Internacional
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11s an inside job, another proof
Enviado por el día 10 de Julio de 2006 a las 18:10
Testigo ocular del Pentágono identifica un Global Hawk
Samuel Danner (ingeniero eléctrico de AmTrak), estuvo incolucrado en la limpieza en el sitio del choque del Pentágono e inspeccionó los restos. Dijo, \"No fue un Boeing 757 lo que golpeó el Pentágono. El avión parecía una ballena jorobada.\" Él piensa que un Global Hawk golpeó el Pentágono. (Sólo habían hecho siete hasta el 9/11/01 y dos estaban desaparecidos en ese entonces.)
Danner es un ex piloto. Dijo que la aeronave que se estrelló contra el Pentágono era muy silenciosa con una sola turbina cerca de la parte trasera. También vio un segundo avión sobrevolando y se pregunta si ése estaba controlando al avión que golpeó al Pentágono. Caminó sobre el pasto y recogió pequeñas piezas de restos con otros. No vio cuerpos de la aeronave.
Danner está muy enfermo ahora con linfoma, que puede ser resultado de exposición ante uranio reducido en el Pentágono el 9/11. Quiere hablar ahora (después de ver \"Loose Change\") porque \"me está molestando\".
El Global Hawk disparó un misil de uranio reducido que penetró el muro de concreto grueso del Pentágono. En aquél entonces se detectó uranio reducido y trabajadores en el sitio utilizaron equipo de protección más tarde.
Sí, Sam Danner, de 53 años de edad, un piloto desde la edad de 16, fue un observador de primera mano del choque. Orilló su carro al sur del Pentágono del lado derecho de la 395 cuando vio el acercamiento del avión que golpeó el Pentágono.
También vio a un montón de tipos afuera del Pentágono mirando a través de binoculares.
Pudo observar bien el acercamiento del avión, por una duración de al menos tres segundos. Dijo que el avión no era un 757, de ningún modo. \"Era como una ballena jorobada\", dice. Tamaño de estela 300, unos 100 pies de envergadura, una turbina atrás con un ala en forma de \"V\" y sin ventanas que pudiera ver. E iba muy silenciosamente. A alrededor de 400 millas por hora. Sobrevolando, a unos 15,000 pies estimados, vio otro avión.
Como EMT, corrió para ayudar en el Pentágono, pero no encontró cuerpos, ni restos de un avión Boeing en la escena. Olió cordita y vio una turbina de 3 pies sobre el piso. Levantó pedazos de grafito similares a las alas compuestas de un Global Hawk.
Esta turbina corresponde con la descripción de la turbina de un Global Hawk. El Global Hawk es un ANT (avión no tripulado) pero no pudo haber ocasionado el daño si no contenía un misil anti-búnker disparado al momento del impacto. El avión observado sobrevolando pudo ser el avión controlando la misión a control remoto.
Si un 757 se estrelló contra el Pentágono, entonces hubiera habido aluminio sobre el pasto y dos turbinas de 9 pies de diámetro.
Audio report from Republic Broadcasting Network:
http://mp3.rbnlive.com/Piper/0607/20060707_Fri_Pip...
Samuel Danner (ingeniero eléctrico de AmTrak), estuvo incolucrado en la limpieza en el sitio del choque del Pentágono e inspeccionó los restos. Dijo, \"No fue un Boeing 757 lo que golpeó el Pentágono. El avión parecía una ballena jorobada.\" Él piensa que un Global Hawk golpeó el Pentágono. (Sólo habían hecho siete hasta el 9/11/01 y dos estaban desaparecidos en ese entonces.)
Danner es un ex piloto. Dijo que la aeronave que se estrelló contra el Pentágono era muy silenciosa con una sola turbina cerca de la parte trasera. También vio un segundo avión sobrevolando y se pregunta si ése estaba controlando al avión que golpeó al Pentágono. Caminó sobre el pasto y recogió pequeñas piezas de restos con otros. No vio cuerpos de la aeronave.
Danner está muy enfermo ahora con linfoma, que puede ser resultado de exposición ante uranio reducido en el Pentágono el 9/11. Quiere hablar ahora (después de ver \"Loose Change\") porque \"me está molestando\".
El Global Hawk disparó un misil de uranio reducido que penetró el muro de concreto grueso del Pentágono. En aquél entonces se detectó uranio reducido y trabajadores en el sitio utilizaron equipo de protección más tarde.
