liberalismo.org
Portada » Foros » Internacional » Un poco de humor individualista randiano

Internacional

Estos foros están cerrados. Podéis debatir en Red Liberal.

Un poco de humor individualista randiano
Enviado por el día 30 de Agosto de 2003 a las 21:42
Re: Un poco de humor individualista randiano
Enviado por el día 31 de Agosto de 2003 a las 22:01
¿Ayn Rand? ah, si, la defensora de la "libertad" y colaboradora del macartismo. Y es que la libertad está muy bien para los liberales, pero no para Dalton Trumbo o Charles Chaplin, al parecer peligrosos comunistas.

Por cierto que tanto uno como otro, tenían unos ingresos bastante superiores a la "individualista" Ayn Rand, así que en un regimen comunista no se quien iba a perder más.

Pero claro, cualquiera que haya visto la película Espartaco se dará cuenta de que hace apología del stalinismo y la tiranía, y eso no se puede permitir. Los esclavos deben seguir siendo esclavos, que para eso existen los amos.

Y cualquiera que haya visto "Tiempos Modernos" entendera de inmediato que es propaganda bolchevique disfrazada de arte. Cierto es que la película fue prohibida en la Unión Soviética acusada de ser propaganda capitalista (y que estaba de moda el stajanovismo, mira por donde), pero no le pidamo coherencia a los supremos defensores de la razón, que para eso nos dedicamos a la trigonometría.
Re: Re: Un poco de humor individualista randiano
Enviado por el día 1 de Septiembre de 2003 a las 10:26
No, claro... porque la llamada Década Roja de Hollywood no existió. O sea que si Tiempos Modernos es prohibida por Stalin ya no es comunista. Ja! Primero todos los que no son comunistas son fascistas. ¿Ahora todos los que no son estalinistas son anticomunistas? ¡Y finalmente el macartismo prohibía películas (capitalistas) porque hablan de la emancipación de los esclavos! ¡Ahora resulta que para que haya libertad necesitamos comunidad de bienes y matar a los empresarios!

Chaplin era comunista y los más grandes empresarios de Hollywood tambien lo eran. La propaganda que se hizo a la Rusia de Stalin durante la Segunda Guerra y aún luego era vergonzosa. Y si algo demuestra que la libertad que defendía Ayn Rand era la verdadera es que un comunista como Chaplin podía tener más dinero que ella y ser protegido por la ley. ¡Vaya entonces cuanta persecución el Macarthismo! ¡Buscar espías soviéticos en las agencias gubernamentales (que en cuanto eran descubiertos se tomaban un avión de vuelta a la URSS) y decirle a los publicistas y productores que no dieran su dinero a propaganda izquierdista! ¿Donde está la amenaza para la libertad en esa actitud? Creo que en realidad es su salvaguarda. ¿O acaso no lo es prohibir al Partido Nacionalsocialista en Alemania pero sí lo es prohibir al Partido Comunista? Te conozco mascarita. Andá con tu pseudopluralismo a otra parte.

Finalmente: ¿Esa es tu refutación de la posición randiana? ¿Descalificar su persona? Si es así probás cada una de sus palabras.
Re: Re: Re: Un poco de humor individualista randiano
Enviado por el día 1 de Septiembre de 2003 a las 19:23
Bueno, descalificar a Ayn Rand como persona es algo que hacen hasta quienes están de acuerdo con sus ideas. El consenso sobre lo mala persona que es casi general entre socialistas, liberales y conservadores.

Pero, te equivocas. Lo asombroso del macartismo es que el Partido Comunista Americano en ningún momento estuvo prohibido. Tampoco había ningun código legal en el que se estableciera lo que podía decirse o no en las películas. Por eso la situación era kafkiana, porque no se sabía de que te acusaban. Hay una anecdota muy curiosa en España, durante la dictadura de Franco, donde existía un aparato de censura, pero no un cógigo de censura. Al final los profesionales del cine acabaron manifestandose a favor de un codigo de censura que recogiera detalladamente lo que se podía decir o no, ya que de esta manera al menos uno sabía a lo que atenerse, y se acabaría la inseguridad jurídica. Esto se puede aplicar al macartismo. Y me refiero solo a lo de la industria del cine, que es lo que conozco. Cuestión distinta es el espionaje militar, aunque parece que ahí no faltaron los excesos, incluidas insinuaciones sobre el pte Eishenhawer, que ya está bien, y porque no había nadie por arriba.

Vale, pues el Partido Comunista Americano fue legal en todo momento. Estaba formado por no más de 5.000 personas en todo el país (hoy tiene bastantes más, sin in mas lejos), y cuentan que había tantos agentes infiltrados que el propio Hoower hubiera podido salir elegido presidente del PC de haberselo propuesto.

Pues si el macartismo pretendía demostrar la penetracion comunista en Hollywood, algo que ya es insolito en un pais democratico, pues la industria del cine es un mercado libre y nada impide hacer las peliculas que se quieran. Pero es que encima, no demostraron nada, absolutamente. Por insolito que parezca la mayor prueba de la "conspiracion" eran un par de películas de serie B que casi nadie había visto, rodadas en ... ¡¡1942 y 1943!! Es decir, cuando la URSS y EEUU eran aliados, y convenía tener buenas relaciones. Ten en cuenta Pablo, que es aquellos momentos, aquellos comunistas que se exiliaban de la URSS huyendo de stalinismo, y se regiaban en Europa Occidental o en Mexico, y estoy pensando en Victor Serge, que paso en Mexico sus últimos años y durante la SGM se lamentaba de que en EEUU no encontraba ni un solo apoyo oficial o no oficial, para denunciar lo que estaba ocurriendo en Rusia. Años despues, por triste que resulte, aquellos que intentaban denunciar la deriba que estaban tomando las cosas en Rusia, seráin acusado de comunistas y agentes espías.

El oportunismo de la política americana es, y ha sido siempre una señal de fábrica. Te recomiendo que veas, si tienes ocasión de hacerlo, la película "Rambo III" a las luz de los ultimos aconteciomientos. Experiencias como esa hay pocas.

¿que más? ah sí, bueno. Digamos que en Hollywood, y más en la etapa (clásica) de la que estamos hablando, los artistas (directores o actores) no tenían casi ningun control creativo, pues todo el mundo sabe que en el Hollywood el productor es el rey amo y señor, y si hay algo que reclamar sobre el contenido de las peliculas, lo logico es ir a él. Obviamente ningun productor fue perseguido por el macartismo, ni Zalnuck, ni Goldwyn, ni nadie, pues era mucho más sencillo ir al eslabon más debil, personas que por lo demás se limitaban la mayoría de las veces a cumplir encargos.

Y no me vengan con que Chaplin era comunista. Dime, en todo caso, si cometio algun delito y cual.

Y por favor, lo de Ayn Rand y el macartismo dio la vuelta al mundo cuando, en un alarde de "inteligencia" y "sutileza" afirmo ante el famoso comité, que la película "Russian Songs" era propaganda comunista porque en ella "se veían a unos niños rusos riéndose". He tenido oportunidad de ver esa pelicula, y he de reconocer, que esa en la acusación más fundada que se le puede hacer al film, por lo demás un policiaco del montón.




Re: Re: Re: Re: Un poco de humor individualista randiano
Enviado por el día 2 de Septiembre de 2003 a las 01:50
Primero que nada, sobre la Década Roja de Hollywood te aconsejo leer este libro: http://www.amazon.com/exec/obidos/tg/detail/-/0761...
Sobre Ayn Rand y la relación con Hollywood:
http://namingfacts.aynrand.org/editorial.shtml

Claro, si es que tomás en consideración opiniones que te desagraden para analizar si están en lo correcto, lo cual espero.

Si ser egoísta es ser una mala persona, ella lo era. Esa fue parte de la controversia frente a la filosofía de Ayn Rand. Pero yo no me guío por el consensos de algunos liberales, conservadores y mucho menos por socialistas. No la odiaban por nada, ella tenía razón. Tanto es así que vos mismo no podés esgrimir una razón para decir que era una mala persona más que un consenso dudoso y prejuicioso. Y mucho menos podés por eso esgrimir razones para refutar el pensamiento randiano. Creo que Karl Marx fue realmente una mala persona. Como bien resume Rothbard: "El autoproclamado enemigo de la explotación del hombre por el hombre, no sólo explotó financieramente a su fiel amigo Engels, también lo hizo psicológicamente. Sólo tres meses después de que su mujer, Jenny von Westphalen, diera a luz a su hija Franziska en marzo de 1851, la criada que Marx había "heredado" de la familia aristocrática de Jenny, Helene ("Lenchen") Demuth, dio también a luz a su hijo ilegítimo, Henry Frederick. Deseoso de seguir las convenciones haute burgeois y de mantener unido a su matrimonio, Karl jamás reconoció a su hijo, antes bien, persuadió a Engels, que tenía reputación de mujeriego, para que lo reconociese como suyo. Marx y Engels, cuyo presunto resentimiento por ser utilizado de este modo le reportó de una buena excusa, trataron al desventurado Freddy extremadamente mal. Marx le mantuvo permanentemente alejado y nunca le permitió visitar a su madre. Como afirmó Fritz Raddatz, biógrafo de Marx, 'si Henry Frederick Demuth fue efectivamente hijo de Karl Marx, el nuevo Predicador del género humano vivió prácticamente toda su vida en la mentira, y despreció, humilló y repudió al único hijo que sobrevivió'. Engels, por supuesto, cargó con el muerto de la educación de Freddy." El texto es más largo, y conste que Rothbard no pretende refutar a Marx aludiendo a su persona. Eso sólo lo hace para describir su psicología. En cambio aquí parece que Rand es mala porque sí, y por eso la odian y por eso no tiene razón... lo de siempre (ver también INTELECTUALES de Paul Johnson).

¡La virtud de la hipocresía altruista! ¿No es cómico? Al final los perdedores fueron los que escribieron la historia.

Sobre McCarthy te recomiendo que así como te basas en el "consenso" de liberales para decidir que Ayn Rand era una "mala persona" (vaya refutación), te recomiendo una opinión también liberal sobre la historia de McCharthy... Espero que no elijas el consenso cuando te conviene: http://www.libertaddigital.com:83/ilustracion_libe...

Chaplin era Comunista y apoyaba a la URSS y el Comunismo es una doctrina clasista, totalitaria y amoral que justifica cualquier crimen y genocidio en nombre del proceso revolucionario. Si hubiera sido Nacionalsocialista estarías proponiendo que se lo tendría que haber fusilado o censurado sin duda. Pero no está en cuestión de si es un criminal o no. La cuestión es que la propaganda comunista en Hollywood fue algo generalizado y Chaplin ¡fue sólo un humorista de esa propaganda generalizada!.
Ejemplo que me ahorrará trabajo: Todos los críticos están de acuerdo en la calidad cinematográfica de 'Antes que anochezca', la película de Julián Schnabel. Es, sin duda, un filme excepcional aunque, sobre todo, por lo que representa como excepción en la orientación general del cine norteamericano. En efecto, en la década que ha transcurrido desde la caída del muro de Berlín, o inclusive en la década anterior, ninguna película de Hollywood ha abordado la historia real del comunismo, la agonía de los incontables millones de personas cuyas vidas fueron destrozadas, ni de todo el siglo de engaños que han oscurecido la sangrienta realidad comunista.
La simple pero desconcertante verdad es que el conflicto histórico más importante de nuestro tiempo, la lucha mortal entre la democracia y el totalitarismo marxista-leninista, está casi totalmente ausente del cine norteamericano. Es como si Hollywood no hubiera producido nada, o sólo muy poco, sobre la victoria de los aliados y los crímenes del nazismo desde 1945 hasta hoy. Este extraordinario vacío, este ensordecedor silencio, es todavía más extraño puesto que el conflicto histórico más importante de nuestro tiempo parecería ser un atractivo natural para Hollywood. En efecto, aunque de dimensión planetaria, el conflicto abarca millones de dramáticas historias personales que se desarrollaron en un gran escenario histórico: los valerosos sindicalistas de Solidaridad frente a la junta militar comunista; los adolescentes húngaros y checos enfrentando los tanques en Budapest y Praga; los disidentes cubanos cruelmente reprimidos en pleno siglo XXI; los escritores y artistas tratando de resistir; las familias que arriesgaron sus vidas, y con frecuencia las perdieron, tratando de alcanzar la libertad.
Muy pocas películas en inglés han utilizado esta enorme y extraordinaria cantidad de material. Las razones están en otra parte y, muy particularmente, en la propia retorcida historia de Hollywood. Es una historia que ha pasado a través de muchas etapas. Quizás, la más relevante de ellas tenga que ver con la "historia oculta'' de la gran ofensiva comunista en los estudios.
El gran potencial del cine para la persuasión llenaba de excitación a Stalin y a su instrumento, el Partido Comunista de Estados Unidos (PCEU), que estuvo viviendo del dinero soviético hasta que criticó las reformas de Gorbachov como "viejo pensamiento socialdemócrata de colaboración de clases''. La correspondencia entre los comunistas americanos y sus jefes soviéticos puede revisarse ahora en The Secret World of American Communism (1998). Los editores John Earl Haynes, Harvey Klehr, y Kyrill Anderson han reunido nuevo material desclasificado de los archivos moscovitas de la Internacional Comunista (Comintern).
"Una de las tareas más urgentes que confronta el Partido Comunista en el campo de la propaganda'' escribía el infatigable agente del Comintern Willi Muenzenberg en un artículo publicado en el Daily Worker de 1925 "es la conquista de esta unidad de propaganda supremamente importante que, hasta ahora, ha sido monopolio de la clase dominante. Tenemos que arrancársela y volverla contra ellos''.
En 1935, V. J. Jerome, el comisario cultural del PCEU, estableció una sección Hollywood del partido. Esta unidad sumamente secreta tuvo un gran éxito reclutando miembros, organizando sindicatos enteros, recaudando dinero de liberales de Hollywood y usando esos fondos para apoyar causas soviéticas a través de frentes únicos como la Liga Antinazi de Hollywood.
Las fantasías del Comintern sobre un Hollywood soviético nunca llegaron a materializarse, pero los cuadros del partido desempeñaron un papel muy significativo. El partido no sólo ayudó a organizar el Gremio de los Guionistas Cinematográficos (Screen Writers Guild), sino que también organizó el Gremio de los Analistas de Historias. Fue la justificada alarma ante la penetración comunista lo que llevó a la creación de lo que eventualmente se conoció como el Comité de Actividades Antinorteamericanas de la Cámara de Representantes (CAAC). Las audiencias ante el Congreso exhibieron una serie de furiosas arengas de escritores estalinistas que vinieron a ser conocidos como los 10 de Hollywood. Dalton Trumbo, que ingresó en el Partido Comunista durante el Pacto Molotov-Ribbentrop y que inclusive escribió una novela, The Remarkable Andrew, para apoyar el repugnante pacto entre nazis y comunistas, gritó en una audiencia: "Esto es el principio de los campos de concentración en Estados Unidos.'' Es bien sabido que Albert Matz se hizo un campeón de la República Democrática Alemana (RDA) mientras que su compañero de los 10 de Hollywood Lester Cole prefería defender ese bastión de la libertad artística que es Corea del Norte.
Los jefes de los estudios, temerosos de la mala publicidad, anunciaron que efectivamente despedirían a los comunistas, lo que habían rehusado hacer hasta entonces. Esto fue el principio de la lista negra. En los años 60 ya nadie se acordaba de la lista. Kirk Douglas y Otto Preminger restauraron los nombres de los escritores de la lista negra a los créditos de filmes que realmente escribieron. La leyenda de la lista negra, sin embargo, depurada de toda referencia a Stalin o al verdadera historial de la actividad del Partido Comunista en los estudios, se convirtió en una influencia permanente en la vida política de Hollywood. El anti-anticomunismo se convirtió en la lamentable moda intelectual de Hollywood. Los comunistas se presentaron como en The Way We Were de Sidney Pollack, como abnegados idealistas
En los Oscares de este año, Antes que anochezca debería estar entre las mejores películas extranjeras y Bardem, que hace el personaje de Reinaldo Arenas, estar postulado como mejor actor. No creo que ganen ningún Oscar y, probablemente, ni siquiera los postulen. Sin duda, Hollywood jugó un papel en la guerra fría, pero fue un papel negativo de defensa del totalitarismo. Y esa época bochornosa, lamentablemente, aún no ha terminado.

