España
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¿Estamos en una nueva caza de brujas?
Enviado por el día 2 de Octubre de 2006 a las 08:06
¿Estamos en una nueva caza de brujas?
Después que el Papa Benedicto XVI haya provocado las iras del Islam con unas manifestaciones sobre un texto medieval sobre la guerra santa, según los islamistas ofensivos a su religión, y que ha causado la muerte de una religiosa en Somalia. Del conflicto que causó en el mundo árabe unas caricaturas sobre Mahoma en Dinamarca. La condena a muerte por el Islam a Salman Rushdie por escribir un libro, y las reacciones ante del escrito en mi blog: Tribus españolas: el vasco, y la cancelación en Alemania de una obra teatral que se cortaban las cabezas de Buda, Mahoma y Dios, por temor a represalias; llego a la conclusión de que para algunas personas, la libertad de expresión no consiste en el libre pensamiento, consiste en escribir pensando que las palabras dichas o escritas no van a herir a nadie.
Aquellos que crean y estén convencidos que un escrito sobre una institución política, religiosa o social, redactado de una forma impecable, sin recurrir a frases ni palabras degradantes, pero el contenido es contrario a sus conceptos sobre lo tratado, las reacciones son las de condenar al autor del que ha tenido la osadía de escribir tal panfleto; sin duda son unos intransigentes totalitarios de signo fascista o comunista, cuyos recursos son los de tapar la boca a través de la violencia.
Que esto pase en un país civilizado como España, es algo que no se puede entender. Vemos en los foros y blogs, que la reacción a los escritos que no se comparte la idea, la mayoría de los discrepantes “se tiran a la yugular” del que se atrevió a publicarla sin más; ya han sido sentenciados y condenados. Los fanáticos nunca debaten ideas contrarias, las rebanan.
Estos que así actúan ante los escritos que han sido aceptados por los medios donde son publicados, presumen de progresistas y demócratas; pero ¡claro! sólo con los afines. Todo vestigio de conservadurismo, racismo o xenofobia, según sus conceptos, lo condenan, eso no es democracia; y los fachas (como ellos les llaman) no tienen cabida en ella, lo democrático son sus ideas.
Es lo mismo que la caza de brujas de los años 50 en los Estados Unidos; toda idea comunista era perseguida y condena. O el Ku-Kux-Klan; sólo bastaba tener la piel negra para ser inculpado.
Después que el Papa Benedicto XVI haya provocado las iras del Islam con unas manifestaciones sobre un texto medieval sobre la guerra santa, según los islamistas ofensivos a su religión, y que ha causado la muerte de una religiosa en Somalia. Del conflicto que causó en el mundo árabe unas caricaturas sobre Mahoma en Dinamarca. La condena a muerte por el Islam a Salman Rushdie por escribir un libro, y las reacciones ante del escrito en mi blog: Tribus españolas: el vasco, y la cancelación en Alemania de una obra teatral que se cortaban las cabezas de Buda, Mahoma y Dios, por temor a represalias; llego a la conclusión de que para algunas personas, la libertad de expresión no consiste en el libre pensamiento, consiste en escribir pensando que las palabras dichas o escritas no van a herir a nadie.
Aquellos que crean y estén convencidos que un escrito sobre una institución política, religiosa o social, redactado de una forma impecable, sin recurrir a frases ni palabras degradantes, pero el contenido es contrario a sus conceptos sobre lo tratado, las reacciones son las de condenar al autor del que ha tenido la osadía de escribir tal panfleto; sin duda son unos intransigentes totalitarios de signo fascista o comunista, cuyos recursos son los de tapar la boca a través de la violencia.
Que esto pase en un país civilizado como España, es algo que no se puede entender. Vemos en los foros y blogs, que la reacción a los escritos que no se comparte la idea, la mayoría de los discrepantes “se tiran a la yugular” del que se atrevió a publicarla sin más; ya han sido sentenciados y condenados. Los fanáticos nunca debaten ideas contrarias, las rebanan.
Estos que así actúan ante los escritos que han sido aceptados por los medios donde son publicados, presumen de progresistas y demócratas; pero ¡claro! sólo con los afines. Todo vestigio de conservadurismo, racismo o xenofobia, según sus conceptos, lo condenan, eso no es democracia; y los fachas (como ellos les llaman) no tienen cabida en ella, lo democrático son sus ideas.
Es lo mismo que la caza de brujas de los años 50 en los Estados Unidos; toda idea comunista era perseguida y condena. O el Ku-Kux-Klan; sólo bastaba tener la piel negra para ser inculpado.
Re: ¿Estamos en una nueva caza de brujas?
Enviado por el día 2 de Octubre de 2006 a las 08:08
Algo parecido pasa en la España actual, aquel que huela a facha o a franquista, e incluso votante del Partido Popular, está condenado en las mentes de éstos demócratas de nuevo cuño. Como apunté antes, en el concepto de democracia que tienen los progresistas, no caben las ideas que aquellos preconizan, por lo que tratan por todos los medios, como ayer el señor Zapatero apuntó en un mitin más o menos, que a la extrema derecha (pero no dijo quien es la extrema derecha, cosa propia de los falsarios) tiene que desaparecer, para poder construir un sistema nuevo.
La idea de democracia que yo tenía hasta hace poco, era la contemplación y tolerancia de todas las ideas recogidas en el marco constitucional de una nación, pero veo que me equivoco.
Hoy en España no caben las ideas de unos diez millones de personas. Si se quieren incorporar a la nueva democracia del señor Zapatero, tienen que pedir disculpas públicas por haber sido como son, abrazar las ideas progresistas y prometer no escribir ni decir absolutamente nada susceptible de herir a los nuevos “Césares”.
Esta es la España que ya está aquí.
La idea de democracia que yo tenía hasta hace poco, era la contemplación y tolerancia de todas las ideas recogidas en el marco constitucional de una nación, pero veo que me equivoco.
Hoy en España no caben las ideas de unos diez millones de personas. Si se quieren incorporar a la nueva democracia del señor Zapatero, tienen que pedir disculpas públicas por haber sido como son, abrazar las ideas progresistas y prometer no escribir ni decir absolutamente nada susceptible de herir a los nuevos “Césares”.
Esta es la España que ya está aquí.