un partido político, cuya función es precisamente politizar el conflicto y acercar el terrorismo a la gente, predicando acerca de las bondades de medio mientras unos encapuchados eliminan a quiénes les llenvan la contraria.
La personalidad de los terroristas, gente de mal entender y peor cavilar, se ve afectada por el conflicto y ellos siembran el terror en lugar de sentarse en una mesa a debatir acerca de su insatisfacción espiritual. En el mejor de los casos se entiende que el brazo político les pide mesura, pero ellos son de naturaleza indomable.
Es decir, que para este estadista los terroristas son algo así como un grupo de gentes con rasgos comunes a otros delincuentes. Quién sabe si con aquellos que fueron sodomizados por padres y tíos, cuyos traumas y dificultad para superar los avatares de la vida les convirtieron en seres asociales, agresivos y vengativos.
El estadista afirma que es menester hacer un "esfuerzo cabal de comprensión de la amenaza".
Teniendo en cuenta que la amenaza es el terrorismo, lo que dice el estadista puede entenderse como “esfuerzo cabal de comprensión del terrorismo” o del “fenómeno terrorista” que igual queda más propio en boca de un estadista.
Esta vuelta al calcetín es frecuente: Los terroristas no son criminales, bueno lo son pero no forzosamente porque sean asesinos, también lo pueden ser por haber sido engañados o porque no entienden; o tal vez somos nosotros quiénes no les entendemos.
Comprender a quien le tiene a uno en la mira, no por culpa de uno, si no porque es un bruto que no contempla vías políticas.
Parece querer decir que ya que el terrorista es un ser de naturaleza impedida, es la potencial víctima quien debe pensar por los dos.
Un tanto ambiguo, entendiendo que las soluciones resuelven los problemas, parece que supone que existe un problema previo al terror. Debe ser el conflicto que cita. Es decir que primero está el conflicto, luego el terror y luego la solución. Y en medio está la gente, envuelta en un problema que pone sus vidas en peligro porque los terroristas sobredimensionan las cosas.
Es decir que según este estadista el terror es hijo del conflicto, que a huevo debe ser culpa de la gente: Porque sólo faltaría que el estadista dijera que la culpa del conflicto la tienen los territorios, por cosas así como que el Sol no alumbra igual a todos.
También dice el estadista: "sólo la acción política puede resolver los conflictos". Se entiende que la gente que se convierte en terrorista es la que no politiza el conflicto, a pesar de que es raro encontrar un grupo terrorista que no comulgue con un partido político, cuya función es precisamente politizar el conflicto y acercar el terrorismo a la gente, predicando acerca de las bondades de medio mientras unos encapuchados eliminan a quiénes les llenvan la contraria.
La personalidad de los terroristas, gente de mal entender y peor cavilar, se ve afectada por el conflicto y ellos siembran el terror en lugar de sentarse en una mesa a debatir acerca de su insatisfacción espiritual. En el mejor de los casos se entiende que el brazo político les pide mesura, pero ellos son de naturaleza indomable.
Es decir, que para este estadista los terroristas son algo así como un grupo de gentes con rasgos comunes a otros delincuentes. Quién sabe si con aquellos que fueron sodomizados por padres y tíos, cuyos traumas y dificultad para superar los avatares de la vida les convirtieron en seres asociales, agresivos y vengativos.
El estadista afirma que es menester hacer un "esfuerzo cabal de comprensión de la amenaza".
Teniendo en cuenta que la amenaza es el terrorismo, lo que dice el estadista puede entenderse como “esfuerzo cabal de comprensión del terrorismo” o del “fenómeno terrorista” que igual queda más propio en boca de un estadista.
Esta vuelta al calcetín es frecuente: Los terroristas no son criminales, bueno lo son pero no forzosamente porque sean asesinos, también lo pueden ser por haber sido engañados o porque no entienden; o tal vez somos nosotros quiénes no les entendemos.
Comprender a quien le tiene a uno en la mira, no por culpa de uno, si no porque es un bruto que no contempla vías políticas.
Parece querer decir que ya que el terrorista es un ser de naturaleza impedida, es la potencial víctima quien debe pensar por los dos.
Re: El estadista y el terrorismo
Enviado por el día 12 de Septiembre de 2006 a las 11:03
Cualquier día dirá que sería conveniente moderar la compra de coches de lujo. Dirá tal vez que las imágenes de televisión de las ciudades occidentales llegan a lugares remotos donde los pobres, al ver esos coches, se descomponen de rabia pensando que los disfrutamos porque votamos gobiernos que bombardean y saquean sus países. Tales ideas ilegítimas se las meterían en la cabeza tiranos despreciables, pero nos contará el estadista que tales tiranos no deben ser tratados como tal ni desplazados del poder ni aniquilados, pues representan a una multitud de pobres incultos que, de no salir las cosas bien, se convertirían en un montón de terroristas juntos. Y además diría el estadista que eliminando a ese tirano por pensar diferente nos ponemos a su altura, que también nos quiere eliminar por pensar diferente.