Otro artículo completo describe la situación: De vez en cuando alguien en Hollywood usa de su poder para romper las reglas de la colonia cinematográfica. Tomemos Eclipse Total, la mejor película de este año. Por extraño que parezca, es la primer película americana seria que tiene como telón de fondo el Pacto Nazi-Soviético de 1939, el acuerdo que unió a los dos poderes totalitarios de Europa contra Occidente, y ayudó a hundir al mundo en la Segunda Guerra Mundial. Con un aliado cuidándole la frontera oriental, Hitler pudo lanzar sus Panzers contra Francia mientras Stalin se apoderaba de los países bálticos e invadía Finlandia. Una película como ésta fácilmente pudiera haberse convertido en una monserga didáctica tan indigerible como aquel Inchon de 1982 en que Laurence Olivier hacía el papel del General Douglas MacArthur. En esta ocasión, sin embargo, la verosimilitud del guión, reforzada por algunas actuaciones memorables, le dan al filme un enorme poder dramático.
El pasmoso retrato del dictador soviético Josef Stalin que hace Dustin Hoffman se deriva obviamente de un profundo sobre el efecto corruptor del poder absoluto. De la misma manera, Jurgen Prochonow es totalmente convincente como Joachim von Ribbentrop, el ministro de Relaciones Exteriores de Hitler. Robert Duvall no se queda atrás con su incisiva representación de Vyacheslav Molotov, el ministro de Relaciones Exteriores soviético. La versión que nos da Duvall de la famosa cita de Molotov: "El fascismo es una cuestión de gusto" es un momento clave del filme y seguramente se volverá tan memorable como su famosa observación en Apocalypse Now sobre el olor del napalm en la mañana. El discurso de Molotov ha sido objeto de algunas críticas que lo consideran excesivo pero es bueno recordar que no fue inventado por el guionista William Goldman (Marathon Man) sino que es una cita textual.
En la película, lo inesperado es casi tan chocante como su contenido. En una de sus secuencias más escalofriantes, los soviéticos le entregan a la Gestapo un grupo de comunistas alemanes judíos que se habían refugiado en Moscú. El público moderno pudiera encontrar esto sorprendente pero el incidente es rigurosamente histórico. De hecho, algunos antiguos oficiales de la KGB aparecen en los créditos como asesores de la película, cuyo reparto incluye algunas de sus víctimas reales.
Hay que decir, sencillamente, que la pantalla no ha visto nada como esto en seis décadas. Ha hecho falta todo ese tiempo para que los amantes del cine puedan ver las fuerzas soviéticas invadiendo Polonia y reuniéndose con su aliado nazi. Es muy probable que el público se sintiera igualmente sorprendidas por el tratamiento cinematográfico de las prisiones cubanas, el genocidio de los jémeres rojos y las sangrientas campañas del coronel Mengistu Haile Marian, el verdugo de Etiopía - que todavía están esperando que Hollywood les preste atención
Eclipse Total está clasificada como PG-13 debido a la violencia, particularmente gráfica en algunas de las escenas de asesinatos en masa, imágenes de niños muriendo en las hambrunas deliberadamente provocadas por Stalin en Ucrania en 1932, y las torturas de los disidentes. El director Steven Spielberg (Schindler's List) edita magistralmente escenas que comprenden desde los juicios de Moscú hasta las cámaras de tortura de la Lubianka. Más controversiales son los retratos de los comunistas americanos durante el período del Pacto Molotov-Ribbentrop. Se les muestra haciendo desfiles de protesta frente a la Casa Blanca, llamando "guerrerista" a Roosevelt y demandando que Estados Unidos permanezca fuera de la “guerra capitalista” en Europa. Harvery Keitel interpreta un notable papel como Earl Browder, el secretario general del Partido Comunista de Estados Unidos, y Linda Hunt hace una representación magistalmente ácida de Lillian Hellman, que, cuando Hitler atacó a la URSS en septiembre de 1941, gritó literalmente “¡Han invadido la Madre Patria!”.
Escrupulosamente exacta aunque llena de sorpresas históricas, esta película es tan refrescante, tan absorbente, que an con sus 162 minutos parece corta.
¿Nunca han oído Eclipse Total? No es extraño. Nunca se ha producido, ni siquiera se ha escrito. Seguramente un filme así ni siquiera se ha contemplado nunca, por lo menos en Hollywood. En realidad, en la década que ha transcurrido desde la caída del Muro de Berlín, o inclusive en la década anterior, ninguna película de Hollywood ha abordado la historia real del comunismo, la agonía de los incontables millones de personas cuyas vidas fueron destrozadas, ni de todo el siglo de engaños y mentiras internacionales que han oscurecido la sangrienta realidad comunista.
La simple pero desconcertante verdad es que el conflicto histórico más importante de nuestro tiempo, la lucha mortal entre la democracia y el totalitarismo marxista-leninista – lo que The New York Times llamó “la guerra santa del siglo XX” -- está casi totalmente ausente del cine norteamericano. Es como si Hollywood no hubiera producido nada, o sólo muy poco, sobre la victoria de los Aliados y los crímenes del nacionalsocialismo desde 1945 hasta hoy. Este extraordinario vacío, este ensordecedor silencio, es todavía más extraño puesto que el conflicto histórico más importante de nuestro tiempo parecería ser un atractivo natural para Holywood. En efecto, aunque de dimensión planetaria, el conflicto abarca millones de dramáticas historias personales que se desarrollaron en un gran escenario histórico: los valerosos sindicalistas de Solidaridad enfrentando la junta militar comunista; los adolescentes húngaros y checos enfrentando los tanques en Budapest y Praga; los homosexuales cubanos cruelmente reprimidos por la dictadura castrista; los escritores y artistas tratando de resistr el kitsch de un materialismo oscurantista; las familias que arriesgaron sus vidas, y con frecuencia las perdieron, tratando de alcanzar la libertad.
Más aún. Los grandes villanos son ideales para el gran drama y, en el comunismo, los hay de sobra: Lenin, Stalin, Mao, Ceaucescu, Rakosi, Pol Pot, Castro, Mengistu – todos de una megalomanía delirante – junto con sus séquitos de sicofantas, matones y delatores, tanto nativos como extranjeros.
Muy pocas películas en inglés han utilizado esta enorme y extraordinaria cantidad de material, especialmente para filmes basados en libros que han recibido mucha publicidad, como Un Día en la Vida de Iván Denisovich (una producción británico-noruega de 1971) y, por supuesto, Doctor Zhivago (1965), Pero muchos otros proyectos naturales de películas basadas en libros siguen vírgenes, desde la historia de Svetlana, la hija de Stalin (que huyó de la Unión Soviética a Occidente, aunque luego regresó a Rusia) hasta trabajos por desertores de tan alto nivel como el embajador polaco Romuald Sapsowski; (The Liberation of One), el agente de la KGB Arkady Schevchenko (Breaking With Moscow), y los poetas cubanos perseguidos Armando Valladares (Contra Toda Esperanza) y Heberto Padilla (Heroes Are Grazing in My Garden). A la luz de las últimas revelaciones en relación con el espionaje de Alger Hiss, el Witness de Whittaker Chambers es otro obvio candidato.
La razón por la que esta enorme cantidad de historias siga sin filmar no es ignorancia. Aunque puede que frecuentemente sus filmes no lo reflejen, Hollywood está lleno de escritores y productores conocedores. Las razones están en otra parte y, muy particularmente, en la propia retorcida historia de Hollywood. Es una historia que ha pasado a través de muchas etapas. Quizás, la más relevante de ellas tenga que ver con la “historia oculta” de la gran ofensiva comunista en los estudios.
El gran potencial del cine para la persuasión llenaba de excitación a Stalin y a su instrumento, el Partido Comunista de Estados Unidos (PCEU), que estuvo viviendo del dinero soviético hasta que criticó las reformas de Gorbachov como “viejo pensamiento socialdemócrata de colaboración de clases.” La correspondencia entre los comunistas americanos y sus jefes soviéticos puede revisarse ahora en The Secret World of American Communism (1998). Los editores John Earl Haynes, Harvey Klehr, y Kyrill Anderson han reunido nuevo material desclasificado de los archivos moscovitas de la Internacional Comunista (Comintern), la organización soviética que controlaba los partidos comunistas nacionales. Lo miembros del PCEU hicieron algunos documentales en los años 30 pero nada que pudiera competir con el cine comercial americano, que el partido se puso como meta captar.
“Una de las tareas más urgentes que confronta el Partido Comunista en el campo de la propaganda” escribía el infatigable agente del Comintern Willi Muenzenberg en un artículo publicado en el Daily Worker de 1925 “es la conquista de esta unidad de propaganda supremamente importante que, hasta ahora, ha sido monopolio de la clase dominante. Tenemos que arrancársela y volverla contra ellos.” Era un tarea ambiciosa pero las condiciones se tornarían a favor del partido.
La Depresión convenció a muchos que el capitalismo estaba agonizando y que el socialismo era la ola del futuro. En los días de los Frentes Populares a mediados de los años 30, los comunistas encontraron fácil hacer causa común con los liberales en contra de Hitler y de la España de Franco. En 1935, V.J. Jerome, el comisario cultural del PCEU, estableció una sección Hollywood del partido. Esta unidad sumamente secreta tuvo un gran éxito reclutando miembros, organizando sindicatos enteros, recaudando dinero de liberales de Hollywood y usando esos fondos para apoyar causas soviéticas a través de frentes únicos como la Liga anti-Nazi de Hollywood. “Teníamos nuestra propia aritmética, podíamos hacer frentes únicos y hacer que dos se convirtiera en uno, recuerda el guionista Walter Bernstein (Fail Safe, The Front, The House on Carroll Street) en su autobiografía de 1996, Inside Out.
Durante el período del Pacto Molotov-Ribbentrop, por ejemplo, el actor Melvyn Douglas (Ninotchka) y el guionista –director Philip Dunne (Wild in the Country) propuso que una agrupación de demócratas de la industria, el Comité Demócrata de la Industria Cinematográfica (Motion Picture Democratic Committee) condenara la invasión soviética de Finlandia a fines de 1939. Pero el grupo estaba secretamente controlado por los comunistas y la resolución fue rechazada. Como Dunne describiera posteriormente en sus memorias de 1980, Take Two: A Life in Movies and Politics, "En esta ciudad, el rabo de los comunistas meneaba al perro liberal”.
"En Holywood nunca hubo una oposición de izquierda organizada y efectiva a los comunistas," concluyó John Cogley, un socialista, en sus Reportaje sobre la Lista Negra de 1956. Como dijera un antiguo miembro del partido, Budd Schulberg (On the Waterfront) el partido era … "el único guapo del barrio" (the only game in town.) Pero aunque los comunistas tuvieran más fuerza en el Screen Writers Guild, influir en el contenido de las películas era un problema más espinoso.
Según la doctrina cultural comunista los escritores son “ingenieros de almas” productores de obras cuya función era transmitir mensajes políticos y elevar la consciencia de sus audiencias. De otra forma, las películas serían simple decadencia burguesa, instrumento de distracción capitalista y, por consiguiente, instrumento de sojuzgamiento. Los jefes de partido V.J. Jerome y John Howard Lawson (un co-fundador del Screen Writers Guild y guionista de Algiers y Action in the North Atlantic) impusieron este credo de arte-como-arma en Hollywood, como lo habían hecho anteriormente entre los dramaturgos de Nueva York. Albert Maltz (Destination Tokyo) habría de cuestionar la doctrina en un artículo de 1946 en New Masses, alegando que la política doctrinaria frecuentemente resultaba en mala literatura. Criticando el concepto del “arte como arma”, Maltz planteó, "Un artista puede ser un gran artista sin ser un pensador integrado o lógico o progresista en todos los asuntos."
Como resultado de semejante herejía, el partido lo hizo pasar por una humillante inquisición y lo obligó a publicar una retractación. Maltz calificó su artículo original de “un tratamiento unilateral, no dialéctico de problemas complejos” que "se distinguía por sus omisiones” y que “tuvo éxito en mezclar mis comentarios con ataques sin principios contra la izquierda que siempre he repudiado y combatido. Maltz hubo de defender esa retractación hasta el día que murió en 1985.
Dalton Trumbo (Kitty Foyle), un miembro del Partido a Comunista y, durante cierto tiempo, el guionista mejor pagado de Hollywood, describió el oficio de guionista como "guerra de guerrillas literaria". El sistema de estudios, en el que los proyectos eran estrechamente supervisados, hacía difícil, si no imposible, la inserción de propaganda. Hollywood no se convirtió en un bastión de la propaganda comunista, excepto durante la II Guerra Mundial, cuando la Unión Soviética fue festejada como un Aliado. Ayn Rand, que era entonces una guionista en Hollywood y una de las pocas personas en la comunidad cinematográfica que realmente había vivido bajo el comunismo, iba a señalar que, en su ansiedad por ayudar a los soviéticos, los guionistas comunistas americanos llegaron a extremos absurdos. En películas de la guerra como North Star y Song of Russia (ambas de 1943), presentaron a la URSS como una tierra de alegres y bien alimentados trabajadores llenos de amor por sus líderes. Mission to Moscow (también de 1943), que tiene a Walter Huston en el papel estelar, llegó hasta justificar los criminales juicios de Moscú de los años 30.
Pero si las fantasías del Comintern sobre un Hollywood soviético nunca llegaron a materializarse, los cuadros del partido desempeñaron, sin embargo, un papel muy significativo: algunas veces pudieron impedir la producción de películas a las que se oponían. El partido no sólo ayudó a organizar el Gremio de la Guionistas Cinematográficos (Screen Writers Guild), sino que también organizó el Gremio de los Analistas de Historias. Los analistas de historias juzgan los guiones y orientación de los filmes temprano en el proceso de la toma de decisiones. Un reporte peyorativo significa con frecuencia que un estudio rechace una propuesta de producción. Por consiguiente, el partido se ubicó inmejorablemente para aplastar guiones y tratamientos con contenido antisoviético, así como historias que presentaran a las empresas capitalistas y a la religión bajo una luz favorable.
En The Worker, Dalton Trumbo se jactaba abiertamente de que las siguientes obras nunca habían llegado a la pantalla: Darkness at Noon y El Yogi y el Comisario de Arthur Koestler; Yo Escogí la Libertad de Victor Kravchenko; y Bernard Clare de James T. Farrell, también autor de Studs Lonigan y vilipendiado por el organizador del partido Mike Gold como un "canallesco y voluble trotskista."
Algunas veces, hasta los buscadores de talento respondían a Moscú. El organizador del partido Robert Weber terminó en la agencia William Morris donde representó a escritores y directores comunistas como Ring Lardner Jr. y Bernard Gordon. Weber tenía considerable poder en relación con quién trabajaba y quién no. También lo tenía George Willner, un agente comunista que representaba guionistas y que traicionó a sus clientes no comunistas al negarse deliberadamente a promover sus historias. En una escala mayor, el partido lanzó campañas de calumnias y listas negras contra los no comunistas, tomando como objetivo a figuras como Barbara Stanwyck, Lana Turner, y Bette Davis.
Estas estuvieron entre los muchos actores que desafiaron el sindicato respaldado por el partido, el Conference of Studio Unions. El CSU, que estaba tratando de cerrar la industria y forzar concesiones jurisdiccionales que le hubieran dado la supremacía dentro del movimiento sindical de los estudios, chocó con la International Alliance of Theatrical Stage Employees (IATSE) y sus aliados, que estaba tratando de mantener funcionando a los estudios. Katharine Hepburn trabajó incansablemente por la CSU, leyendo discursos escritos por Dalton Trumbo, mientras que Ronald Reagan, que por aquel entonces era un demócrata liberal, encabezaba a los anticomunistas en los gremios. Esos eran los verdaderos frentes de la ofensiva comunista y frente a cada estudio se desató una sangrienta guerra callejera. La posibilidad de influencia comunista en Hollywood asustó a Washington pero, infortunadmente, los políticos tomaron las cosas al revés.
El primer jefe de lo que eventualmente se conoció como el Comité de Actividades Antinorteamericanas de la Cámara de Representante (CAAC), fue el demócrata de New York Samuel Dickstein. Como muestran los recientemente desclasificados documentos "Venona" (cables soviéticos descifrados), Dickstein trabajaba para la inteligencia soviética --no por ideología sino por dinero. Inicialmente el Comité estuvo preocupado con los grupos profascistas a fines de los años 30. Después de la guerra estuvo dominado por republicanos de derecha, aunque su figura más desagradable era John Rankin, demócrata por Mississippi y un virulento antisemita.
En 1947, mientras investigaba al agente del Comintern Gerhart Eisler, cuyo hermano Hanns era compositor en Hollywood, el Comité descubrió gente del cine revelando historias sobre las intrigas del Partido Comunista y decidió que éstas eran suficiente como para justificar audiencias en el Congreso. Seleccionaron a menos de 50 testigos de varios tipos de trabajo y perfiles políticos, incluyendo pesos pesado del partido como John Howard Lawson y Dalton Trumbo.
En su ansiedad por explotar a Hollywood en busca de publicidad, el Comité de Actividades Antinorteamericnas planteó, estúpidamente, que el problema central era el contenido de los filmes, ignorando las vastas campañas de organización del partido en las trastiendas de los estudios y pese al convincente testimonio de, entre otros, Walt Disney. Más importante, el Comité ignoró que lo realmente importante no era lo que el partido ponía dentro de North Star y Song of Russia sino el material anticomunista y antisoviético que dejaba fuera.
Mientras el Comité se congratulaba con la publicidad, la asediada comunidad cinematográfica se atrincheraba en posiciones defensivas. Los jefes de los estudios, aunque decididamente anticomunistas, afirmaron en forma desafiante que ningún congresista podía decirles cómo llevar su negocio. Un grupo de apoyo integrado por celebridades que incluía figuras como Humphrey Bogart y Danny Kaye, fueron a Washington a defender los suyos.
Las audiencias exhibieron una serie de furiosas arengas de escritores estalinistas que vinieron a ser conocidos como los 10 de Hollywood. Dalton Trumbo, que ingresó en el Partido Comunista durante el Pacto Molotov-Ribbentrop y que inclusive escribió una novela, The Remarkable Andrew, para apoyar el repugnante pacto entre nazis y comunistas, gritó en una audiencia: "Esto es el principio de los campos de concentración en Estados Unidos."
Semejantes demostraciones choquearon a los jefes de los estudios y a los simpatizante de las celebridades, que habían estado esperando elocuentes defensas del derecho constitucional a la libertad de expresión. La militancia en el partido misma no era ilegal, y los miembros pudieran haber aludido a la alianza con los soviéticos durante la guerra. Muchos quisieron testificar, un fenómeno que Norman Mailer calificó de "envidia de citación." Como supo posteriormente para su pesar el director John Huston (The Maltese Falcon), que organizó el grupo de apoyo a las celebridades, los abogados del PCEU habían decidido la estrategia de confrontación, en gran medida para proteger al agente John Howard Lawson y otros que ya habían mentido bajo juramente al testificar ante un comité de California que no eran comunistas.
Tras otra serie de audiencias a principios de los años 50, los estudios produjeron una serie de baratos justamente olvidados filmes anticomunistas, entre ellos Big Jim McClain y My Son John, en el que Helen Hayes le informa al gobierno sobre su hijo Robert Walker. Estos filmes trataban con el comunismo como si fuera una especie de mafia política nacional pero prácticamente no mencionaba las verdaderas condiciones de vida bajo los regímenes comunistas. Pero más importante todavía fue la reacción interna de Hollywood.
Los jefes de los estudios, temerosos de la mala publicidad, anunciaron que efectivamente despedirían a los comunistas, lo que habían rehusado hacer hasta entonces. Esto fue el principio de la lista negra. La versión hollywoodense del Gran Conflicto de Nuestro Tiempo plasmada en filmes como The Front (1976), con Woody Allen y Zero Mostel y escrito por Walter Bernstein, y el Guilty by Suspicion (1991), están llenos de estrellas pero son sumamente débiles. El público consumidor de semejante papilla intelectual podía llegar fácilmente a la conclusión de que el comunismo apenas si existió, a no ser si como fuente de ilimitado optimismo en los corazones de los escritores más creativos del país. El mismo mensaje emergía The Way We Were de Sydney Pollack (1973) con Robert Redford y Barbra Streisand y de Julia, de Fred Zinnemann (High Noon) con Jane Fonda y Vannessa Redgrave (1977), basado en unas narcisitas memorias de Lillian Hellman.
Con el pasar de los años, un serie de testimonios del tamaño de libros han vuelto a tomar la causa. Allgunos de ellos han sido escritos por parientes de los que estuvieron en la lista negra, invocando la "inquisición" y la "rojo fobia" en sus títulos y erizados de términos como "cacería de brujas" y "McCartismo." El senador de Wisconsin, por cierto, no jugó ningún papel en Hollywood, cuyos anticomunistas, la mayoría de ellos liberales demócratas, lo consideraban como un obstáculo para su causa.
La historia de la lista negra, tal como se presenta en esas películas, es puro Hollywood: los Malos contra los Buenos. El malvado Comité del gobierno llega al pueblo y, sin ninguna razón aparente, le arruina la vida a un grupo de nobles artistas. En una subtrama, las víctimas sobreviven vendiendo guiones bajo nombres falsos. La historia es muy atractiva, aunque pasa por alto la ironía de que los que consideraban malvado al capitalismo siguieron aprovechando el mercado que no existía en los regímenes sociales que tanto alababan. Es bien sabido que Albert Matz se hizo un campeón de la República Democrática Alemana (RDA) mientras que su compañero de los 10 de Hollywood Lester Cole prefería defender ese bastion de la libertad artística que es Corea del Norte.
En los años 60 ya nadie se acordaba de la lista. Kirk Douglas y Otto Preminger restauraron los nombres de los escritores de la lista negra a los créditos del filmes que realmente escribieron. Los 10 de Hollywood y otros escritores comunistas estaban camino de, como dijo Philip Dunne, ser "prácticamente deificados." Dunne, que había pasado por todo, encontró las versiones revisionistas tan distorsionadas que, según dijo, "Casi podía creer que estaba leyendo la crónica de algún reino mítico."
La leyenda de la lista negra, depurada de toda referencia a Stalin o al verdadera historial de la actividad del Partido Comunista en los estudios, se convirtió en una influencia permanente en la vida política de Hollywood. Hollywood había entrado en su período anti-anticomunistas, un bien conocido fenómeno de la vida cultural e intelectual de Estados Unidos.
Personas motivadas por esta ideología han vilipendiado a críticos de la Unión Soviética de la talla de Robert Conquest y Sidney Hook, mientras siguen venerando a izquierdistas como el periodista I.F. Stone, cuya Historia Oculta de la Guerra de Corea de 1952 repetía como un papagayo la línea del partido de que Corea del sur había invadida a la pacífica Corea del norte. El anti-anticomunismo critica a los anticomunistas, por ciertas que sean sus revelaciones, como paranoicos ubicados en el lado malo de la historia mientras elogia a los apologistas del totalitarismo como idealistas llenos de buena fe, por mendaces que y serviles que hayan sido. No es probable que semejante visión promueva un tratamiento cinematográfico significativo del comunismo.
No hay mejor testimonio de esto que la vieja campaña por impedir que el director Elia Kazan (On the Waterfront, East of Eden, A Streetcar Named Desire) recibira un Oscar de la Academia por el trabajo de toda una vida. Kazan, un antiguo comunista, cooperó con el Comité y defendió su posición en un anuncio pagado en The New York Times donde llamaba a los liberales a tomar una posición clara frente al comunismo. Puesto que los logros de Kazan son innegables, su carrera viola un dogma e la leyenda de los 10 de Hollywood: que los que desafiaron al comité eran brillantes artistas y nobles idealistas mientras que los que cooperaron eran viles mediocridades que sólo podían hacer carrera destruyendo a otros.
Kazan finalmente recibió su premio el año pasado pero en medio de una renovada controversia sobre si le debería de aplaudir en el evento (ver Revisitando el Tiempo de los Canallas. AR). (Abraham Polonsky [I Can Get It for You Wholesale], un destacado comunista de Hollywood que encabezó las críticas contra Albert Maltz, esperaba, y lo puso por escrito, que Kazan sería asesinado.) De una forma u otra, Kazan ha recibido finalmente el reconocimiento de Hollywood. Stalin nunca lo ha recibido.
Según Hollywood, el anticomunismo americano no se derivaba de ninguna deficiencia del comunismo o de ninguna amenaza de la URSS sino de la paranoia, la xenofobia y la nefasta influencia de los nazis que entraron en Estados Unidos después de la guerra. Ese fue el tema de The House on Carroll Street, el filme de Walter Bernstein de 1988. Bernstein, incidentalmente, aparece en los descifrados de Venona, que revelan que era colaborador voluntario de la KGB. Sin duda, semejante revelación le da un nuevo significado a la frase, tan habitual en Hollywood, "Que tu agente llame a mi agente."
En las raras ocasiones en que Hollywood ha presentado la vida bajo el comunismo, su brutalidad prácticamente nunca es descrita. Considere, por ejemplo, Reds (1981) un canto a John Reed, el admirador de Lenin. En la película, un personaje acepta que el régimen soviético "viola derechos humanos" pero ninguna de esas violaciones aparece en la pantalla. De la misma forma, el público no ve a los Khmer Rouge asesinando a casi dos millones de víctimas en The Killing Fields (1984). En realidad, nos enteramos de que los verdaderos villanos de esa tragedia son Richard Nixon, Henry Kissinger, y la política exterior de Estados Unidos.
Un tema similar encontramos en Missing (1982), con Jack Lemmon,
Dirigida por Constantine Costa-Gavras, un hombre de la izquierda que, a diferencia de sus colegas de Hollywood, en ocasiones está dispuesto a afrontar con honestidad temas comunistas. El filme de Costa-Gavras de 1970 La Confesión trata con los juicios antisemitas de 1952 en Checoslovaquia que produjeron 11 ejecuciones. Después de ser ahorcados los cuerpos de las víctimas fueron incinerados. El filme muestra a un policía esparciendo las cenizas sobre los helados caminos alrededor de Praga, que fue lo que sucedió en realidad. Para Yves Montand, que hizo el papel de Arthur London, el ministro checo de Relaciones Exteriores, La Confesión fue "un adiós al generoso sentimentalismo de la Izquierda, una izquierda que ha estado ciega a sus propios crímenes y que cultiva una pose mesiánica proponiendo traer felicidad a los seres humanos aunque haya que masacrarlos para ello."
Pero Hollywood todavía no se ha mostrado capaz de representar lo que El Libro Negro del Comunismo, una evaluación académica de los crímenes comunistas, llama "matanza de masas políticamente correcta."
En Eleni (1985), John Malkovich persigue a un comunista griego responsable por la muerte de su madre pero gran parte de la acción enemiga ocurre fuera de la pantalla. La Insoportable Levedad del Ser (1988), aunque de un tono generalmente anticomunista, sólo incluye fugaces imágenes de la invasión soviética de Checoslovaquia en 1968.
Por extraño que parezca, uno de las pocas películas de Hollywood que sí presenta la violencia en los países comunistas en la pantalla es un filme de Disney. En efecto, Night Crossing de 1983 muestra una audaz fuga de la Alemania Oriental - la misma que Albert Maltz admiraba tanto. Los espectadores ven los guardafronteras alemanes, que Hurt llama "puercos," matando a tiros a los que tratan de escapar. Para este tipo de películas abundan los materiales. Los archivos del bloque soviético están entregando sus revelaciones sobre la masacre de oficiales polacos que hizo la KGB en el Bosque de Katyn, sus campañas de asesinatos en Occidente, y la identidad de los agentes estalinistas en los gobiernos occidentales. El libro de Vitaly Shentalinsky, Arrested Voices, de 1996, documenta las campañas de Stalin contra escritores y artistas, cuyas víctimas incluyen a Itzak Feffer y Solomon Mikaels, que habían sido presentados en Hollywood por los comunistas como ejemplo de que en la Unión Soviética no existía el antisemitismo.
Filmes de antiguos países comunistas, Thief , de 1999, entre ellos, muestran que hasta los mismos rusos están empezando a ajustar cuentas con el legado del comunismo. Pero el circo que rodeó el Oscar de Kazan y otros eventos recientes sugieren que probablemente Hollywood no haga lo mismo. La mitografía de la lista negra arroja una sombra demasiado larga, sombra que todavía no permite apreciar en toda su magnitud la épica batalla entre el comunismo y la democracia. "Hollywood Recuerda la Lista Negra," montada en el teatro de la Academia en el 50 aniversario de las audiencias de 1947, presentaron a Billy Crystal y Kevin Spacey en papeles dramáticos. También aparecieron el veterano de los 10 de Hollywood Ring Lardner Jr. y su camarada del partido comunista y co-escritor de Song of Russia, Paul Jarrico, que comparó la actuación de los 10 de Hollywood con la posición que tomó Jefferson contra The Alien and Sedition Act. La actriz Marsha Hunt dijo que "durante más de una década, esta no fue la tierra de los hombres libres ni la patria de los valientes. (…this was no longer the land of the free, nor the home of the brave.")
Este evento fue una versión a color, multimedia, del "reino mítico" de que hablaba Phil Dunne. Y, sin embargo, para la legión de los anti-anticomunistas de Hollywood, resultó ser el acontecimiento que los hizo sentirse bien en el otoño. Ese tipo de shows trasmite el mito de los 10 de Hollywood. Y lo transmite a jóvenes cineastas que no se ven a sí mismos como simplemente dedicados al entretenimiento sino como dedicados a la enseñanza.
Por ejemplo, el Cradle Will Rock de Tim Robbins, que salió el pasado otoño, toma su título de un musical agitprop escrito por Marc Blitztein, un sectario estalinista. El trabajo original fue bienvenido por el Federal Theater Project de 1930, un grupo dominado por comunistas, precisamente debido por su realismo socialista de inspiración soviética. La progresista Works Progress Administration (WPA) cerró el espectáculo por consideraciones presupuestarias aunque Robbins trata de echarle la culpa a una malvada alianza de miembros del CAAC y capitalistas aliados con Mussolini y Hitler. Los magnates fascista-capitalistas, encabezados por Nelson Rockefeller, que se están enriqueciendo vendiendo mercancías a Hitler, también quieren deshacerse del muralista Diego Rivera, interpretado por Rubén Blades. Como era de esperar, el público se mantuvo lejos del filme pero en Hollywood, la mitología de la izquierda sigue siendo suficientemente poderosa como para conseguir que semejante proyecto llegue a producción.
La imagen de los malvados capitalistas, sin embargo, consiguió un enorme éxito de taquilla con el Titanic de James Cameron de 1997 pese a su impúdica tergiversación de la realidad histórica.
A fines del año pasado, la Universidad de Southern California, cuya escuela de cinematografía es una especie de agencia de empleo de Hollywood, reveló un conjunto escultórico en un jardín que rendía homenaje a los 10 de Hollywood como víctimas de la guerra Fría y campeones de la libertad de expresión. La mitología se ha convertido en un monumento, en una especie de museo del anti-anticomunismo en una ciudad que le dio una calurosa acogida a Daniel Ortega, jefe de la junta sandinista, pero que nunca defendió la causa de un sólo disidente soviético o de la Europa del este. El espectro del comunismo que, según El Manfiesto Comunisa, una vez recorrió Europa ha desaparecido. Y, sin embargo, todavía parece flotar como una tóxica neblina sobre las palmas del sur de California. Una neblina que oscurece la visión de la historia de incontables millones de personas amantes del cine.
Vea también sobre este tema:
Revisitando el tiempo de los canallas / Stephen Schwarz
Las nuevas víctimas del Titanic / Adolfo Rivero Caro
____________________
Kenneth Lloyd Billingsley (74551.271@compuserve.com) es director editorial del Pacific Research Institute en San Francisco y el autor de Hollywood Party: How Communism Seduced the American Film Industry in the 1930s and 1940s, disponile ahora en rústica (paperback) en Prima Publishing.
Título original del artículo:
LAS PELICULAS QUE HOLLYWOOD NO HA HECHO
Por qué las películas americanas han ignorado la vida bajo el comunismo.
Publicado en la revista REASON * Junio 2000
Traducido por Adolfo Rivero


