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Para cerrar la jeta de los españoles...
Enviado por el día 19 de Diciembre de 2006 a las 20:11
El mando y señorío es de aquellos que vencieron la batalla (Jenofonte)



CRONICA


Historia

LAS PROFESIONALES DE ESPAÑA

LA ATREVIDA historia de la prostitución, desde la Ilustración a nuestros días, narrada por una catedrática. De cómo escritores y curas las amaron, Franco hizo un censo de prostíbulos y la democracia no termina de regular una vieja profesión en la que hoy trabajan alrededor de 250.000 mujeres

JOAQUINA GARCIA DE FAGOAGA

A principios del siglo XVIII, en Londres una de cada 15 mujeres era puta. En París se calcula que había una por cada 16 o 17.A no dudarlo, aquéllas eran las obligadas capitales de lo que aún hoy se llama la disciplina inglesa y de lo que también se conoce por hacer un francés. La católica España de Franco asombraba al mundo regulando la prostitución y se reconocía oficialmente que a comienzos de los años 40, una de cada 25 mujeres que vivían en Madrid ejercía la prostitución, obligadas, en gran medida, por el hambre reinante.


La prostitución siempre ha fascinado y/o repugnado a los hombres y ha generado su propia y extensa literatura, desde las poesías de Quevedo o Moratín hasta La ramera Elisa de Edmund de Goncourt o las novelas licenciosas del siglo XX que acabaron convertidas en películas de gran éxito.

Re: Para cerrar la jeta de los españoles...
Enviado por el día 19 de Diciembre de 2006 a las 20:13
Nadie reconoce públicamente haber utilizado los servicios de prosti-tutas, pero deben de tener clientes o al menos es lo que se piensa al ver docenas de coches aparcados junto a ciertos clubes de carretera.

CURAS Y POETAS

Según el ilustrado Moratín, corría el rumor de que de todas las órdenes religiosas, los jerónimos eran los «mejor dotados» y más vigorosos. Samaniego, buen entendido en fábulas y prostitutas, relata en su Jardín de Venus la confesión de una pu-ta con un fraile carmelita. La profesional del sexo se arrepentía circunstancialmente de sus contactos con otro fraile cuya filiación ignoraba, pero que decía le había tirado «13 cañonazos con bala». A ello respondía el compungido confesor que «...de 11, sí, ya los tiene nuestra orden, cuando alguno se esfuerza, pero 13, jerónimo es por fuerza».

Re: Re: Para cerrar la jeta de los españoles...
Enviado por el día 19 de Diciembre de 2006 a las 20:16
Muchos hombres actuales debieran aprender de los jerónimos de entonces. Y es que aquellos santos varones eran hombres muy machos: «...la de las fuerzas genitales, en que son los jerónimos bestiales».No nos engañemos; quienes querían vivir de su intelecto y dedicarse al estudio, poco camino tenían más que la Iglesia, por lo que se convertían en sacerdotes hombres sin fe, pero que hoy consideraríamos intelectuales. No se les podía exigir, pues, la castidad.

Y es que, como tenía claro Moratín, la prostitución era un mal menor en una sociedad necesitada de expansiones. O eran pu-tas las profesionales, o lo serían todas las mujeres: «Facilitando hacia el burdel el paso, cerrarás las alcobas conyugales y las más de purezas virginales».

En cuanto a desgracias por fornicar con curas, pocas como la de la putta apodada la Chiquita, «a quien el padre Angulo le pegó purgaciones por el culo». Los curas eran buenos degustadores y preferían las vírgenes, con lo cual nació la picaresca; a las más jóvenes se le remendaba el virgo con cal, clara de huevo y otras drogas, para indudablemente venderlo como nuevo.

Re: Re: Re: Para cerrar la jeta de los españoles...
Enviado por el día 19 de Diciembre de 2006 a las 20:21
Re: Re: Re: Para cerrar la jeta de los españoles...
Enviado por el día 19 de Diciembre de 2006 a las 20:21
Se quejaba una copla popular: «Tanto cura, tanto cura, tanto puñetero fraile, tanta monja de clausura, tanto chiquillo sin padre» (Anónimo de finales del siglo XVIII), pero, ¿quiere alguien criticar a los curas? ¿Esas mismas personas criticarían a los más destacados escritores del romanticismo? Lord Byron quedó prendado de una putta gaditana, de nombre Inés, como la monja de don Juan. Inés era una mujer risueña, y su modo de bromear con la tristeza del inglés cuando se despide de ella es el inicio del poema que el lord le dedica: «No sonrías ante mi adusta frente, que yo no sé ya cómo se sonríe...».

Otro personaje de postín, Luis II de Baviera, quedó absolutamente encoñado con una tal Lola Montes, parece ser que gracias a las prodigiosas habilidades amatorias de esta cazadora a lo filipino del siglo XIX, también ella experta en capturar talentos adinerados.

Teófilo Gautier era un gran admirador de la putta hispana, al igual que Prosper Merimé, quien escribió Carmen y otras narraciones gracias a sus conocimientos de campo del modus operandi de la puttas andaluzas, quienes le dejaron profunda huella. Y Alejandro Dumas, gran pecador también, llamaba princesas a las puttas andaluzas.Hubo, incluso una putta española que se convirtió en reina de un exótico país asiático gracias a sus habilidades Nada nuevo hay, pues, sobre la faz de la tierra.

PARA QUE DIGAN QUE LAS ESPAÑOLAS NO SON PUTTAS...
Re: Re: Re: Re: Para cerrar la jeta de los españoles...
Enviado por el día 19 de Diciembre de 2006 a las 20:22