Sí, Sam Danner, de 53 años de edad, un piloto desde la edad de 16, fue un observador de primera mano del choque. Orilló su carro al sur del Pentágono del lado derecho de la 395 cuando vio el acercamiento del avión que golpeó el Pentágono.
También vio a un montón de tipos afuera del Pentágono mirando a través de binoculares.
Pudo observar bien el acercamiento del avión, por una duración de al menos tres segundos. Dijo que el avión no era un 757, de ningún modo. \"Era como una ballena jorobada\", dice. Tamaño de estela 300, unos 100 pies de envergadura, una turbina atrás con un ala en forma de \"V\" y sin ventanas que pudiera ver. E iba muy silenciosamente. A alrededor de 400 millas por hora. Sobrevolando, a unos 15,000 pies estimados, vio otro avión.
Como EMT, corrió para ayudar en el Pentágono, pero no encontró cuerpos, ni restos de un avión Boeing en la escena. Olió cordita y vio una turbina de 3 pies sobre el piso. Levantó pedazos de grafito similares a las alas compuestas de un Global Hawk.
Esta turbina corresponde con la descripción de la turbina de un Global Hawk. El Global Hawk es un ANT (avión no tripulado) pero no pudo haber ocasionado el daño si no contenía un misil anti-búnker disparado al momento del impacto. El avión observado sobrevolando pudo ser el avión controlando la misión a control remoto.
Si un 757 se estrelló contra el Pentágono, entonces hubiera habido aluminio sobre el pasto y dos turbinas de 9 pies de diámetro.
Audio report from Republic Broadcasting Network:
http://mp3.rbnlive.com/Piper/0607/20060707_Fri_Pip...
Re: 11s an inside job, another proof
Enviado por el día 10 de Julio de 2006 a las 18:21
My garden is bigger than my aunt´s hat.
Re: Re: 11s an inside job, another proof
Enviado por el día 10 de Julio de 2006 a las 18:32
Ya estamos otra vez con este tema. Pues otros testigos dijeron que era un avión y se sacaron fotografías de piezas de un avion, no del misil que muchos quieren hacer creer. Si quieres podemos empezar de nuevo con este tema. Un solo testigo no resuelve nada, existen innumerables informes y fotografías de piezas que se encontraron que confirman fué un avión.
11s an inside job, another proof
Enviado por el día 10 de Julio de 2006 a las 18:54
1898.- Hundimiento de El Maine... (autoataque)
El 15 de febrero de 1898, una explosión provoca el hundimiento del acorazado norteamericano Maine en las aguas cubanas, provocando la muerte a 264 marineros y 20 oficiales. EEUU acusó de manera inmediata a España, pero hoy sabemos- entre otras informaciones por una investigación de la marina estadounidense- que fueron los propios norteamericanos los que autoinmolaron a sus compatriotas. España no sólo negó cualquier implicación, sino que apoyó la creación de una comisión de investigación internacional, incapaz de actuar debido al rotundo rechazo estadounidense.
La génesis se sitúa cinco años antes, cuando los jingoes, equivalentes a los actuales halcones, decidieron que el Caribe era la llave para su expansión por el continente. Un mes antes de los incidentes Theodor Roosvelt (entonces vicesecretario de Marina y posteriormente presidente, representante directo de los sectores más agresivos) declara que “hemos reunido una flota que arrasará el Caribe”. Será el imperio mediático de Hearst, el ciudadano Kane de Wells, quien, en colaboración directa con Roosvelt, preparará el clima de guerra. Desde un año antes, los corresponsales de sus periódicos enviarán crónicas inventadas desde Cuba denunciando la crueldad de los españoles. Días antes del hundimiento de El Maine, el mejor dibujante del New York Journal, Frederick Remington, es enviado a Cuba para cubrir una guerra inminente. Escribió a su jefe unas líneas desde La Habana: «Aquí no hay ninguna guerra. Pido que se me haga regresar». Hearst le telegrafió la siguiente respuesta: «Quédese allí. Suminístrenos dibujos, yo le suministraré la guerra». Horas después del atentado, antes de que se distribuyera ninguna información, Hearst, imponiéndose al director del periódico, publica en portada: “El Maine partido en dos por un infernal artefacto del enemigo”. “Recordad el Maine” va a ser el lema de una persistente campaña dirigida a vencer las resistencias de la sociedad norteamericana hacia la entrada en una guerra.
Tras la guerra, EEUU se anexiona los restos del imperio colonial español (Cuba, Puerto Rico, Filipinas...). Inicia el siglo XX como el único guardián del continente americano y la doctrina Monroe «América para los americanos» convierte a EEUU en una gran potencia imperial.