¿Así que el "macartismo" no demostró nada?

Saludos,
Pablo.

PS: ¿Rambo III? ¿Ese es tu ejemplo de propaganda anticomunista en Hollywood? ¿O acaso te molesta que sea una precaria y tonta defensa de los afganos contra la invasión soviética? Te aclaro que el Mujahhadin no era el Taliban (por si acaso estaban intentando ver alguna hipocresía). Pero además, ¿no dices tú que los productores son independientes en una democracia y no tienen que rendir cuentas a nadie? Pues parece que cuando empresarios de Hollywood, directores y actores (que no son esclavos y hacen lo que se les antoja). Los talibanes fueron ex-maoístas afganos que luego de la invasión soviética viraron del marxismo al islamismo.
Re: Re: Re: Re: Re: Un poco de humor individualista randiano
Enviado por el día 2 de Septiembre de 2003 a las 01:53
Esto quedó sin terminar: Parece que cuando empresarios de Hollywood, directores y actores (que no son esclavos y hacen lo que se les antoja) hacen propaganda comunista son supuestos intocables pero que tienen todo el derecho a publicar lo que quieren y no son parte de ninguna conspiración política... pero cuando hacen propaganda anticomunista (¿cuando verdadera propaganda? en fín...) entonces ahí ya son representantes de la geopolítica de todos los gobiernos norteamericanos. ¿No es un poco hipócrita?
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Un poco de humor individualista randiano
Enviado por el día 2 de Septiembre de 2003 a las 19:29

No querido, no es nada hipócrita. Criticar el contenido de una película está muy bien. Hacer una caza de brujas contra sus autores, está muy mal.

Bueno, he leido tu post y reconozco que cuando has citado a Paul Johnson ya me he empezado a poner nervioso, recordanado lo "el albor de una nueva era" y "el fin de la permisividad", ya sabras de lo hablo. No se como lo haceis los liberales, pero teneis la capacidad de provocar temor cada vez que sacais lo de la libertad, porque nunca se sabe a lo que os referiis. Yo crecí pensando que un liberal y un conservador eran justo lo contrario, y fue toda una sorpresa descubrír su frente comun.

Qué podríamos decir de Adolfo Rivero. Ya había leido ese artículo, que es delirante, aunque no tanto como el más conocido de la "guerra cultural en EEUU", como siempre este señor cargado de resentimiento, hipocresía y prejuicios. Si alguien quiere hacer una película sobre el comunismo o sobre la polinización de las plantas puede hacerlo. Si no lo hace es porque seguramente considera que no será rentable o simplemente no esta dispuesto a correr el riesgo. Esto es así para quienes solo ven el cine, como en cualquier otra actividad desde la optica del dinero. Hay personas en cambio, para las que el cine es algo más, es una forma de comunicarse, de expresar ideas y sentimientos, y estas personas son capaces de lanzarse a hacer una película asumiendo todos los riesgos, e incluso a veces sabiendo que van a perder dinero. Porque eso para algunos no lo es todo. Esto no lo puede entender el sr. rivero pero yo si puedo.

Me gustaría mucho rebatir la parte central de tu posicón Pablo, pero no puedo. Porque primero tendría que entenderla. La idea que tienes sobre la libertad es tan sesgada que ni tu mismo te das cuenta de las contradicciones. ¿qué coño hace un liberal defendiendo el macartismo? es delirante. Deberían entender que si no libertad para las ideas, libertad interior, de pensamiento, palabra y expresión, todo lo demás es pura chachara. Lo siento, es que me doy cuenta de nuestros idiomas son distintos, y no damos el mismo significado a las palabras, por lo que la comunicación es imposible. Si un liberal defiende la caza de brujas ¿alguien me podría explicar que diferencia hay entre un liberal y un conservador?.

