Internacional
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Turquía avanza
Enviado por el día 27 de Diciembre de 2005 a las 18:46
El tabú del genocidio armenio se desmorona en Turquía
MANUEL MARTORELL (El Mundo)
En la sociedad turca, el genocidio armenio ha sido considerado un tabú. Aquellas matanzas en masa organizadas por el Ejército jamás habían existido, tampoco la cifra de un millón de muertos; todo era una gran mentira inventada por los países europeos y Estados Unidos contra Turquía. En todo caso, las decenas de miles de armenios fallecidos entre 1915 y 1917 lo habrían sido en el curso de la I Guerra Mundial, durante los combates con separatistas armenios aliados con el enemigo -Rusia- para desmembrar el Imperio Otomano.
Negar tal versión oficial era considerado un grave delito y, por lo tanto, castigado con severas penas de cárcel. Todo esto se vino abajo en septiembre pasado, cuando medio centenar de historiadores y escritores se reunieron en un congreso celebrado en la Universidad de Bilgi (Estambul) para, bajo el título Los armenios otomanos en la fase final del Imperio, cuestionar una verdad hasta entonces indiscutible.
Sin embargo, la convocatoria de estas jornadas de estudios históricos no fue fácil. En realidad, era la tercera vez que se intentaba realizar el congreso. En mayo se tuvo que suspender después de que el ministro de Justicia les acusara de estar «clavando un puñal por la espalda al pueblo turco». Un nuevo intento fue prohibido por los tribunales y, finalmente, se pudo celebrar, con el apoyo explícito del primer ministro, Tayip Erdogan, quien desautorizó a su ministro tras las quejas recibidas de la UE.
Negociación europea
Murat Belge, profesor de Literatura Comparada y uno de los principales impulsores del encuentro académico, reconocía al diario Libération el papel clave que ha jugado la negociación con la UE para que fuera posible este histórico acontecimiento. «El dilema era si vamos a vivir en una democracia a la europea o en una sociedad bajo vigilancia del Estado», declaró.
El primero en aprovechar el clima de apertura provocado por el acercamiento a Europa fue el escritor Orhan Pamuk, que se atrevió a comienzos de año a decir en una revista suiza que en Turquía habían sido asesinados un millón de armenios y 30.000 kurdos.Acusado de «traidor», este prestigioso novelista fue procesado por denigrar la identidad nacional de Turquía y contra él se levantó una verdadera campaña mediática, recibió amenazas de muerte, fue agredido por manifestantes cuando se dirigía al juicio y hasta un alcalde se dedicó a requisar sus obras por las librerías para quemarlas.
MANUEL MARTORELL (El Mundo)
En la sociedad turca, el genocidio armenio ha sido considerado un tabú. Aquellas matanzas en masa organizadas por el Ejército jamás habían existido, tampoco la cifra de un millón de muertos; todo era una gran mentira inventada por los países europeos y Estados Unidos contra Turquía. En todo caso, las decenas de miles de armenios fallecidos entre 1915 y 1917 lo habrían sido en el curso de la I Guerra Mundial, durante los combates con separatistas armenios aliados con el enemigo -Rusia- para desmembrar el Imperio Otomano.
Negar tal versión oficial era considerado un grave delito y, por lo tanto, castigado con severas penas de cárcel. Todo esto se vino abajo en septiembre pasado, cuando medio centenar de historiadores y escritores se reunieron en un congreso celebrado en la Universidad de Bilgi (Estambul) para, bajo el título Los armenios otomanos en la fase final del Imperio, cuestionar una verdad hasta entonces indiscutible.
Sin embargo, la convocatoria de estas jornadas de estudios históricos no fue fácil. En realidad, era la tercera vez que se intentaba realizar el congreso. En mayo se tuvo que suspender después de que el ministro de Justicia les acusara de estar «clavando un puñal por la espalda al pueblo turco». Un nuevo intento fue prohibido por los tribunales y, finalmente, se pudo celebrar, con el apoyo explícito del primer ministro, Tayip Erdogan, quien desautorizó a su ministro tras las quejas recibidas de la UE.
Negociación europea
Murat Belge, profesor de Literatura Comparada y uno de los principales impulsores del encuentro académico, reconocía al diario Libération el papel clave que ha jugado la negociación con la UE para que fuera posible este histórico acontecimiento. «El dilema era si vamos a vivir en una democracia a la europea o en una sociedad bajo vigilancia del Estado», declaró.
El primero en aprovechar el clima de apertura provocado por el acercamiento a Europa fue el escritor Orhan Pamuk, que se atrevió a comienzos de año a decir en una revista suiza que en Turquía habían sido asesinados un millón de armenios y 30.000 kurdos.Acusado de «traidor», este prestigioso novelista fue procesado por denigrar la identidad nacional de Turquía y contra él se levantó una verdadera campaña mediática, recibió amenazas de muerte, fue agredido por manifestantes cuando se dirigía al juicio y hasta un alcalde se dedicó a requisar sus obras por las librerías para quemarlas.
Turquía avanza
Enviado por el día 27 de Diciembre de 2005 a las 18:47
El manifiesto de los premios Nobel en defensa del escritor ha convertido su procesamiento en un escándalo internacional recogido por todos los medios de comunicación. Finalmente, el juez decidió aplazar la sesión hasta el 7 de febrero para que el ministro de Justicia decida qué ley contra los delitos de opinión es aplicable en este caso.
También han sido procesados por el mismo motivo los editores de la revista Agos, una de las pocas publicaciones armenias que hay en Turquía. Describieron en sus páginas tanto las deportaciones en masa durante el genocidio como las actuales condiciones en las que viven los supervivientes.
Según uno de los responsables de esta publicación, la práctica totalidad de los armenios que se salvaron, unos 300.000, se convirtieron o fueron obligados a abrazar el Islam. Precisamente uno de los más claros síntomas de que el tabú armenio se está desmoronando es que algunos de aquellos conversos se atreven ya a renegar de la fe islámica para retornar a su originaria religión.
También han sido procesados por el mismo motivo los editores de la revista Agos, una de las pocas publicaciones armenias que hay en Turquía. Describieron en sus páginas tanto las deportaciones en masa durante el genocidio como las actuales condiciones en las que viven los supervivientes.
Según uno de los responsables de esta publicación, la práctica totalidad de los armenios que se salvaron, unos 300.000, se convirtieron o fueron obligados a abrazar el Islam. Precisamente uno de los más claros síntomas de que el tabú armenio se está desmoronando es que algunos de aquellos conversos se atreven ya a renegar de la fe islámica para retornar a su originaria religión.