El 15 de febrero de 1898, una explosión provoca el hundimiento del acorazado norteamericano Maine en las aguas cubanas, provocando la muerte a 264 marineros y 20 oficiales. EEUU acusó de manera inmediata a España, pero hoy sabemos- entre otras informaciones por una investigación de la marina estadounidense- que fueron los propios norteamericanos los que autoinmolaron a sus compatriotas. España no sólo negó cualquier implicación, sino que apoyó la creación de una comisión de investigación internacional, incapaz de actuar debido al rotundo rechazo estadounidense.
La génesis se sitúa cinco años antes, cuando los jingoes, equivalentes a los actuales halcones, decidieron que el Caribe era la llave para su expansión por el continente. Un mes antes de los incidentes Theodor Roosvelt (entonces vicesecretario de Marina y posteriormente presidente, representante directo de los sectores más agresivos) declara que “hemos reunido una flota que arrasará el Caribe”. Será el imperio mediático de Hearst, el ciudadano Kane de Wells, quien, en colaboración directa con Roosvelt, preparará el clima de guerra. Desde un año antes, los corresponsales de sus periódicos enviarán crónicas inventadas desde Cuba denunciando la crueldad de los españoles. Días antes del hundimiento de El Maine, el mejor dibujante del New York Journal, Frederick Remington, es enviado a Cuba para cubrir una guerra inminente. Escribió a su jefe unas líneas desde La Habana: «Aquí no hay ninguna guerra. Pido que se me haga regresar». Hearst le telegrafió la siguiente respuesta: «Quédese allí. Suminístrenos dibujos, yo le suministraré la guerra». Horas después del atentado, antes de que se distribuyera ninguna información, Hearst, imponiéndose al director del periódico, publica en portada: “El Maine partido en dos por un infernal artefacto del enemigo”. “Recordad el Maine” va a ser el lema de una persistente campaña dirigida a vencer las resistencias de la sociedad norteamericana hacia la entrada en una guerra.
Tras la guerra, EEUU se anexiona los restos del imperio colonial español (Cuba, Puerto Rico, Filipinas...). Inicia el siglo XX como el único guardián del continente americano y la doctrina Monroe «América para los americanos» convierte a EEUU en una gran potencia imperial.
11s an inside job, another proof
Enviado por el día 10 de Julio de 2006 a las 18:55
1963.- Asesinato de Kennedy... (autoataque)
«Cada día que pasa siento un mayor temor del poder que ha alcanzado el complejo militar industrial», la frase pronunciada por el presidente Eisenhower al finalizar su mandato, es la clave para comprender uno de los episodios no aclarados de la reciente historia norteamericana.
El 22 de Noviembre de 1963 el presidente Kennedy es asesinado en Dallas, casi 40 años después sigue sin resolverse la incongruente versión oficial del magnicidio. Hasta una película de Hollywood señala a la CIA y al Pentágono como los autores materiales de los hechos.
Ante las evidencias del complot para su eliminación las comisiones de investigación, la policía y sobre todo los servicios secretos, se empeñaron en eliminar pruebas y atribuir el homicidio a un individuo (Lee Harvy Oswald) que, tras ser detenido, es asesinado. La famosa “teoría de la bala”, por la cual un solo proyectil había herido a tres personas siguiendo una trayectoria inverosímil, es la única base de la culpabilidad de Oswald.
Los sectores más duros del Imperio no podían tolerar en plena guerra fría su política de apaciguamiento. La enorme popularidad de Kennedy aconsejó la solución final de eliminar el obstáculo por la fuerza.
«Cada día que pasa siento un mayor temor del poder que ha alcanzado el complejo militar industrial», la frase pronunciada por el presidente Eisenhower al finalizar su mandato, es la clave para comprender uno de los episodios no aclarados de la reciente historia norteamericana.
El 22 de Noviembre de 1963 el presidente Kennedy es asesinado en Dallas, casi 40 años después sigue sin resolverse la incongruente versión oficial del magnicidio. Hasta una película de Hollywood señala a la CIA y al Pentágono como los autores materiales de los hechos.
Ante las evidencias del complot para su eliminación las comisiones de investigación, la policía y sobre todo los servicios secretos, se empeñaron en eliminar pruebas y atribuir el homicidio a un individuo (Lee Harvy Oswald) que, tras ser detenido, es asesinado. La famosa “teoría de la bala”, por la cual un solo proyectil había herido a tres personas siguiendo una trayectoria inverosímil, es la única base de la culpabilidad de Oswald.