Una muestra más de un discurso contradictorio, que quien escribe en otros post de este foro a favor de los judíos, de Israel y un contra el antisemitismo, no duda en defender a macarthy, para quien Hollywood estaba corrompido por la influencia de judíos y comunistas, y ciertamente, la mayoría de los perseguidos eran judíos.

Pues eso. LIBERTAD PARA TODOS Y ABAJO LA CENSURA.

Liberales, que donde quiera que os meteis acabais con la libertad.


Re:
Enviado por el día 3 de Septiembre de 2003 a las 01:12
¿Leíste el artículo? Entonces, ¿por qué piensas que los escribió Adolfo Rivero Caro? Él fue el traductor. ¿Y con llamarlo "señor cargado de resentimiento, hipocresía y prejuicios" despachas todo el asunto?

¿El contenido del artículo es falso? ¿No sucedieron así las cosas? ¿Cómo sucedieron entonces?

Menos pancartismo ("LIBERTAD PARA TODOS Y ABAJO LA CENSURA") y más sustancia. Gracias.
Re: Re:
Enviado por el día 3 de Septiembre de 2003 a las 02:15
Eso, eso, menos pancartismo y más macartismo. Es que no se puede rebatir el artículo, pues son todo juicios de valor. Es una opinión, y desde luego cargada de prejuicios. Son evidentes los prejuicios de los liberales contra los intelectuales y asimilados, ya sean escritores, actores, artistas plásticos o simplemente profesores de universidad. Casi siempre salen a relucir estos prejuicios, en forma de burlas y ataques destructivos. ¿sabías que antes del ataque a Irak, alguien mando en NY que se tapara el Guernica de Picasso? La eliminación de cualquier conciencia o voz crítica parece ser un objetivo, o cuanto menos un deseo mal disimulado por parte de capitalismo dominador.

Y el que alguien siga diciendo que en el Hollywood de los años 40 y 50 se hacia propaganda comunista es absolutamente ridículo. Qué nadie se preocupe, que a Hollywood se le puede acusar de cualquier cosa menos de progresista, para deleite de los reaccionarios embelesados con Capra, DeMille y John Wayne.

Y puesto que Pablo Lomberg cita a "Antes de que anochezca", una muy buena película, y una buena prueba de que el ser comunista, como lo es Javier Barden, su actor protagonista, militante del PCE, al igual que su madre Pilar y su tío, ya fallecido, el gran director Juan Antonio Barden, no es obstaculo para hacer cosas buenas en el cine y en la vida. Me parece a mí que esta película habrá encontrado más partidarios entre los progresistas americanos que entre los conservadores. De hecho, no es probable que los ciudadanos americanos temerosos de Dios, permitan a sus hijos ver una pélícula sobre la tortuosa y dramática vida de un escritor homosexual perseguido y humillado hasta la muerte. Maxime cuando en 12 Estados de la Unión, puedes ir a la carcel por el delito de sodomía.


Prejuicios contra los intelectuales, pues sí, que se lo digan al Doctor Zhivago, y lo de la paja en el ojo ajeno.
Re: Re: Re:
Enviado por el día 3 de Septiembre de 2003 a las 07:22
Veo que no puedes contestar el mensaje. Tus opiniones personales sobre el autor que he citado me importan poco "Freeway". Si quiero escuchar algo es que refutes la información sobre la militancia decididamente izquierdista de los cineastas de Hollywood y su dirección organizada directamente... que llega hasta nuestros días, con Oliver Stone, o energumenos como Michael Moore. La lista es interminable.

En fín... cuando refutes los datos arriba señalados me avisas.

Y otra cosa: Sobre tu defensa de la libertad de opinión contra los liberales (¡terribles amenazas contra ella seríamos porque denunciamos políticos del PC infiltrados en otros partidos, o porque decimos: "no financien propaganda de izquierda")... pues, tu creencia en la libertad de opinión es una obvia mentira. Vos no crees en la libertad de opinión... ¿por qué habrías de hacerlo? ¿Cual es el principio moral por el que defenderías la libertad de opinión? Y es más... tanto es así que no defiendes la libertad de opinión ya que consideras "progresista" ser comunista (doctrina unipartidaria y clasista que no tiene en su lista de medidas tolerar opositores precisamente) y "reaccionarlo" lo contrario. Te cito por si tienes alguna duda: "Y el que alguien siga diciendo que en el Hollywood de los años 40 y 50 se hacia propaganda comunista es absolutamente ridículo. Qué nadie se preocupe, que a Hollywood se le puede acusar de cualquier cosa menos de progresista, para deleite de los reaccionarios embelesados con Capra, DeMille y John Wayne."

En fín... tu idea de lo que es Hollywood es un poquito parcial, y tu idea de lo que es el conservadurismo también. Pero, pregunto, ¿a qué viene tu ataque de histeria sobre separar liberales de conservadores cuando desprecias a ambos? Yo, personalmente, creo que no hay nada más retrógrado que un "progresista" marxista que pretende abolir la división del trabajo y el dinero en experimentos comunales bajo la egida de algún dictador socialista, que un "conservador" que pretende progresar sobre la base de lo heredado por las anteriores generaciones y no contra ella per se en nombre de la arrogancia de algún ingeniero social.

Si no entiendes lo que yo defino como libertad es tal vez porque sencillamente tu idea de libertad está en que nadie pueda definirla. ¿O me equivoco? Define libertad y hablamos... porque yo ya lo he hecho demasiadas veces.
Re: Re: Re: Re:
Enviado por el día 3 de Septiembre de 2003 a las 21:07
Pues no, no acepto entrar en el debate sobre si hay o no propaganda comunista en Hollywood, porque estaría aceptando que de haber comunistas estaría justificado la censura o acciones similares.

Oliver Stone es, por lo demas uno de mis directores favoritos, justo M.Scorsesse, Tim Burton, Tarantino y D.Cronemberg, por te interesa. No tengo ni idea de la ideología que tienen cada uno de ellos, ni falta que me hace saberlo. Eso se lo dejo a los "hermeneúticos", expertos en detectar comunistas en un grano de café.

Y me cae muy bien Michael Moore, en un momento como este los pares de c_____s se agracecen sobremanera. Es la primera noticia que tengo de que es comunista, así que supongo que lo habrás investigado bien. Sigue así. A ver si consigues cazar a Jim Carrey y sus "subversivas" y "comunistoides" muecas.
Re: Re: Re: Re: Re:
Enviado por el día 4 de Septiembre de 2003 a las 01:31
Sobre Michael Moore te derivo al artículo existente en esta página acerda de su último manipulador y sensacionalista lavado de cabeza disfrazado de documental.

Sobre las excentricidades de Tim Burton no tengo ninguna mala opinión. Sobre Oliver Stone creo que es dentro de todo un buen cineasta, pero lo considero una persona completamente deshonesta intelectualmente y parte del establishment "progresista" y "left-liberal" de Estados Unidos. David Cronenberg es un personaje de esos curiosos, con sus continuas alusiones en contra de la CIA y de la KGB representadas siempre en diferentes formas fiel a su alucinada imaginación impregnada de la cultura de William Burroughs.

Repito, aquí no están en discusión ellos. Mis directores favoritos son: Hitchcock, Kubrick, Zemeckis, Romanek, Pellington, Shyamalan y muchos otros, y no viene a juicio sus películas por su ideología política. Sí, en cambio, su moral y las consecuencias de su propaganada. Por eso no veo nada de malo en denunciarlos -dado el caso- como propagandistas de X ideología política, si es que intentaran disfrazarla mediante justificaciones y sofismas. Eso no es censura, es simplemente lo que hace cualquier crítico de cine, sólo que a nivel político. Y cada cual decidirá para sí mismo si el comentario descubre las verdaderas implicaciones de adoptar las ideas que el artista quiere transmitir. Es simplemente una cuestión de coherencia.

Aquí hacerse el sonso tratando de aparentar delirios de persecución en el interlocutor no basta, y mucho menos negar el comunismo que pueda haber en Hollywood porque eso "significaría aceptar tener que censurarlos". Para nada... pero veo por donde van los tiros. O sea que tu eres capaz de ser lo suficientemente deshonesto como para decir: "Tal individuo X no es marxista" todo porque para tí es mayor peligro que lo puedan perseguir a que tome el poder y sea él quien persiga a los demás.

Y por último, no vengas a cuento con que no quieres discutir si hubo o no propaganda comunista en Hollywood, porque así empezaste tu debate, además de criticar a unos humoristas porque eran randianos, y la crítica a su vez se resumía a que Ayn Rand era "una mala persona", y allí quedó todo... salvo comentarios de lo perverso de su pequeña colaboración (en films de poca importancia propagandística que mostraban a Rusia como una suerte de paraíso donde los obreros tomaban champagne, que eran tan ridículos que la misma Rand creía ni valía la pena la denuncia) a esa investigación apellidada "macarthismo" y que es tildada en toda su generalidad como persecución y censura y tonterías semejantes, sin más prueba que el testimonio melodramático de los mismos implicados: un montón de magnates de Hollywood del tipo de Chaplin que gustaron de acicatear a la lucha de clases a sus propias generaciones en favor de totalitarismos izquierdistas.
Re: Prejuicios y más prejuicios
Enviado por el día 3 de Septiembre de 2003 a las 15:53
Bueno debo admitir que no me lo esperaba. Luego de despachar un artículo, ***solo*** porque pensaste que lo había escrito otra persona, ya daba mala espina, pero ahora pasas a acusarme a mí de... ¡macartismo!

Lo repetiré una vez más: El articulo habla de ***hechos***, si no lo has leído, bien no me importa, pero si insistes en afirmar lo contrario debes indicar cuales de esos hechos no son ciertos. Punto.
La caza de brujas conservadoras a manos de la izquierda
Enviado por el día 3 de Septiembre de 2003 a las 07:32
LIBERTAD PARA TODOS Y ABAJO LA CENSURA.

¡Esta idea es liberal!

Por eso... abajo el comunismo y luchemos contra quienes lo defienden. ¿Censurándolos como ellos hacen? No. Denunciándolos allí donde estén e impidiéndoles forzar siquiera a una sola persona a su militancia.

Si eso es caza de brujas pues ¡que comience la temporada de caza! ¡Yo soy un cazador!

¿Que te parece? ¿Estás de acuerdo querido "Freeway"?

Saludos,
Pablo Lomberg

PS: El hecho de que seas tolerante con películas subsidiadas a pérdida (porque parece que no siempre al público les gustan... ¿o no es a un público que van dirigidas?) por agencias comunistas extranjeras, pero no con películas anticomunistas demuestra que no crees ni un poco en la libertad de expresión.
Re: La caza de brujas conservadoras a manos de la izquierda
Enviado por el día 3 de Septiembre de 2003 a las 20:53
Me parece muy bien que luches, denuncies y hagas los que te parezca para evitar que las personas "decentes" y "honradas" caígan bajo la "perfidia comunista" comprados por el oro de Moscú.

Obviamnete yo no soy comunista, de hecho te aseguro que nunca he leído un solo libro de Marx, Lenin o Mao, ni siquiera recuerdo haberlos tenido en mis manos.

Mi lucha es contra el anticomunismo, que pretende etiquetar de comunista a las personas en base a falacias y deformaciones de la realidad. Obviamente no es casualidad que en las filas del anticomunismo militante la mayoría se caracterizan por ser personas dógmaticas, extremistas e intolerantes.

He conocido a muchas personas, comunistas y anticomunistas, y lo cierto es que, sinceramente en los comunistas he encontrado a mejores personas, mucho más humildes y con más valores humanos y éticos. Quizá sea una casualidad, pero esa es mi experiencia.

Y no necesito dar justificaciones morales para ninguna libertad. Eso se lo dejo a los sabios y academicos, sin duda mucho mejor preparados. Mi única posición en lo que respecta a la política y el debate social, es ponerme siempre al lado de los que más lo necesitan, de los más debiles, de los luchan cada día por sobrevivir en un mundo dificil, y de los que mueren cada día por no poder hacerlo. Para mi ser de izquierdas es un actitud etica y cívica, una forma de ser y estar en el mundo, en la creencia de no vivimos en el mejor de los mundos posible y que siempre se puede hacer algo por mejorar,y que mientras haya una sola injusticia en el mundo, un solo ser que sufre, merecera la pena seguir luchando.
Re: La caza de brujas conservadoras a manos de la izquierda
Enviado por el día 3 de Septiembre de 2003 a las 23:17
Algunas personas creyeron, sinceramente y de todo corazón, que su "única posición en lo que respecta a la política y el debate social," era ponerse siempre al lado "de los luchan cada día por sobrevivir en un mundo dificil, y de los que mueren cada día por no poder hacerlo."

Y entonces fundaron el Partido Nazional Socialista. El problema no es "por cual causa se lucha" sino lo que "se hace" tratando de alcanzar ese ideal.

Ahora si no vas a contestar las objeciones que algunos te ponen sobre el tema aquí tratado, me atrevo a sugerirte que abras un tema aparte para exponer tu punto de vista sobre la horripilancia del mundo y la lucha de las almas sensibles por mejorarlo. Claro este es sólo un humilde consejo de un anticomunista que, como sabemos por tu amplia experiencia al conocer miles de pro- y anti- ccomunistas, es lo contrario de los comunistas "mucho más humildes y con más valores humanos y éticos", es decir un consejo de un arrogante con valores antihumanos y antiéticos.
Re: Re: La caza de brujas conservadoras a manos de la izquierda
Enviado por el día 4 de Septiembre de 2003 a las 01:07

Pero consideráis que porque una película muestre los problemas de los trabajadores no cualificados, o las relaciones laborales, o los conflictos raciales o entre sexos, o que se muestre crítico con algunas instituciones, ya es propaganda comunista.

No se habeis leído, cuando estrenaron la película Titanic, se escribian artículos contra ella porque al parecer fomentaba el odio de clases. Uno de esos articulos lo escribio precisamente Adolfo Rivero Caro. Y lo mismo con la película "American Beauty". Recuerdo otro de Mansuetti sobre "Pretty Woman" que era de juzgado de guardia. No le gustaba que el capitalista sin escrúpulos acabara capitulando frente a una prostituta.
Re: Re: Re: La caza de brujas conservadoras a manos de la izquierda
Enviado por el día 4 de Septiembre de 2003 a las 21:48
"Pero consideráis que porque una película muestre los problemas de los trabajadores no cualificados, o las relaciones laborales, o los conflictos raciales o entre sexos, o que se muestre crítico con algunas instituciones, ya es propaganda comunista". ¿Yo he dicho eso? En ningún momento del artículo en cuestión se ha hablado de eso, lo estás añadiendo, ahora, tú.

Freeway, en el artículo en cuestión (otra vez te sales del tema) se habla de la película "Songs of Russia" como ejemplo de película de *obvia* y *descarada* propaganda pro-comunista. Para que te des idea (y así puedas hablar con propiedad) te remito al link con la declaración de Ayn Rand ante el HUAC ( http://namingfacts.aynrand.org/HUAC.shtml ) sobre el contenido de esa película. Por cierto allí puede verse que su testimonio no buscaba hundir a nadie sino alertar sobre la burda propaganda pro-comunista de ese film donde se falseaba descaradamente la realidad soviética supuestamente en aras de la alianza con la URSS.

Respecto al artículo de Adolfo Rivero Caro sobre el film Titanic, lo que se critica no es (incitación a) al odio de clases sino la falsificación de la historia ( http://www.neoliberalismo.com/Archivo-01/titanic.h... )

No vi American Beauty, y lo que se es que trata sobre el nihilismo de la clase media norteamericana.

Respecto a Pretty Woman, si entiendo tu punto, un tal señor Mansuetti no le gusta que un capitalista capitule ante una prostituta (¿?). Si puedes proporcionarme el link del artículo del señor Mansuetti quizá me haga idea de lo que quiso decir con eso pues no veo el "odio de clases" por ningún lado.
Esperando una respuesta
Enviado por el día 4 de Septiembre de 2003 a las 03:05
¿Así que crees que no se puede ser comunista si no se ha leído a Mao, Lenin o Marx? Ser comunista es algo muy diferente. Tal vez habría que aclarar que entendemos por Comunismo con mayúsculas: un movimiento político unipartidario clasista (por su orígen marxista) que implanta una economía socialista y pretende a futuro volverla comunista. Eso lo diferencia de ser "comunista" en un sentido genérico, o sea: llevar hasta el último extremo el propio pensamiento colectivista acerca de la organización social. No creo que seas un completo comunista. Pocos energúmenos han tenido ese privilegio. Pero lo cierto es que mal o bien todos están impregnados de prejuicios colectivistas y socializantes, de igualitarismo y resentimiento social.

