Internacional

Toda la polémica del Código Da vinci radica en torno al antiguo tema: ¿quién es Jesús?... Ya en la antigüedad se decía las mayores mentiras en torno a Jesús: que era el hijo de un legionario romano llamado "Panthera", según el Talmud, que era un brujo, un milagrero... pero para algunos, entre los cuales me cuento, es el Hijo de Dios, y me pongo de rodillas ante Él y le digo: "Señor mío y Dios mío"... Jesús, ese dulce nombre... Jesús, eras fuerte y te hiciste débil, te enfrentaste al dolor y la muerte, por mí, por este miserable pecador: Tú, que levantaste a Lázaro de la tumba, te dijeron: "Señor, ya hiede", y dijiste: "Lázaro, sal fuera"... Señor, me arrodillo ante tí, ante tu poder para levantar a los muertos, curar a los ciegos, levantar a los paralíticos... Podías destruir a los judíos, a los sacerdotes, al poder político encarnado en Herodes, pero no lo hiciste... Podías destruir a los romanos, decirle a Pilatos: "¿Ves a esos soldados romanos, todos están muertos¡" y Pilatos los hubiera visto caer a sus pies... Tú pudiste decirle a Pilatos: "¿Ves ese edificio atrás tuyo? ¡qué caiga! y pilatos hubiera visto caer ese edificio... Le pudías decir a Pilatos: ¿Ves tu espada en el cinto? ¡ahora es de papel! y Pilatos se hubiera llevado la sorpresa de su vida, su espada española de hierro, convertida en una espada de cartón... Pero, no, Jesús, obedeciste a tu Padre, y te dejaste matar, como una oveja llevada al matadero... He ahí la contradicción que no entienden los descreídos... Tú, Jesús, eres mi Dios fuerte, que lleno de amor se dejó matar por nosotros... y después, haciendo gala de todo tu poder divino, saliste de la tumba... La muerte no puede contigo, Jesús, apiádate de mi que soy un pecador... http://www.opusdei.es/art.php?p=15203