La existencia vista encima de una seta.
Y claro que el estadista suele decir que son repudiables los actos terroristas, pero la culpa es de la idea, no de los teólogos o de los etnólogos. La culpa también es del asesino y de quien le metió la idea en la cabeza, pero este último es intocable. “Choca con la realidad de la India, de Pakistán, de Israel”, dice un representante del estadista respecto a la investigación nuclear de Irán, cuyo presidente llama a aniquilar a los judíos.
Los jerifaltes y prebostes intelectuales teólogos del terrorismo (Jerusalén = Territorio), se limitan a encauzar una idea que domina a los necios, e igual que sirven para encauzar por el mal camino, pueden servir para encauzar por el bueno si les mesan convenientemente las barbas; deben pensar algunos.
Volviendo al tema del odio, a ojos del estadista debe existir pues una causa (injustificada por supuesto, diría él) para explicar su odio hacia nosotros. Ellos no pueden evitar odiar, magnifican el resentimiento y se distancian hasta posiciones radicales, que es lo que suele convertir al conflicto en irresoluble.
A no ser, se entiende, que entendamos por qué nos odian... Pero ¿para qué nos sirve eso? ¿Para ser de tal modo que no nos odien?
Supongo que la solución no es, por ejemplo, que los judíos dejen de ser judíos o que los empresarios se conviertan en asalariados para dejar de ser extorsionados.
La existencia vista encima de una seta.
Y claro que el estadista suele decir que son repudiables los actos terroristas, pero la culpa es de la idea, no de los teólogos o de los etnólogos. La culpa también es del asesino y de quien le metió la idea en la cabeza, pero este último es intocable. “Choca con la realidad de la India, de Pakistán, de Israel”, dice un representante del estadista respecto a la investigación nuclear de Irán, cuyo presidente llama a aniquilar a los judíos.
Los jerifaltes y prebostes intelectuales teólogos del terrorismo (Jerusalén = Territorio), se limitan a encauzar una idea que domina a los necios, e igual que sirven para encauzar por el mal camino, pueden servir para encauzar por el bueno si les mesan convenientemente las barbas; deben pensar algunos.
Volviendo al tema del odio, a ojos del estadista debe existir pues una causa (injustificada por supuesto, diría él) para explicar su odio hacia nosotros. Ellos no pueden evitar odiar, magnifican el resentimiento y se distancian hasta posiciones radicales, que es lo que suele convertir al conflicto en irresoluble.
A no ser, se entiende, que entendamos por qué nos odian... Pero ¿para qué nos sirve eso? ¿Para ser de tal modo que no nos odien?
Supongo que la solución no es, por ejemplo, que los judíos dejen de ser judíos o que los empresarios se conviertan en asalariados para dejar de ser extorsionados.
Re: El estadista y el terrorismo
Enviado por el día 12 de Septiembre de 2006 a las 11:05
Los terroristas son parásitos que aspiran a lo que no les corresponde, y mientras exista sociedad existirá terrorismo del mismo modo que mientras existan perros existirán pulgas.
Lo dicho, si desaparece el gobierno los terroristas se volatilizan, convirtiéndose en políticos.
Las pulgas, si no hay perros, se pueden hasta morir.
Pero ¿Y el conflicto? El estadista expone varias ideas que "provocan" terrorismo, y ninguna es el territorio o el ansia de poder.
Por ejemplo el hambre y la miseria, curiosamente dos “ideas” que pueden dominar al ser humano: Ya parecía que iba por ahí...
El estadista dice: "Aceleremos las decisiones que nos llevarán a un mundo justo y seguro; fortalezcamos Naciones Unidas, el multilateralismo y la legalidad internacional; cumplamos también los Objetivos del Milenio para la erradicación de la pobreza y la miseria; y construyamos conjuntamente una verdadera Alianza de Civilizaciones".
Si la culpa es del hambre y la miseria, se entiende que si deja de haber pobres existirán menos razones para que exista terrorismo. O sea que si la culpa es de que haya pobres, la culpa es del dinero.
Ya estamos en 1917, sólo que ahora los pobres son terroristas y antes no.
Pero siguen siendo pobres, y eso tira.
De manera que hay que evitar que haya pobres, esa es su idea fundamental, pero eso hay que hacerlo con o sin terrorismo.