Los sectores más duros del Imperio no podían tolerar en plena guerra fría su política de apaciguamiento. La enorme popularidad de Kennedy aconsejó la solución final de eliminar el obstáculo por la fuerza.
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Enviado por el día 10 de Julio de 2006 a las 18:56
1941.- Bombardeo japonés a Pearl Harbor... (autoataque permitido)
El 8 de diciembre de 1941, la aviación japonesa bombardea la base naval norteamericana en Pearl Harbor (Hawai). Una parte importante de la flota estadounidense en el Pacífico es destruida, y 2.500 militares perecen en el ataque. En 1993, la publicación por parte del servicio secreto británico de 1.300 documentos permitió conocer que Churchill conocía de antemano los planes de ataque japonés. La información se la había suministrado Washington. Los servicios de inteligencia norteamericanos habían descifrado los códigos e interceptado los mensajes entre el Gobierno japonés y sus embajadores, agentes y espías en todo el mundo de forma que las altas autoridades de Washington conocían secretamente la creciente disposición del Gobierno japonés a ese ataque.
No sólo no procedieron a avisar a su propios soldados, ni a tomar las medidas de seguridad necesarias, sino que colocaron un anzuelo.
Días antes del ataque, desplazaron de Pearl Harbor los portaviones, que luego serían decisivos en la superioridad militar yanqui, y reunieron una buena cantidad de navíos secundarios, pero que constituían la oportunidad que estaba esperando el militarismo nipón.
Lo que antes era un rechazo popular, y también de la mayoría de representantes políticos, a la entrada en la contienda bélica se transforma en la movilización general de La derrota de Alemania y el desgaste sufrido por las potencias europeas vencedoras provocó que EE UU se convirtiera en una superpotencia con capacidad de acceder a la supremacía global.
El 8 de diciembre de 1941, la aviación japonesa bombardea la base naval norteamericana en Pearl Harbor (Hawai). Una parte importante de la flota estadounidense en el Pacífico es destruida, y 2.500 militares perecen en el ataque. En 1993, la publicación por parte del servicio secreto británico de 1.300 documentos permitió conocer que Churchill conocía de antemano los planes de ataque japonés. La información se la había suministrado Washington. Los servicios de inteligencia norteamericanos habían descifrado los códigos e interceptado los mensajes entre el Gobierno japonés y sus embajadores, agentes y espías en todo el mundo de forma que las altas autoridades de Washington conocían secretamente la creciente disposición del Gobierno japonés a ese ataque.
No sólo no procedieron a avisar a su propios soldados, ni a tomar las medidas de seguridad necesarias, sino que colocaron un anzuelo.
Días antes del ataque, desplazaron de Pearl Harbor los portaviones, que luego serían decisivos en la superioridad militar yanqui, y reunieron una buena cantidad de navíos secundarios, pero que constituían la oportunidad que estaba esperando el militarismo nipón.
Lo que antes era un rechazo popular, y también de la mayoría de representantes políticos, a la entrada en la contienda bélica se transforma en la movilización general de La derrota de Alemania y el desgaste sufrido por las potencias europeas vencedoras provocó que EE UU se convirtiera en una superpotencia con capacidad de acceder a la supremacía global.
11s an inside job, another proof
Enviado por el día 10 de Julio de 2006 a las 18:58
El incidente del Golfo de Tonkin se trató de una operación de inteligencia, destinada a inventar un ataque, con el objetivo de proporcionar a la Casa Blanca de Lyndon Jhonson munición política para justificar la implicación norteamericana en Vietnam.
El 4 de agosto de 1964, Washington comunica que dos destructores norteamericanos que navegaban por el Golfo de Tonkin han sido agredidos por barcos torpederos norvietnamitas. El secretario de Defensa estadounidense, Robert McNamara anuncia que “hay pruebas inequívocas de un segundo ataque no provocado contra EEUU”.
Estos incidentes serán el motivo esgrimido para obligar al Congreso norteamericano a conceder plenos poderes a Johnson (el sucesor de Kennedy) para iniciar la escalada bélica en Vietnam, demandada por los sectores más duros del complejo militar industrial.
