España

En este libro:

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Contenido parcial en:

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Elijo dos fragmentos como muestra: Página 278. Documento nº 46. G. Dimitrov informa el 30 de julio de 1937 a Voroshilov. "…Vamos ahora con Irujo (vasco, ministro de justicia). Nacionalista vasco, católico. Un buen jesuita, valioso discípulo de Ignacio de Loyola. Comprometido en el escándalo bancario Salamanca-Francia. Actúa como un auténtico fascista. Se dedica especialmente a acosar y perseguir a gente humilde y a los antifascistas que el año pasado trataron con brutalidad a los fascistas hechos prisioneros en agosto, septiembre, octubre y noviembre. Quería detener a Carrillo, secretario general de la Juventud Socialista Unificada, porque cuando los fascistas se estaban aproximando a Madrid dio la orden de fusilar a varios funcionarios fascistas detenidos. Invocando la ley, ese fascista de Irujo, ministro de Justicia del gobierno republicano, está organizando una investigación sobre los comunistas, socialistas y anarquistas que trataron con brutalidad a los fascistas prisioneros. Invocando la ley, ese ministro de Justicia liberó a cientos de agentes fascistas detenidos o fascistas disfrazados. Junto a Zugazagoitia, Irujo hace todo lo posible por salvar a los troskistas y sabotear los juicios contra ellos, y hará cuanto pueda por absolverlos…".

Saludos

El libro (España traicionada) de Ronald Radosh, Mary R. Habeck y Gregory Sevostianov, editado en España por Planeta en 2002, recoge en ochenta y cinco documentos inéditos, procedentes de los archivos de la URSS, la labor de información de algunos de ellos. Ilya Ehrenburg, André Marty, Vladimir Gorev, Vladimir Antonov-Ovseenko, Iosif Ratner, Artur Stashevsky firman algunos de los informes destinados a Stalin y la cúpula soviética.

Ya lo copié yo, Jarabo. Y te digo que esto tiene muy mal aspecto: el 11-M jodió España de forma irreversible. ¡Me estoy calentando! ¡Quien bien tiene y mal escoge, del mal que le venga, no se enoje! Insisto: es la mala fe la que nos ha llevado hasta aquí. Mala fe, puesta de relieve en mis 18 puntos: actuaciones abyectas, deliberadas y bastardamente bastardas. Sí, señor Zapatero, la negligencia casi siempre es disculpable, pero no así la mala fe. Lo de hace tres días es fruto de su negligencia, pero precedida de una mala fe, esta sí, imperdonable. ¡No pretenda que después de estas actuaciones, abyectas y bastardas, encima le perdonemos una negligencia!

Observémosle mientras se va enfangando a fondo en un delito de alta traición. Luego a por él, con la ley en la mano.

Saludos.