O sea que no es una medida antiterrorista, es una medida social.
¿Si deja de haber pobres dejará de haber terroristas? Pues no debería.
¿Acaso los etarras son pobres? No, ni Bin Laden tampoco.
Contra el terrorismo no hay medida, sólo cabe la protección y disuasión del criminal.
¿Son los terroristas criminales? Sí, por lo tanto los gobiernos deben preocuparse de proteger a la sociedad de esos criminales, que de una manera u otra encontrarán motivos para justificar la muerte de alguien que les estorba.
Mucha mística empieza a haber con los asesinos, es como si un cervatillo dedicara sus días a encontrar el modo de convencer al león para que se haga vegetariano.
Parece mentira, que estadistas así deban defender a los países de las agresiones de unos dementes.
Lo dicho, si desaparece el gobierno los terroristas se volatilizan, convirtiéndose en políticos.
Las pulgas, si no hay perros, se pueden hasta morir.
Pero ¿Y el conflicto? El estadista expone varias ideas que "provocan" terrorismo, y ninguna es el territorio o el ansia de poder.
Por ejemplo el hambre y la miseria, curiosamente dos “ideas” que pueden dominar al ser humano: Ya parecía que iba por ahí...
El estadista dice: "Aceleremos las decisiones que nos llevarán a un mundo justo y seguro; fortalezcamos Naciones Unidas, el multilateralismo y la legalidad internacional; cumplamos también los Objetivos del Milenio para la erradicación de la pobreza y la miseria; y construyamos conjuntamente una verdadera Alianza de Civilizaciones".
Si la culpa es del hambre y la miseria, se entiende que si deja de haber pobres existirán menos razones para que exista terrorismo. O sea que si la culpa es de que haya pobres, la culpa es del dinero.
Ya estamos en 1917, sólo que ahora los pobres son terroristas y antes no.
Pero siguen siendo pobres, y eso tira.
De manera que hay que evitar que haya pobres, esa es su idea fundamental, pero eso hay que hacerlo con o sin terrorismo.
O sea que no es una medida antiterrorista, es una medida social.
¿Si deja de haber pobres dejará de haber terroristas? Pues no debería.
¿Acaso los etarras son pobres? No, ni Bin Laden tampoco.
Contra el terrorismo no hay medida, sólo cabe la protección y disuasión del criminal.
¿Son los terroristas criminales? Sí, por lo tanto los gobiernos deben preocuparse de proteger a la sociedad de esos criminales, que de una manera u otra encontrarán motivos para justificar la muerte de alguien que les estorba.
Mucha mística empieza a haber con los asesinos, es como si un cervatillo dedicara sus días a encontrar el modo de convencer al león para que se haga vegetariano.
Parece mentira, que estadistas así deban defender a los países de las agresiones de unos dementes.
Re: Re: El estadista y el terrorismo
Enviado por el día 12 de Septiembre de 2006 a las 11:28
Los terroristas utilizan la violencia para conseguir sus fines, si estos son económicos se les llaman mafiosos o delincuentes comunes, si son sexuales reciben el nombre de violadores, si matan por diversión, perturbados o asesinos múltiples, si por celos el crimen es pasional y si políticos es terrorista. No hay que darle tantas vueltas.
Luego de 6.000 palabras no ha conseguido definir que coño es el terrorismo.
Luego de 6.000 palabras no ha conseguido definir que coño es el terrorismo.
Re: Re: Re: El estadista y el terrorismo
Enviado por el día 12 de Septiembre de 2006 a las 11:52
después de 6.000 reuniones todavía no hay un consenso internacional sobre la definición de terrorismo.
saludos
saludos
Re: Re: Re: El estadista y el terrorismo
Enviado por el día 12 de Septiembre de 2006 a las 13:33
Creo que las palabras fueron 9.300 y algo.
Yo lo he definido pero otra cosa es que usted no esté de acuerdo: Ocupar el lugar de un gobierno, ese el objetivo de los terroristas.
Si llamamos terroristas a los terroristas, claro, es decir a los integrantes de una banda armada, que se dedica a esparcir el terror haciendo terrorismo.
El pertinaz violador será en cualquier caso un aterrorizador pasivo (que diría el estadista), porque la mera suposición de que existe el sujeto aterroriza a la sociedad.
Además existen terroristas que violan (me voy a ir lejos para no discutir, y citaré a los hunos o los vikingos), otros que son sádicos y otros perturbados.
No todos los aterrorizadores son terroristas, hombre de Dios.
Yo lo he definido pero otra cosa es que usted no esté de acuerdo: Ocupar el lugar de un gobierno, ese el objetivo de los terroristas.
