Hispanoamérica

Cada día al levantarme puedo observar desde el palacete donde vivo la torre de la antigua ciudad de Panamá, fundada por el miserable español Pedro Arias de Ývila y me digo, al ver las ruinas de la otrora gloriosa ciudad por donde pasaba el 60 por ciento del oro americano que era robado por esa raza miserable de la península ibérica: ¡Castigo de Dios! Las piedras de esta ciudad, tintas de sangre inocente, de tanto esclavco africano, de tanto indígena explotado... Dios, que no come cuentos de los españoles, envió un vengador: Sir Henry Morgan... Luego, al levantarme y salir a trabajar, y pasar por la llamada "colina de los bucaneros", lugar desde donde Morgan oteó las torres de la antigua ciudad, me digo a mi mismo: "¡Oh, gran pirata, oh, gran vengador nuestro!" "¡Cómo castigaste a tanto eclesiástico español hipócrita, que comiendo santos y cagando diablos rezaba y explotaba a los humildes!"
http://es.wikipedia.org/wiki/Henry_Morgan