España

Pregunta a los antitaurinos

Todos lo enemigos de las corridas de toros dicen que hay que prohibirlas arguyendo que son crueles, pero a ninguno le he leído dar soluciones sobre el destino de las reses bravas una vez clausuradas las corridas.

No pregunto por el destino de esas miles de personas que viven en torno a la fiesta de los toros, esos ya se buscarán la vida de otras formas, pregunto por la utilización que se les va a dar a esa cabaña de reses bravas que existen en España. Ofrezco las siguientes soluciones:

Solución a) Eliminar la bravura del toro a través de medios genéticos, y utilizarlos como a los bueyes, para labores domésticas. Solución muy costosa, inútil y no rentable. Hoy las máquinas hacen esos trabajos.

Solución b) Utilizarlos para el consumo de su carne, al igual que otros vacunos. El problema es que no se podrían matar como a las reses mansas, habría que utilizar otros medios que no ponga en riesgo la vida de los matarifes.

Solución c) Dejar la cabaña de reses bravas en los prados, evitando los apareamientos para que se extingan en unos diez años por si mismas. El costo con cargo al Estado, naturalmente.

Solución d) Seguir criando las reses bravas, para venderlas a los países que siguen manteniendo las corridas. Solución inviable por antieconómica.

Solución e) Dar corridas de toros sin picar, banderillear ni dar muerte al animal. Solución ineficaz, la fiesta perdería su forma de ser, y ningún torero se atrevería a torear en esas condiciones.

Solución f) Regalar un toro bravo a cada antitaurino como mascota.

Si alguien tiene una solución más rentable y natural que dar al toro bravo una vez que se clausuren las corridas, que la de.

Señoras y señores: Todos los cambios o prohibiciones deben tener sus alternativas correspondientes. Es muy fácil decir: que prohíban eso porque a mi me parece una salvajada. Hay que dar soluciones.

Por lo tanto, espero que todos los furibundos enemigos de la fiesta de los toros, si tanto sufren por el toro martirizado, que den la solución para la vida de ese noble animal, una vez que se prohíban las corridas.

Es lo menos que pueden hacer por los toros, salvo que a ustedes ya no les importe la vida de estas reses después.