Veamos, tu única posición sin fundamentar (le dejas el trabajo de pensar a otros... mal hecho) es que te pones del lado de los que "más necesitan", de los "más débiles" (esto de la debilidad de los pobres hay que verlo más de cerca), de los que "luchan cada día por sobrevivir" y de aquellos que no pueden hacerlo. Sin duda ser de izquierdas es una actitud ética y cívica, si acaso el robo es ético y la envidia es cívica. En un sentido amplio, sí, es una postura ética y cívica: Creer que hay una injusticia si hay una sola persona que sufre. Pero eso no es, claro, completamente cierto. Para un izquierdista es una injusticia si alguien sufre, no por su sufrimiento, sino simplemente porque a la vez hay gente que NO sufre. Ese es el quid del izquierdismo y el nucleo al que hay que atacar. Tu posición no es moral, sino totalmente amoral. Es discriminatoria en favor de los pobres per se. Pero no sólo eso... tanto es así que tu mismo tienes que dejarle a otros las justificaciones morales. Tu no tienes moral pero tomas una "posición moral". Precisamente por lo contradictoria inmoralidad de tu supuesta moralidad es que te ves obligado a ser un relativista moral. "Lo que para algunos es robo para los otros es justicia social" has dicho por ahí, y no me extraña. La cuestión es que tras tu subjetivismo donde todos los valores son relativos subyace un prejuicio objetivo: Tu ya tomaste parte. Los pobres son todos izquierdistas-colectivistas y los ricos son todos derechistas-privatistas, porque aparentemente eso les conviene (con lo cual sus intereses serán eternamente contradictorios... y te aclaro: eso ya te hace comunista) y tal conveniencia hace a cada moral relativa, con lo cual ninguna puede analizarse racionalmente y juzgarse. Pero en vez de ser coherente con tu subjetivismo tomas parte por un sector en nombre de una moral superior... ¿mística? Mística revolucionaria, progre, y como se la quiera llamar. Pero sin justificación racional ni moral alguna. Es la "moral del violador" que no esgrime argumentos en su defensa más que lo que él proclama es su necesidad.

Y lo triste del asunto es que no es una casualidad que una persona como tú haya encontrado entre comunistas a gente más humilde y con más valores humanos y éticos. Es una cuestión de causalidad, no de casualidad. Tu no tienes moral y ellos tampoco. Por ende tú no tienes valores humanos ni éticos y ellos tampoco. ¿Quieres una prueba? Ya me la has dado. Has dicho que son comunistas y con mayúscula, o sea, izquierdistas más o menos marxistas-leninistas supongo. ¿Y me aseguras que, a diferencia e los anticomunistas, ellos no son dogmáticos, extremistas o intolerantes? Jajaja... en fín... analicemos la doctrina comunista en su sentido marxista y veamos si puedes haber encontrado entre las filas de tal adoctrinamiento una sola pizca de humildad, de valores humanos y éticos. Es imposible. El materialismo dialéctico lo prohibe: "En el plano intelectual, el marxismo implica respecto a la revolución una actitud puramente objetiva (utilitaria) y en el plano moral un cinismo integral [...] Así, los comunistas que utilizan las palabras justicia, libertad, democracia, etc., están perfectamente habilitados para hacerlo cuando se trata de propaganda, pero dejan radicalmente de ser marxistas si toman los términos en serio".
Podría hacer aquí hacer una compilación de célebres citas de los más importantes ideólogos del marxismo y verías ni manos que un compendio de crueldad y un sistemático culto al odio y al fanatismo.

Voy a ayudarte un poco con tu falta de lecturas comunistas. Veamos algunas citas empezando por los iniciadores del comunismo revolucionario post-roussoniano:

"Nuestro principio es la negacion de todo dogma; nuestro postulado, la nada. Negar, negar siempre, ese es nuestro metodo; es el que nos ha conducido a plantear como principios: en religion, el ateismo; en politica, la anarquia; en economia, la negacion de la propiedad" (Proudhon)

"Haremos un cementerio de Francia, antes que no regenerarla a nuestro modo" (Carrier)

"Demostraremos que la tierra no es de nadie, sino que pertenece a todos. Demostraremos que todo aquello que un individuo acapara fuera de lo que puede alimentarlo es un hurto social. Que la superioridad de talento y de industria no es más que una quimera y un engaño especioso y siempre sirvió indebidamente a los conspiradores contra la igualdad. Que la diferencia de valor y de mérito en el producto del trabajo de los hombres se apoya tan sólo en la opinión que algunos de ellos supieron hacer prevalecer... Que hay absurdo e injusticia en la pretensión de una mayor recompensa para aquél cuya tarea exige un grado mayor de inteligencia y más aplicación y tensión de espíritu; que ello no extiende la capacidad de su estómago... Que es claro... Que todo lo que poseen aquellos que tienen más que su parte individual en los bienes de la sociedad es hurto y usurpación... Que, luego, es justo quitárselo... Que una verdad refutada a destiempo por la mala fe, el prejuicio o la irreflexión es que la igual repartición de los conocimientos haría a todos los hombres sensibles iguales en capacidad y hasta en talento... Que es necesario... encadenar la suerte haciendo a la de los co-asociados independiente de las probabilidades y de las circunstancias felices o infelices asegurando a cada uno y a su posteridad, por numerosa que sea, lo suficiente pero nada más que lo suficiente, Y cerrando a todos todas las vías posibles que podrían hacerles obtener más de su parte individual en los productos de la naturaleza y del trabajo... Que el único medio para alcanzarlo consiste en establecer la administración comun, en suprimir la propiedad particular, en atar a cada hombre al talento, a la industria que conoce, en obligarlo a entregar el fruto en especie (de su trabajo) al almacén establecer una sencilla administración de distribución, una administración de las subsistencias que tenga registro de todos los individuos y de todas las cosas, reparta estas últimas con la igualdad más escrupulosa y las haga depositar en el domicilio de cada ciudadano." El manifiesto se termina con un llamado a la guerra civil porque "la discordia vale más que la horrible concordia en que nos ahogamos de hambre. Que los partidos entren en lucha; que la rebelión parcial, general, apremiante, aplazada, se determine; estamos muy satisfechos. Que el Monte Sagrado o la Vandea Plebeya se forme en un solo punto o en los 86 departamentos. Que se conspire contra la opresión, ya sea en grande, ya en pequeño, secreta o abiertamente, en cien mil conciliábulos o en uno solo, poco nos importa a condición de que se conspire y que, desde ahora, los remordimientos y el miedo acompañen todos los instantes de los opresores. Hemos dado la señal en alta voz a fin de que muchos la entiendan, a fin de reunir muchos cómplices; les hemos dado motivos bien justificados y algunas ideas del mundo; estamos casi seguros de que se conspirará... Repitámoslo otra vez: todos los males llegaron al apice; no pueden sino empeorar; ¡no pueden repararse más que por una subversión total! ¡Que todo pues se confunda! ¡Que todos los elementos se descompongan, se mezclen y se entrechoquen! ¡que todo vuelva al caos y que del caos salga un mundo nuevo y regenerado! Cambiemos, después de mil años, estas leyes groseras". (Babeuf)

"El revolucionario es un hombre perdido de antemano. No posee íntereses particulares, asuntos privados, sentimientos, ataduras personales, propiedades, no tiene siquiera nombre. Todo en él queda absorbido por un único interés que excluye todos los demás, por un solo pensamiento, una pasión: la Revolución. En el fondo de su ser, no solo en palabras sino también en actos, ha roto cualquier vínculo con el orden público y con todo el mundo civilizado, con todas las leyes, conveniencias, convenciones sociales y reglas morales de este mundo. El revolucionario es un enemigo implacable de todo esto y solo continúa viviendo para destruirlo más seguramente [...]
El revolucionario solo se introduce en el mundo político y social, en el llamado mundo culto, y solo vive en él con la fe en su más completa y rápída destrucción. No es un revolucionario si siente piedad por algo de este mundo [...]
Toda esta sociedad inmunda debe dividirse en varias categorías. La primera comprende a los condenados a muerte sin demora. [...] En la segunda categoría deben incluirse los individuos a los que provisionalmente se les concede seguir viviendo, para que con sus actos monstruosos empujen al pueblo a la sublevación ineluctable" (Nechaiev)

"Mas, dejemos aqui las objeciones hechas por la burguesia al comunismo" (Marx con una frase célebre que en lógica se denomina "petición de principio"... apelar a los prejuicios comunistas para denostar a una clase social entera y entender en forma clasista las críticas contra el clasismo)

"En resumen, los comunistas apoyan por doquier todo movimiento revolucionario contra el regimen social y politico existente.
En todos estos ponen en primer termino, como cuestion fundamental del movimiento, la cuestion de la propiedad, cualquiera que sea la forma mas o menos desarrollada que esta revista" (Marx sobre como todos los movimientos subversivos son funcionales al comunismo)

A Lenin ni lo cito porque cualquier escrito de él es suficientemente divertido. Destila odio y crueldad por donde se lo lea.

Me quedarían las citas de Guevara y su prédica en favor de transformar al hombre en una fría máquina de matar en pos de la Revolución que todo lo justifica.

Quedarían los cómicos eufemismos maoístas que hacen que los amigos (quienes obedecen al Partido) sean parte de "el Pueblo" y los enemigos (quienes desobdezcan) queden entonces fuera de la colmena popular. Estos eufemismos son más interesantes que muchas de las barbaridades sanguinarias que se pueden encontrar en el mismo "Libro Rojo" o en su "Selección de escritos militares".

"La dictadura democratica popular emplea dos metodos. Con los enemigos, emplea la dictadura, es decir, no les permite, por el tiempo que sea necesario, tomar parte en las actividades politicas y los obliga a obedecer las leyes del Gobierno Popular, a trabajar y a transformarse mediante el trabajo en gente nueva. Con el pueblo, por el contrario, emplea la democracia y no la coaccion [sic], es decir, le permite participar en las actividades politicas y no los obliga a hacer esto o aquello, sino lo educa y persuade por medios democraticos [resic]" (Mao Tse Tung y su concepción totalitaria y automática del funcionamiento de la democracia segun la colectiva "influencia de clase")

"Debemos apoyar todo lo que el enemigo combata y oponernos a todo lo que el enemigo apoye" (Mao Tse Tung hablando de maniqueísmo totalitario, para variar)

Recuerdo ahora la cita de Ellul, que ampliaré en otro mensaje: "En el plano intelectual, el marxismo implica respecto a la revolución una actitud puramente objetiva (utilitaria) y en el plano moral un cinismo integral [...] Así, los comunistas que utilizan las palabras justicia, libertad, democracia, etc., están perfectamente habilitados para hacerlo cuando se trata de propaganda, pero dejan radicalmente de ser marxistas si toman los términos en serio".
Como vemos en las citas los marxistas entienden cosas muy diferentes que nosotros por "justicia" (todo lo que es útil a la reconstrucción revolucionaria de la sociedad), por "libertad" (ejercer un poder absoluto que si se comparte colectivamente es igualitario y para todos) y por "democracia" (el gobierno dictatorial de una clase por otra). Pero, lo cierto es que los marxistas (o sea: los actuales "Comunistas") ni siquiera creen en cualquiera de esas definiciones como principios. No son siquiera valores. Son interpretaciones de la realidad funcionales a la Revolución. La cuestión de la verdad o la mentira de dichas interpretaciones aquí desaparecen. Hasta eso se "revoluciona". ¿Esa es tu ética izquierdista? Te digo algo: A veces los monstruos están más cerca de lo que uno cree. A veces, uno mismo lo es y no lo sabe. Te recomiendo leer "Los Demonios" de Dostoyevski.

Mi posición no es, si se quiere, ni izquierdista ni derechista. Yo tomo parte por las víctimas y no por los victimarios, por quienes se defienden del inicio de la fuerza y no por quienes inician la violencia, por los inteligentes y no por los idiotas, y, principalmente, por los buenos y no por los malos. No me interesa que sean pobres o ricos, sino si su riqueza, poca o mucha, es suya o es robada, la han obtenido voluntariamente o la han obtenido por coacción. Ya que hacemos juicios de valor -siempre lo hacemos- en medidas de bien y mal, pues seamos coherentes y creamos en lo que hablamos.

Te cito: "Mi lucha es contra el anticomunismo, que pretende etiquetar de comunista a las personas en base a falacias y deformaciones de la realidad." Pues entonces tu lucha no es contra el anticomunismo sino contra algo que no lo es. Pero el anticomunismo que etiqueta de comunistas a quienes sí lo son, ¿contra eso también luchas?
Es decir: ¿No estás en contra del Comunismo como movimiento totalitario e intolerante que es?

Repito lo que he escrito en mi anterior mensaje: "Abajo el comunismo y luchemos contra quienes lo defienden. ¿Censurándolos como ellos hacen? No. Denunciándolos allí donde estén e impidiéndoles forzar siquiera a una sola persona a su militancia.". Esto para mí es anticomunismo y no tiene nada de malo, ¿o sí?
Re: Esperando una respuesta
Enviado por el día 4 de Septiembre de 2003 a las 16:38
¿Entonces cuando mucha gente moría en las fábricas en el siglo XIX por falta de medidas de seguridad o higiene, o trabajaban niños, no debemos tomar partido en favor de los que sufren? (Repase un poco a Dickens) (O lea "Las uvas de la ira" que también es muy ilustrativo)
¿Establecer reglas legales de seguridad e higiene en el trabajo es coartar la libertad? ¿Establecer una ley contra los préstamos usurarios o leoninos como afortunadamente la hay en mis pais es coartar la libertad de contratación de las partes? ¿Establecer leyes que protejan a los consumidores? ¿Establecer uan justicia gratuita para que los poderosos no puedan tener siempre las de ganar por contar con mejores medios legales a su disposición? ¿Usted cree de verdad que en un contrato laboral ambas partes tienen la misma libertad para pactar las condicones? Todos los paises establecen regulaciones de los contratos laborales, intentando compensar la deigualdad de las partes.
Con respecto a la voluntariedad, a veces se debería uno remontar a la expropiación originaria, por ejemplo en américa latina de los propiedades y haciendas de los indígenas, o la los régimenes coloniales, o a las guerras imperialistas, o al exterminio de indígenas.
Otra cosa si los impuestos son un robo por no ser voluntarios, usted defenderá su propiedad con sus propios medios, ¿o no pretenderá coercitivamente detraer parte de la renta de otros para sufragar una policía o una justicia pública? No es mi problema. Supongo también que el poner impuestos pàra sufragar una educación básica y gratuita para que cree las condiciones para que la gente use su libertad conscientemente es también un robo y una coerción detestable. Robo que se da en TODOS los paises civilizados.
En fin para que discutir. Por suerte ese ridículo credo ultraliberal tiene un rechazo palmario de la población, lo que se puede ver incluso en EEUU con los patéticos resultados del partido libertario. Que no consigue captar las prefernecias subjetivas de la gente. Esas preferencias que son tan buenas en el mercado, (independientemente del grado de información y de recursos de las partes) y que devienen súbitamente tan irracionales en la elección política.
Y no salga con el rollo anticomunista, que yo detesto esos régimenes tanto como usted. Como detesto las dictaduras nacionalistas, el colonialismo, el imperialismo, la religión entendida de modo intolerante y sectario (como en mi querido pais donde nos liberalmente obligaban a ser católicos) y muchas otras cosas.
Saludos.
Ilustrativa letrilla
Enviado por el día 4 de Septiembre de 2003 a las 18:04
Letrilla: Don Dinero


Poderoso caballero
es don Dinero.

Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado 5
de continuo anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero. 10

Nace en las Indias honrado
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España
y es en Génova enterrado;
y pues quien le trae al lado 15
es hermoso aunque sea fiero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Es galán y es como un oro;
tiene quebrado el color, 20
persona de gran valor,
tan cristiano como moro;
pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
poderoso caballero 25
es don Dinero.

Son sus padres principales,
y es de noble descendiente,
porque en las venas de oriente
todas las sangres son reales; 30
y pues es quien hace iguales
al duque y al ganadero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Mas ¿a quién no maravilla 35
ver en su gloria sin tasa
que es lo menos de su casa
doña Blanca de Castilla?
Pero pues da al bajo silla,
y al cobarde hace guerrero, 40
poderoso caballero
es don Dinero.

Sus escudos de armas nobles
son siempre tan principales,
que sin sus escudos reales 45
no hay escudos de armas dobles;
y pues a los mismos robles
da codicia su minero,
poderoso caballero
es don Dinero. 50

Por importar en los tratos
y dar tan buenos consejos,
en las casas de los viejos
gatos le guardan de gatos;
y pues él rompe recatos 55
y ablanda al jüez más severo,
poderoso caballero
es don Dinero.

Y es tanta su majestad,
aunque son sus duelos hartos, 60
que con haberle hecho cuartos,
no pierde su autoridad;
pero, pues da calidad
al noble y al pordiosero,
poderoso caballero 65
es don Dinero.