Si llamamos terroristas a los terroristas, claro, es decir a los integrantes de una banda armada, que se dedica a esparcir el terror haciendo terrorismo.
El pertinaz violador será en cualquier caso un aterrorizador pasivo (que diría el estadista), porque la mera suposición de que existe el sujeto aterroriza a la sociedad.
Además existen terroristas que violan (me voy a ir lejos para no discutir, y citaré a los hunos o los vikingos), otros que son sádicos y otros perturbados.
No todos los aterrorizadores son terroristas, hombre de Dios.
Re: Re: Re: El estadista y el terrorismo
Enviado por el día 12 de Septiembre de 2006 a las 13:40
Esa clasificación que ha hecho usted en la respuesta me ha dejado anonadado, de verdad.
Lo peor del caso es que en un principio creo que no está usted en desacuerdo con lo que digo, lo único es que insiste en que el hecho de que una tribu decida apropiarse de un lugar o imponer en él sus dogmas es un hecho político; cuando no lo es.
La política es lo que viene después del terrorismo, o durante. El motivo es el deseo de imponer gobiernos derrocando los que existen, y como los gobiernos son poderosos la forma más inteligente de enfrentarse a ellos es mediante guerras de guerrillas, es decir terrorismo.
Lo peor del caso es que en un principio creo que no está usted en desacuerdo con lo que digo, lo único es que insiste en que el hecho de que una tribu decida apropiarse de un lugar o imponer en él sus dogmas es un hecho político; cuando no lo es.
La política es lo que viene después del terrorismo, o durante. El motivo es el deseo de imponer gobiernos derrocando los que existen, y como los gobiernos son poderosos la forma más inteligente de enfrentarse a ellos es mediante guerras de guerrillas, es decir terrorismo.
Re: Re: Re: Re: El estadista y el terrorismo
Enviado por el día 12 de Septiembre de 2006 a las 13:48
No sé qué pensaría Viriato de tu equiparación "terrorismo -> guerra de guerrillas", ibergótico.
Saludos.
Saludos.
Re: Re: Re: Re: El estadista y el terrorismo
Enviado por el día 12 de Septiembre de 2006 a las 14:04
Lo de las palabras está calculado a ojo. Y tiene razón, no estoy del todo en desacuerdo con lo que dice, pero se me pierde usted en vaguedades.
Lo de la tribu me ha llegao al alma. Apropiarse de un lugar y aplicar la guerra de guerrilas para combatirlo me parece sacado de madre, de república bananera. El terrorismo no tiene la capacidad de enfrentarse militarmente a un estado. Le faltan cazas, portaviones, satélites militares, submarinos nucleares, tanques, logística, armamento, soldados, misiles...y si los tiene el "otro" tiene mucho más y mejor. De hecho las armas las fabrican los estados agredidos por los terroristas, estos carecen de la capacidad de aquellos de fabricarlas, ¿quien se las vende?
El terrorismo golpea al estado en la población, esto es, a la opinión pública que se siente agredida. No busca una victoria militar que sabe imposible, sino la mediática, la política o llámela como quiera.
Lo de la tribu me ha llegao al alma. Apropiarse de un lugar y aplicar la guerra de guerrilas para combatirlo me parece sacado de madre, de república bananera. El terrorismo no tiene la capacidad de enfrentarse militarmente a un estado. Le faltan cazas, portaviones, satélites militares, submarinos nucleares, tanques, logística, armamento, soldados, misiles...y si los tiene el "otro" tiene mucho más y mejor. De hecho las armas las fabrican los estados agredidos por los terroristas, estos carecen de la capacidad de aquellos de fabricarlas, ¿quien se las vende?
El terrorismo golpea al estado en la población, esto es, a la opinión pública que se siente agredida. No busca una victoria militar que sabe imposible, sino la mediática, la política o llámela como quiera.
Re: Re: Re: Re: Re: El estadista y el terrorismo
Enviado por el día 12 de Septiembre de 2006 a las 14:21
Claro que no tienen medios, por eso masacran civiles y eluden el contacto con el ejército; pero el fin es constituir un estado en el que ellos gobiernen.
La única manera de conseguirlo es forzando al gobierno a dialogar, de tal modo siempre ganarán algo.
Lo que está claro es que cuántos más estados estén dispuestos a dialogar con terroristas, más organizaciones elegirán el terrorismo como vía para alcanzar fines políticos.
La única manera de conseguirlo es forzando al gobierno a dialogar, de tal modo siempre ganarán algo.
Lo que está claro es que cuántos más estados estén dispuestos a dialogar con terroristas, más organizaciones elegirán el terrorismo como vía para alcanzar fines políticos.