Hasta aquí la historia oficial, a la que habría que catalogar con el lema de algunos telefilmes: cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Ya sabíamos –por la publicación el 13 de junio de 1971, a través del diario New York Times, de los llamados «papeles del Pentágono», un informe secreto elaborado por el Departamento de Defensa– de conversaciones telefónicas entre el Presidente y Robert McNamara, donde se desvelaba la existencia de operaciones secretas con el objetivo de provocar un ataque vietnamita que justificara la escalada bélica. Ahora sabemos lo que muchos teníamos como algo más que una sospecha: el segundo ataque nunca existió, fue un simple invento, una especie de “Cortina rasgada” –la película de Hitchcock donde EEUU es capaz de inventar una guerra inexistente–. Y lo sabemos porque lo dicen ellos. La inteligencia estadounidense acaba de desclasificar nuevos documentos que confirman que el gobierno de EEUU falsificó información para “fabricar” un ataque como el de Tonkin.
El más significativo de los documentos desclasificados es un informe escrito en 2001 por Robert Hanyok, historiador de la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU, donde se afirma que los responsables del espionaje “distorsionaron deliberadamente” los datos, demostrando la inexistencia del ataque. Según Hanyokm los informes contenían “cambios en las traducciones sin explicación y la mezcla de mensajes sin relación en una sola comunicación”. El 90% de las comunicaciones relevantes interceptadas ese día a los norvietnamitas fueron omitidas, recortando y pegando las otras para que dieran el resultado, deseado pero irreal, de un ataque contra dos destructores norteamericanos. En realidad, tal y como confirma Hanyok, los supuestos atacantes ni siquiera sabían la localización de los destructores americanos USS Maddox y C. Turner Joy.
Se trató de una operación de inteligencia, destinada a inventar un ataque, con el objetivo de proporcionar a la Casa Blanca de Lyndon Jonson munición política para justificar la implicación norteamericana en Vietnam.
El 4 de agosto de 1964, Washington comunica que dos destructores norteamericanos que navegaban por el Golfo de Tonkin han sido agredidos por barcos torpederos norvietnamitas. El secretario de Defensa estadounidense, Robert McNamara anuncia que “hay pruebas inequívocas de un segundo ataque no provocado contra EEUU”.
Estos incidentes serán el motivo esgrimido para obligar al Congreso norteamericano a conceder plenos poderes a Johnson (el sucesor de Kennedy) para iniciar la escalada bélica en Vietnam, demandada por los sectores más duros del complejo militar industrial.
Hasta aquí la historia oficial, a la que habría que catalogar con el lema de algunos telefilmes: cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Ya sabíamos –por la publicación el 13 de junio de 1971, a través del diario New York Times, de los llamados «papeles del Pentágono», un informe secreto elaborado por el Departamento de Defensa– de conversaciones telefónicas entre el Presidente y Robert McNamara, donde se desvelaba la existencia de operaciones secretas con el objetivo de provocar un ataque vietnamita que justificara la escalada bélica. Ahora sabemos lo que muchos teníamos como algo más que una sospecha: el segundo ataque nunca existió, fue un simple invento, una especie de “Cortina rasgada” –la película de Hitchcock donde EEUU es capaz de inventar una guerra inexistente–. Y lo sabemos porque lo dicen ellos. La inteligencia estadounidense acaba de desclasificar nuevos documentos que confirman que el gobierno de EEUU falsificó información para “fabricar” un ataque como el de Tonkin.
El más significativo de los documentos desclasificados es un informe escrito en 2001 por Robert Hanyok, historiador de la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU, donde se afirma que los responsables del espionaje “distorsionaron deliberadamente” los datos, demostrando la inexistencia del ataque. Según Hanyokm los informes contenían “cambios en las traducciones sin explicación y la mezcla de mensajes sin relación en una sola comunicación”. El 90% de las comunicaciones relevantes interceptadas ese día a los norvietnamitas fueron omitidas, recortando y pegando las otras para que dieran el resultado, deseado pero irreal, de un ataque contra dos destructores norteamericanos. En realidad, tal y como confirma Hanyok, los supuestos atacantes ni siquiera sabían la localización de los destructores americanos USS Maddox y C. Turner Joy.
Se trató de una operación de inteligencia, destinada a inventar un ataque, con el objetivo de proporcionar a la Casa Blanca de Lyndon Jonson munición política para justificar la implicación norteamericana en Vietnam.
Re: 11s an inside job, another proof
Enviado por el día 10 de Julio de 2006 a las 19:23
Como simpre mezclando las cosas en situaciones y épocas diferentes. Este tipo de noticias las he considerado siempre absurdas y tendenciosas y sin pruebas que demuestren estas cosas, es practicamente absurdo que ningún gobierno quiera asesinar a sus compatriotas por sus propios intereses. Solamente los terroristas hacen tal cosa.