Nunca vi damas ingratas
a su gusto y afición,
que a las caras de un doblón
hacen sus caras baratas; 70
y pues hace las bravatas
desde una bolsa de cuero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra 75
mirad si es harto sagaz,
sus escudos en la paz,
que rodelas en la guerra;
y pues al pobre le entierra
y hace propio al forastero, 80
poderoso caballero
es don Dinero.
Pedagógico escrito
Enviado por el día 8 de Septiembre de 2003 a las 01:01
EL ORIGEN DEL DINERO


El dinero es sólo un instrumento de cambio, que no podría existir si no se produjeran géneros ni hombres capaces de crearlos. El dinero es la forma material de ese principio, según el cual, quienes deseen tratar con otros, han de hacerlo por el comercio, entregando valor por valor. El dinero no es el instrumento de los plañideros, que solicitan productos con lágrimas, ni de los saqueadores que los arrebatan por la fuerza. El dinero es sólo posible gracias a quienes producen. ¿Es eso lo que se considera culpable?
Cuando se acepta dinero en pago del propio esfuerzo, se hace bajo la condición de que luego se podrá cambiar por el producto del esfuerzo ajeno. No son los pusilánimes ni los merodeadores los que dan valor al dinero. Ni un océano de lágrimas ni todos los cañones de la tierra podrán transformar los pedazos de papel que lleva en la cartera en el pan necesario para sobrevivir mañana. Esos pedazos de papel, que en realidad deberían hoy ser de oro, constituyen una prenda de honor: su demanda de energía a la gente que produce. Su cartera es su declaración de esperanza, según el cual, en algún lugar del mundo existen hombres incapaces de quebrantar ese principio moral que es la raíz del dinero ¿Eso es lo que Ud. considera malvado?
¿Se ha preocupado alguna vez en investigar las raíces de la producción? Observe un generador eléctrico y atrévase a pensar que ha sido creado por el esfuerzo muscular de brutos sin inteligencia. Intente hacer crecer una semilla de trigo sin los conocimientos transmitidos por quienes por quienes lo descubrieron e iniciaron su explotación. Trate de obtener alimento tan sólo con movimientos físicos y comprenderá que la mente humana es la raíz de todos los géneros producidos y toda la riqueza que haya existido jamás sobre la tierra.
Pero Ud. asegura que el dinero lo consiguen los fuertes a expensas de los débiles. ¿A que se refiere? No será la fuerza de las armas o de los músculos. La riqueza es el producto de la capacidad del hombre para pensar. ¿Consigue el dinero quien inventa un motor a expensas de quienes no lo inventaron? ¿Lo consigue el inteligente a expensas del tonto?. ¿El capacitado a expensas del incompetente? ¿El ambicioso a expensas del holgazán? El dinero se hace antes que pueda ser arrebatado antes que el ladrón o solicitado mediante lágrimas, por el esfuerzo de todo hombre honrado, y en la medida de la capacidad de cada cual. El hombre honrado es aquel que comprende que no puede consumir mas que lo que ha producido.
Comerciar por medio del dinero es el código de los hombres de buena voluntad. El dinero descansa en el axioma de que Cada cuales el propietario de su mente y su esfuerzo. El dinero no permite a ningún poder humano prescribir el valor de un esfuerzo, excepto por elección voluntaria de quien siente deseos de ofrecer el suyo a cambio. El dinero permite obtener por los propios géneros y el propio trabajo, aquello que quienes han de adquirirlo consideran apropiado; pero no más. El dinero no permite otros tratos que aquellos que se llevan a cabo en beneficio mutuo, dentro del recto juicio de ambas partes. El dinero exige el reconocimiento de que el hombre ha de trabajar en beneficio propio, y no en su daño; para ganar y no para perder, equivale a reconocer que el hombre no es una bestia de carga, nacida para transportar el fardo de su propia miseria, que hay que ofrecer valores y no queja; que el lazo común entre los hombres no es un intercambio de sufrimientos sino de mercancías o valores. El dinero exige que vendáis; pero no debilidad a cambio de estupidez, sino talento a cambio de razón; exige que se compre, no lo peor que sea ofrecido, sino lo mejor que se pueda conseguir con su propio dinero. Y cuando los hombre viven para el comercio o, con la razón y no la fuerza como árbitro decisivo, el mejor producto es el que gana; el trabajo mas perfecto; el hombre de mas profundo juicio y más alta maestría. Y el grado que alcance la productividad del hombre será también el de su recompensa. Tal es el código de la existencia, cuya herramienta y símbolo constituye el dinero. ¿Y Ud. considera eso reprobable?
El dinero es sólo una herramienta. Os llevará a donde deseéis, pero no podrá reemplazar como conductores. Os ofrecerá los medios para satisfacción de vuestros deseos, pero no aportará deseos en sí. El dinero es el azote de quienes intentan revertir la ley de causalidad; de quienes buscan reemplazar la mente por los productos de la misma.
El dinero no comprará la felicidad para aquel que no tenga un concepto claro de lo que desea; el dinero no le proporcionará un código de valores, si ha evadido el conocimiento de evaluar, ni le proveerá de un propósito si ha eludido la elección de lo que busca. El dinero no conseguirá inteligencia para el tonto, ni admiración para el cobarde, ni respeto para el incompetente y falsificador. Quien intenta comprar el cerebro de su superior para que le sirva, reemplazando con su dinero su capacidad de juicio, termina en convertirse en víctima de sus superiores. Los hombres inteligentes lo abandonarán, pero continuara engañando y los fracasos acudirán en masa a él, atraídos por una ley que no ha descubierto, la que ningún hombre puede ser menor que su dinero. ¿Ese es el motivo que lo considera denigrante?
Sólo quien no lo necesita, está capacitado para heredar riqueza; me refiero al hombre que labraría su propia fortuna, no importa con qué. Si un heredero es igual a su dinero, éste le sirve; de lo contrario lo destruye. Vosotros exclamáis que el dinero lo ha corrompido. ¿Es así? ¿No habrá sido él quien a corrompido al dinero?. No envidiéis a un heredero indigno; su riqueza no es vuestra, y no habríais obrado mejor, caso de adquirirla. No consideréis que debió haber sido distribuida entre vosotros. El agobiar al mundo con cincuenta parásitos en vez de uno, no habría hecho revivir esa muerta virtud de lo que fue fortuna . El dinero es un poder viviente que muere al carecer de raíz. El dinero no servirá a una mente que no esté capacitada para ello. ¿Es este el motivo porque lo llamáis odioso?
El dinero es vuestro medio de supervivencia. El veredicto que pronunciéis acerca de la fuente de vuestro sustento, es el mismo que pronunciáis de tu vida en sí. Si la fuente es corrupta, habréis condenado vuestra existencia. ¿Adquiristeis el dinero con fraude? ¿Halagando los vicios o la estupidez humana? ¿Acercándote a seres estúpidos con la esperanza de conseguir más de lo que vuestra habilidad merece? ¿Bajando vuestro nivel de vida? ¿Realizando una tarea que despreciáis con destino a compradores con los que sentís desdén? En tal caso, vuestro dinero no os proporcionará ni un momento digno de auténtica alegría. Todo cuanto compréis no se convertirá en tributo, sino en reproche, no en triunfo sino en constante evocador de vergüenza. Entonces gritaréis que el dinero es malsano. ¿Malsano porque no esta a la altura de vuestro propio respeto? ¿Malsano porque nos os deja disfrutar de vuestra depravación? ¿Es esta la causa de vuestro odio hacia el dinero?
El dinero siempre seguirá siendo un efecto y rehusará reemplazarlos como causa. El dinero es producto de la virtud, pero no conferirá virtud ni os redimirá de vuestros vicios. El dinero no os dará lo que no hayáis merecido, ni material ni espiritualmente. ¿Es ésa la raíz de vuestro odio hacia él?
¿Acaso habéis dicho que el amor al dinero es el origen de todo mal? Amar una cosa significa conocer y amar la naturaleza de que ésta formada. Amar el dinero es conocer y amar el hecho de que tal dinero representa el mejor de vuestros poderes propios y es vuestro pasaporte para comerciar vuestro esfuerzo con el de los mejores de vuestros semejantes. La persona que vendería su alma por unos centavos suele ser la que proclama en voz alta su odio hacia el dinero; y hay que reconocer que tiene motivos para odiarlo. Los amantes del dinero se sienten deseosos de trabajar por él. Saben que están en condiciones de merecerlo.
Permitidme una indicación acerca de una clave que conduce al estudio del carácter humano: Quien maldice al dinero, es porque lo adquirió de manera deshonrosa. Quien lo respeta, se lo ha ganado decentemente.
Merecen de valor, de orgullo o de estimación propia, los que no poseen el sentido moral acerca de su derecho al dinero y no desean defenderlo como si defendieran su propia vida, aquellos que parecen pedir perdón por ser ricos, no lo serán por mucho tiempo. Constituyen un cebo natural para las bandas de merodeadores que desde hace siglos se agazapan bajo rocas, saliendo al exterior en cuanto huelen a un hombre que ruega ser perdonado por el pecado de poseer riqueza. Se apresurarán a aliviarle de su culpa, y de su vida también, que es lo que merece.
Entonces presenciaréis la elevación de los hombres que militan bajo dos banderas; de quienes viven basándose en la fuerza y, sin embargo, cuentan con quienes viven del comercio para crear el valor de su dinero robado; hombres que se mueven a saltos por el camino de la virtud. En una sociedad moral, ellos son los criminales, y tenéis que proteger contra sus actividades. Pero cuando una sociedad establece la existencia de criminales por derecho y saqueadores legales, es decir, de hombres que utilizan la fuerza para apoderarse de la riqueza de víctimas desarmadas, el dinero se convierte en vengador de quien lo creó. Tales maleantes creen seguro robar a seres indefensos en cuanto han aprobado una ley que los desarme. Pero su botín se convierte en imán para otros como ellos, que se lo arrebatarán a su vez, y así continúa la carrera, venciendo, no el mas diestro en la producción, sino quienes emplean mayor brutalidad rudeza y engaño. Cuando la fuerza se convierte en estandarte, el criminal vence sobre el ratero, pero entonces la sociedad desaparece entre un cúmulo de ruinas y de crímenes.
¿Queréis saber si ese día va allegar? Observad al dinero. El dinero es el barómetro de las virtudes de una sociedad. Cuando notéis que el comercio se efectúa, no por el consentimiento de partes, sino por obligación; cuando veáis que, con el fin de producir, necesitáis permiso de quienes no producen nada; cuando observéis que el dinero afluya a quienes trafican no en géneros, sino en favores; cuando os deis cuenta que muchos se hacen ricos por el soborno, por la presión mas que o por el trabajo, y que las leyes no nos protegen contra ellos, sino que, por el contrario, son ellos los protegidos contra vosotros; cuando observéis cómo la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en sacrificio, podéis asegurar, sin temor a equivocaros, que vuestra sociedad esta condenada. El dinero es un medio tan noble que no compite con las armas, ni pacta con la brutalidad y el engaño. Nunca permitirá a un país sobrevivir como propiedad a medias o como botín compartido.
Siempre que aparezcan elementos destructores entre los hombres, empezarán por destruir el dinero, porque éste es la protección del hombre y la base de la existencia moral. Tales elementos se apoderarán del oro, entregando a cambio un montón de papel falsificado. Con ello matarán todos los fines objetivos y situarán al hombre en las garras de un arbitrario promulgador de valores. El oro es un valor objetivo, un equivalente a riqueza producida. El papel es una hipoteca sobre riqueza que no existe, reforzada por un arma apuntada contra aquellos de quienes se espera que la produzcan. El papel es un cheque cursado por saqueadores legales sobre una cuenta ajena; la virtud de las víctimas. Vigilad la llegada del día en que dicha cuenta se agote.
Cuando se ha convertido el mal en medio de supervivencia, no confiéis en que los hombres sigan siendo buenos. No esperéis que conserven la moralidad y pierdan la vida convertidos en pastos de lo inmoral. No esperéis que produzcan, cuando la producción se ve castigada y el robo recompensado. No preguntéis entonces ¿Quién está destruyendo al mundo? Porque seréis vosotros mismos.
Os encontráis entre los mayores logros de la mayor civilización productiva y os preguntáis por que ésta se derrumba a vuestro alrededor mientras maldecís lo que le da vida: el dinero. Contempláis al dinero como los salvajes antes que vosotros, y os preguntáis por que la selva vuelve a acercarse a los limites de vuestras ciudades. En toda la historia humana, el dinero fue siempre botín de aprovechados, de un tipo o de otro. Sus nombres cambiaron, pero sus métodos fueron siempre los mismos: aprovecharse de la riqueza por la fuerza y mantener cautivos a los productores, rebajándolos, difamándolos y despojándolos de su honor. Esa frase acerca de los males del dinero, que usted ha expresado con semejante precipitación, no exenta de un deseo de rectitud procede de un tiempo en que la riqueza era producida por la labor de los esclavos; esclavos que repetían movimientos descubiertos con anterioridad por la mente de alguien y que prosiguieron ejecutándose sin mejoría alguna durante siglos. Mientras la producción fue gobernada por la fuerza y la riqueza se consiguió con la conquista, hubo poco que aprender. Sin embargo, a través de los siglos de miseria y de hambre, los hombres exaltaron a los saqueadores como aristócratas de la espada, como aristócratas de cuna, y más tarde como aristócratas de despacho, despreciando a los productores, primero como esclavos, y luego como comerciantes, tenderos e industriales.
Para gloria de la humanidad, existió por única vez en la historia, un país del dinero y no me es posible pagar más alto y reverente tributo a América por lo que ello significa: un país donde reinan la razón, la justicia, la libertad, la producción y el progreso. Por vez primera, la mente y el dinero de los hombres quedaron libres y dejó de existir la fortuna como botín de conquista. Por el contrario, floreció allí como producto del trabajo, y en vez de guerreros y de esclavos, progresó el verdadero forjador de fortunas; el gran trabajador convertido en el más alto rango de ser humano: el forjador de si mismo, el industrial americano.
Si me pedís que dé nombre a la distinción de que los americanos pueden estar más orgullosos, escogería, porque contiene a todas las demás, la de haber sido el pueblo que creó la frase "hacer dinero". Jamás en ninguna otra lengua o nación había existido semejante palabra; los hombres pensaron siempre en la riqueza como una cantidad estática que podía ser objeto de robo, conseguirse mediante ruegos engaños, heredarse, compartirse u obtenerse como favor. Los americanos fueron los primeros en comprender que la riqueza debía ser creada. La frase "hacer dinero" contiene la esencia de la moralidad humana.
Sin embargo, tales fueron las palabras por la que los americanos se vieron denunciados por las podridas culturas de los continentes de ladrones. Ahora, el credo de los mismos los lleva a considerar vuestros más dignos logros como motivo de vergüenza; vuestra prosperidad como un afán culpable; vuestros más eminentes personajes industriales como unos granujas, vuestras magníficas fábricas como producto de labor muscular, trabajo de esclavos movidos por el látigo, como los que construyeron las pirámides de Egipto. El malvado que se lamenta de no ver diferencia entre el poder del dólar y el poder del látigo, debería aprender dicha diferencia en su propia piel... como creo que ocurrirá a la larga.
Hasta descubrir que el dinero es la base de todo bien, se camina hacia la propia destrucción. Cuando el dinero deje de ser herramienta con la que los hombres trafiquen uno con otro, éstos se convertirán en herramientas de otros hombres. Sangre, látigos, cañones o dólares. ELEGID.... No existe otra opción y el tiempo se va acabando.


De la Novela "REBELION DE ATLAS" Capítulo "La Aristocracia de la violencia" Editorial Luis de Caralt Barcelona ED. 1961.-
M
Enviado por el día 8 de Septiembre de 2003 a las 15:18
Rape: The Unknown Ideal
"Rape is an integral and necessary expression of human nature. Sexual assaults have been present in every society since the dawn of time. It is the drive of man to reproduce, to compete successfully for advantage on the battlefield of life and evolution. In fact, it is this very competition to reproduce that motivates man to do anything productive and worthwhile in the first place. It is this competition that motivates man to aspire to greatness. Can you imagine men striving for greatness were they not motivated by their drive to reproduce by any means? Of course not, because the drive to reproduce is at the very core of mankind's essence! As long as we disregard silly 'god' superstitions and recognize that a man is ultimately responsible to and for himself, we therefore recognize that any measures that attempt to stifle this natural and inherent drive to reproduce by any means are inherently wrong. To stifle sexual assaults is the perverse anti-human dream of the superstitious or a bloated priestly class, or the self-promoted intelligentsia, which of course is both of these at the same time. In fact, no human society has successfully eliminated rape, despite myriad measures designed to curb sexual assaults. If man were only truly free to pursue this integral part of his nature we would walk as the masters of the Earth that we are!"

Now, anyone will see that this is a glaringly faulty and dangerous chain of reasoning. Just because the drive to reproduce is inherent in humans, and because sexual assault and rape stem from that drive and are a part of human nature and an expression of that nature, and because every society has had sexual assault and none has successfully eliminated rape, that doesn't necessarily mean that sexual assault and rape are good things that should be encouraged, or that there wouldn't be disastrous and apocalyptic consequences were people given carte blanche to rape.

Now, reread the paragraph and replace every occurrence of the words 'sexual assault' with the words 'free markets', replace every occurrence of 'rape' with 'capitalism,' and every occurrence of the word 'reproduce' with 'acquire wealth.'* It is now word for word the position of Ayn Rand types.

What have we learned? Certain things might be inherently part of human nature and cannot be completely eliminated, but that isn't a sufficient condition for a logically cohesive argument that they should be encouraged. If you want to argue that they should be encouraged, you must give other reasons.

The only other reason I seem to ever get is "Oh yeah, well communism doesn't work," which of course displays woeful ignorance of the enormous and diverse body of thought that is non-Milton Friedman economics.

BS
Enviado por el día 9 de Septiembre de 2003 a las 04:47
La lógica es el único criterio de racionalidad. Estas citas son tan estúpidas que pretenden decir que 2+2 no es 4 porque uno puede cambiar un 2 por un 3. Pero 2 no es 3 y no es lo mismo decir que "The rape is the drive of man to reproduce, to compete successfully for advantage on the battlefield of life and evolution" a decir que "The capitalism is the drive of man to reproduce, to compete successfully for advantage on the battlefield of life and evolution". Ya hay un enunciado falso y no tiene coherencia lógica los subsiguientes razonamientos.

