Internacional

Me tomé unos días de justas vacaciones.

Frente a la inmensidad del oceano reflexioné sobre el giro que está tomando la situación mundial desde que lo más beligerante del imperialismo occidental junto a su enclave sionista, lanzaron su puño de hierro sobre las riquezas que descansan en medio oriente.

Va de suyo que el deber de todo ciudadano de bien es estar junto a los pueblos oprimidos contra los opresores. En este capítulo de la historia, con las masas musulmanas contra la sed de lucro de las burguesías norteamericanas y europeas.

Es claro que las fábulas sobre la barbarie islámica es la cobertura propagandística para avanzar sobre las riquezas de la zona y sancionar cualquier iniciativa defensiva de los paises "discolos". En AL el pretexto es el "populismo".

El colmo del cinismo de los gobiernos imperialistas es aplicar un cerco económico sobre Palestina por el triunfo de Hamas en elecciones inobjetables. Es sabido que esa organización reclama lo que toda persona de bien en cualquier rincón del mundo apoya sin hesitar: la construcción de un Estado Palestino y el retorno de los millones de refugiados por la barbarie del sionismo fascista. En los últimos días Hamas propuso un acuerdo con Israel si ese país abandonaba los territorios ocupados en 1967. Los sionistas, como es lógico, no respondieron y los monopolios informativos occidentales apenas si mencionaron la propuesta (estaban preocupados provocando a los musulmanes con caricaturas).

Irán, el otro blanco del sinismo imperialista, ha manifestado con toda razón su derecho a avanzar en las investigaciones nucleares. Se trata de recorrer apenas un milímetro el camino que las grandes potencias vienen transitando desde hace décadas, aunque con la diferencia de que Irán no tiene en el horizonte el objetivo de producir armas nucleares, cosa que las civilizadas potencias democráticas no han cesado de hacer y han usado (Hiroshima).

Pero como no es mi constumbre trazar diagnósticos sin efectuar propuestas de salida, y soy de los que piensan que toda situación tiene salida, propongo lo siguiente:

- Conformación de un Estado laico en el territorio que ocupa Israel y la ANP, en donde convivan en paz los 5 millones de israelies y los 7,5 millones de palestinos, de cualquier credo o religión. Esta es mi propuesta para solucionar el problema arabe-israelí.
- Eliminación inmediata de las armas nucleares en todo el mundo, dando a las NU el derecho a realizar inspecciones sorpresivas (como las que recibió Irán en los últimos años) para verificar en todo el planeta la erradicación del armamento atómico.

Son dos propuestas sencillas, simples, que hasta mi niña de 8 años entendería y consideraría justas.

Corresponde reflexionar por qué no se han ejecutado hasta el momento. Así descubriremos lo que hay detrás de las hipócritas invocaciones a los más sagrados valores universales que enarbolan las potencias que han inundado de sangre y de muerte el globo durante dos siglos.

Saludos,