Cambiemos entonces lo siguiente con el mismo ilógico criterio. Cambiemos "communism" por "any kind of interventionism" y veamos como queda: [The only other reason I seem to ever get is "Oh yeah, well any kind of interventionismo doesn't work," which of course displays woeful ignorance of the enormous and diverse body of thought that is non-Milton Friedman economics."] ¿Y así entonces quedaría refutado todo el párrafo que apela a la frase "el comunismo no funciona" para argumentar que no por eso hay que obviar el enorme y diverso cuerpo de doctrinas no-monetaristas? Sería la misma estupidez.
Crítica constructiva
Enviado por el día 8 de Septiembre de 2003 a las 15:30
Is Ayn Rand's Atlas Shrugged really reviewable as literature?

Of course, on a surface level. It's a lengthy science fiction of the lengthy and wordy sort, with stories and characters. It has two glaring flaws which pull it from the realm of the literary. It is firstly almost unreadable for anyone with a brain, filled with weird, pathological agendas and bad writing. It is also a story masquerading as a philosophy. Ayn's strange brew of foiblistic belief and Bund politics is only truly accessable to the naive, the blind ignorant, or the benightedly self-interested. On one level, Atlas is an excellent polemic of individualism vs. collectivism, a critique of democratic/socialistic politics which falls off into shrill hyperbole. Rand's caricature of social/democratic forces is reminiscent of fascist propaganda of the 1920's and 1930's, with her silly-named, badly postured anti-capitalist stooge bad guys. Let us tally some points.

Capitalistic Fascism: One wonders if the bizarre capitalism Rand espouses is a Vision or merely a poke-in-the-eye-with-a-sharp-stick to the Bolsheviks who caused her to be booted out of the Soviet Union. Giving her the benefit of the doubt, Randian capitalism, with its Leader Principle of the natural leadership of the Competent Capitalists, and her "A is A" one-truth belief system, show a fascistic bend echoed in her propagandistic portrayal of the hobbling of the Brave Capitalists by the whining toadies of mediocrity and the collective good. The one thing Rand truly hated besides altruism was collectivism. She is clearly uncomfortable with the tenets and "weakness" of democracy. Fascism may be a strong label, but Rand's economics are forthrightly anti-democratic and exclusionary, with much regard for the Man At the Top and little for the masses beneath. Her "greed is good" philosophy is taken to ridiculous lengths in its simple minded equation of money making with competence to lead.

Intellectual Naa-Naaism: The smart folks, seeing the stupid democratic/collectivist world wishes to economically destroy them because it is "unfair" that individuals should become rich from their brilliance, take their toys and leave, letting the world sink into a medieval, Luddite squalor until it comes to its senses. Please. "Brilliant" people, so smart that they would let us millions die and our societies collapse until we would say that they were right and say we're sorry, please come back and shepherd us...this is sophistry without any of the cleverness.

Sham Philosophy: Rand's central tenet, that "A is A", the existence of one truth, is ridiculous to the point of absurdity. That you might simply define a problem, then look for the one correct answer, is an escapist philosophy with little practical or intellectual value. It is a reaction to the true complexity of the world, the distillation of the messy uncertainties down to an absurd and unsupportable level. "A is A" is a leap of faith more characteristic of the more fundamentalist religions than a reasoned philosophical tenet upon which to build any kind of a system.

Fetishism: Ayn's thinly veiled fetishism is sometimes silly, and sometimes a bit scary. Her vision of the eroticism of steel being poured is a kind of decadent version of Socialist Realist art, with its red glow of blast furnaces as "life giving as a sunrise". Perhaps Ayn's idea of a good time was a drive down to Pittsburg. There is also a continuous thread of nearly pathological sexuality in the sadomasichism of the book's characters. Rand fetishizes rape as a ritual of ownership, as the correct relatiionship of the Titan of industry with his women. Ayn women are surprisingly anti-feminist players, as mere vessels for the savage power of rich and brilliant men. Ayn Rand was a singularly strong woman, yet her male sexual totalitarianism shows some kind of deep conflict that belies it.

Cult of Selfishness: Most disturbing is Rand's disdain for altruism. To Ayn, altruism is evil incarnate. Her hatred of weakness is a libertarianism gone bad, a naked selfishness that may work if you're a have, but will not if you are a have-not. Commentators have made much of the hypocrisy of a woman who owed her life to the altruism of others in effecting her escape from the Soviet Union, disavowing the kindness of strangers when she no longer needed it. It seems that there is something within Ayn Rand which could not tolerate weakness in others, and herself. This something leveraged itself into a broader economic nihilism that only recognized the self interest of the individual. It is difficult to imagine with any desire a Randian world of greed and insularity, a world without charity and lacking in compassion. It is clear why so many high school and college kids have a fling with Randism. In the most selfish period of one's life, what is more natural than exploring a "philosophical" system built around selfishness?

Is this a philosophy? Not really. It is more of a set of rules-of-thumb to rationalize greed and pathological sef-interest. Is it morally bankrupt? No more so than fundamentalist religions, with their narrow-minded interpretations of ambiguous fabalistic parables. It is more of an intellectual bankruptcy, a shrill reaction to a complex world informed by a burning desire for money and a pathological "me first" worldview that disdains the weak. It is not a better-world vision, but a worse
¿Eso es una crítica constructiva?
Enviado por el día 9 de Septiembre de 2003 a las 05:09
Sin duda no constructiva para la libertad individual o para la propiedad privada, o para la objetividad, o para la razón. La crítica que pasaste parte de prejuicios para justificar una racionalización en favor del altruismo y dogmáticamente en contra del egoísmo. Y las racionalizaciones, a diferencia de lo que plantea el autor, no necesariamente son falsas. Pueden ser verdaderas. La validez de una racionalización no depende de las motivaciones de quien la hace sino de su coherencia lógica.

Tan absurdo es el prejuicio de quien escribe este panfleto que llega a intentar refutar la base misma de la lógica intentando negar el principio de no contradicción comparándolo con un mero acto de fe, cuando dice que: "'A is A' is a leap of faith more characteristic of the more fundamentalist religions than a reasoned philosophical tenet upon which to build any kind of a system."

¿O sea que A=B?

Mejor ir a las fuentes para no ser confundido por las estas estupideces de este autor que intenta acusar de fascista a Ayn Rand por exaltar el espíritu empresario y productivo. ¡Justo el fascismo cuyo racismo seudo-elitista y seudo-nietzschiano era una causa totalitaria, populista y socialista a la que debían subordinarse en forma altruista los mismos miembros de las razas superiores!

Recomiendo este link:
http://www.aynrand.org/site_index.shtml
Re: ¿"Seguridad" social?
Enviado por el día 4 de Septiembre de 2003 a las 22:15
En mi país, Venezuela, como en casi todos los países del mundo, existe un salario mínimo impuesto y aumentado por el gobierno de turno según considere necesario por las condiciones económicas del momento.

Actualmente (está por ser aumentado) es de US$ 100, al cambio oficial, y es más alto que la media latinoamericana. ¡Qué maravilla! ¿Verdad? Un sueldo mínimo que asegura el bienestar mínimo de la población, todo debido a la generosidad de un Estado cuya sensibilidad por los desamparados impuso tal solución (el salario mínimo, entre otras).

Hasta allí todo es muy bello, pero... Pero, ¿de que le sirve al ciudadano venezolano un salario mínimo si está desempleado (25% de la población)? ¿O de qué le sirve si está dedicado a la buhonería (50% de la población) ganando US&$ 50 o menos?

¿De qué sirve que tengamos ¡en la Constitución de la República! que el Estado "velará por asegurar a la ciudadanía asistenccia médica y social" si los hospitales públicos están desaprovisionados?

El punto es: ¿de qué sirve una seguridad social compulsiva si el Estado es incapaz de cumplirla?
La ética de la libertad
Enviado por el día 4 de Septiembre de 2003 a las 23:58
Pues aquí se habla de quienes se ponen a favor de los pobres "porque sí". Otra cosa es defender a un pobre si le roban, lo cual debería llevar a la coherencia y defender a un rico cuando le roban. ¿O acaso todo acto que beneficie a un pobre a costa de un rico es algo bueno?

Dickens es un autor de ficción... y Marx también. La gran mayoría de las historias sobre la época han sido relatadas por izquierdistas de su época, y no sólo eso: lo cierto es que la mejora en la calidad de vida de los trabajadores y el alcance cada vez mayor a más y mejores bienes de consumo provino del crecimiento de las inversiones de capital durante el siglo XIX y NO de las políticas sindicalistas (que tienen su orígen a posteriori de las crisis regulatorias que generaron la Gran Depresión y que luego hipócritamente justificaron el fascismo "democrático" del New Deal)
A otro con el cuento de que los pobres estaban peor siendo obreros que campesinos. Le recomiendo leer EL CAPITALISMO Y LOS HISTORIADORES de Hayek, Ashton, Hacker, De Jouvenel y Hutt.

En cuanto al trabajo infantil me ahorro explicaciones y le recomiendo leer:
http://www.neoliberalismo.com/explotacion.htm
http://www.capitalism.org/faq/children.htm

Establecer leyes contra los prestamos de usura es -en el peor sentido- una herencia del corporativismo medieval. Si usted acepta un préstamo con un interés del 200% es porque aún así le conviene. Es un contrato voluntario, y sí, coartarlo es coartar la libertad de las partes. Aparentemente gana una de las partes pero no es así, ya que de tal forma el número de oferentes de préstamos a un límite de interés del 50% se reducirá y todos los demandantes dispuestos a ofrecer más ya no podrán hacerlo y se quedarán sin prestamo. Los bienes caros son tales porque son escasos, difíciles de producir, etc. Al poner precios máximos aparece la escasez. Es siempre la misma historia. Tanto utilitaria como moralmente la intervención de precios y salarios es negativa.
Otro artículo que recomiendo al respecto:
http://www.capmag.com/article.asp?ID=2971

Sobre las leyes de protección al consumidor, son otra aberración a menos que sirvan para asegurar el cumplimiento del contrato entre oferente y demandante. Si de eso se trata estoy de acuerdo. Pero si se trata de decidir la calidad que el demandante "merece" y prohibirle al mismo comprar lo que desee, por precario que fuera con el beneficio de un bajo precio, entonces la protección al consumidor también es una violación a la libertad y perjudicial al mercado. Los consumidores han visto mejorado la calidad y cantidad de bienes de consumo durante todo el siglo XX sin ayuda de tantas leyes de "protección al consumidor".

Sobre la falacia de la expropiación originaria, no vale la pena discutir la naturaleza expropiativa de la antigua propiedad común y tribal de las comunidades indígenas (que a su vez eran fruto de asaltos y guerras intertribales). La cuestión es que no importa como se haya obtenido un bien en otro momento, la existente debe sostenerse en un mercado libre. Si los particulares que han sido expropiados en el pasado ya no existen ya no son un factor en el mercado, y de nada viene a cuento discutir la legitimidad de la herencia de cada uno. De cualquier forma el dinero no produce solo, debe invertirse como capital, orientarse en el mercado, crear bienes y servicios, y dirigirse al consumidor. Por eso, repito, es que en un mercado libre para todos (no restringido como lo es donde existen esclavos) no importa cuanto se tenga sino el valor que tenga para el consumidor. De ahí que el movimiento ascendente y descendente de los individuos dentro de las diferentes clases sociales hace que en cuestión de una generación una misma clase social sea irreconocible. No es la forma de apropiación la que determina la posición social ya que esta es igual para todos. Lo que la determina es la ubicación en la división del trabajo y la capacidad para sostenerse en ella. Un arquitecto gana cien veces más que un albañil, sin embargo las relaciones entre ellos son libres, y porque son libres es que el arquitecto gana más debido a la productividad marginal mayor de un trabajo intelectual más escaso. Y es escaso por el simple hecho de que el mercado no necesita tantos arquitectos y de que, simultáneamente, serlo es fruto de un gran esfuerzo personal además de una gran capacidad natural. Hay personas -desde futbolistas reconocidos hasta escritores- que valen su peso en oro y hacen mucho menos esfuerzo que un carpintero.
Sobre todo lo anterior y especialmente con el cuento de la "expropiación originaria" le recomiendo leer EL SOCIALISMO de Ludwig von Mises:
http://www.unioneditorial.es/socialismo.htm

Establecer una justicia "gratuita" es algo que otros deberán pagar. Es el colmo de la injusticia que si yo "poderoso" (por ser rico, parece) soy acusado, tenga que pagar mi propio juicio. No estoy a favor de los impuestos. Y si hay "propuestos" entonces que se hagan en función de la propiedad que se protege. Lo cito y le contesto: "Otra cosa si los impuestos son un robo por no ser voluntarios, usted defenderá su propiedad con sus propios medios, ¿o no pretenderá coercitivamente detraer parte de la renta de otros para sufragar una policía o una justicia pública? No es mi problema." ¡Por supuesto! Sencillamente pagaré a la policía por sus servicios y si no los quiero no los pagaré. Y proporcionalmente a la propiedad que hay que defender. Aunque lo ideal sería la defensa privada. Continua: "Supongo también que el poner impuestos pàra sufragar una educación básica y gratuita para que cree las condiciones para que la gente use su libertad conscientemente es también un robo y una coerción detestable." ¿Para que cree las condiciones para una libertad "consciente"? ¿Que es una libertad "inconsciente"? ¿Quien es usted para decidir eso? Yo no voy a sufragar la consciencia de nadie. Si alguien tiene que pagar para que usted tenga consciencia entonces tampoco la obtendrá con educación. Sencillamente nunca la habrá tenido, y yo no pienso pagarle para beneficiarlo. El problema es siempre el mismo. Toda desigualdad en dinero implica una desigualdad en acceso a algo. Y si usted cree que esa desigualdad desiguala las libertades de disponer de lo propio, entonces tendríamos que siempre regresar al "punto de partida" igualando las rentas de todos. No podríamos salir nunca. Pero si realmente creemos en que la independencia entre individuos es posible sin un igualitarismo organizado en forma vertical y socialista por el poder público, entonces las leyes de la oferta y demanda son libres, justas y útiles sea para la educación, el trabajo o la defensa. Lo que fuera. Hasta no hace mucho (y hablo del siglo XX) la mayoría de los países conservaban controles de precios y salarios de todo tipo. Antes de suprimirse todos pusieron el grito en el cielo por aquellos que no podrían pagar tales precios u obtener tales salarios. Al final resultó que la causa del problema eran las mismas regulaciones. La gente no puede pagar educación privada porque existe el monopolio de la educación pública sostenida mediante exacciones impositivas y contra la cual no se puede competir. Sin embargo, las únicas veces que los servicios privados han podido llegar al alcance de cada vez mayor población (hasta llegar finalmente a todos) y con sus características de modernización y progreso, han sido aquellas veces que no se han hecho ni un Ministerio de la Vestimenta, ni un Ministerio de la Alimentación. Sin embargo, cosa curiosa, en aquellos sectores que "parece" que nadie podrá alcanzar sin el robo impositivo es donde persisten ministerios para cada area.
Le recomiendo leer:
http://www.liberalismo.org/faq/1/#5

Yo no sólo creo que hay igualdad entre las partes contratantes, la hay. La cuestión es que usted cree que igualdad entre las partes es que ambos ganen lo mismo del intercambio y eso es una falacia. La regulación de la que usted habla es simplemente un contrato colectivo de trabajo, o sea: que las partes no puedan negociar libremente y se prohiba a los obreros negociar su verdadero valor en el mercado. Si hay desigualdad en lo que cada parte obtiene es una cuestión de mercado. Mientras haya desempleo por culpa de las leyes de salario mínimo la productividad marginal del trabajador medio bajará. Cuando desaparezcan esas leyes automáticamente se estabilizará la relación entre oferentes de trabajo (los que venden trabajo para obtener bienes por adelantado) y los demandantes de trabajo (los inversores de capital que compiten por ocupar una posición en la división del trabajo). Muchas veces los socios de una empresa ganan menos por sus acciones que los propios operarios. Eso depende, repito, de la productividad marginal de ambas partes. Otra vez: Si lo mismo funciona sin regulaciones en el ámbito de los precios, la cuestión no es diferente en cuanto a los salarios, a los alquileres, a los préstamos, a lo que fuera.

Los partidos libertarios dan miedo a la gente porque pretenden abolir directamente el Estado (http://www.lp.org). Es natural que se asusten. Sin embargo las políticas más apoyadas en USA fueron las de tendencia liberal o libertarian (relativamente vale aclarar) de Reagan en Estados Unidos y hasta Clinton sólo pudo ganar votos exclamando que la era del "gran gobierno" había acabado para siempre. Lo mismo sucedió con los laboristas en UK que triunfaron nuevamente cuando el ala de derecha triunfó en el seno del partido, se pusieron traje y corbata y sus propuestas ya no diferían en lo esencial de las de Margaret Thatcher. Pero no se asuste cuando la gente se de cuenta que el progreso de todos esos países, incluyendo: Nueva Zelanda, Suiza, Chile, Singapur, Taiwan, etc. se debe al liberalismo, como ya lo ha hecho la Nueva Europa: Checa, Polonia, Hungría, etc.

Antes de tomar una postura tan radicalizada en contra del liberalismo completo, te aconsejo leer un poco más del asunto. Tal vez te convenzas, tal vez no, pero por lo menos lo intentaste. Por las cuestiones que planteas te aconsejo: LA ECONOMIA EN UNA LECCION de Henry Hazlitt y LA ETICA DE LA LIBERTAD de Murray N. Rothbard

Saludos,
Pablo
La ética.
Enviado por el día 5 de Septiembre de 2003 a las 02:25
Ante todo le agradezco su voluntad divulgadora y la presunción de que mis errores pueden deberse a deficiencias de información. Reconozco que mi conocimiento de los autores liberales es superficial, y procuraré mejorar en ese aspecto. Para criticar algo efectivamente hay que conocerlo bien, aunque creo por lo que voy leyendo que su complejo pensamiento se resume en "móntatelo como puedas" y el lema del señor Burns de los Simpsons "Lo mio pa mi" Lemas que son muy respetables. O como decia James Winter III "los liberales sois sorprendentes, habeís construido una filosofía política acabada con la expresión "FUCK OFF" (Que te jodan) para el que no conozca la lengua de Shakespeare. Perdón por la cita jocosa.
Francamente reconozco su coherencia a la pregunta de si no estaba usted dispuesto a pagar coactivamente una policía para defender la propiedad de los demás. Hace usted bien, aunque yo pensaba que me iba a decir que era un insensato por sacar las cosas de quicio, y que en ese aspecto si es necesario que el Estado intervenga para defender a todos (tengan poca o mucha propiedad) contra los ataques de los desposeidos. Yo pienso en cuando hubo una huelga de policía en Toronto, en un pais tan civilizado como Canadá durante un día, y Sodoma y Gomorra fue una chorrada. Ya ve usted el respeto que tiene la gente a la inviolable propiedad cuando no hay un guardia con un garrote. Y para que hablar de la violación constante y reiterada de los derechos de propiedad en internet. Pero FUCK OFF. Es problema suyo saber defenderse.
Lo de la seguridad social, creo que Hayek decía que el Estado debía mantener una estructura asistencial mínima, para en su propio interés defender a los propietarios de los ataques de los desposeidos. Claro que creo que Hayek partía del error de que si hay desposeidos es porque queda algo de Estado y que cuando ya no haya nada no los habrá y si quedan en todo caso es porque se lo tienen merecido.FUCK OFF. (Por cierto pienso yo que la caridad privada es también asignar recursos sin contraprestación alguna, aunque no haya coerción. Será también antieconómica y a pérdida. Pero no me lo diga que ahora hace falta la caridad porque sigue habiendo Estado, que cuando no lo haya eso quedará para los locos y lo subnormales. Aunque ahora que lo pienso, estos no son factor de mercado, para que sostenerlos "a pérdida" FUCK OFF
La políticas libertarias de Reagan. Un contertulio liberal en este mismo foro me dijo que Reagan no era "en absoluto" liberal, y eso después de que yo le hablé de la enorme deuda pública de EEUU del orden a día de hoy de 6.802.870.471.237.20 dólares del ala. Me dijo que Reagan practicaba la retórica del libre mercado y que se creyó lo que le decían unos economistas que se decían investidos de poderes mágicos. Ustedes lo arreglan entre ustedes. Reagan no puede ser liberal y no serlo al mismo tiempo. (Por cierto los enormes gastos militares también son antiliberales no) Lo del traje y la corbata, mis preferencias subjetivas están radicalmente contra esa soga sin propósito y estranguladora. Pero eso es cuenta mía. En todo caso ¿por qué me tienen que obligar a pagar un ejército igual que una seguridad social? FUCK OFF.
Personalmente yo no pienso que uno acepte un sueldo miserable o trabajar por la comida no porque reconozca que es un precio justo para sus labores, si no porque es mejor eso que nada en absoluto. Pero como no hay otra alternativa la cosa está clara. F. Y a comer el tercer solomillo.
Re: La ética esperpéntica
Enviado por el día 5 de Septiembre de 2003 a las 16:53
1.- El episodio canadiense: ¿Qué esperaba demostrar usted con eso? ¿Que la propiedad privada no es inviolable? ¿Quién ha dicho eso? ¿Qué tiene eso que ver con el asunto tratado?

2.- Sobre la seguridad "social" lo remito a mi mensaje anterior: "¿De qué sirve una seguridad "social" impuesta si es ineficiente?"

3.- ¿Critica usted que Reagan se fingiera libertario (¿?) o que las políticas que aplicó fueron ineficientes tan sólo porque persiste la deuda pública? ¿Cómo se contrajo en primer la deuda pública de EE.UU.?

4.- ¿Es cierto o falso que cuando Reagan tomó la presidencia la inflación interanual rondaba el 20% y a los pocos años bajó al 3%?

¿Es cierto o falso que aumento el empleo durante su gobierno?

5.- Y así podría seguir. El punto que debe desarrollar es si la aplicación de las "recetas" neoliberales fracasó o no en los EE.UU. Y téngase en cuenta que si "fracasaron", ¿por qué Clinton, alma caritativa demócrata, las siguió aplicando a tal punto que disminuyó los aportes al seguro de paro?

5.- En otra parte, si mal no recuerdo, mencionaba usted que a Reagan le "vendieron" el ¿fraude? de la curva de Laffer y que eso agravó la deuda pública. ¿Fracaso Laffer en EE.UU.? ¿Entonces por qué la misma política sacó a Irlanda de su ancestral estancamiento? ¿Se deberá a la abundancia de tréboles de cuatro hojas en ese país? Ver: http://www.neoliberalismo.com/leticia.htm

Por favor concrétese. No apele a argumentos folletinescas. Gracias.
Re: Re: La ética esperpéntica
Enviado por el día 5 de Septiembre de 2003 a las 17:44
Pablo Lomberg, con todo derecho ha dicho que no tiene porque haber una policía o una justicia públicas. El considera los impuestos latrocinio descarado y por lo tanto esta postura es coherente, pues igualmente será un robo cuando se tratan de mantener estructuras universales de defensa de la propiedad. Cada uno que se defienda como pueda. Evidentemente no es mi visión pues yo no creo que en un Estado democrático los impuestos sean un robo, sino algo cosustancial al propio sistema y la mayoría de los liberales defienden las funciones objetivas del Estado: policía, justicia, carceles, y ejército. Jimenez Losantos dijo ayer en Libertad digital que era imposible un Estado anarco-capitalista pues el liberalismo necesita del Estado, pequeño, pero fuerte. Por lo tanto si ha de existir un Estado independientemente de su tamaño necesita recursos, y como muchos de sus beneficios son indivisibles, sus caracteristicas ineludibles han de ser generalidad e igualdad. Desde mi punto de vista y respeto los puntos de vista anarco-capitalistas mientras se defiendan demcráticamente y se respeten las leyes del pais. Claro que si es un robo, defraudar al fisco es legítima defensa. Habrá que ir pensando en decir eso al juez de turno.
2-Debo decirle que desconozco totalmente la viabilidad de un sistema se seguridad social universal en Venezuela, y le agradecería que me ilustrara al respecto. En España nuestro gobierno parece muy optimista en este asunto. Sigo pensando que me parece significativo que Hayek crea que ha de existir un sistema asistencial mínimo. Si queremos subsidiario de la caridad privada, pero debería existir, para que nigún sujeto esté en la tesitura de actuar de modo inmoral para lograr sobrevivir. No se exalte, en el hipotético caso de que no hubiera otro remedio. (Estilo Jean Valjean, y disculpe si me pongo otra vez folletinesco. Hugo lo era un rato) El criminal sigue siendo criminal, pero cabe preguntarse si el coste de un gran aparato represivo (sin acepción peyorativa) es superior al de la Seguridad Social, por reducida que esta sea.
En Estados Unidos hay gran cantidad de pobres y marginados, y su población reclusa es muy superior porcentualmente a la de Europa. En muchos indices de desarrollo humano hay paises europeos que les superan. Y eso por no hablar de algunos asuntillos de contabilidad creativa.
Con respecto a la deuda este era el criterio de Nasser el contertulio del que le hablé:
"Reagan no era precisamente un liberal (¡qué liberal crearía semejante déficit público!), sino un practicante de la economía-vudú que se dejó engañar por unos hechiceros.Reagan no era un liberal, utilizó argumentos falaces y heterodoxos para lograr votos, y se los acabó creyendo. Como la famosa curva de Laffer con la que generó un déficit fiscal que no se lo salta ni un socialista."
¿Me puede explicar si esa deuda pública es peligrosa para el pais? En muchas paginas web de EEUU les he visto bastante preocupados con el tema.
Un saludo.
Para algunos la libertad es un esperpento
Enviado por el día 5 de Septiembre de 2003 a las 20:17
Para mí no.

La mayoría de las cosas que ha conjeturado de mi mensaje ya han sido refutadas. Pero cabe aclarar algo sobre mi postura. Yo no dije que la dirección del dinero todo impuesto sea innecesaria o inmoral. Creo en la defensa y hasta creo en la caridad (aún a pobres que no sean una inversión... aunque preferiría darles una caña de pescar y no pescado que los sumergirá en la dependencia y finalmente en el parasitismo). Usted apela ya no al debate racional sino al emocional. Si pretende burlarse, hágalo. Es su problema, pero lo cierto es que el libre mercado de precios y salarios es lo que ha elevado el nivel de vida de todos los sectores sociales y ha sacado de la pobreza a las mayorías de lo que hoy es el Primer Mundo, y que hasta hace poco no lo era, como ser el caso de los tigres asiáticos y medianamente Hispanoamérica (cosa que usted parcialmente acepta, lo cual es una contradicción por parcializar la efectividad de su funcionamiento)

Ahora bien, volviendo al asunto de los impuestos, yo no digo "FUCK OFF" a nadie. Pero lo que SI digo es que no voy a obligar a nadie a que sirva a los demás ya que no es su obligación, ni voy a permitir a nadie que haga lo mismo conmigo. Esa es la diferencia entre caridad y solidaridad (creo que la solidaridad es para los engranajes, no para los seres humanos). El dinero que yo pago para MI defensa o para MIS servicios de gas y electricidad, no es algo que crea incorrecto, pero creo (y en esto comparto la postura objetivista) que, por lo mismo, no me deben ser IM-puestos sino PRO-puestos. Los pago si quiero, y sino no. Y si es así no recibo el servicio. Pero, a la vez, quiero que cualquiera tenga la opción de poner su propia empresa de servicios de defensa o policía privada, así como de servicios de gas y electricidad o lo que fuera. Y en esto creo que, si somos coherentes, no hay por qué darle el monopolio de dichos servicios a una única angencia llamada "Estado". Creo que bajo un mismo contrato social y una misma ley pueden actuar diferentes ejecutores de la misma. Y como es un hecho que para que el mercado funcione todos deben tener garantías de ser protegidos por la ley contra el inicio de la fuerza, tal servicio es algo que estarán interesados en pagar todos, especialmente quienes más tienen. Lo contrario sólo funciona con el mercantilismo y el populismo, o sea: los privilegios que sólo puede dar el inicio de la fuerza que genera el Estado en favor de tal o cual grupo social, y gracias al cielo que la mayoría del empresariado está apostando más al liberalismo y a los riesgos de la competencia que al proteccionismo y al Welfare State (que no es otra cosa que una copia de una de las principales características de la sociedad fascista)

Así que, sí, soy un anarcoindividualista o defensor del Mercado Puro, pero con reticencias y cuidados. Por eso respeto la postura objetivista y de muchos liberales en favor del Estado Mínimo en cuanto a su moralidad. En cambio considero deficiente moralmente al modelo de Gobierno Limitado. Sólo deficiente. Es mucho mejor que el intervencionismo, y todas las formas extremas de estatismo que llevan a la planificación socialista.

Le repito mi recomendación en cuanto a la posición "anarcocapitalista": LA ETICA DE LA LIBERTAD de Rothbard. En cuanto a la posición en favor del "Estado Mínimo": CAPITALISM: THE UNKNOWN IDEAL de Rand. Y finalmente en cuanto a la posición de los defensores del "Gobierno Limitado": LOS FUNDAMENTOS DE LA LIBERTAD de Hayek. Podría extenderme en tratados de economía, pero creo que con eso basta.
Viva el anarquismo de derechas.
Enviado por el día 5 de Septiembre de 2003 a las 21:23
Le agradezco el consejo, así que acudiré a la biblioteca pública que unos perversos estatistas decieron construir en mi barrio y me haré con esas obras. Pero como Marx decía que ningún sistema desaparece antes de poner en juego todos sus resortes, antes de convertirme al lado luminoso de la fuerza voy a seguir leyendo también a la mayor cantidad de teóricos socialdemócratas y neomarxistas que pueda.
Un saludo.
Re: Para algunos la libertad es un esperpento
Enviado por el día 6 de Septiembre de 2003 a las 02:32

Pues aunque yo me considero izquierdista, me empieza a gustar esa propuesta liberal de que no exista el Estado, y no haya polícia, ni ejercito, ni sanidad, ni educación publica, y que cada uno se defienda como pueda.

No se si será bueno para la economía, pero desde luego creo que nos lo ibamos a pasar pipa viendo el espectáculo. Iba a ser como en la película "Battle Royale", y la gente por ahí a machetazo limpio. Genial, vaya.

¿pero porqué me da a mí la impresión de que a semejante estado de cosas se opondría antes la derecha que la izquierda? Mmmm misterio. Aunque lo cierto es que la situación que vivió Irak en los días posteriores al final de la guerra se aproximaba bastante a este idel. Será un experimento llevado a cabo por el gobierno americano, para suprimir cualquier autoridad e instaurar la anarquía universal. De ser así a lo mejor los vería de otra manera

Re: La ética espiral
Enviado por el día 5 de Septiembre de 2003 a las 21:09
1.- Por mi parte me resulta difícil visualizar una nación sin impuestos, por razones prácticas (yo pago la luz de mi hogar y la de la acera frente a ella, ¿debo confiar en que los vecinos paguen su cuotaparte al frente de sus respectivas aceras?)

2.- Mi insistencia sobre el tema de la seguridad "social" se debe a que, al común entender de quienes lo proponen como nec plus ultra, piensan que simplemente con decir: "Hágase la seguridad social" quedarán resueltas las "imperfecciones" (¿?) del sistema capitalista.

Es decir, con las palabras mágicas ("hágase..." esto o lo otro) queda resuelto cualquier problema sin que nadie explique de cual cuerno de la abundancia saldrán los recursos sin fin para finaciar tales soluciones.

Por supuesto la respuesta fácil es: "ordéñese" (aún más) a los empresarios total que ellos, digan lo que digan están explotando al proletariado, y cualquier imposición tan solo es una forma de retornar a los explotados lo que les pertenecía desde un principio.

Y cuando la vaca capitalista no da más, quiebran las empresas, aparecen nuevos desempleados corriendo a cobrar su seguro de paro, seguro al cual ahora hay menos empresiarios que cotizen en él... la culpa sigue siendo de los capitalistas sin entrañas que quebraron apropósito nomás para llevarle la contraria a las almas sensibles que crearon la seguridad social.

Como hay menos empresarios cotizando al seguro de paro (u otras "seguridades" sociales), ¿cuál es el siguiente paso de los genios de la anti-economía? Financiar los costes de la seguridad social con... ¿deuda pública? Uhm, ¿da que pensar, verdad?

En la versión keynesiana de este cuento de hadas, el dinero que reciben los desempleados, lo reinvierten éstos en la economía consumiendo (no pueden dejar de comer, claro) y ese dinero estimula la demanda, y la demanda atrae nuevos inversionistas que... ¡crearán nuevos empleos! para los desemplados. ¿No queda todo bordado? Claro, si esto fuera cierto, ¿por qué darles dinero a todos los ciudadanos, empleados o no, para que al aumentar sus consumos, aumente también el empleo, y así per secula seculorum?

Las inflaciones en EE.UU. y Europa de los años 60 y 70 desmintieron tal farsa y creo que no hay que decir más.

Ahora, ¿debemos tener primero una economía fuerte y próspera primero, y una seguridad social *financiable* después? o, ¿debemos tener una seguridad social y luego vemos si podemos ponerla en práctica?

En mi país si un extraterrestre lee las leyes de seguridad social pensará que llegó al paraiso, pero como le dije, ¿con que financiará el Estado tanta maravilla si el 75% está en paro u "sub-empleado" (buhonería)? ¿Lo financiará el restante 25% que a duras penas conserva su empleo?

2.- Lamentablemente ya no tengo acceso a un artículo sobre el caso norteamericano, en donde se hablaba de un equilibrio, precario pero equilibrio al fin, entre la deuda pública, el deficit fiscal, el equilibrio monetario y otra variable. Mientras dos de ellas estuviesen controladas (una de ellas el equilibrio monetario), las otras dos (una de ellas la deuda pública) serían "soportables". Pero a largo plazo EE.UU. debe buscar disminuir tal deuda.

En todo caso queda pendiente la cuestión, ¿funciona o no la curva de Laffer?
Re: Re: La ética espiral
Enviado por el día 15 de Septiembre de 2003 a las 18:29
La curva de Laffer es, en realidad, una tautología. Por supuesto que existe, es matemáticamente inevitable si aceptas sus dos supuestos:

1) Los impuestos al 0% no recaudan nada
2) Los impuestos al 100% no recaudan nada tampoco porque acaban con la actividad productiva y se deja a los súbditos sin nada "recaudable"

Eso sí, de eso a encontrar el óptimo hay un trecho.
Re: Re: Re: La ética espiral
Enviado por el día 13 de Julio de 2005 a las 19:41
No sé por qué en este foro liberal no hay liberales y sólo conservadores que se llaman a sí mismos liberales. ¿Qué le ha pasado al liberalismo para convertirse en su opuesto?
Nunca ha sido más cierta aquella frase de Chesterton: Siempre he creído en el liberalismo, pero hace tiempo que abandoné la ingenuidad infantil de creer en los liberales\".
Yo también hecho de menos a los liberales, que hace tiempo dejaron de existir.